Capítulo 8 ¿Ahora dime quien soy

-Ya estoy casada -dijo con una expresión que podría haber creído si no lo supiera ya.

-No, estás divorciada -dije con una sonrisa falsa y abrí mis piernas aún más. Así que de nuevo sus ojos se posaron en mi bulto.

Ella se volvió de nuevo. Esta vez me irritó. ¿Tiene dos años o no ha visto una gran polla antes?

-No tiene ningún sentido. No puedo estar de acuerdo -ella dijo, todavia sin mirarme en absoluto. Entonces, esta vez solo agregó más combustible a mi ira.

-Aclaremos esto. Firma este maldito papel o no. Te voy a follar muy duro esta noche -dije enojado y finalmente capté su atención.

No puedo entender por qué ella no puede seguirle el juego. Ella no tiene novio y no puede quedar embarazada. ¿Para qué se está salvando?

-¿Por qué estás haciendo esto? -ella preguntó.

Porque me gusta ver tu cara y como delata todas las emociones. Leo las caras de las personas todo el tiempo, pero las tuyas son crudas y genuinas.

-Porque quiero esto. Y no creo en el sexo forzado. Entonces, solo intento que te sometas o que sea menos pecaminoso para ti -traté de decir esto seriamente, pero le di una sonrisa en la última parte.

-Por favor, déjame ir. Te lo ruego -ella dijo.

¡Oh Dios, no otra vez!

-¿Es esta tu línea favorita? Te estoy dando un minuto completo. Firma esos papeles o puedo pensar en otras formas de hacer que te sometas. Pero no puedo prometer que te gusten -yo dije. Porque en serio, este juego se está volviendo aburrido ahora. ¿Pero déjame pensar en lo que voy a hacer?

-30 segundos - le dije y ella se sobresaltó.

-12 segundos -anuncie. Creo que la voy a azotar por no firmar esto. Tengo que mantener mis palabras después de todo. Pero en el momento siguiente, ella hizo algo que nunca vi venir. Ella en realidad firmó esos papeles.

Y por primera vez en mucho tiempo, me quedé sin palabras. Estaba mirando a las mujeres sentadas aquí. Ahora no es una niña cualquiera porque ahora es mi primera esposa. Me sorprendió hasta el punto de que ya no sé qué decir.

-Chica Inteligente, te salvas por 3 segundos completos -le dije. Entonces, esto es lo primero que le digo a mi esposa.

-O, debería decir esposa inteligente -dije solo para saborear la palabra en mi lengua.

-¿Cómo? -ella dijo.

¿Qué quiere decir ella cómo? ¿La ha perdido? Pero a quién le importa que se vea tan estúpida y linda al mismo tiempo. ¿Qué tan estúpido de su parte firmar esos papeles? No era como si fuera a matarla por no firmar.

-Puedo decirte como. Ven aquí -dije mientras me palmeaba el muslo. No sé sobre otros hombres, pero anhelaba el toque de mi esposa-. Vamos, cariño, hazme sentir bien. Tuve un día tan agotador. Muéstrame cómo tratas a tu esposo -agregue juguetonamente mientras apoyaba mi cabeza en el sofá y abría aún más mis piernas.

Nunca pensé que iba a ser tan fácil. Decir que soy feliz es quedarse corto. La alegría que estaba sintiendo podría haber durado mucho, pero se desvaneció cuando la encontré diciendo.

-No soy tu esposa. Nunca doy mi consentimiento para nada de esto -ella dijo. Se levanto de su lugar y dijo las palabras con ira. Su tono fue más que suficiente para hacerme perder la cabeza.

-A diferencia de ti, es la primera vez que me caso. No tengo experiencia como tú, pero ahora estoy seguro de una cosa -dije mientras miraba al techo. Pero luego la miré a los ojos y si, estoy tan enojado en este momento. Ella firmó esos papeles con sus propias malditas manos.

-Odio cuando mi esposa responde -dije con pura ira. Mi mandíbula estaba apretada y sé de lo que es capaz mi cara enojada. Volvió a convertirse en la gatita asustada. Genial, en el punto cero de nuevo.

-E-Ese es el punto. No soy tu esposa -ella dijo.

Oh, pobrecita, no debiste hablar cuando estaba enojado.

-¡Genial! Ahora te has ganado un castigo en la primera noche -dije con un poco de decepción.

-¿Qué me dices...? -antes de que pudiera terminar la oración me acerqué a ella de un solo paso, agarré un puñado de sus cabellos, eché su cabeza hacia atrás y tomé sus labios en mi boca.

