Capítulo 4 Erro fatal

Después de la reunión, como de costumbre, inspecciono todo el supermercado, comprobando que los empleados nuevos y antiguos están en sus puestos, comprobando si los estantes están organizados, si hay precios en el mercancías y si todo está limpio y organizado. Entonces vuelvo a mi cubículo de seis metros cuadrados entre la entrada y los cajeros.

La mañana pasa como todos los días. Con excepción del momento en que que Thomas sale del supermercado para visitar a otro de sus

establecimientos, cuando tienes que pasar por mi lado y darme un beso falsamente apasionado en la boca, probablemente para obtener todos los que nos rodean creen que somos una pareja feliz, no hay otra momento desagradable o turbulento.

Justo antes de la hora del almuerzo, cuando la gente ya está en su casas haciendo la segunda comida del día y ya casi no quedan movimiento de clientes, vuelvo a dar una vuelta por los pasillos y alrededor llegar al sector de la fruta, a la espalda del establecimiento, no creo en

lo que ven mis ojos. El tipo al que despedí durante la reunión: Michael Cooper es su nombre, está trabajando y usando nuestro uniforme.

¿Como eso es posible?

- ¿Que haces aquí? ¿No fui lo sufcientemente claro cuando lo despedí? - Pregunto, tratando de ignorar lo hermosos que son sus ojos en contraste. con piel bronceada.

"Como te dije antes, no puedes despedirme ya que no Contratado. Hablé con su esposo y canceló la renuncia.

Es inevitable que la ira se apodere de mí, con fervor, sabiendo que Thomas anuló una decisión mía. como el mismo me dijo

déjame quedarme en el puesto de gerente, tenía autonomía sobre todo asuntos del establecimiento, incluidos los despidos y las admisiones.

Estudia mi rostro atentamente, como si me sondeara.

"Pensé que habías dicho que no necesitabas tanto este trabajo". - Repliqué, disgustado. "Créeme, no necesito hacerlo".

- Pero aun así, fue a llorar sus dolores en la parte inferior del pantalón de mi amiga esposo.

"¡No lloré por ningún dolor!" Su voz es áspera y alterada. está actuando como si él fuera el jefe y yo el subordinado. En estos meses en

que soy un gerente, esta es la primera vez que me encuentro con tal comportamiento de

un empleado. - Simplemente no pensé que fuera justo que me despidieran sin dar razones.

Cuando tengas motivos para despedirme, lo haré.

- La insubordinación y los insultos son motivos para despedir a alguien.

"No fue un insulto deliberado. en realidad no creo que haya problema en las relaciones entre personas de diferentes edades. Estaba

solo una observación desafortunada.

Si tan solo se disculpara por ser tan ignorante yo Podría pensar en olvidarlo, pero dudo que una persona como alguna vez ha abierto la boca para disculparse con alguien.

- Un comentario desafortunado y de mal gusto.

En ese momento un ruido atronador viene de la dirección de la entrada de la supermercado, dándome tal susto que se me acelera el corazón en el pecho. Miro en esa dirección y no estoy seguro de estar experimentando

algo real o una pesadilla. Alrededor de media docena de hombres armados con ametralladoras, vestidos de negro, con cubrebocas del mismo color, que solo muestran sus ojos y nariz, están saliendo de un

mercedes se detuvo al costado de la carretera e invadió el establecimiento, rápidamente. Uno de ellos lanza una andanada de balas al aire y provoca el pánico general, empleados y clientes gritan desesperadamente, arrojándose a la suelo, bajo las órdenes de otro de los invasores. Apresuradamente dos de ellos

cierre las puertas de cristal transparente desde el interior, bloquéelas yn arrastre un cajero entero frente a la cerradura, formando un

barricada, mientras que los otros amenazan con disparar a la gente si levantarse del suelo.

Los gritos de los rehenes y las voces alzadas de los invasores se mezclan con sonidos de sirena frenéticos de los vehículos policiales que se acercan rápidamente.

Me quedo allí paralizado, petrifcado por el miedo, viendo cómo se desarrolla el horror.

instalarse frente a mí, cuando de repente Michael lo sostiene con fuerza y mi antebrazo y me tira más hacia la parte trasera del supermercado sin dar la opción de retirarse. Se lleva el dedo índice a los labios, indicando que no puedo hacer ningún ruido que atraiga la atención de hombres armados Luego, nos lleva al interior del almacén donde se encuentra el

frutas y verduras, cerrando silenciosamente la puerta desde adentro, sin bloquearlo. La habitación es pequeña, mal iluminada y sofocante, abarrotada de estanterías con cajas.

- ¿Lo que está sucediendo aquí? ¿Qué fue eso? - preguntar, tomado por un terror tan intenso que mi cuerpo tiembla incontrolablemente, el

desayuno revolviéndose en mi estómago, amenazando con salir.

