Capítulo 3 CAPITULO 3

POV KAROLAIN

Karolain regresa a su casa pensativa, confundida por lo que paso en el Club con Lucero, ella trata de que Lucero y Karolain sean dos mujeres diferentes, que la vida de la una no afecte a la otra, pero ahora aparece Agustín a revolverlo todo, a hacer parte de ambas vidas, eso la tiene muy confundida, pues es la primera vez que ambas cosas se mezclan de esa manera, también el darse cuenta de que él trabaja para ese hombre que tanto mal le hace la tiene triste, ya que ella pensaba que él era una buena persona, incluso se imaginó que era diferente a todos los hombre, pero se estrelló con la realidad de las cosas.

Llega a su casa y se encuentra con una madre totalmente descontrolada, su hermano está llorando en un rincón la ver la actitud de su madre, esto la pone muy triste.

-Matéu, ¿Qué paso, donde está la señora Thompson? –indaga al ver que no está por ninguna parte.

El niño corre a abrazar a su hermana y le dice que tuvo que ir al médico pues su madre la golpeo con una lámpara de noche.

Ella sale desesperada y le aplica un calmante a su madre, le pone un abrigo a su hermanito y se dirige a la clínica más cercana con él, no quiere dejarlo con su madre en ese estado, por todo el camino va pensando que las cosas ya se le están saliendo de las manos y que lo mejor para su madre seria internarla como se lo sugirió el medico la última vez, pues ya es un peligro para los que la rodean y en especial para Matéu.

Llega a la clínica y va a la recepción para preguntar por la señora Thompson, pero no es necesario pues la veo que va saliendo con una chica más o menos de mi edad.

-Señora Thompson, me alegra que este bien, tenía tanto miedo de que hubiera sido muy grabe –Indica Karolain.

-Mi madre no volverá a tu casa, aléjate de ella –dice la joven muy disgustada.

La verdad no puedo enojarme, pues yo haría lo mismo estando en su lugar.

-Hija, no seas grosera con Karolain, ella no tiene culpa alguna de lo que paso.

-Enserio lo siento tanto, pero esto no volverá a ocurrir, mañana internare a mi madre en una clínica de reposo, ya no podemos con esto solos.

Karolain después de tanto por fin se decidió, pero aun su corazón sufre por pensar en dejar a su madre sola en un lugar así, pero no pondrá en peligro la integridad de nadie más.

Habló por un tiempo con la hija de la señora Lisa, pues ese es su nombre, la chica de nombre Mireya se disculpó con ella y entendió que su madre no volverá a estar en peligro alguno. Pago la cuenta y volvieron a casa, Mireya y Lisa se quedaran con ellos de ahora en adelante, conocer la historia de esa familia la conmovió mucho y las quiere ayudar, Lisa es una mujer que le ha tocado trabajar de empleada doméstica toda su vida para sacar adelante a su única hija, ya que el padre murió cuando la niña solo tenía dos años, han pasado por mucho dolor y ahora no tiene como cubrir todos sus gastos, la chica se ganó una beca en una universidad pública y está estudiando derecho, Karolain se ofreció a ayudarla en lo que necesitaran y que a cambio cuidarían de su hermanito, y de la casa, ellas vivirán de ahora en adelante juntas, y su madre mañana pasaran de la clínica a recogerla.

Siente algo de culpa y de dolor por su madre, pero también sabe que es lo mejor para todos...

Sale a toda prisa para la universidad, ya que como es costumbre va muy tarde, pero esta vez fue esperando que se llevaran a su madre para despedirse de ella, los médicos le dicen que su tratamiento durara un año y que pueden ir a verla en dos meses, pues por ahora está muy agresiva y se pondrá peor el primer mes.

En el camino no para de pensar y recordar por qué su madre quedo así...

FLASH BACK...

Hermanita, quiero jugar a las escondidas, no quiero jugar más con esas muñecas, ya estamos muy grandes –dice Katerin su hermana gemela.

-Está bien, yo cuento.

Después de dos horas buscando a su hermana Karolain la encuentra en el baño de su madre, con la ropa destrozada y muy débil, ella grita pidiendo ayuda, pero su madre no esta casa, está llevando a su hermanito menor al pediatra, ve como su padre sale riendo y borracho del armario, se cambió de ropa.

-Papá, ayúdame, ayúdame a salvar a mi hermana, ¿qué le paso? -pregunta asustada.

-Lo mismo que te pasara a ti, las mujeres solo sirven para una sola cosa, y te enseñare cual –dice y la toca por todo su cuerpo, la golpea fuertemente mientras abusa de ella, después de saciar sus sucios deseos, se va dejándoles dos maletas repletas de dinero, ella queda muy débil, pero sabe que tiene que ayudar a su hermana, ella llama al 911 y pide ayuda, tiene vagos recuerdos de como su madre entra gritando y sosteniendo a su hermana en brazos...

Fin de Flash back...

Llega a la universidad a empezar su día como siempre, entra a su salón de clases y lo ve ahí sentado conversando con una de las chicas del salón que le coquetean descaradamente.

