Un Día Más Sin Ti
img img Un Día Más Sin Ti img Capítulo 5 Alguien sin importancia
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Capítulo 16 Reencuentro con Ethan img
Capítulo 17 El olor del cebollín img
Capítulo 18 El castigo de Ethan img
Capítulo 19 El CEO celoso img
Capítulo 20 No es para ella img
Capítulo 21 Amigo de mi vida pasada img
Capítulo 22 Nadie podía intimidar a su hijo img
Capítulo 23 El primer encuentro entre padre e hijo img
Capítulo 24 Un emocionante paseo en la rueda de la fortuna img
Capítulo 25 Solo una secretaria img
Capítulo 26 Ethan es abandonado img
Capítulo 27 Él defendía a su hijo img
Capítulo 28 ¿Lo has pasado bien img
Capítulo 29 Coco planea renunciar img
Capítulo 30 La identidad secreta de Carl img
Capítulo 31 Un chico malvado img
Capítulo 32 Qué pequeño es el mundo img
Capítulo 33 X no tiene integridad moral img
Capítulo 34 Respaldado por Ryan img
Capítulo 35 La batalla en la oficina img
Capítulo 36 La especialidad de Coco img
Capítulo 37 Expresando el amor que siente por ella img
Capítulo 38 ¡Esto no tiene nada que ver contigo! img
Capítulo 39 Un juego solo para adultos img
Capítulo 40 ¿Todavía lo amas img
Capítulo 41 El CEO recibe una gran sorpresa img
Capítulo 42 Todo el mundo tiene historias img
Capítulo 43 La conversación entre ellas img
Capítulo 44 El primer encuentro con Jessie img
Capítulo 45 Ella estaba llorando img
Capítulo 46 Mujer irracional img
Capítulo 47 La nueva tarea de Carl img
Capítulo 48 El hombre misterioso era su papá img
Capítulo 49 Padre e hijo img
Capítulo 50 Aún me tienes a mí img
Capítulo 51 Salvada por Ethan img
Capítulo 52 ¿Insuficiencia renal img
Capítulo 53 El CEO era tímido img
Capítulo 54 Vamos a viajar img
Capítulo 55 Un viaje al extranjero img
Capítulo 56 Puede que no sea una coincidencia img
Capítulo 57 ¡Totalmente ebrios! img
Capítulo 58 El plan perfecto img
Capítulo 59 ¿Tú eres mi padre img
Capítulo 60 Lucir linda borracha img
Capítulo 61 Sintiéndose humillado img
Capítulo 62 Hacerlo en el avión img
Capítulo 63 Pequeños amantes pendencieros img
Capítulo 64 ¿A quién salvaría img
Capítulo 65 Una conversación entre padre e hijo img
Capítulo 66 Soy tu papi img
Capítulo 67 ¿Quieres ser el hijo de Ethan o Ryan img
Capítulo 68 El campamento de las bestias img
Capítulo 69 Los papeles se invirtieron img
Capítulo 70 Una apuesta peligrosa img
Capítulo 71 Hurricane Organization img
Capítulo 72 Ethan el descarado img
Capítulo 73 Una situación vergonzosa img
Capítulo 74 El disgusto de Coco img
Capítulo 75 El trato img
Capítulo 76 El techo es un lugar peligroso img
Capítulo 77 La extraña lógica de Coco img
Capítulo 78 La mudanza img
Capítulo 79 Padres con baja inteligencia emocional img
Capítulo 80 Ser tratada como la esposa de Ethan img
Capítulo 81 Diciendo la verdad img
Capítulo 82 No tengas miedo img
Capítulo 83 ¿Qué hizo Ethan img
Capítulo 84 Envíala al extranjero img
Capítulo 85 William es un desgraciado img
Capítulo 86 Ethan estaba celoso img
Capítulo 87 Un hombre loco img
Capítulo 88 ¿Quién soy yo img
Capítulo 89 Sin volver la vista atrás img
Capítulo 90 Carl y Alex img
Capítulo 91 No estés tan satisfecho img
Capítulo 92 A cada cerdo le llega su San Martín img
Capítulo 93 Extraño menaje img
Capítulo 94 Separación img
Capítulo 95 En peligro img
Capítulo 96 El hombre lagarto img
Capítulo 97 Soy una escritora en línea img
Capítulo 98 Juega su carta de triunfo img
Capítulo 99 Retenido por la multitud img
Capítulo 100 Encontrarse a Ethan img
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Capítulo 5 Alguien sin importancia