Por si fuera poco, el empleado me agarra por la cintura y me cubre mi boca con la otra mano, apretando tan fuerte que duele.

"Shhhh, necesitas mantener la calma y bajar la voz. le susurra mi oído - Debe ser un robo. - Trato de hablar, de expresar mi pánico.

ante la posibilidad de un robo, pero su mano en mi boca evita que emita ningún sonido. - Todo va a estar bien. quitaré mi mano tu boca, pero tienes que prometerme que no gritarás ni harás

cualquier ruido. Si esos tipos no nos encuentran aquí, estaremos a salvo hasta que todo termine, ¿de acuerdo?

Asiento con la cabeza y él suelta mi boca.

"¿Qué quieres decir con un robo?" A plena luz del día, con todo el mundo en mirando a la calle? Mi voz es un susurro tembloroso.

"No sé qué es, solo supongo que podría ser un robo, pero escuchamos sirenas de policía, ya deberían estar llegando. Tú ¿Tienes un teléfono celular allí para que podamos decirte lo que está pasando?

- No, estaba en el mostrador. ¿Dónde está el tuyo?

- ¡Maldita sea! Está en el bolsillo de la otra camisa. Pero estaremos a salvo aquí, solo quédate quieto y en silencio.

"¿Qué pasa con los demás?" No podemos quedarnos aquí mientras ellos están allí con riesgo de vida.

Parece desconcertado por mis palabras.

"No hay nada que podamos hacer por ellos. esos tipos son armados hasta los dientes y con la policía persiguiéndolos son capaces de

cualquier cosa. Quedémonos aquí.

Gritos aterrorizados estallan desde el exterior, seguidos de una sucesión de disparos, hasta fnalmente un silencio macabro, cargado de hipótesis, se encarga de todo. Con una mezcla de miedo y arrepentimiento, me pregunto cuántas personas ya deben estar muerto a esta hora.

"¿Hay alguien más aquí?" - escuchamos la repentina y aterradora voz, obviamente de uno de los tiradores, preguntando sin rodeos.

- No. Somos solo nosotros. Reconozco la voz de Chloe y siento alivio porque ella todavía está viva.

"No me mientas, niña, podrías descubrir que es un error fatal.

"No estoy mintiendo, lo prometo.

Está siendo muy valiente y leal al mentir para protegerme.

"¿Hay otra forma de salir de aquí que no sea la puerta principal?"

"Solo la puerta que lleva al apartamento del dueño, pero la llave está con él y su mujer y no están aquí. Fui a visitar otro supermercado.

de la Red.

"¿Dónde está esta puerta?"

Durante el silencio que sigue, puedo visualizar mentalmente a Chloe levantándose del suelo y conduciendo al hombre armado a la puerta que conducía al Departamento. Segundos después, la voz aterradora irrumpe en la habitación.

de nuevo.

"Aquí está la cosa, la policía está ahí afuera, el edifcio está rodeado y eres la garantía de que saldremos vivos de aquí. - en eso instante, hay lamentos de las personas aterrorizadas, que parecen estar todos amontonados en el mismo rincón. - ¡Cállate! - grita el invasor y se produce el silencio. "Tu vida depende únicamente de la

mía. Haz lo que te diga, no me molestes y tal vez te vayas de aquí vivo. Esta es una situación en la que tenemos que trabajar.

juntos por nuestras vidas. ¿Alguien tiene algo que decir o alguna pregunta?

¿A hacer?

Hay un largo momento de silencio antes de que la voz de Chloe se rompa escucha de nuevo.

- Sra. Stewart es hipertensa y diabética, no puede pasar por esto tipo de situación Tienes que dejarla salir de aquí.

- No. Nadie sale de aquí antes que nosotros y si la policía se atreve a invade el lugar también morirás. Todos ustedes.

Lo que escuchamos a continuación es una sucesión de sollozos ahogados de personas

obligándose a llorar suavemente. Conozco a la señorita Stewart desde que empecétrabaja en el supermercado, tiene más de sesenta años y

probablemente para este momento ya debería estar sintiéndose enfermo, debido a la presión.

Uno de los invasores, el que parece estar a cargo de los demás, intercambia algunas

palabras con uno de los cómplices, asegurándose de que no encontrara nadie más en el supermercado. Entonces dile que continúe

mirando, que busca en todos los rincones del lugar, que provoca pánico crecer aún más dentro de mí.

Actuando con inteligencia e ingenio, Michael saca uno de los estantes hacia adelante, alejándolo de la pared, con cuidado de no

hacer ningún ruido. Tómame del codo y ponnos detrás de ella, antes de llenar los espacios vacíos con más cajas, detrás de las cuales

nos quedamos escondidos y solo entonces entiendo por qué no cerró la puerta.

El pestillo de la puerta no tarda mucho en moverse y poco después entonces esto es abierto por uno de los bandidos. lleva una ametralladora cubre su torso y mantiene su máscara levantada hasta su frente, revelando su cara que no puedo ver bien desde donde estoy.

