Capítulo 6 Por favor, déjame ir

-¡Oh Dios! Eres tan molesto. Pero me gusta -dijo con diversión.

-Firmarlo -dijo mientras colocaba unos papeles sobre la mesa. Nunca me había fijado en estos papeles antes. Traté de mirarlo, pero en el momento en que me giré para mirarlo, mis ojos se posaron primero en su bulto y terminé girándome hacia el otro lado nuevamente.

-¿Q-qué es? -intenté preguntarle. Mis ojos estaban enfocados en mis manos. Y me escocían los ojos.

-Es un contrato de matrimonio. Serás mi esposa legalmente durante los próximos siete días. Aunque soy de la opinión de que podría aburrirme de ti en cinco días. Todavía elijo siete días en caso de que no lo haga. ser libre de ir después de eso. Lo juro -dijo con una media sonrisa.

Mi boca se abrió. Lo miré esta vez directamente a la cara. Nunca vi eso venir. No puedo estar de acuerdo con esto. Por qué debería estar de acuerdo con tal cosa.

-Ya estoy casada -Menti. Simplemente sale de mi boca sin pensar.

-No, estás divorciado -dijo con una sonrisa y abrió más las piernas. Así que de nuevo mis ojos se posaron en su entrepierna. Y volví a alejarme.

-No tiene ningún sentido. No puedo estar de acuerdo -dije aún mirando hacia otro lado.

-Vamos a aclarar esto. Firma estos malditos papeles o no. Te voy a follar muy fuerte esta noche -dijo con pura ira. Y lo mire impactado.

-¿Por qué estás haciendo esto? -me encontré preguntando.

-Porque quiero esto. Y no creo en el sexo forzado. Entonces, solo estoy tratando de hacer que te sometas o... umm, que sea menos pecaminoso para ti -dijo en un tono serio como si estuviera declarando hechos pero había una sonrisa en la última parte.

-Por favor, déjame ir. Te lo ruego -yo dije.

-¿Es esta tu línea favorita? Te estoy dando un minuto completo. Firma esos papeles o puedo pensar en otras formas de hacer que te sometas. Pero no puedo prometer que te gusten -dijo y me congelé.

-30 segundos -dijo. Y sali de mi trance. Realmente quiso decir 1 minuto.

-12 segundos -esta vez dijo con tanta diversión como si me estuviera diciendo que había decidido que otras opciones iba a usar. Y en el momento siguiente, me encontré firmando los papeles.

-Chica inteligente, te salvas por 3 segundos completos -dijo con una voz tan ronca esta vez.

-O, debería decir esposa inteligente -el dijo.

Esposa, la palabra tardó un segundo en hundirse en mí. ¿Estoy realmente casado ahora? A esta bestia.

Contenido perturbador

Has sido advertido.

No lea si no puede manejar esas cosas. Porque no tienes permitido darme comentarios de odio. Los amo a todos.

Punto de vista de Jane....

Esposa, la palabra tardó un segundo en hundirse en mí. ¿Estoy realmente casado ahora? A esta bestia.

Lo miré sin comprender. Estaba dando una sonrisa victoriosa, tratando de decirme que siempre gana. No soy su esposa. no puedo ser Me amenazó para que firmara esto. Ni siquiera sé lo que está escrito en estos papeles. Quería decirle esto, pero algo en mí sigue diciéndome que será algo incorrecto.

-¿Cómo? -Me encontré diciendo El me miró con las cejas levantadas.

-Puedo decirte cómo. Ven aquí -dijo mientras se palmeaba el muslo, diciéndome que me sentara en su regazo, ¿Quién se cree que es? No me voy a sentar en su regazo. Se me cayó el estómago de miedo.

-Vamos, cariño, hazme sentir bien. Tuve un día tan agotador. Muéstrame cómo tratas a tu esposo -diciendo eso con una sonrisa, inclinó la cabeza hacia atrás y abrió las piernas aún más.

Me estaba diciendo que le diera una mamada. Estas palabras eran tan familiares. Solia complacer a Paul. Pero fue tan fácil y natural. Él era mi esposo. Lo acepté con todo mí corazón. Lo amaba y todavía lo amo. Incluso después de nuestro divorcio nunca según adelante. Solo soy de él y siempre lo seré. Hasta hoy, nunca me di cuenta de que todavía me guardaba para él.

Me levanto de mi lugar con ira. Porque sé que no era momento de ser débil.

-No soy tu esposa. Nunca doy mi consentimiento para nada de esto -dije enojada. Mi respiración era desigual con mis emociones en la montaña rusa.

Abrió los ojos en respuesta. Le dedicó una sonrisa sarcástica aún recostada en el sofá.

Parecía que había despertado una bestia en él. Mis rodillas se sentían débiles, pero hago todo lo posible para no caer.

-A diferencia de ti, es la primera vez que me caso. No tengo experiencia como tú, pero ahora estoy seguro de una cosa -Se detuvo para mirarme a los ojos-. Odio cuando mi esposa responde -apretó las palabras con ira. Sentí que mi alma abandonaba el cuerpo.

