EL HEREDERO ES UNA MUJER
img img EL HEREDERO ES UNA MUJER img Capítulo 1 C1: Es un varón.
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Capítulo 6 C6: ¿No te gustan las mujeres img
Capítulo 7 C7: Soy su secretario, no su sirviente. img
Capítulo 8 C8: Un empleado mediocre. img
Capítulo 9 C9: ¿Porqué me siento de esta forma img
Capítulo 10 C10: Tan solo un resfriado. img
Capítulo 11 C11: ¡Es un tirano! img
Capítulo 12 C12: ¡No lo trates como a una chica! img
Capítulo 13 C13: ¿Te rasuras las piernas img
Capítulo 14 C14: ¡Espacio personal! img
Capítulo 15 C15: Estoy muy interesada en conocerte. img
Capítulo 16 C16: Un sabio consejo. img
Capítulo 17 C17: ¿Porqué habría de rechazarla img
Capítulo 18 C18: ¿Cómo puede un chico ser tan hermoso img
Capítulo 19 C19: Atracción unilateral. img
Capítulo 20 C20: Revalidar su masculinidad. img
Capítulo 21 C21: Las llamas de los celos. img
Capítulo 22 C22: La obsesiva admiradora. img
Capítulo 23 C23: ¿Acaso está tratando de controlar mi vida img
Capítulo 24 C24: Creo que me gusta un hombre. img
Capítulo 25 C25: Confundiendo atracción con admiración. img
Capítulo 26 C26: La cena familiar. img
Capítulo 27 C27: No sobrepases los límites. img
Capítulo 28 C28: Limar asperezas. img
Capítulo 29 C29: Parque de diversiones (Parte I) img
Capítulo 30 C30: Parque de diversiones (Parte II) img
Capítulo 31 C31: Quiero que seamos amigos. img
Capítulo 32 C32: ¡Esto me está volviendo loco! img
Capítulo 33 C33: Aléjate de él, en todos los sentidos. img
Capítulo 34 C34: ¡A ese hombre le gustas! img
Capítulo 35 C35: Las mentiras no se pueden sostener para siempre. img
Capítulo 36 C36: No quiero que lo toques. img
Capítulo 37 C37: Soy el único que sufre por esto. img
Capítulo 38 C38: He vuelto a casa. img
Capítulo 39 C39: Haré que me ames de nuevo. img
Capítulo 40 C40: Me perteneces. img
Capítulo 41 C41: Déjalo ser. img
Capítulo 42 C42: Cenicienta. img
Capítulo 43 C43: No tiene derecho a hacer lo que se le plazca conmigo. img
Capítulo 44 C44: Es todo lo que puedo ofrecerte. img
Capítulo 45 C45: ¿Cómo puede gustarme alguien así img
Capítulo 46 C46: No habría logrado todo esto sin ti. img
Capítulo 47 C47: ¿Qué hizo que se ve tan diferente img
Capítulo 48 C48: ¡Tengo un chupetón en el cuello! img
Capítulo 49 C49: Estoy acabado. img
Capítulo 50 C50: Amuleto de la suerte. img
Capítulo 51 C51: Un amor no correspondido. img
Capítulo 52 C52: Una mujer de verdad. img
Capítulo 53 C53: Eres un maestro de la actuación. img
Capítulo 54 C54: ¿Podrías enamorarte de mí img
Capítulo 55 C55: ¡Una imprudencia total! img
Capítulo 56 C56: No puedo seguir con esto. img
Capítulo 57 C57: Hasta el día de tu muerte. img
Capítulo 58 C58: ¿Es mi única salida img
Capítulo 59 C59: ¡Somos los número uno! img
Capítulo 60 C60: No es el chico bueno que todos creen. img
Capítulo 61 C61: Ya no me necesitas. img
Capítulo 62 C62: Jamás perderé contra un hombre. img
Capítulo 63 C63: Olvídate de mí. img
Capítulo 64 C64: Lo mejor es que dejemos de vernos. img
Capítulo 65 C65: Haría lo que fuera por ti. img
Capítulo 66 C66: No permitiré que me evites de nuevo. img
Capítulo 67 C67: No luches contra ello, solo acéptalo. img
Capítulo 68 C68: A pesar del miedo, a pesar de las complicaciones... img
Capítulo 69 C69: ¡Al diablo con todo! img
Capítulo 70 C70: ¿Nos bañamos juntos img
Capítulo 71 C71: Confía en mí siempre. img
Capítulo 72 C72: Te deseo a morir. img
Capítulo 73 C73: ¿Vas a delatarme img
Capítulo 74 C74: ¡Lo arruinaste! img
Capítulo 75 C75: ¿Es posible que exista tanta coincidencia img
Capítulo 76 C76: Ayúdame a salir. img
Capítulo 77 C77: Yo jamás podría odiarte. img
Capítulo 78 C78: Me equivoqué al confiar en ti. img
Capítulo 79 C79: No hay otro culpable más que tú. img
Capítulo 80 C80: Él caerá junto con todos los que lo ayudaron. img
Capítulo 81 C81: Mantente a salvo. img
Capítulo 82 C82: No eres más que un criminal. img
Capítulo 83 C83: El que avisa no es traidor. img
Capítulo 84 C84: Estoy dispuesto a cooperar con lo que haga falta. img
Capítulo 85 C85: Tengo lo que tanto querías. img
Capítulo 86 C86: Quiero ver sufrir a ese hombre. img
Capítulo 87 C87: Es mi responsabilidad corregirlo. img
Capítulo 88 C88: Como padre e hijo. img
Capítulo 89 C89: Soy alguien que busca su libertad. img
Capítulo 90 C90: El heredero de Traveling es una mujer. img
Capítulo 91 C91: Me llevaré a Taylor. img
Capítulo 92 C92: El puesto es y siempre será tuyo. img
Capítulo 93 C93: Quiero hablar con mi hija. img
Capítulo 94 C94: No me arrepiento de nada. img
Capítulo 95 C95: Ya no puede hacerte daño. img
Capítulo 96 C96: Estás muerto para mí. img
Capítulo 97 C97: Valió la pena. img
Capítulo 98 C. Final: Jamás volveré a negar lo que soy. img
Capítulo 99 Epílogo. img
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EL HEREDERO ES UNA MUJER

