Curvas para el CEO
img img Curvas para el CEO img Capítulo 7 Entre vinos
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Capítulo 10 Cita img
Capítulo 11 Concurso de preguntas img
Capítulo 12 Talla mediana img
Capítulo 13 Marcas img
Capítulo 14 Soluciones img
Capítulo 15 El closet img
Capítulo 16 Pedidos img
Capítulo 17 Salvada img
Capítulo 18 Un poco de paz img
Capítulo 19 Aspen img
Capítulo 20 En sus brazos img
Capítulo 21 Cuidados img
Capítulo 22 Visitas inesperadas img
Capítulo 23 Amabilidad img
Capítulo 24 Atenciones img
Capítulo 25 Cercanías img
Capítulo 26 Soledad img
Capítulo 27 El silencio img
Capítulo 28 La conversación img
Capítulo 29 Familia es familia img
Capítulo 30 El vestido img
Capítulo 31 Físico img
Capítulo 32 Aceptación img
Capítulo 33 Acuerdos img
Capítulo 34 Acuerdos II img
Capítulo 35 Los diez minutos img
Capítulo 36 Recuerdos img
Capítulo 37 Su casa img
Capítulo 38 El presente img
Capítulo 39 El fin de semana img
Capítulo 40 Enemigos img
Capítulo 41 Sabotaje img
Capítulo 42 Los otros img
Capítulo 43 La cena img
Capítulo 44 Historias img
Capítulo 45 Medias verdades img
Capítulo 46 Mensajes img
Capítulo 47 La fea verdad img
Capítulo 48 El pasado me alcanza img
Capítulo 49 Confesiones img
Capítulo 50 Corazón abierto img
Capítulo 51 Gustos img
Capítulo 52 Un nuevo día img
Capítulo 53 Alcohol img
Capítulo 54 Necesidades img
Capítulo 55 Curvas img
Capítulo 56 Llamadas perdidas img
Capítulo 57 Baby img
Capítulo 58 Celos img
Capítulo 59 Billy img
Capítulo 60 Lluvia y malestar img
Capítulo 61 Pie de cerezas img
Capítulo 62 Las disculpas img
Capítulo 63 Deportes img
Capítulo 64 Baño img
Capítulo 65 En pareja img
Capítulo 66 Días felices img
Capítulo 67 Cumpleaños img
Capítulo 68 En la casa de los sueños img
Capítulo 69 La boda img
Capítulo 70 Mi Brandon img
Capítulo 71 Apariciones img
Capítulo 72 La fea verdad img
Capítulo 73 Omisiones img
Capítulo 74 Enfrentamientos img
Capítulo 75 Confesiones img
Capítulo 76 Intentos img
Capítulo 77 Fantasma img
Capítulo 78 Nuevo camino img
Capítulo 79 Despedidas img
Capítulo 80 Vueltas de la vida img
Capítulo 81 Engaños img
Capítulo 82 Fortaleza img
Capítulo 83 Reencuentro img
Capítulo 84 La nueva información img
Capítulo 85 Penitencias img
Capítulo 86 Todo vuelve img
Capítulo 87 Te tengo img
Capítulo 88 Maravillosa cotidianidad img
Capítulo 89 En el mismo lugar img
Capítulo 90 Juramentos img
Capítulo 91 Nueva etapa img
Capítulo 92 Epílogo img
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Capítulo 7 Entre vinos

-Como siempre muy callada... al menos que estés hablando con otras personas, claro está. Tienes palabras para todos menos para mí. O al menos muy justas para mí. Lo estrictamente necesario... se podría decir, ¿no?- dice, no sé si hablando conmigo o para sí mismo. ¿Qué le sucede?

Está sin su chaqueta, la camisa no tiene corbata y los botones de arriba están desabotonados. No tengo forma de salir sin ser tan obvia. Quizás.... quizás debería afrontar esto, hablar, escuchar lo que él tenga que decir de una buena vez. Quizás salir de esto y cerrar el tema cuanto antes. Manejar la situación para que él deje de insistir. No es la opción que más me gusta, sigo pensando, quizás se aburra de perseguirme, aunque no parece el caso.

