Una noche, dos frutos
img img Una noche, dos frutos img Capítulo 6 Vas a hacerlo o no
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Capítulo 9 Tres días para pensarlo img
Capítulo 10 La prueba que necesitaba img
Capítulo 11 Resultado decepcionante img
Capítulo 12 Formar acuerdos y compromisos img
Capítulo 13 Reencuentro con la familia Powell img
Capítulo 14 No te atrevas a ponerle un dedo encima img
Capítulo 15 El beso img
Capítulo 16 La solicitud de Benson img
Capítulo 17 Me estás amenazando img
Capítulo 18 No puede bajar vestida así img
Capítulo 19 El hermano de Julius img
Capítulo 20 Mujer desvergonzada img
Capítulo 21 El chico y su beso img
Capítulo 22 Era de la nobleza img
Capítulo 23 Tratar a la gente por igual img
Capítulo 24 Inconveniente en los baños img
Capítulo 25 Está salvando el mundo img
Capítulo 26 Múdate conmigo img
Capítulo 27 Su futura esposa img
Capítulo 28 Hora de dormir img
Capítulo 29 No es una mujer ordinaria img
Capítulo 30 Una mujer casada y con un hijo img
Capítulo 31 El imbécil img
Capítulo 32 Darle suficiente libertad img
Capítulo 33 Te voy a apoyar img
Capítulo 34 Confrontación con un miembro de la familia Powell img
Capítulo 35 Quién te dijo que puedes lastimarla img
Capítulo 36 Espiarlo img
Capítulo 37 Hay que perseguirla img
Capítulo 38 Visita al Grupo Powell img
Capítulo 39 Iba a perder al Grupo Powell img
Capítulo 40 Niño obediente img
Capítulo 41 Idiotas img
Capítulo 42 Madre biológica img
Capítulo 43 Visita inesperada img
Capítulo 44 Sombra de ojos img
Capítulo 45 La madre de Benson img
Capítulo 46 Labores de oficina img
Capítulo 47 Un tema serio img
Capítulo 48 Me pagaron por hacerlo img
Capítulo 49 La preocupación de Darian img
Capítulo 50 Relación seria img
Capítulo 51 Solo él puede darle órdenes img
Capítulo 52 El gato les comió la lengua img
Capítulo 53 Discusión en la sala de reuniones img
Capítulo 54 Parte del Grupo Powell img
Capítulo 55 El setenta por ciento de las ganancias img
Capítulo 56 Tú y la familia Powell img
Capítulo 57 Conquistar al niño img
Capítulo 58 Celosa img
Capítulo 59 Desayuno con Benson img
Capítulo 60 No se trataba de Benson img
Capítulo 61 Te estás burlando de mí img
Capítulo 62 Que no se entere mi papá img
Capítulo 63 Yo soy la razón img
Capítulo 64 Mi mami ya no me quiere img
Capítulo 65 La otra img
Capítulo 66 El niño de la foto img
Capítulo 67 Quién era esa mujer img
Capítulo 68 Expectativas img
Capítulo 69 Una oportunidad maravillosa img
Capítulo 70 Te mataré img
Capítulo 71 Renuncia img
Capítulo 72 No me gusta el jugo img
Capítulo 73 Mal genio img
Capítulo 74 La colaboración img
Capítulo 75 No cobrá nada img
Capítulo 76 Fiesta de celebración img
Capítulo 77 Los dos niños en la fiesta img
Capítulo 78 Por qué nos parecemos tanto img
Capítulo 79 Él es tu hijo img
Capítulo 80 Beber vino img
Capítulo 81 Quiero que seas la esposa de Julius img
Capítulo 82 Alguien me drogó img
Capítulo 83 Nadie se atrevería a avergonzarte img
Capítulo 84 Estaba ocupado img
Capítulo 85 La investigación img
Capítulo 86 Te reto a decir eso otra vez img
Capítulo 87 Ayuda del jefe img
Capítulo 88 Ella estaba detrás de todo img
Capítulo 89 Me ha bajado la regla img
Capítulo 90 Período menstrual img
Capítulo 91 El sueño img
Capítulo 92 No cometeremos tal error img
Capítulo 93 El Señor Glyn es muy amable contigo img
Capítulo 94 Caramelos img
Capítulo 95 Talentos img
Capítulo 96 Tocaba mejor que un profesor de música img
Capítulo 97 Quieres ver a Benny img
Capítulo 98 El deseo de Madeline img
Capítulo 99 La provocaron img
Capítulo 100 Debes elogiarla img
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Capítulo 6 Vas a hacerlo o no

"¿Señor... Glyn?".

El extraño se congeló cuando vio a Julius parado frente a él.

Allí, mientras el sujeto sostenía a Madeline en sus brazos, Julius levantó la cabeza y lo miró con frialdad, diciendo: "¿Quién diablos crees que eres? ¿Cómo te atreves a poner tus sucias manos sobre mi mujer?".

