Capítulo 4 Su primera misión

Punto de vista de Abby

Me arreglo a toda prisa y corro para tomar un taxi. Parece exigente con los empleados que llegan tarde. Llego en frente a la empresa del Señor Arrogante.

En el pasillo me encuentro con un joven, es bastante amable conmigo, su nombre es Simón y también es un nuevo empleado. Llegamos a la oficina del jefe.

"Dos nuevos empleados." Comienza a decir el jefe. "Cada uno en el mismo puesto pero sus roles son diferentes. Simón... puedes irte, ya te expliqué lo que tienes que hacer ayer".

Simón sale de la oficina dejándome sola con el jefe, ya me imagino lo peor.

"En respecto a ti, en esta empresa de cinco pisos eres la primera chica que trabaja aquí". Dándome una mirada fría. "Tu primera misión del día es regresar por la misma ruta por la que llegaste aquí. Las paredes del corredor están siendo pintadas, asegúrate de que los colores se respeten perfectamente, como deseo. Rosa de 70%, 20 % de blanco y 10% de rojo."

Se sienta en su silla.

"Aquí está el mapa de tonos, ponte a trabajar ahora". Tirándome el mapa en el escritorio.

Me quedo en silencio sin saber qué decir ni qué hacer. Me mira levantando las cejas.

"¿¡Demasiados pensamientos para unas cosas tan pequeñas!? Ese es el problema con las mujeres". él continuó. "Quieres una excusa para no trabajar. Ponte a trabajar o haré que tú..."

"Sí señor."

Lo corté. Cojo el mapa y salgo a los pasillos dónde hay dos hombres ocupados pintando. Cada uno a un lado de las paredes del pasillo. Me acerco a ellos y comienzo mi trabajo.

"Señora, muévase". me dijo uno de los pintores

Me pongo en el otro lado.

"Señora, puede hacerse a un lado, de lo contrario, el sello de pintura se caerá sobre usted". Dijo el otro pintor.

"Escucha, mi trabajo es supervisar tu trabajo, haz el tuyo y déjame hacer el mío". les digo.

Tan pronto como terminé de hablar, un hombre chocó accidentalmente conmigo, lo que provocó que la escalera se volcara y uno de los baldes de agua se cayó sobre mí. ¡Mierda! Ahora estoy toda sucia, ¿Cómo podría cambiarme ahora?

"Tenía que pasar".

Me volteo hacia esta voz que parece que me habla. Es el Señor Dylan con dos hombres a su lado.

"De todos modos, tenemos una reunión, no llegues tarde o todo saldrá mal".

"Está bien, señor, entonces déjeme limpiarme la cara primero."

"¿Limpiarte? Veamos..." Se toma un momento antes de decir con severidad. "NO !"

Se va, seguido por los dos hombres de atrás. Lo sigo rápidamente para no perderme la reunión. Esta ya ha comenzado. Ni siquiera puedo poner atención a la reunión debido a mi condición, estoy temblando de frío. El Señor Dylan me mira cada vez que dice una palabra.

"¿No hace calor? Hace demasiado calor aquí". él dijo.

"Señor, en realidad hace bastante frío". Uno de sus empleados le dió su opinión.

"Pues su opinión no me interesa". En un tono casual y encender el aire acondicionado. "Seguie,adelante."

Me lanza una mirada victoriosa, lo hace a propósito. Primero el agua fría y ahora el aire acondicionado demasiado frío, me fastidia a propósito. Me pregunto qué le hice. Apenas mi primer día de trabajo que ya me considera cómo su enemiga.

*****

La reunión se terminó,me dirijo al baño para secarme el cabello. Abro la puerta y lo que veo me da un grito de sorpresa. Hombres ! sí, hombres apoyados en los lavabos en una posición informal.

Rápidamente cierro la puerta dándome cuenta de mi error. Me doy una palmada en la cabeza con la palma de la mano. ¿Cómo podría olvidar que en la empresa solo trabajan hombres? Estoy en serios problemas ahora. No puedo creer que soy la única mujer en esta empresa.