Al verlo entrar, siento que el terror dentro de mí alcanza niveles alarmante, haciéndome temblar incontrolablemente, hasta el punto de que mi

el empleado necesita sostenerme por la cintura y nuevamente cubrir mi labios con la mano, para contener el grito que puedo soltar en cualquier momento hora.

Cuando el hombre avanza por la pequeña habitación, con paso lento y cautelosos, el sonido de sus botas en el suelo parecía más fuerte que el normal, gracias a Dios no cambié la bombilla en ese almacén, siendo que estamos más escondidos por la penumbra que por las cajas.

sujeto revisa el entorno, como no nos ve, toma una manzana y la muerde antes de darse la vuelta y marcharse.

Solo entonces libero el aire que he estado reteniendo en mis pulmones, al mismo tiempo

el momento en que me doy cuenta del fuerte brazo alrededor de mi cintura y la masculinidad del cuerpo grande y fuerte contra mi espalda,

lo que causa un verdadero alboroto dentro de mí, mi organismo reaccionando de manera absurda e inesperada, un calor agradable, y al mismo tiempo tiempo prohibido, formándose debajo de mi ombligo y extendiéndose rápidamente por mis venas. Sensaciones intensas y aterradoras, nunca experimentado antes, forman una agitación dentro de mí, que se convierte en incluso peor cuando siento la erección de Michael formándose contra mi

mis nalgas Con todas mis fuerzas, quiero moverme en contra a él e intensifcar ese contacto tan delicioso, pero sé lo mal que está, así que Me alejo a regañadientes.

Cuando me doy vuelta y lo miro a la cara, puedo ver la lujuria refejada en sus ojos.

ojos, más oscuros y más brillantes y me siento avergonzado como una mujer casada que se entrega al disfrute.

"Tenemos que encontrar una manera de salir de aquí antes de que regrese". - hablo y

cuando me doy cuenta que mi voz delata mi respiración entrecortada la cara arde de vergüenza.

"Su subgerente mencionó una puerta que conducía a su apartamento.

¿La llave está contigo?

- No. Lo dejé en el mostrador junto con el celular y aunque fuera

¿cómo vamos a pasarlos?

"Realmente parece imposible.

- ¿Qué vas a hacer entonces?

"Espera a que todo se calme. Pronto la policía arresta a estos chicos y nos largamos de aquí.

- Ya escuchaste lo que dijo, si lo arrestan matará a todos los rehenes.

"Y no podemos hacer nada para ayudarlos. entiendo que eres afigido, que conoce a esas personas desde hace mucho tiempo, pero estos tipos son peligrosos, no podemos enfrentarlos en absoluto.

En medio del silencio que sigue, mi mente gira en busca de una solución. No puedo quedarme ahí, necesito pensar en una manera de ayudar a la gente por ahí. Mientras tanto, Michael deja su espalda deslízate lentamente por la pared hasta que estés sentado en el suelo, todavía detrás

fuera de la plataforma.

Quiero decirle lo negligente que es por no preocuparse por el otros, pero quizás tengas razón, quizás no haya nada que podamos hacer.

Preocuparme no va a arreglar las cosas, así que, derrotado, me siento.

yo también, más lejos de él que nuestro pequeño escondite

permite.

***

El tiempo parece arrastrarse a una velocidad asombrosa.

lento mientras permanecemos inmóviles, escuchando casi todo lo que sucede

más allá de las paredes del pequeño almacén. Primero escuchamos a la policía.hablando con los malos a través de un altavoz, tratando de convencerlos rendirse. Por lo que puedo distinguir, esos hombres eran huían de un atraco a un banco cuando empezaron a ser perseguidos por los policías, sin otra opción y sin tener rehenes, se vieron obligados a

irrumpir en el supermercado para intentar escapar. Ahora requiere un helicóptero

para escapar y si no se cumple el requisito, matarán a todos los rehenes.

lo que más da miedo es entender que están dispuestos a morir allí en lugar de ir a la cárcel, algo que nunca he visto ni siquiera en películas de acción.

Escucho cuando los bandidos ofrecen comida a los rehenes y también alimentarse de las mercancías en los estantes. Concluyo que debe haber más o al menos veinte personas a punta de pistola ahora, entre clientes y empleados, todos muy angustiados.

En cuanto a Michael y a mí, comimos algunas de las pocas frutas que están maduros en el almacén.

con- Háblamecuriosidad, de despuésti. dice en de un morder susurro, un mirtrozoándome. de pera en su mano.

Me asombra la tranquilidad que tiene. Está actuando como si estuviéramos en

un picnic y no en la línea de fuego de peligrosos asaltantes armados.

"¿Hablar como si estuviera aterrorizado?"

- Por eso mismo, para ayudar a olvidar el pánico.