-Sera que me pueden devolver mi asiento por favor –dice seria sin ni siquiera decir buenos días.

-En mi época, perdón, creo que somos de la misma, se decía buenos días.

-Levántense de mi lugar no estoy de genio –dice furiosa.

-Dejemos a este fenómeno solo, no sé cómo te sientas con ella –dice Andrea una de sus compañeras.

-Este fenómeno se siente mejor solo, así que váyanse a la mierda y déjenme en paz –grita ella y levanta a la chica a la fuerza.

-Guau, eres una chica muy ruda, eso me gusta aún más de ti ojitos lindos –dice Agustín.

-Ese no es mi nombre, y no quiero hablar contigo, piérdete –señala muy disgustada.

-No entiendo que te hice para que te comportes así conmigo, yo solo intento ser amable.

-Pues nadie te pidió que lo fueras, si puedes estar con la chica que quieras ¿por qué perder tu tiempo hablando conmigo? –indaga.

-Tú me agradas, las demás no, además solo quiero que seamos amigos, hay algo en ti que me causa mucha intriga, tu misterio, por qué ocultar tu verdadera belleza, porque sé que debajo de esas grandes sudaderas y esos gorros se esconde una mujer hermosa, lo sé.

-Eres un idiota –dice y en ese momento entra el maestro, por dentro agradece pues este hombre tiene la capacidad de hacerla perder el control rápidamente...

-Bueno para la siguiente clase quiero un resumen de lo visto hoy y una gran exposición, la harán en grupos de dos, serán con las personas con la que se sientan, no acepto cambios –dice el maestro Raúl cosa que la pone nerviosas rápidamente, ella siempre ha hecho sus trabajos sola y tener que trabajar con Agustín no le agrada.

-Profesor, ¿puedo hacer mi exposición sola? –pregunta esperanzada.

-Lo siento Karolain, es en grupo y a menos que quieras repetir el semestre lo harás con tu compañero, esta exposición vale él 60 por ciento de la nota –señala Raúl en tono fuerte.

-Tranquila, soy muy buen compañero, veras que haremos la mejor exposición de todas. –señala Agustín riéndose y divirtiéndose por su cara de terror.

-Eres un idiota.

-Pues este idiota te pide que nos reunamos hoy para adelantar, ya que los fines de semanas no tengo casi tiempo libre, te parece en tu casa a las tres de la tarde.

-Ni creas que iras a mi casa, mejor nos reuniremos en la biblioteca de aquí, porque tampoco iré a tu casa –dice firme.

-Como quieras ojitos lindos, te veré a las tres –expone y sale con unos chicos que lo esperaban.

Karolain no entiende que tiene ese tipo que la pone tan mal, en ocasiones le gustaría conocerlo, pero en otras como ahora quiere matarlo.

Llega a su casa almuerza con su hermano y sus nuevas inquilinas, está muy contenta de tener compañía agradable, pues al haber una joven de su edad se siente mejor, es como estar con esa hermana que perdió años atrás.

-Karolain, ¿te puedo hacer una pregunta? –dice Mireya.

-Claro no hay problema.

- ¿Por qué si eres una mujer tan hermosa te gusta ocultarte entre las sombras, pues tu forma de vestir es muy rara para una chica de nuestra edad?

-Es solo que me gusta, me siento más cómoda, creo que una mujer no deja de ser mujer por vestir diferente, además no me gusta que los hombres me miren con morbo, o con ganas de algo más, me siento feliz así, es todo –explica, pero ocultando todo lo que la lleva a esa vida.

Sus palabras sonaron convincentes, pero Mireya tiene una idea, pues piensa que solo le falta tener más confianza.

-Lo siento, pero quería pedirles el favor si cuidan de mi hermano y le ayudan con sus tareas, es que tengo un trabajo en la universidad y no puedo dejar de hacerlo –dice con un mal gesto en su cara.

- ¿Te toca con muchas chicas? –pregunta curiosa Mireya.

-No, es un chico, el más insoportable del mundo, nunca imagine detestar tanto a alguien que apenas acabo de conocer.

-Eso puede ser porque te gusta, o te atrae.

-No lo creo, sería una locura.

-Déjame hacer algo por ti, porque no te arreglas diferente, que vea la hermosa mujer que eres –señala con una sonrisa.

-Te agradezco tu intensión, pero me siento bien así, no quiero sorprenderlo, la verdad como te dije lo detesto.

Karolain recoge sus cosas y cambia su ropa, usa una gorra roja con una camisa grande del mismo color y una sudadera grande negra y tenis, pone algo de brillo en sus labios y ya.

Llega a la universidad y lo ve conversando con un hombre en un auto blindado y de vidrios polarizados, por eso no pudo ver bien de quien se trata, pero para ella es el maldito que busca, la ira se apodera de su cuerpo, pensar que alguna vez lo llamo papá, que lo quiso con todo su corazón hasta que destruyo su vida para siempre...