Capítulo 3 ENEMIGA ASTUTA

Ella negó con la cabeza rápidamente, observo como su esposo se acercó y abrió la puerta, Vivian apareció frente a sus ojos, se veía pálida, como si estuviera enferma, se sostuvo del marco de la puerta.

__¿¿Vivian estas bien?? __Pregunto su esposo en tono dulce.

__No __dijo en un susurro __me siento mal, tengo fiebre y mucho frío.

Los labios rojos de la chica temblaban un poco, su esposo rápidamente se acercó a la mujer, toco su frente, soltó un suspiro de frustración, esa mujer era un dolor de cabeza, era la mejor amiga de Oliver, pero se creía la dueña de la casa, eso le molestaba, no la toleraba.

__Estas ardiendo en fiebre, porque no me llamaste, habría ido a tu departamento.

__No quería molestarte __dijo con voz áspera.

La chica empezó a toser, se veía realmente mal, Oliver la tomó en sus brazos y la llevó escaleras arriba, eso molesto demasiado a Danna , hace un momento se negó a hablar con ella, con la excusa de que estaba cansado, pero para esa mujer siempre estaba disponible, lo siguió para saber que era lo que iba a hacer.

__Pensé que estabas cansado __le dijo con sarcasmo.

Él se detuvo por un segundo, le dio una mirada asesina y continuó caminando con la chica.

__Eres una mujer desalmada, no ves que esta enferma, necesita ayuda.

Ella había estado enferma toda la semana y él ni siquiera se dio cuenta de eso, pero llega esa mujer y él se preocupa como si se tratara de su esposa, esas palabras las sintió tan amargas en su boca, Vivian siempre había sido muy importante para él, además era su mejor amiga.

Entro a una de las habitaciones de invitados y la deposito en la cama con suavidad, ella lo observaba desde la puerta, como podía ser tan dulce con esa mujer y ella que era su esposa la trataba como a una completa desconocida, se sentía molesta, pero reclamarle a ese hombre era perder el tiempo, nunca la escuchaba y siempre la ignoraba.

Decidió que era mejor no dicer nada, esa mujer le había amargado la noche.

__Puedes llamar a un ambulancia para que se la lleven no crees __dijo con fastidio.

__Lárgate de esta habitación si solo vas a estar comentando tonterías.

__Ella tiene razón __dijo Vivian __ustedes son esposos y yo simplemente no soy nadie, llama a mi hermano para que venga por mi __dijo la mujer con lágrimas en los ojos.

Su esposo la miró más molesto que al principio, al parecer su opinión estaba de más.

__Tienes que descansar Vivian, no le prestes atención a esta mujer, estarás bien.

Observo cómo su esposo busco un vaso de agua y algunas pastillas y se las ofreció a la mujer, se giro y la observo en la puerta, camino en su dirección y la empujó fuera de la habitación.

__No necesito de tu ayuda, gracias.

Cerro la puerta de golpe, dejándola allí como una estúpida, una lágrima resbalo por su mejilla, como era pasible que esa mujer fuera, más importante que ella, no lo entendía.

Trato de ser cariñosa, amable, comprensiva, pero eso no era suficiente para él, siempre era seco y distante con ella.

Se resignó y camino hasta su habitación, sentía como si le hubieran apuñalado el corazón, le dolía como el era con ella, esa era la realidad.

Entro a su habitación y cerró la puerta, si no quería verla estaba bien, quizás mañana estaría de mejor humor y hablarían con calma.

Vivian era su amiga, así que era mejor no molestarlo, eran muy unidos así que era mejor respetar ese espacio, quizás ella estaba exagerando se dijo a sí misma, recordó que su padre le había dicho que el matrimonio requería paciencia y mucho amor.

Siempre uno de los dos tiene que ceder, las cosas funcionan cuando eres paciente y no te apresuras a hablar, respiro profundamente y se acostó en su cama, le dolía el hecho de que tratara mejor a vivían que a ella, pero que podía hacer para remediarlo.

Vivian se aferro al cuello de Oliver, él le dio un beso en los labios, le extiendo la medicina y se aseguró de que la tomará.

__¿¿Cuando piensas divorciarte?? No tolero tener que seguir así.

__Estas enferma, no te preocupes por tonterías, sabes que el único motivo que me ata a esa mujer es mi padre, cuando él ya no este, seré libre de sacarla de mi vida.

__No tolero saber que duermes bajo el mismo techo que ella.

__Yo te amo solo a ti __murmuró cerca de sus labios, para luego besarla con cariño.

Eso la tranquilizo, poco a poco la fiebre empezó a bajar, su hermano le había informado de la condición de Danna, por ese motivo había venido para asegurarse de que ella no pudiera decirle nada a Oliver.

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A la mañana siguiente Danna despertó temprano como de costumbre, tomo un baño se arreglo y bajó las escaleras, fue directo al comedor, las risitas se hacía más fuerte conforme se acercaba, eso solo significaba algo, la descarada de Vivian seguía en su casa, respiro con frustración, esa mujer era como una piedra en el zapato, hasta cierto punto sentía que la odiaba.

Entro y la observo desayunando de lo más tranquila junto a Oliver como si fueran una pareja de enamorados, odiaba que su esposo fuera tan indiferente con ella, pero con esa mujer parecía todo un caballero.

__¡¡Buenos días!! __saludo en tono seco __Necesito hablar contigo en este momento Oliver, lo que tengo de decirte no puede esperar.

Él hombre levantó la mirada y sus ojos la enfocaron, se veía molesto pero en realidad eso no le importaba, tenía que hablar con él, era de suma importancia.

__Lo que sea puede esperar, estoy desayunando, que no lo ves __replicó en tono frío.

__No seas ingrata Danna, déjalo comer tranquilo, luego puedes hablar con él, no seas intensa.

Danna le dio una mirada fría a la mujer, quien carajos se creía ella para opinar sobre lo que no le importaba.

__Quién eres tú para opinar sobre lo que no te corresponde __le respondió molesta __Estas en mi casa y ni siquiera tienes la decencia de respetar y guardar silencio.

Oliver se levantó molesto, era mas que obvio que Vivian era intocable para él, pero su mujer era tan estúpida que no lo veía, se acercó a su esposa y le dio una cachetada fuerte en el rostro.

__Tienes que aprender a respetar, esta es mi mansión y ella puede hacer lo que le de la gana en este lugar, te guste o no.

La chica se llevó las manos a su mejilla adolorida, no podía creer que él fuera capaz de tanto solo para defender a su amiga, le dio una mirada fría al hombre y se mantuvo de pie sin moverse.

__Te molesta que le diga la verdad __le dijo más molesta que al principio __no puedo creer que seas tan cobarde como para golpearme.

Lo miro sin miedo, su corazón dolía pero no iba a darle el gusto de verla llorar, observo cómo él hombre salió sin decir nada más, Vivian la miraba con una enorme sonrisa en el rostro, luego se levantó y se marchó.