Capítulo 7 La Tragedia

Anteriormente en Laberinto de Mentiras Francisco y Marcous se encontraban en una situación similar, en diferentes lugares y circunstancias.

Marcous se encontraba llamando a su esposa durante horas y esta no le contestaba por lo que fue hasta la piscina para hablar con su suegro y preguntarle si había logrado comunicarse con su hija.

-¡Suegro! , ¿Cómo se encuentra? Por lo que veo la está pasando muy bien.

-Así es hijo mío y más cuando se cierran este tipo de importantes negocios hay que ver que la gente pobre si se emociona con unos cuántos billetes, el tema es que ellos piensan que ser rico es sinónimo de gastar y resulta que así terminan siendo pobres ja, ja, ja -respondió Don Arismendi quién se encontraba en la piscina de la mansión Lhan tomando piña colada.

-Así mismo es suegro, una preguntica ¿Hoy se ha comunicado con Alejandra?

-Hijo estuve llamando en la mañana a la mansión y me dijeron que había salido con Carmelo al medio día y no habia llegando.

-De seguro está en un spa divirtiéndose.

-Si suegro es lo más seguro.

Alejandra Lhan se hallaba encerrada en su habitación durante varias horas por lo que los empleados de servicio se preocuparon mucho al no verle salir para cumplir con sus rutinas diarias por lo que decidieron interrumpir el posible sueño de la señora de la Lhan sin obtener una respuesta lo que les llevó a contactar a sus demás familiares para pedir permiso de derribar la puerta de su habitación.

Entonces llegó una de las empleadas de servicio hasta la piscina corriendo muy asustada diciendo:

-Señor Lhan ¡Su esposa! , ¡su esposa! Es su esposa.

-Ajá mujer pero porque llegas así ¿Pasa algo? -dijo Marcous a la empleada de servicio.

-¿Habla mujer? -exclamó don Arismendi.

-Es que me llamo su empleada de servicio diciéndome que su esposa lleva mucho rato sin salir de la habitación que no contesta, por más que le llaman no abre la puerta, por eso quieren pedir su permiso y autorización para derribar la puerta y entrar a ver qué ocurre.

-Voy a hablar con ella por el teléfono ya vengo.

Marcous corrió rápidamente a la sala de la mansión mientras que Arismendi salió de la piscina de un solo salto detrás de su yerno ya que le asustaba mucho lo que posiblemente estaba ocurriendo con su hija.

Al encontrarse dentro de la casa donde se encontraba el teléfono Marcous lo levantó diciendo:

-¡Aló! ¡Aló!

-Cómo se encuentra señor Marcous le habla Carmelo.

-Dígame Carmelo ¿Qué ocurre qué es lo que pasa con Alejandra?

>>La señora llegó muy alterada del médico, Incluso me manifestó camino a la casa que se quería morir, entonces subió a encerrarse en su habitación dónde lleva varias horas sin salir Eugenia la está llamando para darle la comida y no le atiende debido a la situación me pidió que derribase la puerta pero eso no lo puedo hacer sin su autorización...

-¡Pues hágalo de inmediato Carmelo! , hagalo de inmediato y me informa que lo que está pasando con mi esposa.

La cara de Marcous era temerosa por lo que su suegro que venía atrás de él le preguntó rápidamente:

-¿Marcous qué es lo que está pasando con mi hija?

-Don Federico, parece que llegó del médico muy preocupada por algo que este le dijo entonces Alejandra se encerró en la habitación y no ha querido salir durante horas, para completar el chofer me está confirmando que mi esposa le manifestó que quería morirse antes de llegar a la casa.

-¡Ese inepto porque no me llamo de inmediato! Si a mi hija le pasa algo será su culpa, es que lo voy a despedir de inmediato.

Tras la muerte de la señora Nathalia de Arismendi los empleados de la familia Arismendi se habían vuelto casi parte de la familia, sin embargo don Federico era muy intransigente con lo que consideraba un error desde su punto de vista así que generalmente reaccionaba de forma muy radical sin importar a quien le producía un daño grave.

