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Una vez más y vamos a la discoteca. No lo sé, pero tengo un frío extraño en el estómago. Como si nervioso para verlo de nuevo.
¿Te vas hoy? ¿No has cambiado de opinión sobre esperarme? ¿Podré resistir un poco más?
Sara: tú también estás ansiosa otra vez, ¿no? ¿pero ahora ansiosa, diferente?
Guadalupe: tengo miedo de que se haya rendido, eso es todo. Porque de esa forma tendré que acostarme con otros.
Sara: como lo que va a pasar conmigo esta noche?! - ella dice en tono conformado,pero era visible que ella estaba todo, menos conformada.
Guadalupe: ah, lo siento - digo medio torpe en el tono
Sara: no tienes que hacer esto, no es tu culpa. Nada de esto es culpa nuestra.
Guadalupe: No te pongas así. ¿Y si José está allí?
Sara: pero, ¿y si está y no me llama? prefiero que él no esté al tener que verlo llamar otra a mí - me doy cuenta que tenemos un problema serio aquí. A Sara le molesta que José lleve otra a su cuarto en vez de ella, y no porque sepa que si se queda con José de nuevo se librará de otros hombres.
Guadalupe: Escucha, es solo una pregunta, ¿de acuerdo? - ¿Me mira atentamente - ¿Estás alimentando sentimientos por José? - Veo su rostro cambiar, como si le hubiera preguntado algo que de alguna manera reveló algo que ella no quería que supiera. Ella ya lo sabía, obviamente, yo lo sé, pero por su expresión , fue chocante oír así en voz alta.
Sara: No preguntes tonterías Lupi, ¿de dónde sacaste eso? claro que no.
Guadalupe: ¿Entonces por qué estás nerviosa, Sara? Era sólo una pregunta.
Sara: No estoy nerviosa - ella gira su cara hacia un lado, estaba roja.
Guadalupe: Sara, no creo que te hayas enamorado de José - pongo mi mano en mi cabeza, negándome a creer.
Sara: eso no es verdad Lupi, pare con esas tonterías. ¡Pare ya!
Guadalupe: ¡Oh, Dios mío Sara, sí estás! - Dame una mirada asesina - No puedes, por el amor de Dios. Todo lo que no puede bajo ninguna circunstancia es enamorarse de alguno de estos hombres. Por Dios Sara.
¡Sara, me estás molestando! Ya dije que no estoy sintiendo ninguna droga de nada - ella dijo medio alterada y era imposible no atraer la atención de las chicas.
Adina: ¿Las amiguitas ya están en desacuerdo? ¿No eran tan cercanas? - Dios, cómo odio a esta mujer.
Sara: es mejor que te calles, perra fea - inmediatamente se escuchó en la habitación un conjunto de sonido de todas las chicas, que hablan diciendo un "Ohhh" juntas. Sorpresas al escuchar a Sara decir esto. Puede que no se sorprenda si ella salió de mí. ¡Ciertamente no me sorprendería! Pero viniendo de Sara es nuevo hasta para mí. Ella realmente se enojó con nuestra conversación, se enojó conmigo. Y ahora tendré que arreglar eso.
Terminamos de prepararnos y nos dirigimos a Van. Sara siguió siendo un poco indiferente conmigo, enfurruñada como una niña rebelde.
La verdad es que dije algo cierto. Algo que ella sabe que siente pero que no quiere admitir y por eso se enojó.
Eso es un problema enorme, ya hemos pasado por muchas cosas aquí dentro. Lo suficiente para traumatizarnos y hacernos sentir que no somos dignas. Enamorarse de un cliente como José que todavía no sabe lo que es. Es peligroso! Peligroso porque es algo obvio que resultaría en más sufrimiento para Sara. Es tan humilde e ingenua a veces que me cansé de sentirme responsable por ella sin querer.
Temo que sufra más aquí, eso es todo. Es la más cercana a una amiga.
Sabes, nunca tuve a alguien que pudiera tratar como mejor amigo. pero Sara es más una mejor amiga que una amiga. Fue una buena cosa que el destino puso en mi camino. Lástima que tuvo que ser así y no de una manera mejor, menos triste y más humana.
El tráfico de personas es cruel, y el tráfico de mujeres, horrible.
Pero pagarán por cada gota de lágrima derramada. Por todo el sufrimiento y cobardía.
Ah, mas vão, vão!!
Salimos del camión, como siempre, el club seguía vacío. Vamos a lo que llamamos vestuarios. Algunas chicas como Adina y Carmen y otras más se prepararon delante del espejo. Unas arreglaban el escote aquí, otra retocaba el maquillaje allí.
Carmen: Hoy voy a cantar y por eso no voy a estar circulando con ustedes - ella comienza a hablar mientras aún se está organizando frente al espejo - todas hacen el trabajo de siempre, circulan en el salón y van para el cuarto con lo que la lleve primero. Excepto por Lupi, claro. Que ya está vendida por seis meses al joven Miguel - ahora ella se vuelve hacia mí y pasa a observarme - Yo confieso que hace un tiempo que no aparecía por aquí una joven como usted. Que al principio tuvo la suerte de encantar a un hombre rico y que sobre todo sigue siendo guapo. ¿Sabes lo difícil que es por aquí?
Guadalupe: yo puedo imaginar - yo digo, fingiendo poco caso. Porque ella habla como si fuera algo en que yo tendría que alegrarme, y no me alegra nada.
Adina: ¡tonterías! Eso es solo porque ella todavía es carne nueva. Sabes Carmen, todas nosotras ya fuimos deseadas así cuando llegamos.
Estoy un poco sorprendida de que esta mujer sienta que siempre está compitiendo con nosotros. Siempre quiere ser la mejor, la más bella y la más deseada. ¿Cómo puede ella ver algo bueno en eso? en esta mierda de lugar? ¿Cómo puede ser así?
A veces siento que golpearla resolvería la mitad de mis problemas. Desafortunadamente, no todos y no los que más necesito. Pero, Dios mío, me haría muy bien darle unas bofetadas, dejarla sin un diente y con la boca morada para que así se quedara con la boca cerrada por unos días, por lo menos unos míseros días de paz.
Menos mal que odio la rivalidad femenina.