viva mi rutina diaria.
Terminé de entrar a la casa y me fui directo a hacer mis maletas, al
terminar esto fui a darme una ducha para alistarme para el vuelo, en este viaje
no puedo darme el lujo de dejar a la mitad mis compromisos de trabajo, esa es
una de las razones por la cual Lena se irá conmigo, tengo miedo de llegar allí
y ver que todo sigue igual a como lo dejé. Esta vez no voy a dejar que me
desprecien, les haré entender que la Emma de antes desapareció, así sea una
total mentira.
*
Abordamos el avión en silencio, Lena es demasiado silenciosa, solo se dirige
a mi persona si es para el trabajo, y a pesar de a ver almorzado juntas esta
tarde, no compartimos mucho dialogo.
-Jefa usted ira en primera clase su asiento es 22v, queda junto a la
ventanilla, yo iré en clase turista...-la interrumpí antes de que siguiera.
-Lena para el vuelo de regreso reservas dos asientos a primera clases, las
ventajas de que seas mi asistente personal y secretaria es que no te separes de
mí en ningún momento del día, estamos de acuerdo en eso -ella asintió un poco
apenada, y se dirigió a clases turística, yo por otro lado, me fui a mi
asiento, justo al lado de la ventanilla, luego de haberme sentado, sentí como
el lugar a mi lado era ocupado por mi compañero de viaje, y ese olor a vainilla
y mentas, entro por completo a mis fosas nasales, gire mi rostros sin ningún
tipo de delicadeza, ¡era él!, estaba sentado justo a mi lado, me quedé
perpleja, este miraba al frente, pero yo estaba muy consciente de que él sabía
que yo lo estaba viendo.
-Mi hermano quiere que me disculpe con usted... Emma -dijo este haciendo
nuevamente eso con mi nombre- así que no tuve más remedio que venir hasta usted
sin importar las consecuencias- mire al frente y no pude evitar sentirme
agobiada.
-¿Sabe? Pudo esperar a que llegara de mi viaje, sólo tenía que haber
esperado que llegara de este en una semana, no tenía que haber tomado esta
clase de molestias- sentí su mirada clavada en mí, me estaba poniendo
realmente nerviosa, giré a mirarlo y choqué directamente con esos
ojos color miel, este me miraba de una manera tan intensa, que sentí mis
piernas temblar.
-Sólo quería disculparme por ser un total cretino contigo Emma -dijo este
mirándome a los ojos.
-Lo siento, lo puedo tutear- en sus ojos vi un brillo de reconocimiento por
haber dicho aquellas palabras, que él ya había dicho horas atrás.
-Para mí sería un placer que me tuteara, Emma- y dale con hacer eso con mi
nombre, sentí mi cuerpo erizarse por completo, él sabe cómo poner a una mujer
nerviosa.
-Bueno Eros, creo que no estabas del humor suficiente esta tarde, como para
ser un poco más caballero con mi persona - dije un poco dura, y este sólo me
miraba de esa manera tan intensa, y por un momento pude ver en sus ojos un
brillo dorado en estos, y estoy muy segura de que no fue mi imaginación, él era
un lobo y no sé cómo puede ocultar su olor- ¿tiene algún evento en Rusia?- dije
cambiando drásticamente de tema.
-Bueno sí, seguir a una pelinegra de cabello rebelde y de ojos que
hipnotizan, si no es un evento de primera no sé qué lo es- dijo este con
un indicio de sonrisa, lo miré detenidamente, al igual que él lo hacía conmigo,
pero nuestro juego de miradas fue interrumpido por la irritante voz de una
azafata a nuestro lado.
-Buenas noches algo que quieran pedir para el viaje- fui la primera en
apartar la vista de él y concentrarme en la azafata
-Quiero una ración de torta de chocolate oscuro y un jugo de fresa, por
favor.
-Esta asintió a mi dirección luego miro a Eros, y me di cuenta que me seguía
viendo, la azafata al ver que él no pediría nada se fue.
-¿No crees que es muy tarde como para comer chocolate?- reanude el juego que
había dejado hace rato y lo mire de vuelta.