Giro la cabeza y veo al Señor Dylan ordenándole a uno de sus empleados que se tome el día libre porque no se siente bien. Sabía que en el fondo era un buen hombre, pero aún disfruta menospreciar a las mujeres. Si le pido que use este baño, se negará. Tengo que hacerle entender mi problema sin que piense que lo estoy molestando.

Recuerdo que todavía no me he secado, así que abro una de las puertas del baño y alguien me llama.

"A donde va usted ?" Es el Señor. Dylan, siempre me está molestando. "Yo también voy."

"Señor, hay siete baños arriba".

"¡No puedes usar este baño!"

"Entonces dígame, ¿dónde encuentro el baño de mujeres?"

"¿Debería hacer construir un baño para una niña que acaba de llegar? ¡Nunca!" Me dijo con severidad.

"En ese caso, ¿podría usar los del sótano?" Yo le pregunto.

"¿No has leído las reglas? Los nuevos empleados no pueden usar los baños o el comedor de otro piso". En un tono severo. "Y nadie rompe esas reglas".

"En este caso usaré este." Mientras camino hacia la puerta.

"Espera..." dándome la vuelta. "Por ahora puedes usar los del sótano."

"Pero en un momento dijo que nadie rompe las reglas."

"Sí... nadie puede cambiar las reglas... excepto el jefe".

Suspiro y le doy una sonrisa hipócrita.

"Gracias señor... Me alegro de que sea el jefe y haya cambiado las reglas solo para mí".

Entro al baño y hago lo que no he podido hacer durante varios minutos.

Es la hora del almuerzo, estoy en la misma mesa que Simón. ¡No me siento cómoda, soy la única chica aquí y todos me miran!

"En qué estas pensando ?" Sacándome de mis pensamientos. Él miró a su alrededor. "Oh, lo sé. Te estás diciendo que eres la única chica que trabaja aquí? No te preocupes, solo mírame para que estés cómoda". Él me sonrió.

Le devuelvo la sonrisa. Tan pronto como empiezo a tomar un bocado de mi comida, alguien me interrumpe.

"Hay una llamada para usted, señorita Abby".

Me levanto para tomar la llamada. Me imagino que es el Señor Dylan otra vez.

-¿Hola?

- ¿Piensas trabajar o piensas tomarte medio día libre?

-Señor... el almuerzo es de 15 minutos

- El almuerzo se terminó,tienes mucho trabajo que hacer de todos modos. Ven a mi oficina, tengo un trabajo para que lo hagas. Ven rápido o yo...

"Estaré allí, señor". lo corté.

Este hombre no me da ni 5 minutos para almorzar, es un hombre malo con un corazón de piedra. Siempre me presiona. Me acerco a la mesa para recoger mis cosas.

"Pero... ¿no te quedas a comer?" pregunta Simón.

"No, el jefe me acaba de llamar". Yo dije.

Veo que está un poco triste, pero no tengo otra opción, de lo contrario, este hombre podría despedirme.

Entro en la oficina como me ha pedido el jefe. Me siento en la silla detrás de su escritorio, él se sienta a mi lado a la esquina de la mesa.

"Quiero que escribas una letra." el comienza.

"Señor, no sé estenografía". Le digo, incapaz de mirarlo a los ojos.

"Lo sabía, así que toma un lápiz y una hoja de papel".

Tomo el lápiz y comienzo a escribir lo que me edita.

"Esto es para informar que....".

Empiezo a escribir todo lo que me dice durante unos minutos.

"Con respecto,Dylan Parker". el termina. "Quiero la copia limpia en 15 minutos".

Giro la cabeza et lo miro.

"Sí señor... Escribí cada palabra, cada coma y tendrá la copia en menos de 15 minutos".

"Eso es perfecto. ¡Adelante!"

Se sienta en su silla y yo salgo de la oficina.

            
            

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