Rápidamente bajo la mirada y empiezo a jadear. Sabía que me caería si no me sentaba. Entonces, me senté en el sofá pensando lentamente en lo que me había metido.

-E-Ese es el punto. No soy tu esposa -traté de decir mientras sostenía mi rodilla temblorosa en mi mano derecha y luchaba contra mis lágrimas.

-¡Genial! Ahora te has ganado un castigo en la primera noche -dijo con un poco de decepción.

-¿Qué quieres conmigo...? -fui interrumpida cuando en un instante él estaba de pie justo a mi lado, me agarró del moño con brusquedad e inclinó mi cabeza. Hice una mueca de dolor y tomó mis labios en su boca sin piedad. Tiró de mi moño más bruscamente y dejé escapar un grito. No perdió el tiempo para introducir su lengua en mi boca y comenzar a girarla.

Su boca me dominaba. En respuesta, mis manos fueron a la parte de atrás de mi cabeza desde donde me agarró bruscamente. Intenté pellizcarle los dedos, pero fue en vano. Me estaba chupando el aire. Mis pulmones comienzan a arder. Pensé que me iba a matar cuando me soltó. Mis pulmones se estaban muriendo por aire. Aspiré el aire. Mi pecho estaba agitado mal. Su cara se acercó a la mía y me susurró al oído.

-¿Ahora dime quién soy? -lo miré con puro miedo. Rápidamente traté de correr. Pero solo di dos o tres pasos antes de que me agarrara de la cintura y me arrojara al sofá como si fuera una muñeca de trapo. Y antes de que pudiera acurrucarme en la pelota, vino encima de mí.

-Respóndeme -gruñó mientras me tenía atrapada bajo su peso.

-Dijiste que no crees en el sexo forzado -salió de mi boca en mi defensa. Quería despertar la pequeña conciencia en él. Si hubiera dejado alguno.

-Ahora que estoy casado, soy de la opinión de que no existe tal cosa como la violación conyugal -dijo y estrelló su boca en mi cuello.

Besándolo y mordisqueándolo bruscamente. Su barba se sentía áspera en mi piel sensible. Cerré mis ojos. Sé que estaba dejando chupetones. El miedo y el deseo se apoderaban de mí. Mi cuerpo estaba respondiendo a su toque y su peso sobre mí. Han pasado dos años desde que alguien me tocó. Y mi cuerpo lo estaba deseando. Para evitar gemir, me muerdo el labio con todo lo que tengo.

Intenté calmar mi cuerpo, pero no pude. Traté de decirme a mí mismo que él es una bestia, un animal, una amenaza, pero mi corazón chorreaba de humedad. Traté de decirme a mí mismo que él no es Paul y las lágrimas comenzaron a formarse en mis ojos. En mi cerebro, estaba haciendo palanca para que Paul saliera de cualquier parte y me ayudara. Sálvame de esta bestia. Todas las veces que estuve en los brazos de Paul comienzan a parpadear.

Estaba chupando mi clavícula cuando dijo en el medio.

-Dime. ¿Quién soy yo para ti, cariño? O te juro que te arrepentirás.

Había una advertencia en su voz. Quería que lo aceptara como mi esposo.

Pero estaba tan absorto en odiar que mi cuerpo respondiera tanto a su toque que no me atreví a responder. Al momento siguiente, sus manos rasgaron mi vestido y mi pecho quedó expuesto ante

él. Y cuando rasgo mi sostén, me estremecí de miedo debajo de él.

Su boca húmeda cubre mi pezón izquierdo mientras su mano comienza a amasar el otro seno sin perder tiempo. Todo estaba pasando tan rápido. Mis ojos se abrieron y cuando miré al techo descubrí que todo era espejo. Me miré la cara que estaba hecha un desastre. Y miré a la bestia que me devoraba. Me veo tan indefenso. Quería que se detuviera y antes de darme cuenta comencé a sollozar muy fuerte.

-¡Shh! ¿Solo dime quién soy? Y me detendré.

¿Ese hombre habla en serio? Han pasado solo 48 horas cuando lo vi por primera vez en el club. Esta persona irrumpió en mi apartamento por la mañana solo para decirme que quiere follarme y ahora quiere que lo acepte como mi esposo durante los próximos siete días. Esto es absurdo. Todo lo que hace es absurdo.

-Tu-Tú no eres nadie para mi -intenté decir con ira sin gemir, pero fallé. Como un gemido se escapó de mi boca al final.

-Recuerda cariño, te compraste esto -dijo con una voz severa, entrelazó mis manos con las suyas y sujeto mis piernas con sus rodillas y me mordió con tanta fuerza en mi seno izquierdo justo por encima de mi pezón. El mordisco NO fue un mordisco de amor o para dar un chupetón. El mordisco me estaba desgarrando. Un fuerte grito sale de mi boca y destrozó todas mis esperanzas. Mi voz era tan fuerte que sé que todo el mundo puede oírme.

            
            

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