-Nunca es mal momento para el chocolate, Eros -dije lentamente esto y el
solo dio una sonrisa de lado, y por la diosa, que sonrisa.
-No lo creo Emma, odio el chocolate- al escuchar esto lo mire
incrédula, a que ser viviente no le puede gustar esa adicción de dioses- por tu
mirada puedo deducir que te sorprende que lo odie, pero realmente odio el
chocolate, no le encuentro el gusto a este.
-Creo que no podré aceptar sus disculpas señor Sanabria- dije acomodándome
en mi asiento y mirando al frente- y dudo también que podamos ser amigos-
dije mientras sentía, como este se tensaba a mi lado, lo mire de reojo y
tenía el ceño fruncido mirando al frente - pero puede que acepte sus
disculpa y sea su amiga, si me regala una caja de bombones de chocolates, a mi
regreso a Londres- lo mire y este tenía una sonrisa de dientes en sus rostro,
maldita sonrisa.
-Lo pensare - dijo este mientras se acomodaba en sus asiento.
*****
Al bajar del avión no vi a eros, su olor había desaparecido así como llego,
caminé junto a Lena hasta la zona donde nos estaría esperando Emir, sólo lo
había visto por fotos durante estos 5 años y no podía creer lo alto y hermoso
que estaba mi hermano, este al verme sus ojos casi salen de sus orbita, este no
espero nada y me abrazo.
-Enana estás... enana, como siempre, pero hermosa - me separé de este y lo
golpee levemente en el hombro, no pude evitar querer llorar, él era la única
persona que había estado conmigo siempre, y ahora lo podía abrazar- te extrañé-
dijo mientras me volvía a abrazar, no pude evitar soltar el llanto.
-Yo también te extrañé hermanito- dije en un susurro, detrás de él a
lo lejos pude ver a Eros, este me miraba directamente, con su expresión seria,
recordé que él cree que Emir es mi novio, me maldije mentalmente por no haberle
aclarado eso.
-Eres un poco tonta de vez en cuando- dijo cristal
sacándome de mis pensamientos.
-Cállate cristal, luego resolveré ese asunto -dije mentalmente mientras veía
como Emir me sonreía.
-Si me quedo sin Igual será tu culpa Emma, y jamás me volverás a
escuchar -dijo soltando un gruñido- te diría que no me
volverás a ver pero ni te has visto transformada - me frene en
seco, era verdad, nunca me he visto transformada, en ningún momento me había
preocupado por eso, hasta ahorita.
-Eso lo resolveremos- le dije mientras reanudaba mi paso al ver que Emir y
Lena me miraban.
-¿Que le sucede jefa? - pregunto Lena con preocupación.
-Solo un pequeño mareo- Lena asintió y siguió caminando, emir se posicionó a
mi lado.
-Nathan, me acaba de decir algo curioso que le dijo tu loba - lo mire
perpleja- si Emma ellos se comunican, así como tú y yo, ellos son hermanos, hay
que arreglar eso de tu transformación, ella tiene que salir, Nathan me ha dicho
que ella sólo ha tomado el control de tu cuerpo, pero que aún no ha salido, y
eso es un poco peligroso, hoy haremos que tu transformación suceda- yo solo
asentí y seguí caminando, este día sí que sería largo.
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Entramos a la casa que jamás pensé volver a pisar, todo estaba como lo
recordaba, a pesar que mucho de los electrodomésticos eran avanzados y la
pintura de las paredes ere otra, los cuadros seguían en donde mismo, había
muchas fotos de Emir y Emile, mías no habían, nunca hubieron fotos mías, no que
yo recuerde.
Al entrar a la sala de estar vi a una chica sentada en el sofá leyendo un
libro, pude deducir que era uno de poesía, la chica era realmente hermosa,
cabello negro azabache, como el mío, pero el de ella era totalmente lacio, esta
al sentir mi presencia, me miro, no lo podía creer, era Emile, estaba hermosa,
ella me miraba de arriba abajo, como si yo fuera un espejito, esta miro a Emir
y luego otra vez a mí.