-¿Carmelo qué le dijo el señor? Marcous -preguntó la nana.

-¡Qué derribe de la puerta Eugenia! -respondió Carmelo muy nervioso.

-¡Pues hágalo y rápido! -dijo la nana muy alterada.

-¡Voy por algo para golpear! -respondió Carmelo.

Carmelo fue por una barra de acero la cual contra la puerta de madera, tomando impulso una y otra vez luego de tres intentos al fin logró romper la resistencia entre el cilindro y la puerta haciendo que esta se abriese de un solo golpe.

Al ingresar pudieron ver la habitación completamente vacía la ventana cerrada la cama destendida, sin poder observar a la señora Lhan, por lo que decidieron ingresar hasta el baño de la habitación en dónde pudieron ver a la señora Lhan completamente desmayada dentro de su jacuzzi, al entrar Carmelo, golpeó con el pie un envase ubicado en el piso del baño, este era un pote de pastillas, ambos brazos de la señora Lhan colgaban a los lados del jacuzzi cómo las dos alas de un avión su cuerpo completamente desnudo sumergido medianamente en el agua por lo que su cabeza y su cabello podrían verse colgar hacia atrás saliendo de la tina.

Eugenia gritaba como desesperada:

-¡Carmelo, Carmelo debemos hacer algo pronto! , ¡ay por Dios! Mi niña que has hecho.

-Eugenia rápido llama a Walter dile que llame una ambulancia corre -gritó Carmelo.

Eugenia salió rápidamente a buscar a Walter quien trabajaba como seguridad en la mansión Arismendi.

Walter al enterarse de la noticia subió rápidamente por las escaleras al llegar se paró frente a la tina tomó el pulso de Alejandra y dijo:

-La señora está viva, está viva debemos ubicar una ambulancia rápido búsca una ambulancia pronto Carmelo.

Eugenia se encontraba nuevamente en el teléfono y de manera muy desesperada con la voz llorosa dijo:

-Señor Marcous ha pasado algo terrible encontramos a la señora Alejandra desmayada en el jacuzzi de su habitación Walter, dice que aun tiene signos vitales ya viene una ambulancia para acá la vamos a sacar al hospital.

Marcous dejó caer el teléfono colocándose las manos en la cabeza caminando de un lado al otro su suegro desesperado preguntó:

-¿Qué es lo que está pasando con Alejandra? Dime ahora mismo

-Alejandra estaba desmayada dentro del jacuzzi de la habitación están llamando a una ambulancia para que la saque de inmediato al hospital.

-¡Pero! , ¿Cómo es posible? , ¿cómo ha pasado esto? -preguntó Don Federico.

-No lo sé, no lo sé, vamos ya para Caracas -dijo Marcous a su suegro y comenzo a gritar:

-Manuel, Manuel, Manuel dónde carajos te metes cuando más te necesito.

-¡Dígame señor! -respondió Manuel quien llegó casi corriendo.

-Mi suegro y yo vamos saliendo para Caracas de emergencia por favor contactate con Francisco Padrón y dile que todo el plan sigue en marcha que no cometa un solo error, ¡Pero rápido hombre!

-Cómo usted ordene mi señor ya salgo para el rancho de Francisco.

-¡Víctorrrrrrrr! -Llamó Marcous a su chófer.

-¡Dígame señor!

-Enciende la camioneta en 15 minutos nos vamos para Caracas.

-Señor Marcous qué pena pero...

-¡Qué pena ¿De que chico?! , ¡nos vamos ya! -exclamó Marcous interrumpiendo a su chófer.

-¡Entendido señor! -respondió Victor.

Así Marcos y Don Federico salieron corriendo a sus habitaciones para cambiarse, tomar su equipaje y meter rápidamente sus pertenencias para salir a Caracas.

¿Que podría pasar si los médicos no pueden ayudar a la señora Alejandra Lhan? , ¿Habrán llegado muy tarde? , ¿Su esposo y su padre habran influido en su terrible decisión?

Continuará...

                         

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