El desfile macabro
img img El desfile macabro img Capítulo 3 EL ENCUENTRO
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Capítulo 6 ALTO IMPACTO img
Capítulo 7 LA REINA Y LA PAYASITA img
Capítulo 8 NI CERCA NI LEJOS img
Capítulo 9 DIFERENTES PERSPECTIVAS img
Capítulo 10 ¿COMPLICACIONES img
Capítulo 11 PULSO CONSTANTE img
Capítulo 12 SALVAJE img
Capítulo 13 CADENAS DEL PASADO img
Capítulo 14 DELIRIOS DE ESPERANZA img
Capítulo 15 SUSPENSO AGONIZANTE img
Capítulo 16 CAMPO DE GUERRA img
Capítulo 17 ADRENALINA img
Capítulo 18 LA PUNTA DEL ICEBERG img
Capítulo 19 ATORADO img
Capítulo 20 OCULTOS img
Capítulo 21 MATERIAL DE MODELO img
Capítulo 22 INTENSO SECUESTRO img
Capítulo 23 FLAMANTE img
Capítulo 24 PREPARACIONES img
Capítulo 25 LÁGRIMA DE CRISTAL img
Capítulo 26 SINCRONIZACIÓN img
Capítulo 27 PROXIMIDAD img
Capítulo 28 UN JUEGO MACABRO img
Capítulo 29 EL GATO Y EL RATÓN img
Capítulo 30 CALLEJÓN SIN SALIDA img
Capítulo 31 LÍMITES img
Capítulo 32 PARALIZADO img
Capítulo 33 ¿PEQUEÑOS CAMBIOS img
Capítulo 34 DÍA COMÚN img
Capítulo 35 AMISTAD img
Capítulo 36 RAZONES img
Capítulo 37 NO ORDINARIO img
Capítulo 38 SIN RETORNO img
Capítulo 39 ACEPTAR LA OSCURIDAD img
Capítulo 40 SENTIMIENTOS TURBIOS img
Capítulo 41 INSENSIBLE img
Capítulo 42 Transformación definitiva img
Capítulo 43 LOS CASOS DE STEINER img
Capítulo 44 LOS MONSTRUOS SÍ EXISTEN img
Capítulo 45 FÚNEBRE img
Capítulo 46 UNA CHICA LLAMADA SERINA img
Capítulo 47 FIESTAS CARDÍACAS img
Capítulo 48 UNA DIETA EXTRAORDINARIA img
Capítulo 49 SANGRE img
Capítulo 50 SUCIA E IMPURA img
Capítulo 51 CICATRICES img
Capítulo 52 RECURSOS HUMANOS img
Capítulo 53 CLASES DE COSTURA img
Capítulo 54 EL GRAN ESCAPE img
Capítulo 55 LÍNEA DE MORAL Y DE ÉTICA img
Capítulo 56 CACERÍA DE MODELOS img
Capítulo 57 INCÓMODO img
Capítulo 58 GAVEN Y TRIXIE img
Capítulo 59 PROFUNDO img
Capítulo 60 HERIDOS img
Capítulo 61 PRESIÓN img
Capítulo 62 GUERRA img
Capítulo 63 ALMAS PURAS img
Capítulo 64 TORTURA img
Capítulo 65 Infancias fluctuantes img
Capítulo 66 NIÑOS DE AQUÍ Y DE ALLÁ img
Capítulo 67 QUEBRANTADO img
Capítulo 68 DIENTE POR DIENTE img
Capítulo 69 NERVIOS DE PUNTA img
Capítulo 70 OJO POR OJO img
Capítulo 71 OPORTUNIDADES img
Capítulo 72 FRÍO img
Capítulo 73 TALENTO INVESTIGATIVO img
Capítulo 74 La recta final img
Capítulo 75 TODO LISTO img
Capítulo 76 El desfile macabro img
Capítulo 77 EPÍLOGO img
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Capítulo 3 EL ENCUENTRO

LYRA

Una notificación me despierta. Estiro la mano y tomo el celular. Me ha escrito Serina.

>¡Hola! ¿Vamos a comer algo hoy?

Ella siempre ha sido una excelente amiga, incluso desde antes que se volviera la novia de Sonnet éramos muy unidas. Los tres íbamos a la Secundaria Onírica, lugar al que actualmente va Quinn. Me restriego los ojos y me estiro. Esta vez negaré la invitación.

>Hola, lo siento... ya tengo planes hoy.

>¡Oh! Lástima... ¿qué vas a hacer hoy?

>Tengo que ir a la universidad a la tarde, todavía debo hacer un proyecto.

>Entiendo, tranquila, nos veremos en otra ocasión.

Además... ¡Te tengo que contar algo!

¡Estoy pensando en adoptar un cachorro!

