Capítulo 2 Gemelos

– 50 días después –

Grace se encontraba en la sala de ecografías de un hospital. Después de acostarse en la camilla de la sala, el médico se acercó a ella con un dispositivo en la mano y empezó a examinarla. La joven mujer había dejado de menstruar desde hace un mes y últimamente se sentía enferma, débil y somnolienta, es por eso que acudió al hospital.

Hace un rato, cuando el registro de Grace se completó, el médico la envió al Departamento de Ginecología ya que la prueba de orina arrojó un resultado positivo. Y luego, la enviaron a esa sala de ecografías para que revisen su vientre.

"La parte posterior del útero está dilatada, pero la forma es normal y el contorno está bien definido..." Le decía el doctor al practicante que estaba a su lado mientras examinaba a la muchacha, quien al escuchar esos términos profesionales sintió un ligero mareo.

Poco después, el doctor terminó de examinarla y ella llevó el informe al Departamento de Ginecología. Allí, el médico se tomó unos minutos para leer la información que acababa de recibir y cuando terminó, le dijo a Grace: "Felicitaciones, señorita Smith. Está embarazada, los resultados muestran que va a tener gemelos".

"¿Qué?" Grace pensó que había oído mal. No esperaba que el resultado fuera ese. Estaba embarazada y no sabía quién era el padre. "¿Gemelos? ¿En serio?", pensó ella y en seguida salió del lugar con la hoja del examen médico en la mano, confundida.

Al rato, Grace llegó a casa. Tan pronto como abrió la puerta, vio a Marry mirando un vestido con mucha felicidad. Al escuchar el ruido de la puerta, Marry alzó la mirada inconscientemente, y cuando vio a Grace, la sonrisa que tenía en el rostro desapareció instantáneamente.

"Hermana...", dijo Marry, sintiéndose avergonzada.

Grace guardó silencio y vio el vestido de novia que Marry sostenía en la mano. Se trataba de un diseño exclusivo traído de Francia. Efectivamente, esa chica y Simon se iban a casar.

Con el corazón adolorido, Grace respiró hondo, le sonrió a Marry y dijo: "Hola, hermana, ya estoy de vuelta. Ese vestido de novia es muy hermoso".

Marry estaba aturdida y tenía una expresión seria. "Bueno, sé que todo es culpa mía. En verdad no esperaba que las cosas fueran así", dijo con vergüenza.

"Olvídalo, eso ya no importa". Grace negó con la cabeza. "Si te casas, Simon será mi cuñado y también el yerno de nuestra familia".

Aunque Grace intentaba disimular su dolor con esa sonrisa, por dentro sentía que su corazón se partía en mil pedazos al pronunciar esas palabras. Simon había sido su novio durante varios años, pero ahora se había convertido en su cuñado. Y por si fuera poco, además de perder su virginidad sin ningún motivo, iba a tener dos bebés sin saber quién era el padre.

"Lo siento, Grace. Llevaré este peso en mi conciencia por el resto de mi vida". Marry tomó la mano de su hermana con fuerza.

Grace negó con la cabeza. "Hermana, está bien. De hecho, Simon no me gustaba tanto. Así que, no te sientas mal".

Después de eso, Marry ya no volvió a hablar.

"Iré arriba", dijo Grace y se fue.

La muchacha quería tomar la nota y buscar al hombre misterioso. Tenía que saber quién era el padre de sus bebés. Instantes después llegó a su habitación y se dio con la sorpresa de que habían hecho limpieza. Todo se veía ordenado. Ahora, la nota que ella estaba buscando había desaparecido.

"No es cierto", susurró Grace para sí misma llevándose las manos a la cabeza con desesperación.

Sin perder más tiempo, se giró y bajó las escaleras lo más rápido que pudo. "Hermana, ¿has visto una nota con manchas de sangre?" preguntó algo agitada.

"Ah, ¿esa nota? Como estaba demasiado sucia creí que no servía, así que la tiré durante la limpieza de hoy", dijo Marry.

"¿Qué?" Grace abrió los ojos como platos.

"Lo siento, hermana". Marry volvió a disculparse. "¿Hice algo malo?"

Grace miró a Marry con impotencia pero no dijo nada más, simplemente caminó hacia la salida de la casa.

"Grace, ¿a dónde vas?" Marry no pudo evitar preguntarle.

"Al distrito de Hart Villa", espetó Grace.

Marry observó a su hermana con confusión. En un abrir y cerrar de ojos, Grace se había marchado del lugar.