Capítulo 10 Malas Intenciones

– Oficina del editor en jefe –

Tan pronto como Grace entró en la oficina, vio el rostro disgustado del editor en jefe. En ese momento, tuvo un mal presentimiento, pero respiró hondo y se acercó a su escritorio.

"Buen día, director Chen", saludó la muchacha con calma y mucho respeto.

El editor en jefe Chen la miró y dijo: "Bueno, tu período de prueba ha terminado".

Por un instante, Grace se quedó paralizada, luego frunció los labios y esbozó una sonrisa. "Director Chen, por favor, deme otra oportunidad".

"¿Tienes algo bueno que aportarnos? Mira a Lilian. ¿No has leído las noticias de hoy? Definitivamente, nuestra empresa cuenta con ella. Tenemos la seguridad de que siempre aportará algo muy bueno".

Grace frunció los labios. Al parecer, Lilian no le había dicho al editor en jefe que fue ella quien tomó la foto de Heinz y Cindy. En ese momento, ella empezó a dudar. Creyó que tal vez ya no podría seguir trabajando allí.

La joven mujer no tuvo más remedio que sonreír. "Es cierto, la señorita Ross es muy profesional".

"Aprende de ella", dijo Chen en voz baja.

"Sí, señor. Lo haré", respondió Grace con determinación.

Chen miró a la chica nuevamente y sonriendo de lado, continuó hablando: "Grace, créeme cuando te digo que una mujer hermosa no necesita ser tan competente en el trabajo. La clave está en que le saques provecho a tus cualidades. Si con eso obtienes la ventaja, entonces podrías tener una buena vida". Cuando Grace escuchó al editor en jefe hablar de esa manera, inmediatamente supo que algo andaba mal.

Sin poder resistirse a su perfecta figura, el hombre miró a la chica lentamente de pies a cabeza con gran lujuria. Esa mujer era sumamente hermosa, siempre tenía rostro limpio, y lo más importante, era joven. Aunque en la compañía había unas cuantas mujeres jóvenes, ninguna era tan hermosa como ella.

La mirada presuntuosa del editor en jefe hizo que Grace se sintiera bastante incómoda. Chen era un hombre de unos cincuenta años, se estaba quedando calvo y los pocos cabellos finos que le quedaban en la cabeza lo hacían ver mayor de lo que en realidad era.

"Director Chen, no entiendo muy bien a qué se refiere", dijo Grace mirando hacia abajo e intentando ocultar su incomodidad.

Chen resopló suavemente. "Jovencita, sé que entiendes lo que quiero decir. No me andaré con rodeos. Este trabajo no es el más adecuado para ti".

Grace frunció los labios y sonrió. En verdad estaba esforzándose para no actuar de forma imprudente. "¿Perderé mi trabajo?", se preguntaba. Sabía que ese hombre tenía malas intenciones, por eso, por un momento pensó que hacerse la tonta sería lo mejor, pero en seguida cambió de idea, pues en realidad no quería seguirle el juego.

"Director Chen, tiene razón. No soy la más adecuada para este trabajo".

La actitud de la muchacha sorprendió al editor en jefe, no esperaba que ella se atreviera a decir eso. Inmediatamente, el hombre de mediana edad suavizó su expresión y la miró fijamente. "Sé que necesitas mucho este trabajo".

"Realmente lo necesito". Grace hizo una breve pausa y continuó: "Pero como usted acaba de decir, puede que no sea la más adecuada para llevar a cabo este trabajo. Creo que será mejor que me vaya, de esa manera no le será difícil despedirme".

"Bueno..." Chen habló de inmediato. "¿Por qué no cenamos juntos esta noche y discutimos si debes quedarte o no?"

Grace estaba a punto de responder, cuando de repente se escuchó un golpe en la puerta. Ambos dirigieron la mirada hacia la entrada de la oficina y vieron a Lilian entrar tranquilamente

"Lilian, ¿qué sucede? ¿Por qué entras sin avisar" Dijo Chen un poco sorprendido.

"Qué bueno que Grace está aquí", dijo Lilian. "Señor, quiero que sepa que fue Grace quien escribió la gran noticia de hoy. Como no es una empleada oficial, no puse su nombre en la nota".

El editor en jefe frunció el ceño y después de procesar las palabras de Lilian, miró a Grace con sorpresa. "Grace, ¿eso es verdad?" Le preguntó, expectante.

Grace no esperaba que Lilian dijera eso. En ese momento, la joven se puso tan nerviosa, que lo único que pudo hacer fue mirar a su líder, como si esperara alguna instrucción de ella.

Lilian le dedicó una sonrisa reconfortante. "Tranquila, no hay necesidad de ocultárselo al director Chen".

Grace asintió suavemente y luego miró al hombre. "Es verdad. Lo hice con la señorita Ross".

Al escuchar las palabras de Grace, una suave sonrisa se dibujó en el rostro de Lilian. Además de ser una buena chica, Grace sabía hablar bien.

Chen miró a Grace. "Ya que esta noticia te pertenece a ti, retiraré lo que dije hace un momento. Ve a terminar los procedimientos de transferencia para convertirte en una empleada oficial. Quiero que continúes trabajando duro bajo la supervisión de Lilian".