Capítulo 5 En la mafa

Miro el mar a lo lejos, agradecida de haber tenido por fin ganado alto.

¡Fueron diez largos días, que parecieron una eternidad!

No podía soportar quedarme en esa cama de hospital por más tiempo.

El asiento del automóvil casi toca el asiento.

hacia atrás para mantener la pierna recta. todavía siento dolor inferno en ella.

- Tommaso le pidió a una enfermera que viniera una vez al día en tu casa - Aldo habla a mi lado.

"Eso no es necesario." Rodé los ojos.

- Es muy necesario si, como es una mula

atascado olvidará todo y simplemente se acostará, o peor aún, incluso intentará caminar. Todavía pensaba que era mejor quedarse en la casa del Tommaso, la mansión es enorme - se queja Aldo a mi lado.

"Tu preocupación es algo que admiro mucho, pero no voy a pasar tiempo en casas ajenas, tengo que privacidad de mi casa por eso, y además, mi pierna está

fracturado, no mi pene, dejo en claro mis verdaderas intenciones de quiero estar solo.

"Sabía que había una razón detrás de todo esto, después de todo, son diez días sin follar - Aldo chasquea la lengua mientras golpea su

mano en el volante riendo.

"Hermano, mis bolas se están poniendo moradas, estaba casi me come a una enfermera si me quedo un dia mas en eso

diablos -declaro, notando que Aldo niega con la cabeza reproche.

- Me rendí contigo hace mucho tiempo - se burla Aldo.

"¿Por qué tener uno cuando puedo tener uno por noche?" Y, mejor, sin tener que dar satisfacciones sobre mi vida a ¡nadie! Me encojo de hombros.

"Eso es porque todas las mujeres con las que se acuesta tienen el mismo propósito que tú: una aventura de una noche. si

al menos si se da la oportunidad de conocer a alguien...

- Ese es el problema, no hago el menor esfuerzo por ello, ¡La mujer sólo sirve para ser la debilidad del hombre! Mirar hacia

tú y Tommaso, ni siquiera quiero eso para mi vida.

Aldo no dice nada, él mejor que nadie lo sabe esta historia es tiempo perdido. A la edad de 53 años, ya era bastante obvio que nunca me casaré.

Al principio, cuando Aldo y Tommaso se casaron sus esposas, estaban tratando de conseguirme una esposa.

Casi fui persuadido por ellos... Hasta que llevé a mis pretendientes ala cama y darme cuenta de que no quería tener una mujer en mi

cama por el resto de mi vida.

Después de que Don se casó, decidí mudarme de su casa, después de todo ahora tenía su familia, su hija, su esposa y

todo ese feliz negocio familiar me tenía tambaleándose.

Finalmente vi mi casa. Pase frente a la mansión de Tommaso anuncia que estamos a pocos kilómetros de la mía.

Aldo se detuvo en mi camino de entrada. Deteniéndose junto a la mía coche, mis ojos fijos en mi moto, intacta, como si llamado para pilotarlo.

"Deja de mirar eso, no es sufciente tener casi ¿Destruiste tu vida? - Aldo nota mi mirada.

"Como si esa fuera una razón para detenerme, ¿no?"

accidente que me hará dejar de andar en moto - Zombo,Babriendo la puerta de mi auto - ¡Joder, ven a ayudarme! - Pregunto ayuda de Aldo.

Siento el dolor infernal recorrer toda mi pierna. Aldo se baja del carro, dando la vuelta al carro, agarro el par de muletas

al lado del banco. Con la ayuda de mi amigo, que sostiene el muletas para mí, y sosténgalo debajo de mi axila para que pueda salir

del automóvil.

- Inferno ! - Maldigo el dolor - ¡hazlo rápido, maldita sea!

El cabrón se ríe de mi estado.

- Anda, anda más en tu moto - se burla mientras yo apoyo el buena pierna al suelo.

Tomo las muletas y apoyo mis brazos para ir a la puerta.

de mi casa mientras Aldo camina frente a mí y abre la puerta. Doy un paso justo detrás de él y encuentro mi casa de la forma en que

dejar. Mi espacio, mi lugar de paz... Si puede haber paz en la mafa

"¿Estás seguro de que no quieres que hablemos con tu ¿mamá? preguntó Aldo mientras caminaba hacia la cocina.

- ¡Tener! Si ella sabe, le corto las bolas al hijo de puta quien le dijo No quiero otra persona preocupada conmigo.

Dejo escapar un largo suspiro, no es la primera vez que necesito caminando con muletas, he tenido otros accidentes en la mafa cuando Me uní a la Cosa Nostra, pero, maldita sea, esta vez duele Mierda.

"Está bien, entonces", Aldo levanta las manos en señal de rendición.

sacando su celular de su bolsillo.

- Todo lo que necesito hoy es un hermoso cuerpo femenino.

a mi lado, preferiblemente en mi cama chupándome la polla -

Murmuro abriendo mi nevera.

"Si tuvieras una esposa, no tendrías el trabajo de llamar a alguien - Aldo se encoge de hombros sin levantar la vista de su celular

"Si tuviera una esposa, sería una persona más".

meando el culo - mi estado de ánimo no era tan malo Bueno.

Apoyándome en mi muleta, agarré una botella de agua para mojar mi garganta reseca.

Vete a la mierda, Enrico, me voy. Quédate tú y tu mal humor allí solo - Aldo guarda su teléfono celular, rodando los ojos en elmi dirección.

"Algunos." Asiento con la cabeza dejando claro que se podía ir que no me importaba.

- Fui - Aldo levanta la mano saliendo de mi casa.

Esta es nuestra relación, uno metiéndose en problemas con el otro.

Sé que pronto aparecerá alguien aquí para llenar la mierda de mi bolso

Bebo la botella de agua de una vez y la descarto en el lavabo. Con la ayuda de la muleta salgo de la cocina, recorriendo la habitación,

mis ojos fijos en mi barra.

"Diablos", juré cuando me di cuenta de que no tenía ninguno. bebida alcohólica allí.

¿Quién diablos hizo esto?

Parece que tiene el dedo de Tommaso, el cabrón lo sabe que mezclaría mis medicinas con mis whiskies.

Saqué mi celular de mi bolsillo, y estaba a punto de realizar una llamada a Don, ordenando mis bebidas cuando aparece una

notifcación de mensajes. Era Sasha preguntando si necesitaba.

una enfermera para esa noche. inmediatamente mi polla estuvo de acuerdo con mis pensamientos.

Sasha es una de mis muchas cogidas, no es quisquillosa y sabe dar una buena mamada, todo lo que necesito Desestresarte de este día de mierda.

Respondí a su mensaje, pidiéndole que trajera un bebida, la más fuerte que pudo encontrar. necesito anestesiar mi

lesiones