Seguimos hablando por el celular un rato más, nada importante a pesar de mi mentira. No quiero decirle que saldré ya que ambas siempre hemos criticado estas aplicaciones para citas. Después de todo, no hay necesidad de andar contándole al mundo lo que haré.

Bajo a la cocina, mis padres están en la sala con las cuentas. Han estado avanzando, se ve todo más ordenado y lo van organizando, poco a poco, en programas de computadora. Además, llevan asesorías con contadores y son pacientes.

-Buenos días. -Camino hacia la alacena, la cual está medio vacía.

No hay nada para desayunar.

-Hola, se me ha olvidado ir a comprar pan. -Mi padre se rasca la cabeza-. Dame unos minutos e iré.

El olor a café abunda en la cocina. El amargo y cálido líquido es lo que calma el hambre en las mañanas y engaña al estómago hasta el almuerzo, la mayoría de los días. Me sirvo un poco y camino hacia ellos, sentándome en silencio.

El sol entra por las grandes ventanas y los únicos sonidos presentes son el de los papeles que se mueven con el aire y el tecleo de mi madre en la computadora.

Ella levanta la mirada.

-Llamé a los padres de Quinn hace un rato y anoche también hablamos un largo rato -dice, pensativa-. Tal vez vayamos a ayudarlos a hacer afiches con fotografías en la tarde.

Muy dentro de mí siento que algo malo, realmente malo, está sucediendo. Siempre intento parecer desinteresada y evito que los movimientos inesperados de la vida me desestabilicen, pero en el fondo me afectan.

Veo por la ventana mientras termino mi café. Es un día hermoso, pero algo no se siente bien. Quinn está desaparecida todavía. ¿En dónde se encontrará en estos momentos?

Mi celular vibra.

Nuevo mensaje de [Duke]

Lo leo y siento mariposas en el estómago. Sonrío, pensando en el momento que pasaremos.

>¿Al final nos veremos hoy?

>Sí, el plan sigue en pie.

Es hora de que mis padres se vayan a trabajar. Él es mecánico automotriz y ella, profesora de primaria.

-¿A qué hora llegas hoy? -interroga mi madre.

-No lo sé, tengo que trabajar en un proyecto hasta tarde... -miento.

-Está bien -dice ella-. ¡Nos vemos!

-Nos vemos, te amo. -Nos damos un abrazo, y por alguna razón, se dura más de lo usual. Siento su aroma floral, sus cálidos brazos protectores y su honesto cariño.

-Yo te amo más -afirma tras subir al auto.

-¡Adiós! Mucha suerte en la universidad. -Mi padre me besa la frente al igual que la noche anterior.

Lavo la taza al fregadero mientras observo las casas del frente.

Mi vecino está entrando a su hogar con algunas cuerdas.

«¿Para qué necesitaría eso? Acaso...».

Mi corazón late con rapidez. Él siente mi mirada y voltea a verme directo a los ojos. Sonríe y me saluda con la mano. Miles de pensamientos pasan por mi mente, pero intento calmarme. No puedo empezar a hacer teorías estúpidas como en las películas cliché en las que un vecino es el secuestrador.

Lo saludo. Él sigue su camino y entra a su casa. Tengo una constante batalla de pensamientos y sentimientos. Ese señor, Gabriel, como he escuchado a otros vecinos llamarlo, oculta algo.

Subo a mi habitación en lo que me llega un nuevo mensaje de Serina.

>Oye, Lyra, ¿y si voy a visitarte ahora?

¡Así podemos estar juntas un rato, al menos!

Antes de que te vayas a la universidad.

>Claro, ven.

Me siento en la cama y veo por la ventana... Tengo algo de ansiedad. Me da miedo empezar a obsesionarme y pensar que mi vecino tiene a Quinn encerrada en el sótano o algo parecido. ¿Qué tan posible sería el hecho de que eso estuviera pasando? Sería algo estúpido tener a Quinn en su casa, más cuando es la de al lado...

¡Qué estupidez!

Dejo de lado estos pensamientos, aunque me moleste la asquerosa intriga no podré hacer nada al respecto. ¡Qué ridícula me vería si intento entrar a esa casa!

Sigo hablando con Serina mientras en lo que llega a casa. Pienso en el gran alivio que me da el hecho de que ambas vayamos a universidades diferentes.

Empiezo a hacer una tarea e intento alejar mis pensamientos de la cita de hoy y de la desaparición de Quinn.

Tocan el timbre.

Corro hacia abajo y me fijo antes de abrir. La paranoia me está afectando. Serina está afuera, con una pequeña bolsa rosada.

-¡Traje pastel! -grita-. ¿Desde cuándo te fijas por ahí quién es?

-¡Hola! -Saludo tras abrir la puerta, y le doy un abrazo a mi amiga.

