Definitivamente la niñez impone al que más. La naturaleza le había hecho reservado y esquivo, no obstante el destino no quiso que se quedara así. Sabiamente cambió su carácter.
Deberíamos haber empezado por cómo respondía su nombre, pero era necesario preludiar con su carácter. Nada de común tiene su nombre.
La forma cómo hace sus gestos para pedir sus cosas es de mencionar. Nos percatamos que este ser guarda muchos secretos. Necesariamente este Jenky, de apellido Danko causa una agitación que hace tocar todas las fibras.
Esta etapa de su vida debería ser indispensable para su desarrollo emocional. Pero cuando muchos lo miran no piensan extraer nada de él. Cualquier ser de a pie tendría esa impresión, pero esperemos el porvenir. Puedes decir es que eran un don nadie y que ninguno apostaron por ellos, son los que mayor riqueza de toda índole nos han traído.
Su olfato no lo tiene tan desarrollado como el personaje de la novela el perfume. Es todo lo contrario, por ende da la ocasión de decir que sus acciones no va a depender de eso. Aunque es muy pronto de augurar algo, se debe destacar algunas cosas que sí le pueden permitir tener rasgos diferenciadores.
A pesar que en más de una ocasión ha rehuido de unos contemporáneos que deseaban jugar con él, no podemos basarnos en tan solo eso. No digo que no tiene nada que ver eso, solo que las distancias con sus cosas potenciadores que tiene, quedan marcadas. En poco tiempo de vida que tiene tampoco se debe hacer conjeturas. Los hombres de ciencia que lo siguen sin cesar al igual que mi persona tienden a discutir si de verdad este niño ahora tiene cosas por las que va de seguirle.
Como toda historia de vida al igual que una cámara del siglo XXI, nos centraremos en destacar las acciones dignas de contar del gran Jenky.
Temo un poco sobre la evolución que pueda ocurrir. Sabemos lo que somos pero a veces jamás conoceremos hasta dónde podemos llegar. He ahí está la diferencia de que nos depara el destino.
Los años al igual que la vida pasan rápido. Y el proceder del mañana no lo sabemos muchas veces. Mis entenebrecidos ojos tratan de mirar de reojo a este niño. Les diré siendo lo más fehaciente posible que la madre de jengi tiene conocimiento que unos espías y hombres de ciencia están detrás de su hijo.
Seguir de cerca a seres visionarios siempre acarrea un sinfín de problemas. Menos mal que los padres de Jenky no son aún unas eminencias. Mejor así que andar esquivando vuelta y vuelta. La razón del por qué no paro de continuar acá, más adelante lo sabrán.
Las demás personas que conforman la colonia norteamericana en este Valle siempre concurren a sus trabajos. No hay un día de descanso para ellos. Facilitarían el trabajo si alguno de ellos se quedaran. Pues habría con quién conversar. De esa forma haría como que no me doy cuenta del proceder de Jenky.
Siempre parece haber un desinterés de saber quien te sigue o está atento a la persona que quieres. En este caso no pasa eso. Suele suceder que emplear la frase nada es lo que parece, resulte siendo un adagio brillante. No obstante acá todo parece a una historia ya contada. Lo que pasa nos hace recordar a algún suceso que tranquilamente pudiera suceder en nuestras vidas. De no ser así ya no estuviera aquí para contarles la historia completa.
En esta mañana corre un viento álgido. La mayoría lleva algún abrigo sobre su piel. Parece ser que soy el único que no le importara que nevara por acá o que haya un clima de a perros.
Siendo más detallista, Jenky vino hace rato a darse una vuelta por esta mansión donde estoy introducido subrepticiamente. A pesar que de este sexto piso de dónde me encuentro puedo vislumbrar muchas cosas, no logro dar con las movidas extrañas de Jenky. Como si supiera que me interesa su vida, de rato en rato sale a ha dejarse ver. El resto del tiempo se dedica a esconderse dentro de su habitación.
Espero que cuando se siga desarrollando cambie su actitud. El ser muy serio y algo reservado desespera a más de uno. Así no se logra saber mucho de él. Nada pediría con ser sonriente, halagador y un ácido conversador y un asiduo conversador. Sigo pensando que en algo sigue intentar cambiar su comportamiento. Unos hombres de ciencia que no parecen darse por vencido llegan a tratar de hacer esa tarea.
Anteriormente Jenky les ha rechazado con autoridad. A veces el deseo ardiente puede más que cualquier rechazo. Eso parece estar sucediendo por acá.
Con un poco de tiempo de espera, los resultados saltan a la luz. Jenky el antes bebé secreto y ahora el niño extraño, les ha mirado como si fueran unas pirañas. Como no tiene más que hacer les ha dejado con los crespos hechos y ha salido corriendo.
Nadie esperaba esa reacción, pero la sorpresa está en todos lados. Ya ven por qué no trato de acercarme a este niño. A mí sí me dolería mucho que me deje desairado.
Iré a Tokio a divertirme un rato. Espero que cuando regrese le encuentre con una actitud que me anime a tratar con él. Con esa speranza partiré aunque después mi corazón salgs destrozado.
Nada perdería con intentarlo. Jenky no y su Boston podrían tratarme bien a mi regreso. Sé que no nos decepcionará, pues él...
Un poco de tiempo después...
He vuelto a mi paraje nuevamente. Me gustaría contarles las historias de locos que tuve en Tokio, pero esto no se trata de mí. Más bien ya le he visto algo crecido a Jenky. Muy responsable lo he cateado últimamente. Le he visto en un par de familiares femeninos. No sé que grado de parentesco tienen con él y hasta qué punto le resulta agradable sus presencias. Me han mirado muy desafiantes. Esas miradas que vierten son como unas fieras salvajes iracunas.
Ahora pienso que la vida puede ser encantadoramente divertida. Desde luego que es un misterio por descubrir, más lo veo así con Jenky. Ya estaría en casa si no me resultara tan estimulante su vida. Realmente victorioso se puede sentir cualquiera que estuviera en mi lugar.
He tomado una decisión seguirle más de cerca a Jenky. Ya no me importa si me meto en problemas. Si alguna vez les cuento algo a la ligera sobre él, deben saber que ando en problemas y no he llegado a entrar en detalles en ese asunto.
Con la más sincera apreciación en el próximo encuentro les voy a detallar un poco más lo que este valle guarda en su interior.
Cuánto debo recabar información que me han enviado Unos infiltrados que trabajan con los hombres de ciencia.
¡ Qué estarán planeando aquellos!