"¡Oh sí! ¡Prueba esto!". El secuestrador al mando dejó escapar un aullido y luego se echó a reír. De repente, disparó dos veces al techo y la multitud gritó de terror.

Para no hacerse notar, Coco también gritó a todo pulmón.

"Damas y caballeros, ¡sorpresa! ¡Bienvenidos sean al carnaval de la muerte! Nadie se lo esperaba, ¿verdad? ¡Hoy vamos a celebrar el deceso inminente de todos! Por favor, no paren de chillar y horrorizarse. Primero, vamos a hacer un trato con sus malditos líderes. Después, como los invitados de esta celebración, ¡el próximo paso para ustedes es presenciar el milagro de la muerte!".

El líder de los secuestradores era elocuente y estaba emocionado, apuntaba con su arma a la multitud asustada.

El hombre detrás de él de repente le susurró: "Jefe, dígalo de una manera más sencilla. De lo contrario, quizá no lo entiendan".

"¿Más simple? ¿Ah? Está bien, resumiendo, este es un secuestro bien planeado y organizado. ¡Oigan, todos ustedes fueron secuestrados! ¡Maldita sea! ¡Qué forma de quitarme mi buen humor! ¿Entienden todos ya?".

Después de eso, los secuestradores dieron patadas a las mesas del restaurante, trasladándolas a las esquinas. En seguida, ordenaron a todos que se agacharan en el suelo con las manos por encima de la cabeza.

Tan pronto como los maleantes llegaron, Coco y Carl se sentaron en la esquina del restaurante. En primera instancia, ella quería que Carl se escondiera debajo de la mesa, pero cuando vio que los secuestradores comenzaron a revisarlas una por una, cambió de parecer. Decidió más bien, tomar la pequeña mano de Carl para agacharse y ocultarse entre la multitud.

"Carl, cariño, ¿estás asustado?", susurró ella con ligereza. Le preocupaba que Carl se aterrorizara e hiciera un berrinche que pudiera llamar la atención.

Una niña mayor que él ya estaba llorando junto a ellos, pero Carl solo negó con la cabeza y le agarró la manga con fuerza.

Coco tocó la cabeza de su pequeño con dulzura y le acarició la mejilla. Supo que su hijo era muy valiente.

"No te preocupes, mami está aquí, te cuidaré". Carl era la persona más importante en su vida. ¡Ella haría todo lo necesario para protegerlo de cualquier daño!

Tras escuchar las palabras de Coco, Carl asintió con firmeza bajando la cabeza sin pronunciar palabra.

Mientras tanto, el llanto de la niña llamó la atención de los secuestradores. Uno de ellos se acercó con ligereza y pateó a la niña.

"¡Cállate ya! ¡Si continuas llorando, te mataré! ¿Comprendes?".

La madre de la niña se espantó. Temblando, sostuvo en sus brazos con fuerza a la niña asustada. "No hay problema, ella parará de llorar, no dejaré que llore más".

La voz de la mujer tiritaba de miedo tanto por su hijo como por ella.

Ante eso, el hombre les escupió un puñado de nueces en la cara.

Cuando el hombre se marchó, Carl sacó un muslo de pollo de su bolsillo y se lo entregó a la niña.

"No llores, si se enojan otra vez, ¡te dispararán! ¡Como pasa en la televisión! ¡Así que no llores!".

Coco sonrió ante esto, observando a su hijo con aprobación. Luego, se enfocó en los secuestradores.