-¿Qué haces aquí, Brandon?- él coloca sus manos en sus bolsillos y sigue aproximándose hacia mí, se queda a pocos pasos y empieza a ver el lugar donde estamos.

-Yo... quería felicitarte. El cliente está muy contento con lo que has mostrado. Tienes mucho potencial Ady. Siempre has sido brillante, es algo que he pensado toda la vida, desde que te conozco. Siempre fuiste una niña muy especial, desde tus juegos, tus dibujos... parecía que desde siempre has sido muy creativa- me dice de forma sincera viéndome a los ojos.

Yo observo sus ojos, ese color que siempre me ha encantado y de repente recuerdo con cariño al Brandon niño, ese que siempre sonreía conmigo, él que me ayudaba a pintar, el que no se reía de mis dibujos, sino que iba a corriendo donde su mamá a enseñárselo y diría cosas como: mira lo que dibujó Ady ¿A que no es hermoso?

-Gracias- digo simplemente. Quizás si me quedo callada, acepte la indirecta. Él me ve por un rato y pareciera que entramos en una competencia de miradas.

-¿Qué sucede Ady? ¿Por qué siempre te alejas de mí? No aceptas mi ayuda, mi invitación a tomar algo... rehúyes de mí. No lo entiendo... realmente no lo entiendo. Pareciera que no me quieres ver - dice dando unos pasos hacia mí. Y dale con este tema.

De repente soy consciente de lo cerca que está y todo de él, la calidez de su cuerpo, su perfume, es fabuloso. Observo su rostro, sus rasgos atractivos y armoniosos, sí que se ha hecho más atractivo, parece una broma. También sé que estamos aquí solos y yo doy un par de pasos más atrás, pero estoy contra una pared ¡Demonios!. Él no tarda en volver a acercarse a mí. Maldición debí haber huido cuando pude.

-¿Por qué te alejas?- me susurra y veo sus labios cerca, un suave olor a vino me hace notar que él debe haber tomado más que un par de copas, no debe estar en todos sus cabales.

Yo debo estar ruborizándome como un tomate, mi respiración se acelera y comienzo a sudar cuando él levanta su mano y coloca un mechón detrás de mi oreja, y aprovecha en el camino de acariciar mi pómulo, mi mejilla y mi mentón con sus dedos. Es una caricia suave, delicada, como si él no pudiera creer que me está tocando ¡Yo menos! Pero la realidad es que no es una caricia casual, está cargada de... un magnetismo que no puedo describir.

Se siente extrañamente increíble, sus manos son suaves y el roce de la punta de sus dedos hace cosas en mi cuerpo que no me atrevo ni a pensar. Yo sigo callada y él solo me observa, su mirada va de mis ojos a mis mejillas, mi cuello, mis labios. Apoya una mano a mi lado en la pared y siento que se inclina un poco más hacia mí.

Nunca había estado tan cerca de mí y no sé qué decir para que se aleje. Su otra mano baja hacia mi cuello y parece querer ir a mi escote, pero termina quedándose en mi hombro. Sentir que él me toca es una experiencia que jamás pensé sentir, menos hoy, menos así.

-Ady... Ady... ¿Me vas a decir qué sucede?- vuelve a susurrar, este hombre es seductor hasta sin proponérselo. Que alguien me ayude.

Pero antes de que yo pueda decir algo, se acerca más y se inclina, colocando sus labios en los míos. Atrapa mi labio inferior entre los suyos y siento que no respiro. Brandon me está besando. Brandon Clark me está besando. Es, por más que lo lamente, el único chico que realmente me gustó en mi vida, el que soñaba con besar desde que era una chica tonta y muy joven, y aquí estamos en una bodega de un restaurante, él me tiene contra la pared y nos besamos. Bueno, mejor dicho, él me besa.

Yo estoy tan sorprendida que ni me animo a devolverle el beso, me quedo con los ojos abiertos entre asustada, impactada y embobada, así... todo junto. Yo tuve años soñando con un beso así... y sucede ¿ahora? ¿De esta forma? Una muy muy cruel broma. Puedo pensar mil veces opciones mejores para un primer beso con mi crush de la vida.