Yaz Salo
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Capítulo 1 C1: Es un varón.

-Es un varón -Massimo dio la noticia a su padre, luego de que a su esposa le practicaran una ecografía para conocer el género del bebé.

Nathaniel Bizzozzero, el futuro abuelo paterno, se levantó de su asiento y se acercó a Massimo con una radiante sonrisa. Lo rodeó con los brazos y dio unas palmadas a su espalda.

-Lo hiciste, hijo. Finalmente tendrás a tu primogénito, un varón -celebró.

Massimo se esforzó por lucir contento y no alarmar a su padre. Correspondió a su abrazo y agradeció que estuviera presente, aunque en realidad se sintiera inquieto. La idea inicial era que Massimo fuera al hospital junto con su esposa, nadie más que ellos dos solos. Sin embargo, recibieron la inesperada visita de Nathaniel y no pudieron evitar que quisiera acompañarlos.

De todas formas, no había manera de escapar. Iba a tener que informárselo tarde o temprano.

-A partir de ahora, la vida será muy diferente para ti -agregó Nathaniel, separándose de su hijo para mirarlo de frente-. Te convertirás en padre y... ya que has cumplido con todos mis requisitos, serás el heredero de mi empresa.

Massimo lanzó un suspiro de alivio, pero a pesar de haber conseguido lo que tanto deseaba, no podía liberarse de la incertidumbre que, en realidad, se volvería su compañera durante largos años.

-Gracias, padre. Prometo no defraudarte -expresó.

Nathaniel le dedicó una sonrisa, dio otro par de palmadas al hombro izquierdo de Massimo y se marchó del hospital.

Después de asegurarse de que su padre se había ido, entró al cuarto clínico en donde se hallaba su esposa, quien platicaba con la ginecóloga.

-Doctora, necesito... hablar con usted por un momento. ¿Podría acompañarme, por favor? -señaló, en lo que notó que su mujer lo miró extrañada-. Olivia, espérame aquí.

La ginecóloga dio un asentimiento y se levantó de su silla para acompañar a Massimo fuera del cuarto. Tras unos minutos, solo regresó el hombre. Le había pedido amablemente a la doctora que lo dejara hablar a solas con su esposa.

-¿Qué está pasando, Massimo? ¿Porqué tanto misterio? -interrogó Olivia, quien comenzó a preocuparse debido a la tensión del ambiente.

-Olivia... -la tomó de la mano y respiró profundamente-. Le dije a mi padre que tendremos un varón.

La mujer lo clavó con la mirada y sus ojos se expandieron, escrutándolo con evidente desconcierto.

-¿De qué estás hablando? ¿Porqué le dijiste eso? -cuestionó, temerosa.

-Tuve que hacerlo. Si le mencionaba que en realidad tendremos una hija, no me tendrá en cuenta para el puesto de presidente de la empresa -replicó con frustración.

El resultado de la ecografía había revelado que Massimo y Olivia tendrían una niña, pero el hombre engañó a su padre y le hizo creer que sería un varón.

