Capítulo 4 4

~ Tayler.

Me tomé el tiempo suficiente para que Dafne se acostumbre a las reglas, mientras que sostengo con amargura una vieja foto arrugada y maltratada por las cientos de veces que la doble en un puño y la volví a desenvolver.

En esa foto estamos ella y yo tomados de la mano sonriendo bajo una puesta de sol en la universidad de Oxford, esta imagen simbolizó en el pasado el amor de mi juventud donde viví los mejores momentos de mi vida junto a ella; Ahora a mis 25 años simboliza mi mayor sufrimiento y el dolor de mi corazón que aún perdura.

La imagen enternecedora, alegre y novelesca, pero tiene un trasfondo perverso.

Fruncí las cejas ante la imagen, casi puedes percibir en ella el amor de aquellos dos jóvenes veinteañeros, miré con profundidad la escena, puedo rememorar el momento exacto donde fue tomada, puedo sentir su mano sujeta a la mía, su cabeza apoyada sobre mi hombro, y puedo ver su sonrisa junto a los rayos de sol de esa media tarde.

Mi corazón sigue perdido en las sensaciones que me trasmite esta imagen, como si la hubieran tomado ayer, como si no hubieran pasado ni dos años. Aún puedo escuchar su risa plasmada en mis oídos como una melodía angelical, observe, un poco más, su rostro, plasmado en aquel papel tan viejo, y puedo darme cuenta de que ella se veía feliz de estar conmigo.

Sé que aún me ama, ella todavía me quiere lo sé.

Apreté la foto en un puño, recordar el pasado, despierta en mí viejas heridas. ¿Por qué?, ¿Por qué tuviste que hacer todo esto Dafne?, yo te amaba, te amaba de verdad.

Te idolatraba como a una diosa...

- ¿Por qué?...

Abrí el cajón de mi escritorio y arrojé la foto de nuestra graduación arrugada nuevamente al cajón de donde la saque, volviendo a la oscuridad donde ha permanecido por dos años, esperando a que vuelva sacarla.

Dafne, provoco aún más caos de lo que haría un huracán al estado de Florida, gracias a ella mis padres se ahogaron tanto en deudas que uno, incurrió al suicidio, y otro sufrió un ataque al corazón; Irónicamente nuestros propios pozos nos ahogaron en demandas. La miseria nos azotó en esa época.

Me enteré de que él sin vergüenza de su padre El CEO Clayton Echeverría se había vuelto uno de los hombres más ricos del mundo, creyendo que los Robinson no podrían encontrarle la vuelta al timón, por supuesto equivocándose en su arrogancia, el tiempo le demostró lo contrario. Me dediqué en vano a mis padres por dos años trabajando para sustentarlos, mi intensión era sacarlos de la bancarrota, lo poco que ganaba como interno en una pequeña compañía de moda, fue suficiente, pero para mis padres la decadencia por caer del peldaño más alto era peor que una sentencia de muerte, mi madre se suicidó, y a mi padre le dio un ataque al corazón... No pude pagar un entierro a su altura y terminaron sus cuerpos en un panteón cualquiera. Todavía puedo ver a mi madre en la viga del sótano, colgando de un lado a otro, con la lengua afuera y los ojos desorbitados, dejándome traumatizado.

Al morir, ya no tenía nada que se llevará mi dinero, y podía invertir en todo lo que quisiera hacer, pero, ¿A qué precio?... ya no tenía a quien salvar, solo me quedaba una motivación, vengar su memoria. Prometí ante sus tumbas poner a los Echeverría en el mismo lugar que nos pusieron a nosotros, destruyendo su patrimonio, todo por lo que han trabajado para verlos hechos añicos y solo podía hacerlo desde dentro.

Desde el momento en que los perdí, una oscuridad me invadió desde el fondo de mi corazón, una oscuridad que me llenaba de odio e irá. Odio hacia Dafne y su familia.

Por eso vine hasta Nueva York, una vez que pude salir del pantano donde me habían colocado, creé nuevas bombas en oriente, y gane la demanda que tomo dos años en apelarse contra los Echeverría. No había nada que se me comparará y significó la siguiente era para los Robinson.

Con las luces de Nueva York de noche en mi oficina, note, que era hora de regresar, a esta hora Dafne querría cenar.

Charles no tenía permitido darle de comer sin mi presencia, miré el Rolex de mi muñeca, y a esta hora la cena debe estar lista, son las 8 y 30, pero no me iré hasta las 22, la dejaré con un poco de hambre, haré tiempo con un vaso de whisky.

[ Narrado por la autora ]

Llegando las 22, terminando de hacerse esperar con todo gusto, Tayler regresaba a su mansión, en un Lamborghini Sian Roadster de color azul plateado, sonriendo expectante.

Moría por ver la cara de Dafne, después de haber descubierto que se hallaba en una prisión ...

Fue recibido por sus gorilas que vigilaban el frente de la casa por el altercado con Dafne.

_Buenas tardes señor.

