Capítulo 7 7

Bebe un poco más, insistió Eli, temía que Stella no experimentará los efectos de la pastilla si bebía muy poco.

Stella pensó que estaba en un estado inconsciente, se sintió mareada y volvió a beber más de agua, de repente se le revolvía el estómago, enseguida, corrió hacia el baño y vomitó, después de eso se sintió más mareada.

Eli la sostuvo fuertemente, le preocupaba que hubiera vomitado las pastillas y todo hubiera sido en vano.

"Bebe un poco más, te sentirás mejor", le dijo mientras la hacía beber más, Stella no sospechaba nada y bebió todo.

Al transcurrir unos minutos, un inmenso calor empezó a quemarle la espalda, extendiéndose hasta la punta de los dedos de sus manos y pies. Su visión comenzó a nublarse y su cuerpo se sentía flácido, así que se apoyó fuertemente en Eli.

Eli la llevó hasta el Salón Diamante y al llegar tocó la puerta, fue Jasper quien abrió.

"¿A quién buscas?", preguntó con un tono indiferente mientras la observaba.

A Eli le sorprendió el aire de dominio que tenía, pero al mirarlo de cerca, se quedó sin palabras al ver lo guapo era, sin embargo, reaccionó rápidamente y siguió con su plan.

"Tu novia está borracha, por favor llévala a casa," mencionó Eli y empujó a Stella hacia él.

Jasper se alejó rápidamente, pero pudo reconocer el rostro de Stella, se sorprendió mucho al verla.,

Al notar que estaba a punto de caerse, él reaccionó rápidamente sujetándola de los brazos, ella se apoyó en su hombro y un fuerte olor a alcohol le llegó hasta su nariz. Por su mente pasaron muchas preguntas, miró hacia la puerta y la chica ya no estaba.

"¿Ella es tu novia?", preguntó Simón Davis con una mirada de asombro y una ligera sonrisa en su rostro., " Es bonita pero parece que a mi hermana le va a entristecer escuchar esta noticia", mencionó.

Stella abrió sus ojos llenos de lágrimas, se sentía muy excitada, se desabrochó un poco la blusa y murmuró: "No me siento bien".

Jasper vio que estaba un poco descubierta así que volteó la mirada. "Esto no puede continuar," pensó.

"Voy a enviarla a casa ahora," dijo con un tono frío, después de levantarla y empezar a caminar hacia la salida.

"Todavía no hemos hablado del tema principal," dijo Simón poniéndose de pie.

"¿Así que todo este tiempo solo estuviste hablando tonterías?. Entonces, lo continuaremos por teléfono," mencionó Jasper mientras la sostenía de los brazos para irse sin mirar atrás.

Stella inclinó su cabeza y lo miró aturdida, vio algunas sombras que estaban delante de él y reconocía una que al parecer era de un hombre.

Su excitación aumentaba cada vez más, hasta el punto de mojar su ropa interior y estaba tan avergonzada que no dijo una sola palabra.

Jasper entró al ascensor VIP, y ella le rozó la cara, él se quedó atónito y desvío su mirada.

"¿Deseas tenerme esta noche?," preguntó con dulzura.

El inexpresivo rostro de Jasper frunció ligeramente el ceño, sus ojos saltaron al escuchar esa pregunta y volvió su mirada hacía ella.

De repente los recuerdos de hace tres años invadieron su mente, recordaba con claridad esa sensación de haber estado en su cuerpo, él la seguía deseando, pero no podía volver a tocarla a pesar que ella le suplicaba, ya que sabía que estaba bajo el efecto de las drogas y que seguramente ella no tenía ninguna idea de lo que estaba hablando.

"Estás borracha," dijo desviando su mirada, sin embargo ella no estaba dispuesta a rendirse, así que giró su rostro y lo besó.

En el momento en que sus labios se juntaron, las luces brillaron a su alrededor.