-Tú más que nadie sabes cuánto me he sacrificado por la agencia -agregó él, apretando los puños-. Le he dedicado mi vida entera a la empresa, he estudiado y trabajado sin descanso para heredar la presidencia. Soy el mayor y por ende es mi derecho, soy el primogénito -resaltó, colocando la mano en su pecho-. Sin embargo, a mi padre se le ocurrió la "brillante" idea de añadir un nuevo requisito. No solo basta con que sea diligente, inteligente y que sepa manejar la empresa mejor que cualquiera, sino que debía tener un hijo varón con el pretexto de que, cuando herede la presidencia, mi hijo sea el próximo sucesor. Él desea, a toda costa, que la empresa la maneje un hombre. Mientras siga vivo, no permitirá que una mujer se haga cargo.

Nathaniel Bizzozzero era el presidente de una agencia de viajes de nombre "Traveling". Se la conocía por brindar servicios costosos, pero excelentes y sin márgenes de errores. Por esa razón, era la predilecta de los viajeros y estaban dispuestos a pagar lo que fuese por comprar los paquetes de turismo que ésta ofrecía.

Importantes empresarios e incluso celebridades han elegido Traveling para vivir la máxima experiencia viajera. Por lo tanto, se trataba de una empresa multimillonaria.

Massimo era el hijo mayor de Nathaniel y el legítimo heredero de la agencia, sin embargo, Nathaniel deseaba que su primogénito le diera un nieto y que le asegurara que el próximo sucesor sería un hombre. Por desgracia para Massimo, su hermano menor Isaías había sido el primero en convertirse en padre de un hijo varón. Isaías era formidable, pero no poseía la madera de líder con la cual sí contaba Massimo. Sin embargo, a pesar de que Isaías no era un candidato ideal para el puesto, se había tornado una amenaza desde que tuvo a su primer hijo.

Olivia no pudo ser madre en el primer intento. A decir verdad, le llevó varios años de tratamiento. Pero para la mala suerte de Massimo, era su primogénita quien venía en camino.

-Massimo, ¿cómo puedes decir una mentira de esa magnitud? -refunfuñó Olivia-. Sé que has trabajado mucho por la empresa, pero negar a tu hija es... es aberrante...

-¡No estoy negando a mi hija! -se exasperó y gruñó casi en susurros-. Solo estoy ocultando... lo que es. No perderé mi oportunidad de heredar la presidencia, me lo merezco, Olivia. No dejaré que el inmaduro de Isaías tome lo que me pertenece solo por tener un varón, ¡es simplemente absurdo! -se levantó y comenzó a caminar en círculos.

Olivia observó la desesperación de su esposo y en verdad quería ayudarlo, pero no estaba de acuerdo con engañar a su suegro. Además, no solo debía engañarlo a él, sino a toda la familia de Massimo e incluso a la suya. Una mentira tan grande no sería fácil de sostener.

-Cariño, por favor, sé razonable -imploró ella-. Sé honesto con tu padre, dile que tendrás una hija. Estoy segura de que aquel supuesto requisito perderá toda validez. Nathaniel no es un tonto, no te quitará la presidencia para dársela a tu hermano solo por no haber tenido un varón -Olivia intentó que Massimo entendiera la gravedad del fraude que pensaba cometer, pero su insistencia fue en vano.

-No me arriesgaré, Olivia. Tampoco daré marcha atrás con respecto a mi decisión, ya he elegido el camino para nosotros -manifestó sin un ápice de vacilación. Se acercó a su esposa y la tomó de los hombros-. Escucha, que yo herede la agencia no solo me beneficiará a mí, también a ti y a nuestra hija. Seremos aún más ricos de lo que ya somos y todo el país hablará de nosotros. Seremos muy... muy poderosos -las pupilas de Massimo irradiaban un intenso brillo que cegaba a Olivia.

-¿Hasta donde llegará tu ambición? ¿Más ricos de lo que ya somos? Jamás me ha importado el dinero, me he casado contigo porque te amo y nuestra hija es el fruto de ese amor, no un puente entre la empresa y tú -declaró ella, clavando el dedo índice en el tórax de su marido-. Dile la verdad a tu padre, no perderás la presidencia.

-¿Y si la pierdo por confiar en ti? -insinuó Massimo.

-¡Entonces confórmate con la vicepresidencia! -exclamó Olivia, furiosa-. ¡Dios! ¡No dejarás de ser un hombre rico, no te quedarás en la calle ni morirás por no ser el presidente!

-¿Me estás sugiriendo que renuncie a lo que he dedicado toda mi vida y me conforme con ser el lacayo de mi hermano menor? ¡No! ¡Sobre mi cadáver!

