Sol  De Medianoche... Luna de Plata - Libro l
img img Sol De Medianoche... Luna de Plata - Libro l img Capítulo 2 01
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Capítulo 2 01

15 años después.- 2015

Hoy será un día especial, lo presiento, hoy todo cambiará, hoy dejaré esta

manada y comenzaré con la búsqueda de mi "igual", no quiero irme pero tampoco

puedo quedarme, ya no soporto más estar aquí con estas personas que no me quieren.

-Emma baja de esa nube y termina de hacer la comida no te doy techo y asilo

para que estés de vaga- dice mi padre mientras yo comienzo a servir el desayuno

en cada plato, somos una familia pequeña: mi papá, mi hermano mayor Emir y mi

otra hermana Emile, y luego estaba yo la más pequeña Emma y la persona que mi

papa más odia en este mundo, dice que por mi culpa nuestra madre murió y que

con todo y eso la diosa de la luna tuvo el atrevimiento de bendecirme, la

verdad que eso no lo entiendo del todo pero tampoco entiendo mucho esto de ser

un lobo nadie de la manada me habla y nadie me explica nada, dicen que mi papa

está loco a pesar de ser su alfa ellos murmuran esas cosas, somos de la manada

luna dorada, es una manada muy pequeña, pero aun así no evita que sean crueles,

mi papa dice que ellos son así por mi culpa, y la verdad que eso tampoco lo

entiendo mucho- Emma, por la diosa, te dije que te apresuradas- Salí de la

cocina con las platos del desayuno y los puse en frente de cada uno, esperé

paciente para saber si les gustaba - ¡ESTO SABE HORROROSO!, SERA QUE DESPUÉS DE

TODO AÚN NO HAS APRENDIDO NADA- dijo mi padre mientras lanzaba el plato cerca

de mi cabeza, se puso de pies y me abofeteó, mi hermano por inercia se pone de

pies justo frente de mi- Emir hazte a un lado, ya hemos hablado de esto no

puedes recibir todos los castigos de Emma, si ella hace algo mal ¡ELLA LO TIENE

QUE PAGAR!- no pude evitar aferrarme a la camisa de hermano, mientras este no

se inmutaba por nada su cuerpo me protegía por completo, no pude evitar soltar

algunas lágrimas mientras veía como mi padre salía de casa al ver que mi

hermano no se iba a mover de donde estaba.

-¿Sabes algo Emma? ya deberías de largarte de esta casa si es que no quieres

seguir viendo a nuestro padre molesto- dijo Emile mientras recogía su bolso y

salía de casa para ir a la escuela, ella tampoco me quería ella me odiaba al

igual que me padre, yo solo podía llorar.

- Tranquila princesa, vamos tengo que enseñarte algo, ya es hora de que esto

termine y comiences a ver todo de otro color- dijo mi hermano mientras me

abrazaba y me hacía subir las escaleras, caminamos hasta su habitación, cerró

la puerta detrás de él con seguro y me hizo sentar en la cama y él se sentó

frente a mí- cada día te pareces más a nuestra madre Emma, también sé que no he

sido el mejor hermano del mundo, pero te tengo que entregar algo que es muy

importante y que nuestra madre dejo sólo para ti- se paró de su asiento y entro

a su vestidor mientras yo jugaba con mis manos ya un poco más calmada, era la

primera vez que mi hermano me trataba de esta manera y me decía este tipo de

cosas, pero no era la primera vez que me defendía de papa, lo veo bajar una

caja desde lo más alto y profundo del vestidor y regresa a sentarse en su lugar-

esto lo dejo nuestra madre el mismo día que naciste, ella ya sabía que nos

dejaría y se lo había comentado a nuestro padre, luego de que mamá se lo dijo

este salió furioso y allí nuestra madre me llamó, me dijo que tú eras especial

que ella lo podía sentir, me dijo que guardara esto para tu cumpleaños número

15, ese sería el día de tu transformación.

<

que, feliz cumpleaños hermanita- mi hermano me abrazo como nunca lo hizo y

sentí como lloraba, ya yo estaba en un mar de lagrima, no entendía nada, se

separó de mí y me entrego la caja, dentro había unos cuantos documentos y al

fondo de esta una cajita que al abrirla abría un colgante con una luna llena de

plata y cristal.

- Es hermosa- mi hermano miro el colgante con interrogación

-Es la primera vez que veo esa cajita aquí, nuestra madre me permitió ver la

información pero nunca vi la caja, o a lo mejor ni le preste atención.

<

firmados por mí, aquí está la tarjeta de la cuenta bancaria que nuestra madre

dejo para ti y la llave de la casa que esta misma deja para ti, yo puedo firmar

esto y dejarte ir, solo tú tienes esa decisión pequeña, no te quiero perder,

pero tampoco quiero que él te lastime, ve el lado bueno de esto, saldrás en

busca de tu igual, siempre tendrás a donde regresar- el no dejaba de llorar, se

paró de nuevo y regreso con una pluma dorada, él era el próximo alfa y solo

ellos tienen esa pluma, agarro los documentos y los firmo- eres libre pequeña,

no sabes cuándo será tu transformación, esta no debe de pasar de la media noche

solo vete cuando lo veas conveniente y no mires atrás- lo mire asustada, él

sabía lo que pasaba por mi cabeza- yo te cuidare de lejos y estaré al pendiente

de ti, cuando nuestro padre muera me convertiré en el alfa de la manada y te

traeré de vuelta.