Jasper no correspondió ni la rechazó solo estaba rígido, sintiendo como Stella acariciaba sus labios con su lengua para finalmente darle un profundo beso lleno de ternura, luego un ligero gemido salió de ella, él empezó a sentirse tenso por la manera en la que lo coqueteaba estando ebria, era extremadamente atractiva. La niña de hace tres años se había convertido en una mujer muy seductora.

"¡Ding!," sonó el ascensor al abrirse.

Giró la cara y caminó rápidamente hacia el auto, Stella estaba insatisfecha con el beso, intentó alcanzar sus labios pero no lo logró. Entonces empezó a besar su cuello de forma traviesa dejándole chupetones en su piel.

El teniente Johnson estaba esperando junto al auto y se quedó asombrado al ver que por primera vez Jasper no rechazaba un beso.

"Abre la puerta," ordenó Jasper.

"Claro," dijo el teniente abriendo rápidamente la puerta trasera.

Jasper puso a Stella en el asiento trasero y se sentó a su lado.

Ella se lanzó hacia él, empezó a desabrochar los botones de su camisa muy rápido y lo besó apasionadamente, luego su lengua recorrió su piel descubierta. Él sentía una gran confusión así que frunció el ceño y apretó los puños. Cómo él no respondía a sus insinuaciones, Stella se cansó y sus ojos se llenaron de lágrimas y en voz baja dijo : "Bésame, ¿quieres?."

Jasper estaba a punto de colapsar, hace tres años ella era tan pura como una blanca paloma, pero ahora se había vuelto una mujer seductora y apasionada.

El teniente era extremadamente curioso y quería mirar atrás, pero los ojos se Jasper lo observaron fijamente.

"No se atreva a mirar hacia atrás sin mi orden, a menos que no planee mantener la vista por mucho tiempo", ordenó de manera dominante mientras apretó su barbilla.

El teniente no se atrevió a mirarlos, así que enderezó la espalda y siguió conduciendo.

Stella estaba molesta porque se estaba comportando indiferente, así que besó el lóbulo de su oreja y con tristeza preguntó: "¿No quieres tocarme?".

La garganta de Jasper se hinchaba de la excitación, pero solo Dios sabía cuánta fuerza de voluntad estaba teniendo en ese momento.

Después de aquel fatídico día en la que estuvieron juntos, él no volvió a estar con otra mujer a pesar de estar en su mejor momento.

Jasper sujeto su barbilla y la levantó. "¿Estás segura de que quieres esto?," preguntó con una mirada hostil mientras que su fuerte respiración cayó sobre su rostro.

La sensación que sentía era extraña, estaba asustada y a la vez excitada.

Ella y Federick Addington eran marido y mujer, por lo que debería haber tenido relaciones sexuales hace mucho tiempo, ¿verdad?

El apetito apasionado que ella sentía, se reflejaba en sus grandes ojos llorosos que a su vez asintió con timidez.

"¿No te arrepentirás?," le preguntó en voz baja mientras rostro seguía estando tenso.

"Sin arrepentimientos," contestó ella firmemente.

Al escuchar esto, el teniente se sonrojó y preguntó con cautela: "Jefe, ¿me estacionó en la carretera y bajo o lo llevo hasta un hotel?"

"Diríjase al campamento militar", ordenó Jasper, luego bajó la cabeza y la besó, sus cálidos labios se quedaron impregnados en los de ella.

Su masculinidad emanaba con tanta fuerza que parecía quemarla por dentro, las manos de Jasper empezaron a moverse inconscientemente sobre su pecho, desplazándose suavemente hacia la izquierda y ella dio un tierno gemido.

Ningún hombre la había tocado antes, excepto cuando ocurrió esa situación años atrás.

Su cuerpo era muy sensible y temblaba levemente, ese tipo de reacciones Jasper no las esperaba y muchos interrogantes pasaron por su mente.

¿Nunca habían tenido relaciones con Federick Addington?¿Cómo puede ser eso posible?, si llevaban tres años de casados. Al darse cuenta de esto, lo hizo sentir muy incómodo, pero apartó esos pensamientos de su mente y profundizó el beso sujetándola de la cintura. Su respiración se volvió más rápida y la temperatura en el auto aumentaba cada vez más.