-No lo entiendo, Massimo. ¿Qué pretendes? Nuestra hija es lo que es, una niña, y aunque intentes ocultarlo, no podrás hacerlo para siempre -advirtió Olivia.

-Vivirá como un hombre... hasta que mi posición sea asegurada -manifestó, dejando a su esposa estupefacta.

Olivia lo escrutó con los labios ligeramente separados y sin poder dar crédito a lo que acababa de escuchar. No podía estar hablando en serio.

-¿Qué estás diciendo? ¿Harás pasar a nuestra hija como un chico... solo para mantener tu posición? ¿Has perdido la cabeza? -gruñó.

-Haré lo que tenga que hacer -expuso Massimo con la vista incrustada en ella. Definitivamente no estaba bromeando.

-¿Tú de verdad crees que lo permitiré? -Olivia se acercó a paso lento, deteniéndose a unos pocos centímetros delante de él-. No dejaré que mi hija sea tu títere, Massimo, y que la hagas dudar de ella misma. Lucharé contra ti y contra quien sea para defender el bienestar de mi niña. Si a su padre le importa más una agencia, no hay problema, tiene a su madre para cuidarla.

-¿A dónde quieres llegar? -el hombre entornó los ojos y la miró con recelo.

-Si continúas con ese plan, olvídate de nosotras. Quédate con la presidencia y haz lo que desees hacer, a comparación de ti no necesito un puesto para sentirme bien con mi vida. Me iré muy lejos a donde no puedas encontrarme y viviré feliz con mi hija -Olivia tomó su cartera y se disponía a salir del cuarto clínico, en lo que Massimo la agarró del brazo, sin ejercer presión pero con firmeza.

-No me hagas esto, Olivia. Yo no podría llegar a la cima sin ti... sin ambas -expresó, refiriéndose también a su hija.

-Quieres usar a mi bebé para tus negocios, pero no te dejaré hacerlo. He hecho un gran esfuerzo para concebirla, tú no me arrebatarás mi felicidad.

-No pretendo hacerles la vida difícil -la tomó del rostro con ambas manos-. Las necesito. Por favor, no me dejes solo en esto...

-Me quedaré a tu lado si reconsideras tu decisión y eres honesto con tu padre -condicionó Olivia.

Massimo la contempló durante unos segundos, descendió sus manos y apretó los labios.

-Esa niña es... mi carta de poder -se atrevió a articular. Esas palabras hicieron arder en furia a Olivia y unas llamas se encendieron a su alrededor.

-¡Olvídate de nosotras! -exclamó-. ¡Si tanto deseas un varón, búscate a otra mujer que te lo dé!

Olivia intentó salir disparada de aquel cuarto, pero Massimo no se lo permitió. La agarró de los brazos para detenerla y pretendía calmarla, pero ella estaba demasiado enfadada para ceder. No daría su brazo a torcer, eso estaba claro.

Comenzaron a forcejear mientras que olvidaban un importante detalle. Olivia experimentaba su octavo mes de embarazo, el cual era de alto riesgo.

En todos los meses anteriores, había tomado reposo absoluto, no debía estresarse ni hacer esfuerzos físicos, cualquier mínimo error podía ser fatal.

Desafortunadamente, aquella discusión con Massimo la había angustiado tanto que no lo soportó. Tras unos minutos, empezó a sufrir dolores intensos en el vientre, los cuales la hicieron lanzar terribles alaridos.

Massimo entró en pánico y llamó a todos los doctores que se encontraban alrededor para que auxiliaran a Olivia. La subieron a una camilla y se la llevaron.

El hombre daba vueltas y vueltas, pasándose los dedos por el pelo y mordiéndose las uñas debido a la ansiedad. Finalmente, el doctor se acercó a él para dejarlo en una terrible encrucijada.

-Señor Bizzozzero, el estado de su esposa es grave y está en riesgo su vida, así como también la del bebé -respiró hondo para exponer lo siguiente-. Lamento decirle que... no será posible salvar a ambos. Usted deberá elegir la vida de su esposa... o la de su bebé.

Massimo palideció y dio un paso hacia atrás para evitar caer de espalda. Su mente se puso en blanco durante unos segundos y no podía creer lo que estaba sucediendo.

Amaba a Olivia, era una mujer de carácter firme y fuerte y eso le encantaba de ella. Sin embargo, jamás pensó que dicha característica le jugaría en contra.

Deseaba, con todo su corazón, salvarla a ella, pero conocía muy bien a su esposa y sabía que hubiese preferido morir a perder a su bebé.

No fue fácil, pero ya no había tiempo y Massimo debía tomar una decisión cuanto antes.

-Mi hijo... salven a mi hijo.

            
            

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