- Nuestro padre está impaciente Emir, él quiere verla - dijo esto mientras
me miraba, sus ojos no decían nada, pero su voz dejaba al descubierto un vilo
de sorpresa al saber que yo estaba aquí- Emma- dijo mientras se podía de pies,
y se acercaba lentamente a mí, cuando estuvo a pocos centímetros de mí me
abrazo con fuerza- te he extrañado tanto, lamento mucho lo que te hice,
hermana, sé que no me merezco tu perdón, pero estaba enojada- esta comenzó a
llorar y por inercia lo hice yo, esta se separó de mí y logre ver tristeza en
sus ojos- vamos arriba nuestro padre te espera- me tomó de la mano y comenzamos
a subir las escaleras, no estaba preparada para esto, pero era hora así yo no
lo quisiera, nos frenamos frente a una puerta - él está allí adentro, entra
cuando estés lista- ella me dejo allí parada frente a la puerta de la
habitación de mi padre, no sabía qué le iba a decir pero sabía que el sí tenía
cosas que decir, así que me arme de valor y entré a la habitación cerrando la
puerta detrás de mí, la habitación estaba a oscuras por completo, pero pude
distinguir su cuerpo sobre la cama.
-"Y TU SERAS SU PRIMER
GOLPE, SU PRIMER DOLOR, SU PRIMERA DECEPCION"- escuche como decía
eso -esas fueron las únicas palabras que me dijo la diosa el día de tu
nacimiento Emma- dijo mientras se movía- y tenía toda la razón al decir esto,
te fallé Emma, o cristal, así te llamo ella. Te dio dones que ni tu misma sabes
que tienes, el día de tu nacimiento fue, el día más triste y más feliz de toda
mi vida, te pareces tanto a ella, Emma, no pude evitar odiarte, después de que
te fuiste hace 5 años quedé destrozado - tenia tantas ganas de gritarle, pero
no era lo indicado su corazón estaba delicado y no quería que mis hermanos me
odiaran- sé que no tengo cara para decirte lo que te estoy diciendo pero te
amo Emma, eres mi pequeña, mi bebe, estaba dolido contigo y con la vida por
haberse llevado a mi luna y cometí tantos errores, hice que te odiaran, y con
todo y eso, eres la viva imagen de la humanidad que pueden poseer las bestias,
lamento que tu mate te rechazara, la diosa dijo que sufrirías por eso, pero que
lograrías amar a cualquier cosa que caminara en el mundo se frenó y sus ojos
amarillos me miraron directamente- Emma hija mía, ¿tú me odias?
No sabía en qué momento comencé a llorar, pero sabía que no odiaba a
mi padre, no aceptaba su comportamiento pero no lo odiaba. Negué repetidas
veces, mientras más lágrimas caían de mis ojos. Todavía decía cosas sobre
la diosa, no entendía de que estaba hablando, Salí de la habitación sin decirle
nada tenía que pensar ya más tarde intentaría hablar de nuevo con él, solo sé
que ahorita no puedo.
*
-Ok Emma una vez más, ya es tarde, solo necesito que cierres los ojos y
te relajes, concéntrate y has que ella salga- hice lo que me pidió mi hermano y
sentí como mi cuerpo se comenzaba a relajar y las pocos minutos un dolor
soportable corría por todo mi cuerpo, este dolor paro y al abrir mis ojos
mis manos no estaban allí, una patas grades y blancas estaban en sus lugar.
-Woow, esto es genial- dije mientras sentía la diferencia en mi cuerpo
-Vamos Emma déjame tomar tu lugar- sabía que cristal estaba
impaciente así que solo me deje llevar, vi que ella comenzaba a correr hacia la
profundidad del bosque cerca de casa, cuando llegamos a un terreno plano en el bosque
me detuve, sentía una presencia extraña, sólo unas pocas veces la sentí, entre
los arboles pude ver dos ojos totalmente rojos, la oscuridad de la noche
no me dejaba ver muy bien su cuerpo pero sabía quién era, el olor a vainilla
y mentas llego a mí y supe que era él.
-Cristal es Eros- esta aulló y el corrió, Salí detrás del pero su olor
se desvaneció y quede desorientada, ya no estaba se había ido.
-Emma él no es un lobo, y sea lo que sea que es, no sé si es bueno.