Dijo uno de ellos.

_ Dafne, ¿Cómo está?, ¿Ya se acostumbró a las reglas?.

_ Podría decirse, señor, aunque esta tarde intento huir de la mansión.

Tayler funció el ceño con burla en su mirada.

_¿Así?, ¿Les dio muchos problemas?.

_ Se mostró poco colaborativa desde el inicio, y bastante irrespetuosa, lo denigro de muchas formas, señor, dijo que su mansión como sus hombres_tocio_ son grandes para compensar algo en sus pantalones.

Tayler se mostró molesto y humillado por ese comentario, y después rio irónicamente.

_ Con que busco compensar algo en mis pantalones...

Elevo los hombros y después de acomodarse el saco entro adentro de su mansión.

Su mayordomo y una mucama, lo recibieron, tomando su saco y portafolios de trabajo.

- Bienvenido señor, la cena está recalentada como lo pidió por teléfono.

Le dijo su mayordomo, pero Tayler solo tenía la mente puesta en Dafne.

-¿Ella está en el comedor?.

-Si, señor, está esperándolo desde hace dos horas.

- Esperemos que esté con buen humor.

Comentó en tono de burla a la servidumbre, logrando que sonrieran con su sarcasmo.

Tayler caminó hasta el comedor con una sonrisa de satisfacción en sus labios; Dafne lo vio y frunció las cejas, estaba enojada y con los brazos cruzados, hace dos horas la obligaron a sentarse a esperar... Los sirvientes se apresuraron a servirle a su esposa un plato de comida ahora que estaba presente, pero ella no mostró entusiasmo por probar la comida que tenía en frente, por más que su estómago estaba rugiendo.

Tayler se sentó frente a ella en la gran mesa rectangular, miró a Dafne usando una de sus camisas y la miro con extrañes a la vez con que con gracia, unos segundos antes de disponerse a tomar los cubiertos, asumiendo que no había visto el armario personal que puso en su habitación para ella, llena de vestidos y zapatos al lado del suyo, pero no le remarcaría ese error, disfrutaba ver su busto con el brasier rojo lucirse bajo el blanco de su camisa, fingió que no le importaba y tomó el tenedor y el cuchillo de los costados, observando sus expresiones de rabia.

- ¿No cenarás?.

Preguntó cortando un pequeño trozo de filete miñón de su plato.

- No tengo hambre, gracias.

Le respondió ella con molestia, pero su estómago gruñó tan fuerte que la avergonzó frente a Tayler y su servidumbre.

- Tu estómago no dice lo mismo.

Comentó para Dafne, quien no sabía a donde mirar.

- ¿Por qué me haces esto Tayler?, ¿No te es suficiente con arrebatarme la empresa petrolera de mi familia?.

Tayler la miró confundido mientras tomaba otro pedazo de carne con el tenedor.

- No entiendo por qué dices eso, tu patrimonio sigue siendo tuyo, seguirás manejando la compañía siempre y cuando obedezcas.

Le aclaro y dio otro bocado.

-¿Es una broma cierto?.

Tayler trago el bocado en su boca y la interrumpió.

- Eres buena en lo que haces, no deberías desaprovechar esa oportunidad.

Tayler noto su rostro pensativo e hizo una seña a sus sirvientes para qué se llevarán su plato, asi le daba la posibilidad a que lo piense.

- Esta noche tengo mucho trabajo que hacer, estaré en mi oficina casi toda la noche, tengo que terminar de leer los informes de avance. Así qué puedes quedarte aquí, cenar algo o simplemente dormir en nuestra habitación, tú decides.

Dijo, levantándose de la mesa, dejando que se llevaran el plato que estaba comiendo casi lleno.- Ten buenas noches

Saludo al salir, yéndose de la sala comedor.

Dafne se quedó sola, sospechando de esa actitud tan repentina, " ¿Acaso me dejó sola para que pudiera pensar entre manejar mi empresa o quedar en bancarrota?", se preguntó, era imposible que el fuera amable y la haya dejado sola para comer, miró el plato frente suyo varias veces, no pudo evitarlo y termino comiendo un par de bocados.

Después de minutos mirando el reloj, ella notó que era cierto que trabajaría toda la noche, ya que no subía las escaleras y todavía seguía en su oficina de la planta baja.

No confiaba en lo que dijo, pero aunque no subiría a descansar, el gorila que la acompañaba la obligó a entrar en la habitación. Y una vez que se sacó los tacones que la estaban matando, se recostó un momento en la cama.

"Sólo descansaré unos minutos, no pienso dormir aquí".

Se dijo, pero el pesar del sueño, pudo más, y la dejó completamente dormida.

Ya cerca de la una de la madrugada, Tayler abrió la puerta de su habitación, y la encontró plácidamente dormida en su cama. Sus piernas se mezclaban con sus sábanas, sus cabellos castaños cubrían las almohadas, su camisa era muy corta y no podia hacer mucho para no rebelar su esbelta figura debajo suyo.