'Tienen las mismas armas que los mercenarios extranjeros que reciben entrenamiento especial. No han matado a nadie desde que entraron, pero eso no significa que sean bondadosos. Supongo que van a mantener con vida a los rehenes mientras preparan algunas peticiones para los líderes.

Llegaron ocho personas en total, pero solo cuatro están aquí vigilando. Los otros deben estar afuera comprobando si alguien escapó'.

Coco analizó toda la situación actual. Lo hizo con tanta naturalidad, no comprendía por qué le resultaba tan fácil evaluarlo.

'Solo soy una madre soltera que escribe novelas románticas para ganarse la vida. ¿Por qué no estoy aterrada con esta situación? Además, las armas que portan se me hacen demasiado familiares. Me pregunto por qué'.

Tal como Coco esperaba, los secuestradores trajeron un televisor y lo colocaron en el centro del lugar después de arrinconar a los rehenes. El programa de televisión fue interrumpido para presentar las noticias.

"Justo ahora, se está produciendo un secuestro a mano armada en un restaurante buffet de la ciudad. Todos los comensales del lugar están atrapados. La policía envió unos expertos para negociar activamente con los secuestradores...".

En la sede de Qi Group en Washington, un hombre con unos ojos rasgados particulares rompió el PAD personalizado exclusivo. El último mensaje en la pantalla era sobre el secuestro, y dos nombres especiales aparecían uno al lado del otro en la lista de rehenes.

Momentos después, el hombre se calmó y de inmediato marcó un número importante.

Él estaba contactando con la base militar más prestigiosa del país. El número de la base era en exceso confidencial para el público.

"Soy yo. ¡Necesito que envíe tropas a ese restaurante para garantizar la seguridad de los rehenes!". Su tono era serio, pero sus manos temblaban levemente, y sus dedos, que sostenían el teléfono con fuerza, estaban pálidos.

"Ryan, no se preocupe, los líderes le han dado gran importancia a este asunto. Ya enviaron dos equipos especiales de la policía. Ellos harán todo lo posible para garantizar la seguridad de los rehenes". La persona al otro lado del teléfono estaba en una posición más alta que Ryan, aun así, le mostraba respeto.

"¿Está seguro de que esos equipos harán el trabajo? ¡Debe garantizar su seguridad pase lo que pase!".

"Ryan, nunca lo había visto tan nervioso antes. ¿Acaso conoce a alguien entre los rehenes?".

A Ryan le sorprendió la pregunta, pues no había notado lo tenso que estaba en realidad.

Unos instantes después, Ryan replicó:

"No, no, ella es tan solo...". Hizo una pausa y luego prosiguió: "Alguien sin importancia".

Dicho eso, Ryan dejó caer el teléfono. El jefe arrugó la frente confundido. '¿Llamó por alguien sin importancia? Suena peculiar'.

Tras colgar, Ryan tomó su abrigo y marcó otro número. "Prepara un avión para mí en este instante. ¡Me voy a casa!".

'¡Maldita sea! ¿Por qué no se quedó en casa? ¿En qué clase de problema me metió ahora?'.

En la escena de la toma de rehenes, Coco pasó de estar arrodillada a sentarse en el suelo, al tiempo que Carl miraba a su alrededor envuelto en sus brazos, moviendo sus enormes ojos inocente.

Llevaban aquí más de cuatro horas, y tenía pinta de que la negociación entre los secuestradores y la policía no iba bien.

La televisión ya había informado los antecedentes de estos secuestradores. Eran un grupo de terroristas extranjeros cuyo objetivo era salvar al líder quien había sido detenido días atrás.

La gente del lugar estaba llena de desesperación y horror. Ya era muy tarde, a pesar de eso, nadie se atrevió a dormir.

¿Quién podría asegurarles que volverían a despertar tras dormir? Las armas que portaban estos hombres no eran juguetes. ¡Si aprietan el gatillo, todos morirían!

            
            

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