Capítulo 5 5

Luego volvió la cara para mirar a River y dijo: "Antes de que te vayas al Rey Lycan , tengo una propuesta para ti". Las lágrimas asomaron a sus ojos y empezó a llorar. Brianna se acercó a ella y comenzó a acariciarle la espalda suavemente. "Ella es una maldita desgraciada", murmuró en los oídos de Victoria.

Al ver la reacción de Victoria, River se alegró momentáneamente . Pero al momento siguiente su traición la mordió agudamente. Ella no quería hacer nada con él o su propuesta. Todo lo que ella quería era que se fuera con su compañero a quien había marcado frente a toda la escuela.

Continuó: "Si aceptas ser mi amante, le pediré a mi padre que te impida enviar al Velo".

"¿Qué?" Río raspó.

Los ojos de Victoria se desorbitaron por la sorpresa. Cubriéndose el culo con las manos, salió corriendo de la habitación.

Brianna hervía con más celos. Ella también se habría puesto felizmente en los zapatos de la amante de Héctor .

Héctor pensó que a River le gustaba la propuesta. Él dijo: "Sí, puedo convencer a mi padre de que cancele los documentos con el Rey Lycan y él puede ir a buscar una novia en otro lugar".

El calor subió por su garganta y rostro. Odiaba lo vergonzoso que él dijo en este momento y lo causó. Se sintió tan humillada que su autoestima consiguió un ***. Su sueño se secó de que en realidad podría pedirle a su verdadera pareja que fuera su amante. Puso sus manos sobre su pecho y usando todo su poder, lo empujó lejos de ella. "¡No!" ella dijo. ¡Nunca seré tu amante! Las lágrimas amenazaban con quemar detrás de sus ojos.

Él la agarró del cabello y tiró de su cabeza hacia atrás. "Sabes que puedo hacer que te sometas a mí".

River hizo una mueca mientras trataba de quitarse. Su cuero cabelludo estaba ardiendo por el dolor y las lágrimas se deslizaron de sus ojos. "¡Déjame!"

"¡Héctor!" La voz de Alpha Maxim los sobresaltó a ambos. Estaba allí de pie, gruñéndole.

Héctor dejó a River a regañadientes mientras miraba a su padre.

"¿Estás loco?" Alfa Maxim escupió. "Si Hunter llega a saber, él va a ** la mitad de nosotros y eso incluiría. tu _ ¡Solo déjame lidiar con este problema en paz!"

Lanzando una última mirada a River, Héctor salió de la habitación.

Alpha Maxim dirigió su atención a River. "Hasta la tarde no salgas de esta habitación". Luego le dijo a Brianna: "¡Si se acerca a Héctor, te desollaré viva!".

Brianna comenzó a temblar de miedo. "¡Me aseguraré de que ella esté aquí, Alpha!" dijo apresuradamente.

Alpha Maxim giró y salió de la habitación.

River estaba tan nerviosa que se derrumbó en el suelo deslizándose contra la pared. Dobló las piernas y colocó la cabeza sobre la cabeza en la rodilla. Un nuevo ataque de lágrimas se derramó. Brianna cerró la puerta tan pronto como Alpha Maxim se fue y luego miró a su hermana mayor. Lentamente, caminó hacia ella y le dijo: "¿Cuál es tu problema? ¿Quieres que me muera?

¿No puedes irte sin causar problemas?

"Pero yo..." Antes de que pudiera completar la oración, Brianna le dio una fuerte bofetada en la cara. El rostro de River se torció hacia abajo. El dolor quemó su piel. Estaba segura de que los dedos de Brianna quedaron impresos en su mejilla.

"¡Callarse la boca!" Brianna gruñó. Se levantó y se alejó de ella.

Todo lo que River quería era escapar de esta locura. Pero, ¿cómo hacerlo? Solo quería conocer a Lena una vez y luego supo que lo solucionaría. Escuchó pasos pesados que se detuvieron en su puerta. Guardias.

Después de mucho tiempo, cuando ya no podía llorar y cuando sus gritos eran arcadas secas, se puso de pie temblorosa. Shel miró a su hermana que ahora estaba en el balcón de la habitación leyendo una revista, totalmente despreocupada. Recogiendo su bolso, fue al baño y sacó su teléfono.

River tenía muy pocos números en su lista de contactos. Marcó el número de Lena y esperó nerviosamente a que contestara.

"¿Río?" Lena descolgó en el último timbre.

En una voz muy baja y ronca, River dijo: "Necesito escapar de Lena. ¿Me puedes ayudar?"

Después de un largo silencio, Lena dijo: "¿Dónde estás exactamente?"

River le explicó la ubicación de su habitación.

"Veré qué puedo hacer", dijo Lena. Estar allí en una hora.

Con manos temblorosas, River volvió a guardar su teléfono en la bolsa.