Capítulo 2 Vida de lujos, pero ¿A qué costo (Dirty)

"!Phoenix! ¡Phoenix! ¡Phoenix! ¡Phoenix!"

Las luces parpadeaban en tonos azules, rosas y verdes, en cada fanático que esperaba nuestra aparición.

Muchos lloraban, otras se secaban el sudor por estar abarrotados, otros reían y otros lloraban con la expectativa de conocer a sus ídolos.

Era Octubre y hoy era nuestro concierto final.

Quizás uno de los mejores días para nuestros fanáticos y para nosotros, el dulce alivio de por fin descansar.

Allí estaba yo, mirando mí reflejo, pensando si realmente lo había dado todo o simplemente di lo que pude.

La peinadora tiro de mí cabello y miró quejumbrosa ya que no era sencillo de peinar.

"Dirty, déjame decirte que deberían subirme el sueldo si logro controlar tu cabello esta noche." Me miró mientras colocaba gel en mí cabello.

"Tu pelo es de un color negro azabache hermoso, pero éstas ondas no son fáciles de controlar." Tomó el peine y continúo luchando.

"Auch." Me quejé. "Mira Rachel, la idea de hacerme un peinado con gel fue completamente tuya, así que si quieres quejarte, hazlo contigo misma."

Rachel me miró de reojo y suspiró "Listo, por fin terminé ¿No te dije que te quedaría bellísimo?"

Miré mí reflejo una y otra vez para verificar que lo que decía Raich era cierto. Bingo, el cabello estaba completamente en su lugar.

Con aires de superación simplemente asentí, me acomodé el traje, que ya de por sí era incómodo por los volados en el cuello, y me apresure a salir ya que mis compañeros estaban esperándome a mí. Abrí la puerta y me reuní con el equipo.

"Por fin terminaron! Yo diría que la próxima vez te rapes así ya no tardamos tanto como siempre." Mencionó Sam.

Sam era el líder de Phoenix, el era castaño con cabello lacio y corto, sus ojos color almendra podría hacer que cualquier chica se perdiera. Aún así era una persona centrada y humilde por lo que siempre ignoraría que su físico era increíble.

"Bien, es hora de dar nuestro último concierto, recuerden de dónde vinimos, quienes nos hicieron llegar hasta aquí y cuánto nos esperaron y usenlo de motivación. A darlo todo .

Sam estrechó su mano, Mark también, Austin también mientras esperaban a que me uniera, estreché mí mano, nos observamos con determinación y juntos exclamamos "Phoenix x Fire" quienes eran nuestras fans, y salimos.

Todo había iniciado de acuerdo a lo ensayado, las fans no paraban de gritar mientras Austin hacia su movimiento de caderas tan famoso, Mark se encontraba saltando en una punta y Sam animando a las fans quienes se volvían más eufóricas. Todo parecía ir bien hasta que se escucharon detonaciones.

El concierto se detuvo abruptamente y observamos en la multitud a dos hombres con armas disparando a las fans.

Con un nudo en la garganta y a punto de lanzarme hacia ellos un guardia me detuvo y me empujó hacia el camerino.

"¡Mis fans!" Grité.

Las detonaciones seguían sonando en mí cabeza, los gritos, las pisadas de la gente corriendo, el sonido de los guardias me hacían preguntar ¿Era este nuestro final? ¿Cómo se podía evitar esto? ¿Quienes son esos hombres? ¿Las fans tendrán oportunidad de vivir? Mientras pensaba en eso, entramos al camerino corriendo y nuestro agente agitado y con el pelo enmarañado por la situación.

"¡Rápido, debemos irnos en este instante, saquen sus cosas y así como están, salgan, los guardias los escoltaran!" Gritó desesperado mientras metía las cosas importantes en el bolso.

"Pero ¿Y las fans? ¿No se supone que debíamos protegerlas?" Dijo Mark.

"¿Ahora que haremos?" Dijo Austin con la mirada fija en el suelo.

"Las fans ya están siendo salvadas, por favor chicos, vámonos de este lugar. Cuando estemos seguros podremos buscar soluciones." Rogó Zack.

"Tiene razón, larguemonos de aquí cuanto antes, ya pensaremos que hacer, no demos más problemas." Indicó Sam.

Salimos del camerino lo más rápido que pudimos mientras se oían las sirenas de los servicios de emergencias.

Lo único que me preocupaba es que no haya ningún muerto. No podría perdonarmelo.

Subimos a la combi y nos sentamos en silencio. Lo único que se oía eran las respiraciones profundas y rápidas que emanaban preocupación.

Sam decidió hablar.

"Chicos, está noche ha sido trágica, intentemos descansar y mañana hablaremos del tema, estemos preparados para lo que sigue. Dijo con cautela.

Sabíamos que lo que vendría sería terrible, desconocíamos si fans perdieron la vida y eso nos atormentaba. Deseábamos profundamente que nada les hubiera pasado, después de todo, ellas nos llevaron al lugar donde estábamos. Austin me saco de mis pensamientos.

"Dirty, debemos descansar. Intentemos pensar que nada les ha sucedido hasta que por lo menos tengamos la información adecuada." Austin me consoló.

Hace unos años, mis padres murieron por un tiroteo en un bar de Bangkok. Ellos fueron a festejar su aniversario y jamás volvieron. Fue muy difícil reponerse de tal pérdida, pero los chicos y Fire me apoyaron hasta poder dejar de recordarlos con tristeza.

Llegamos y cada uno en silencio se fue a su habitación. Decidí que era momento de intentar dormir sin mirar el celular, ya que el atentado sería la tapa de todas las noticias. Me puse mí pijama y me acosté mirando hacia el techo. ¿Sería este mí destino? ¿Porque se repite esta historia? Mí cabeza no dejaba de dar vueltas. Hasta que decidí que debía hacer algo.

En el bar...

Tenía puesta una capucha negra y un tapabocas negro para que nadie me reconociera. Este bar ya era mi hogar. Cada vez que me sentía abrumado venía aquí ya que no viene nadie y mucho menos a estas horas.

Al abrirse la puerta de la cocina, salió Kelly.

Kelly era la barista más graciosa y compañera que he conocido, ya éramos como hermanos y ella me conocía más que nadie.

Kelly observó el bar hasta que sus ojos se posaron en mí

"Cariño, vi en las noticias lo que sucedió allí, cuánto lo siento." Me miró con compasión y puso su mano en mí hombro.

"Kell, sabes que no me gusta que sientan lástima por mi. Además, no sé si mis fans están bien, ni nada. Esto es un desastre." Resoplé mientras me cruzaba de brazos y me acomodaba en el taburete.

"Todo tiene solución. No te dejes llevar por tu mente, aún no sabes cómo resultó todo esto. Te propongo algo, bebe una copa y escuchemos algo de música ¿Está bien?" Me miró con ojos de suplica.

"Bien." Resoplé.

"Muy bien." Dijo entusiasta.

"Ahora déjame llamar a la nueva moza, ella se encargará de atenderte ya que es su primer noche." Y se metió a la cocina.

¿Nueva moza? Lo que menos quería era una novata que prepare mí bebida mal en este momento. Así que decidí mirar por la ventana de la cocina y pude observar a una chica rubia con el pelo lacio y ondas al final que caían delicadamente en sus hombros. Sus rasgos no parecían ser de aquí, aunque no podía afirmarlo con certeza porque Kelly, tapaba la mitad de su cara.

¿Quien era ella?

            
            

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