Agachando la mirada, el hombre murmuró nervioso: "Señor Glyn, soy de X-Co".

"¡Apártate de mi vista!".

"¡Sí, señor! ¡Por supuesto! Ya me voy...".

Dicho eso, el tipo salió corriendo despavorido.

"¿Estás bien?", le preguntó Julius a Madeline con preocupación.

"No... no estoy bien", respondió ella tratando de recuperar el aliento, al tiempo que apoyaba la frente en el hombro del chico sin estar consciente de lo que estaba haciendo.

Por su lado, frunciendo el ceño con cierta angustia, el hombre la sacó del lugar para que tomara un poco de aire fresco.

Afuera, la brisa fría hizo que Madeline se sintiera mejor.

Luego, giró la cabeza para mirar a Julius, que estaba a punto de subirla al auto. "Parece que estaba drogada".

"Sí, lo sé". Con una cara seria, el joven se sentó junto a ella y le dio una dirección al conductor, quien encendió el motor en un instante. De pronto, en el espacio cerrado, la cordura que Madeline acababa de recuperarse se había comenzado a disipar de nuevo.

Por ende, entrecerrando los ojos hacia ella, Julius puso su mano sobre el hombro de la chica, y dijo: "Siéntate bien. No te muevas".

Su toque provocó que Madeline se sintiera más mareada, y que frotara su cabeza contra el firme pecho de Julius.

"No me siento bien", declaró.

Mirándola con sorpresa, él la alejó, reclamándole: "Siéntate bien o te echaré".

"No me alejes, por favor. Me siento mejor así". Con las mejillas ruborizadas, Madeline se aferró a él a pesar de la advertencia.

Percibiendo el perfume de la chica, él preguntó:

"¿De verdad quieres ser mi mujer?". Dicho eso, le levantó la barbilla y la miró a los ojos.

A esas alturas Madeline sabía que ya había perdido el control de su cerebro, y que ahora estaba controlada por la droga.

Entonces, le devolvió el gesto, replicando: "¿Qué? ¿No puedo?".

Sonriendo, Julius estaba a punto de decir algo cuando ella lo interrumpió.

"Mmm... Escuché que nadie ha visto a una mujer a tu alrededor antes... Cuéntame, ¿es porque tienes algún tipo de defecto físico?".

En silencio, el hombre solo apretó los dientes ante la apresurada conjetura de Madeline.

"Si no hay nada malo con tu cuerpo, ¿eso significa que te gustan los hombres? ¿Eres gay?".

Irritándose, Julius le apretó la cintura con más fuerza.

"Ay... ¿Por qué me pellizcas?".

"Sabes que vas a pagar por lo que acabas de decir, ¿no?".

"¿Pagar? ¿Cómo?", consultó ella volteándole los ojos, acurrucándose contra él como si no tuviera idea de lo que estaba hablando.

Respirando profundo para sofocar su ira, Julius le susurró al oído: "Hace mucho tiempo que no me excita ninguna mujer".

"¡Vaya, qué coincidencia! ¡Esta también es la primera vez que conozco a un tipo tan difícil como tú!".

En un abrir y cerrar de ojos el ambiente en el asiento trasero del auto se había puesto bastante intenso.

Escuchando todo, el conductor se puso rígido y no se atrevía a mirar hacia atrás.

Pasados unos minutos, el automóvil se detuvo frente a una lujosa villa.

Enseguida Julius envolvió a Madeline en su abrigo y la sacó del auto.

Cuando los sirvientes lo vieron entrar, corrieron a saludarlo, pero al encontrarse con la mirada fría de su jefe, se arrepintieron.

"Que nadie suba sin mi permiso", ordenó, subiendo a su habitación para abrir la puerta de una patada y llevar a Madeline adentro.

Acto seguido, se detuvo frente a la cama y le preguntó: "Esta es tu última oportunidad. ¿Ya tomaste una decisión?".

Aturdida, Madeline alzó la mirada antes de tirar de él hacia abajo.

"¿Qué? ¿Estás dudando? ¿Vas a hacerlo o no?".

"Dímelo tú", respondió él, comenzando a besar su cuerpo al tiempo que sus manos

apretaban los redondos senos de la chica, saciando su hambre con el aroma y las texturas de su piel. En ese punto Madeline estaba tan mojada que no se resistió al impulso de envolver sus dedos en el duro y grueso pene del hombre.

"Ahh... Me gusta eso... Oh... sí, eso es", gimió, agarrándolo por el pelo para apretar sus tetas contra la cara de Julius. Poco después se giró para montarlo, usando su mano hábil para hacer que él la penetrara. Una vez que tuvo a Julius muy adentro, comenzó a rotar lentamente sus caderas.

A partir de ese momento, la respiración pesada del chico y los gritos de placer de Madeline resonaron en la habitación hasta el amanecer.

            
            

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