Tiene ese olor a lavanda fresco de siempre. Es una chica de cabello lacio, de color café claro y ojos almendrados. Caminamos a la cocina y comemos el delicioso pastel de pistacho. Ella se limpia las migajas de la boca y empieza a hablar.

-Lyra, cuéntame. ¿Es cierto lo de Quinn? -pregunta, preocupada, y me da una pincelada de la empatía que siempre la ha rodeado.

-Sí... -respondo

-Tal vez el fin de semana podamos ir a ayudar a poner carteles, he visto varios en la calle el día de hoy. -Está pensativa, es muy susceptible a las energías tanto positivas como negativas.

-Sí, tenemos que ayudar como podamos.

Evito contarle que mi vecino está actuando de forma sospechosa. No es buena idea crear chismes innecesarios, tengo que evitar la paranoia.

Serina pasa en casa el resto del día, charlamos de la vida, comemos, y salimos a caminar un rato, como siempre.

Regresamos y nos ponemos a ver una serie. Ella está concentrada en la trama junto a mí. Pienso en cuándo me llegará un nuevo mensaje de Duke, o si estará igual de emocionado que yo por nuestro encuentro.

Serina se sostiene la cabeza y parpadea.

-¿Te duele? -consulto.

-Un poco, sí... me han dado un nuevo medicamento. A veces me duele la cabeza o me mareo ligeramente. -Ella tiene una media sonrisa y se encoge los hombros-. Pero bueno, me siento mejor.

-Ya veo. -Camino a traer vasos con agua-. Si necesitas algo, me avisas.

-Gracias. Por cierto, ¿no te volvió a hablar Frederick? - pregunta.

-Hmm... no. ¿Por qué preguntas?

Me molesto. Mi exnovio no tendría por qué hablarme de nuevo, y menos después de lo sucedido.

-Pensé que te seguía buscando -concluye Serina-. Qué bien que no, no te acerques a él.

-No planeo hacerlo -confirmo-. Ya todo acabó...

Reviso mi celular.

Nuevo mensaje de [Duke]

Lo abro sin que Serina vea.

>¡Hola! Ya me estoy alistando. ¿Tú?

>Yo también.

Le respondo y veo la hora. ¡Se hace tarde!

-Serina, ya casi me tengo que ir.

-Está bien, yo debo ir a la universidad también -comenta y se levanta. Voy con ella hacia la puerta principal.

-Nos vemos. -Sonrío y le doy un abrazo.

-Este día fue muy entretenido, me hacía falta tener este tiempo juntas -exclama, feliz.

-Me encantó -expreso con una sonrisa-. ¡Nos vemos pronto! Veo a Serina alejarse mientras reflexiono sobre nuestros momentos juntas desde la secundaria. Ella ha sido muy buena amiga, siempre me ha brindado apoyo en las buenas y en las malas. Está en todo tipo de situaciones, como la dificultad económica de mis padres, o por todos los complejos inconvenientes que he tenido con Frederick.

Camino rápidamente hacia mi dormitorio para empezar a alistarme. Busco ropa y opto por ponerme una blusa de color violeta y una falda blanca con negro: mi favorita. Me arreglo un poco y me coloco una ligera capa de maquillaje. Sonrío al espejo y siento la energía positiva de la situación.

Salgo de casa. Las calles están algo solitarias y la incertidumbre de la desaparición de Quinn se desvanece lentamente con la presencia del inicio del atardecer. El firmamento se llena de un color naranja espectacular. Me siento libre: hacía tiempo que necesitaba salir sola, sin pensar en el presente, en el pasado o en el futuro.

Le escribo a Duke cuando estoy por llegar a la cafetería.

>Ya voy a llegar. ¿Tú?

>Ya casi.

Entro al lugar. Mi corazón se acelera progresivamente. Mis ojos lo buscan por doquier, aunque mi intranquilidad no se disimula con facilidad.

Me siento en una pequeña mesa para dos personas, con vistas hacia la calle. El café se encuentra al este de la ciudad, algo cerca de la plaza comercial. La puedo ver desde la ventana. Más allá, hacia el sureste, observo algunas de las lejanas montañas, las cuales adornan el horizonte y le dan personalidad a la ciudad.

Fijo mi vista en el menú, pero no lo leo. Mi mente está deambulando en otro lugar, las dudas inundan mi corazón y, sin querer, mis pensamientos me guían al qué pasará con nosotros en el futuro cercano.

Alzo la mirada hacia adelante: ahí se encuentra. Camina directo hacia mí. Siento su mirada directa, inteligente, seguida de su sonrisa maliciosa. Su cabello negro, casi azulado, está peinado hacia atrás de forma diagonal. Su ropa es de muy buen gusto; se ve limpio, guapo, e incluso audaz.

-Al fin nos conocemos -dice y me muestra una cálida sonrisa. Sus dientes son blancos y perfectos.

Esa sonrisa es la misma que vería cientos de veces en el futuro...

            
            

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