Punto de vista de abby
"¡Abby por favor! No puedes quedarte aquí pensando en tu futuro, piensa también en tu papá que sigue rompiendo vasos por todas partes!!" Grita mi querida prima Chynay.
"Bueno, justo estaba pensando en él hace rato."
"¡Pero haz algo!"
"¿Qué podría decirle? Incluso si hablo con él, no me escuchará".
"Habla con él una última vez. Eres su hija, seguramente te escuchará".
"Lo hice varias veces, pero nada cambió".
"¡Pero qué niña tan perezosa! ¿Sabes qué? Haz lo que te digo". ella ordena. "No soporto ver a tu padre hacer cosas inusuales. Sabes, puede violarnos bajo la influencia de alc..."
"¡Está bien, está bien!" lo corté "¿Es eso lo que temes? Voy a hablar con él, pero por última vez".
Me levanto del sofá y camino hacia la habitación de mi papá, quien por supuesto está tomando una tequila. Había estado inquieto desde que perdió su trabajo. Ha estado buscando trabajo durante años, pero sin éxito. Ha permanecido así desde entonces.
Entro en su habitación y cierro la puerta detrás de mí. No nota mi presencia, me siento en su cama a su lado.
"Pa..." Empiezo a decir pero él me interrumpe. "
"Por favor, déjame, llevo tres años buscando trabajo, no he encontrado nada. Me pregunto qué estoy haciendo todavía en esta Tierra. Es el único trabajo que pude encontrar; ser alcohólico." Dijo tomando un sorbo de su vaso.
Paso mi mano por su cabello.
"No digas eso, papá. En la vida hay que ser valiente. No has encontrado trabajo, qué importa. Seguro que hay otra solución, solo hay que intentarlo. Ser maestro no es el único empleo en la vida. No es emborrachándose que las cosas van a funcionar". Yo aconsejo.
Gira su cabeza hacia mí y me sonríe.
"Te pareces tanto a tu madre. Sabes, desde que naciste mi familia me abandonó, tu tía era el único miembro de la familia que me quedaba. Ella tiene los medios económicos, le pedí ayuda varias veces pero ella se negó. Porque a ella nunca le agradó tu madre. Tuve que sacrificarme y hacer todo lo posible para darte una buena educación y asegurarte un buen futuro. Ahora aquí estamos. Es todo por mi culpa." Me dice tomando otro sorbo.
Él nunca me había dicho eso. No esperaba que compartiera conmigo el dolor que siente durante estos tiempos difíciles. Me entristecen estos comentarios.
"No es tu culpa papá, es más mía. Es por mi culpa que no pudiste tener la vida que esperabas". Digo bajando la cabeza y jugando con mis dedos.
"No cariño, no es tu culpa".
Tomando otro sorbo, tomo el vaso de sus manos.
"Papá, dame esto y descansa. ¿De acuerdo? Te ves muy cansado".
Se acuesta en su cama y cierra los ojos. Le puse su manta encima. Espero que piense en nuestra conversación y deje de beber alcohol.
Decido salir a tomar un café, a pedido de Chynay. Nos sentamos en una mesa del café y nos reímos de todos sus chistes.
"Entonces, ¿Cómo está tu papá?" ella me pregunta.
"Creo que lo está haciendo bastante bien. Se quedó en su habitación para descansar". le respondí.
"Esta bien." Ella respiró.
Al mismo tiempo, un hombre de unos cuarenta años sale de una limusina y camina hacia nosotras.
"Hola señorita." El hombre me saludó cortésmente.
"Ho...hola". Al devolver la cortesía, un poco confundida.
"Tome." Me pasa una tarjeta. "En ella están las coordenadas de la empresa en la que tendrás que trabajar", sonríe.
Lo miro sorprendida,me da una tarjeta de color azul la cual tomo por curiosidad; ahí está toda la información que me acaba de decir. Solté una pequeña risa, divertida.
"¡Ah! Lo siento, usted cometió un error, no solicité un trabajo". Devolviéndole la tarjeta.
"Pero viniste a mi oficina para pedirme una entrevista de trabajo. Vi tu expediente; estudiaste economía. A de más tu nombre está en la tarjeta". me informa.
Echo otro vistazo, por supuesto que mi nombre está en la tarjeta,es raro de todos modos. ¡Oh Dios mio! Siento que Jesús viene a ayudarme en estos momentos difíciles.
"Está bien, me iré". Yo dije.
"Tendrás que empezar a trabajar en tres días". Él me sonrió. "Hasta pronto, señorita". extendiéndome la mano, que inmediatamente estreché.
"Hasta pronto."
Se sube a su limusina estacionada frente al café. Aparentemente es rico. Vuelvo mis ojos a Chynay.
"¡Oh, Dios mío, Chynay! ¿Te das cuenta? Me acaban de contratar en una de las empresas más prestigiosas del país".
Me mira como si supiera algo.
"¿Hay un problema? ¿Qué es?" Yo le pregunto.
"No te lo dije pero... soy yo quien fue a su oficina a pedirle trabajo. Tuve la idea de venir aquí para que te dé la tarjeta. Debería haber sido yo conseguido este trabajo, pero estás mucho más calificada que yo. Yo no hice estudios mayores, mientras que tú tienes una licenciatura en economía y otras especialidades. Tienes todas las habilidades para trabajar en esta empresa." Me admite.
"¿Y tu?" Yo le pregunto a ella.
"No te preocupes, encontraré uno". ella me sonrie.
"Bueno, ¡Celebremos! Estoy segura de que papá estará muy orgulloso de mí".