No fue un beso. Era más como si la estuviera comiendo y chupando sus labios con fuerza. Era más como si le estuviera diciendo lo enojado que estoy ahora. Como si no fuera suficiente lo que ya ha hecho. De hecho, trató de liberarse de mi agarre. Sólo me hizo enojar más. Tiré de su moño más bruscamente, levantándola más. Dejó escapar un grito y le dio a mi lengua una entrada a su boca. Remolino mi lengua en su boca. Dominé su boca. Solo la solté cuando sentí que luchaba mucho por respirar. Y casi susurró en su oído.

‑¿Ahora dime quién soy? -me miró con puro miedo. Había un pequeño corte en su labio inferior por nuestro beso apasionado hace un momento. Ese corte estaba nublando mi cerebro. Había un dolor por lastimarla más y mi ira dejaba que mi cuerpo trabajara antes de que mi mente registrara las cosas.

En el momento siguiente, la encontré alejándose y su movimiento rompió todo control sobre mi ira. Es solo mi ira ahora y el deseo de golpearla. La agarré por la cintura, la arrojé sobre el sofá y la inmovilicé con mi peso. Pero ahora me arrepiento. Quiero decir, ¿por qué tirarla al sofá cuando podría haberla tirado al suelo? Podría haber puesto algo de sentido en ella.

-Respóndeme -gruñí y apreté la mandíbula mientras la miraba a los ojos.

-Dijiste que no crees en el sexo forzado -dijo ella apresuradamente. Ah, te acuerdas. Eso fue antes de que no me hayas ofendido hasta el punto de querer matar a alguien ahora mismo.

-Ahora que estoy casado, soy de la opinión de que no existe tal cosa como la violación conyugal -dije antes de estrellar mis dientes en su cuello. Me aseguro de dejar chupetones y marcas. Su piel era tan suave que mi ira comenzó a calmarse y el deseo se apoderó de mi. Sabía que su cuerpo también lo quería.

Su cuerpo estaba respondiendo. Entonces, esta vez dije con una voz un poco tranquila mientras le chupaba la clavícula.

-Dime. ¿Quién soy yo para ti, cariño? O te juro que te arrepentirás -esperé su respuesta, pero no salió nada. Miré su rostro para encontrar que tenía los ojos cerrados mientras se mordía los labios con tanta fuerza para evitar gemidos.

¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? Grité en mi cerebro. ¿No puede ser una mujer normal por una vez y escuchar sus antojos corporales? Puedo jugar este juego todo el tiempo que quieras, pero déjame hacerlo realidad.

Rompí su vestido lo suficiente de una vez que todo su pecho estaba a la vista. Todo su cuerpo respondió al acto. Baje su sostén y tome su pezón izquierdo en mi boca sin perder tiempo. En el momento en que mi boca tomó su pezón, sus ojos se abrieron. Pero esta vez ella comienza a sollozar en voz alta.

Oh, puedes llorar todo lo que quieras. Estas paredes están insonorizadas.

-¡Shh! ¿Solo dime quién soy? Y me detendré -intenté preguntar de nuevo. Sabía que la enfadaría. Pero no esperaba un regreso de ella.

-Tü-Tú no eres nadie para mi -dijo con un tono muy enojado.

¿Es ella de verdad? ¿No se dio cuenta de en qué la había metido su tono enojado hace un momento? No quedaba ninguna razón para ser fácil con ella. Ella no es del tipo que puede aprender lecciones fácilmente.

-Recuerda cariño, te compraste esto -le dije con voz severa v antes de morder su teta izquierda con tanta fuerza, enjaulé sus manos en las mías y sujeté sus piernas en un lugar con mis rodillas. Ella dejó escapar un gran grito. Como si alguien fuera a escucharla o ayudarla. Todo su cuerpo trató de zafarse, pero pronto dijo las palabras que me dolían los oídos.

-Tú *ah* esposo -ella dijo y detuve ese mordisco. El lugar donde muerdo tenía ahora una gran marca roja. Va a dejar un gran moretón. Mirar esa marca me estaba embriagando. He probado bdsm pero con consentimiento. Pero esta marca le di sin su propia voluntad.

Estaba mirando la obra de arte de mi boca, pero ella sigue despotricando.

-Tú ....-sollozos eres sollozos -marido. Mi marido *sollozos* y yo *sollozos* tu esposa".

Miró hacia abajo con lágrimas en su rostro. "Por favor, simplemente no me lastimes asi". Dijo mientras miraba con ojos suplicantes e hipaba.

Ahora tienes miedo del dolor que puedo infligirte. Podrias haberte sometido a mi ahora, Jane. Pero ahora es demasiado tarde porque mi ira no se calma en cuestión de minutos u horas. No desaparecerá antes de que llene todo tu cuerpo de marcas. No hasta que vea tu trasero rojo con mis huellas por todas partes. No hasta que todos tus agujeros estén goteando con mi c*m.

-¡Aww! Guisante Dulce. Nunca te haré daño ¿Qué tipo de esposo crees que soy? -dije mientras limpiaba una lágrima solitaria en su mejilla con cuidado.

            
            

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