Pero aun con todo y eso... se siente.... explosivo. Siento levemente como su pecho se apoya en el mío y como mi corazón late salvajemente, no lo puedo evitar, el desgraciado órgano me traiciona. Su mano va de mi hombro a mi cuello para sostenerme y evitar que me aleje de él, forzando el beso, acaparándome, otra vez sin salida. Brandon continua con el movimiento de sus labios, es suave, acompasado y de tierno va pasando a ser más urgente. Su nariz roza la mía levemente y puedo sentir mechones de su cabello acariciando mi frente.

Sus ojos están cerrados y se ve muy concentrado como si pusiera mucho esfuerzo en ese beso. También el olor a alcohol, dios mío, debe estar muy muy borracho, eso es. No entiendo aún como no reacciono, es como si estuviera hipnotizada. Capaz mi cerebro se da cuenta de que esto capaz es mentira. Aún no lo descarto en su totalidad. Aunque se siente... si como un sueño.

Todo en Brandon incendia mis sentidos, puedo no reaccionar, pero es inevitable que mi cuerpo se sienta afectado por él, incluso sin yo quererlo. Veo sus parpados cerrados, concentrando, besándome, siento sus manos en mi piel, la punta de sus dedos acariciándome, no solo tocándome, sino realmente buscando acariciarme, sentir mi piel, estar en contacto conmigo, como si rascara la superficie, mis barreras, mis camuflajes, mis mascaras y buscara adentro a la verdadera Adelaida, una que no ha salido en años.

Juega levemente con mi cabello y su mano grande toma la base de mi cuello, con delicadeza, con presión, con entusiasmo, buscando que me acerque a él, quizás se ha dado cuenta de que él me está besando solo, yo aun sin hacer nada. Sus labios toman mi labio inferior, juegan con mis comisuras, su lengua roza mis labios en una danza tan terrible como fantástica.

Tengo miedo, sorpresa, deleita, susto, todo a la vez. Quiero que se detenga, pero quiero también seguir sintiendo sus labios, sus suaves labios jugando con los míos. Mi piel no se quiere separar de sus manos, y dejar de sentirlas.

Mi cuerpo es otro ente que está disfrutando mientras mi cabeza está como loca, lanzando alarmas como si hubiese entrada un gran y terrible virus al sistema. En un momento él se separa, siento su respiración acelerada, su increíble calidez, su perfume, el sabor de vino de sus labios ahora en mis labios y yo sigo con los ojos bien abiertos. Creo que no había estado cerca así de un hombre hace mucho tiempo. Ni recordaba como era. No me pregunten hace cuanto tiempo fue. No me juzguen.

Cuando lo vi, él sonreía y de repente su cara cayó. Estaba tan sorprendido como yo. Debe haberse dado cuenta del error que cometió, mi cara debe haber sido de susto más o menos. Da un paso atrás y me ve, acorralada en la pared como estaba, con mis manos al costado, no hice un solo movimiento para devolver sus caricias o su beso, su expresión es de desconcierto, y en sus ojos hay algo de tristeza.

-Ady... yo... yo quería que... pensaba que- dice intentando disculparse, pasándose las manos por el cabello y suspirando mientras no me quita la mirada de encima, una expresión de preocupación y de arrepentimiento dibujada en su cara. Pero el mal ya está hecho. Mi sentido de escape me dice que es el momento, aprovecho que está desconcertado murmurando como un niño.

-Ehh Ahhh... creo que Mike y Katie me deben estar esperando en la mesa, uyy debe ser hora del postre- digo y él me mira cuando me voy.

-Ady ¡Ady! ¡Espera! ¡Regresa! ¡Regresa por favor! -Lo escucho llamarme a lo lejos y luego maldice, pero yo ya estoy saliendo rápidamente de la bodega para no darle oportunidad de que se vuelva acercar a mí. Así tenga que quitarme los zapatos y correr lo haría. Corrí de ahí como que me persiguiera el diablo.

¿Qué alguien me explique qué demonios sucedió?

Hola a todos!

¿Qué creen que suceda con Brandon?

Bso

Kika

            
            

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