No sabía qué hacer, estaba en el bosque intentando controlar mi emociones

hasta que me rompí en mil pedazos, sabía lo que tenía que hacer, tenía que

irme.

Al salir del bosque, camine directo a casa en el salón se encontraban todos,

el beta de mi padre al igual que su omega y también estaban sus hijos, todos me

miraron extraño, sé que no les agradaba, dicen que mate a la luna de su manada,

así que solo los ignore he intente seguir caminando pero un olor a uvas y

vainilla lleno mi olfato y al instante me tense, ese olor provenía de Mark el

hijo del omega de mi padre, este me miro por un instante, él sabía lo que

estaba pasando, pero él me odiaba al igual que todos.

Yo sólo quería que mi igual no fuera de esta manada o que tal vez fuera un

humano, mi hermano se posiciono a mi lado y me miro con preocupación, todos

estaban expectantes. Mark se acercó a su padre y este le hablaba serio, este

otro solo asiente y sé que pasara a continuación.

-Emma vámonos- esa voz era tan dulce que me desconecte por

un momento

-¿Quién eres?- pregunte en voz alta a lo que todos me miraron

- Soy tu loba, Emma tenemos que irnos, necesito salir - no

sabía que estaba pasando nadie me dijo que nuestros lobos hablaban con nosotros

-Yo...- no pude terminar de hablar porque Mark me lo impidió diciendo lo que

yo me esperaba.

-Yo Mark Lars, futuro omega de la manada luna dorada, te rechazo a ti, Emma

Blaskov, como mi igual- sentía como me desgarraban el alma caí al suelo de

rodillas el dolor era insoportable, pero este de un momento a otro paso y escuche a la voz dulce decirme lo que tenía que hacer

-Recházalo Emma- mi hermano me levanto y vi a mi papá dando

la aprobación a mi rechazo, este me miro con desprecio y justo ahí se rompió

todo lazo con él, hizo lo que tanto quería, me destruyó.

-Fuiste, eres, y siempre serás el peor alfa para esta manada- todos me

miraron atónitos, no podía verme pero sé que algo pasaba conmigo porque de

pronto sus caras cambiaron una de susto, pero con todo y eso el que era mi

padre me tomo la mirada- yo Emma Blaskov, hija del alfa de luna dorada y

hermana del futuro alfa deserto de la manada luna dorada, solo volveré el día

en el que mi hermano tome su puesto como alfa y - digo mirando a Mark - acepto

el rechazo de Mark Lars de ser mi igual- vi como este último caía al suelo y se

retorcía peor que yo- desde ahora la hija del alfa de luna dorada se ha vuelto

una Rogue- hice una pausa y lo mire atentamente- espero estés feliz con el resultado, esto era lo que querías desde un principio, no conocí a mi madre, pero sé que

estaría decepcionada de ti al ver que le has roto el alma y el corazón a su hija y que con sólo 15 años la has hecho irse de casa - luego mire a Mark que aún no se componía- y espero que te duela más de lo que me dolió a mí, recuerda

que un alfa, un beta, o un omega no viven mucho tiempo sin su igual, y si viven

enloquecen - subí a mi habitación con mi hermano pisándome los talones y guarde

todas mis cosa en un pequeño bolso, al darme la vuelta mi hermano sostenía la

caja con los documentos y en su otra mano el colgante, este al verme bien me

miraba asombrado.

-Emma tus ojos... son diferentes- me acerque al espejo y vi mi reflejo uno de

mis ojos era de un color casi blanco y el otro era de su color miel- nuestra

madre tenía razón... si eres especial- después de decir eso me tendió la caja con

todo lo que necesitaba para empezar de cero, tomé el colgante y me lo coloque-

sé que nunca te lo dije pero te amo hermana y espero verte seguido- yo solo le

sonreí y baje todo- al estar otra vez en la sala mi padre se puso en mi

camino, solo me miraba, en sus ojos pude ver algo que nunca vi antes, el seguía

ahí, sin más lo rodee y seguí hasta la puerta.

-¡¡NO, ESPERA!! No me puede dejar así, no te puedes separar de tu alma

gemela- este se acercaba a mí con los ojos totalmente rojos por la ira, intento

tocarme, pero me aleje de él antes de que lo hiciera- así como yo tú no vas a

durar mucho tiempo, eres descendiente directa del alfa- dijo con dificultad, sé

que aún le dolía pero ni mi loba ni yo sentíamos compasión por él.

-¡¡TÚ ME RECHAZASTE!! Ahora sufre como un perro abandonado- esa no era yo,

era mi loba hablando por mí, lo sabía, no deje que respondiera y me fui de allí

sin mirar atrás sin nada que me atara a ellos sólo la leve promesa de algún día

volver junto con mi hermano yacía en mi corazón.

            
            

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