Tengo ya media hora intentando terminar pero un bloqueo mental me está carcomiendo el
cerebro y no me sale nada de la mente para este proyecto, pero sé que algo se
me ocurrirá, tengo que hacer algo para poder demostrarle a estas personas que
invertir en este proyecto vale la pena, a los minutos, las ideas se comienzan a
formar en mi mente, pero mi inspiración fue interrumpida por mi teléfono
dejando ver la foto de mi hermano Emir.
-Buenas querido alfa, ¿a qué debo el honor de su llamada?- dije mientras me reía, su
voz hermosa se escuchó al otro lado del teléfono que a los pocos segundo,
este carraspeó y se detuvo, algo andaba mal- ¿Qué sucede Emir?
-Emma, no sé cómo decirlo pero tienes que regresar, nuestro padre está en sus últimos días,
y ha pedido verte -me quede en shock sabía que Emir seguía hablando pero
realmente no lo escuchaba- ¿Emma estás allí?- salí de mi trance y sólo pude
hacer un sonido para nada normal con la garganta- él quiere verte, tiene que
decirte algo, ya le dije que yo te daría el mensaje pero sólo quiere hablar
contigo, creo que es algo inevitable, y sé que no quieres verle, después de lo
sucedido hace años, él se niega a irse sin verte así sea por última vez.
-Voy a ir
mañana, a primera hora salgo a Rusia para poder hablar con Josep, Lena va a
tener que acompañarme, nada de hablar de lobos en su presencia, Emir, y lo digo
muy enserio- dije mientras me ponía de pie tomando unas cuantas cosas de mi
escritorio.
-Está bien
pequeña te espero con ansias, y aunque no lo creas Emile te extraña, ya acepta
que nada de esto es tu culpa - yo solo asiento sabiendo que no me puede ver- Hasta
pronto nena te amo.
-Yo igual
Emir, yo igual.
Salí de la
oficina dejándole como recado a Lena nuestro viaje. Era hora del almuerzo y
solo pensaba en lo rica que era la comida del restaurante de la esquina de mi
edificio, la ubicación como tal era mía pero el lugar es de marco, un chico de
unos 26 años que conocí cuando llegue a Londres ese día tan triste, desde ese
día no he vuelto a escuchar a mi loba, no era normal pero su igual la rechazó,
así que es justo que ella desapareciera y ya, marcos era un chico muy dulce
pero no me atraía para nada.
-Buenas
tardes señorita Emma, tenía unos cuantos días sin venir -dice marcos al verme
acercar a él.
-Sí, son
días atareados en la empresa, y a pesar de que tu restaurante queda en mi
edificio se me es difícil venir pe...-iba a decir algo importante, pero un olor a
vainilla y menta de saco de mi eje central, ese olor era delicioso, mire
alrededor pero no encontraba de donde venía ese olor.
-¿IGUAL?
Este olor es más delicioso, no sé lo que pasa pero, Emma intenta saber de
dónde viene ese olor -me
quede estupefacta ella después de 5 años es que aparece y dándome órdenes.
-Sabes
llevas tiempo sin aparecer, un hola como has estado no estaría nada mal -dije
sarcástica solo para ella.
-O vamos sé
que has hecho estos 5 años así que deja el drama y busca de donde proviene ese
delicioso olor, me vuelve loca- la ignore. Vi el restaurante detalladamente solo
habían empresarios importantes y ese olor comenzaba a desaparecer - Emma lo
dejaste ir, él era nuestro - gruñó y yo no pude evitar dar una sonrisa a la
nada por lo posesiva que es.
-Marco
quiero mi almuerzo para llevar, lo de siempre -el asiente y se va, me siento en
la barra a esperar mi pedido- primero, no es nuestro, no es algo normal que un
lobo después de ser rechazado consiga otro igual, a no ser que Mark este cerca,
y segundo, ¿por qué desapareciste?, no sabía que te había afectado tanto lo de
Mark- le dije a mi loba.
-Bueno no
fue por él- dijo un poco pensativa -es un imbécil de primera que sacó mi peor
faceta, en el mismo instante en el que te estaba conociendo, y además solo
quería ver cómo te desenvolvías sola, siempre estuve allí además eres una
híbrida, no tengo que estar contigo siempre hablándote, y sobre lo de tener dos
iguales, ni idea, pero ese olor no era el que desprendía Mark el día que lo
conocí.
-¿Una
híbrida? ¿Qué quieres decir con eso?
-Emma tienes
genes de ninfa, pensé que lo sabías -dijo ésta muy entusiasmada - son seres
realmente hermosos que pueden controlar ciertos elementos, cosa que aún no veo
en ti, lo más obvio es que seas una ninfa del bosque, pero aún no lo sé, aunque
sí sé que tienes ciertas características de ellas, como lo hermosa y cariñosa
que puedes llegar a ser y el poder de cautivar a cualquier hombre para que hagan
lo que tú quieras, el día en el que aparecí tus ojos cambiaron lo recuerdas-
asentí sutilmente- desde ese día permanecen iguales, es porque tu lado de ninfa
salió a la luz junto conmigo.
-No, eso no
puede ser, investigue y lo que tengo es heterocromía- dije para mis adentros,
sabía que era extraño porque esta condición la tienes desde que naces y yo la
tengo desde los 15 años, y por eso desde entonces sólo uso lentillas, pero eso
no significa que de verdad sea una ninfa- y ¿cómo es eso de que hago que otros
hagan lo que yo quiero? No entiendo nada de esto, tendré que investigar más
adelante.
-Lo puedes
investigar, pero te haré un refrescamiento de memoria, Recuerdas ese día en el
que llegaste aquí, ese señor que no te quería dar trabajo, tú lo miraste de esa
manera tan peculiar tuya y así como si nada te dio el empleo, y así hasta que
llegaste a tener el edificio, la mayoría de las cosas que tienes es porque
cautivas a los socios o comerciantes con los que te asocias, ¿sabes?, pensé que
lo sabias, tienes que hablar con Emir sobre esto, él debe de saber de quienes
son los genes de ninfa que tienes tú, ahora si me disculpas me voy luego te
contare más cosas que sé sobre las ninfas -a lo que ella desapareció, primero; me di cuenta
que todavía no sabía su nombre, segundo; ¿cómo sabía todas esas cosas?, luego
tendría que hablar mejor con ella, al segundo de sacar mis preguntas
conspirativas llego marco con mi pedido.
-Por qué no
te quedas a comer -mire a marco por un segundo y se me vinieron a la mente las
palabras de mi loba, Marco sólo estará cautivo o realmente le atraigo, no le
daré mucha importancia, tengo que estar muy segura de todas estas cosas.
-Lo siento
marco pero tengo una junta en media hora y no quisiera llegar tarde -este sólo
asintió, y yo salí de allí como alma que lleva el diablo.
-Tuve un
almuerzo tranquilo en mi oficina con Lena, que cuando llegué aún no iba a
almorzar, en todo ese tiempo el olor a vainilla y menta estaba en mi mente, no
podía ser posible que tuviera otro igual, eso era mínimamente imposible, y si
era mark... hmm, no lo creo porque Mark olía diferente, lo dijo mi loba él huele
diferente, el olía a uvas y vainilla y este olor tenía presente la vainilla
pero la menta me envolvió de una manera única, muy diferente al olor que me
transmitía Mark. Pasando así los minutos llegó la hora de la junta con los
nuevos inversionistas, salí rumbo a la sala de juntas y al estar fuera de esta
el olor a vainilla y menta se intensifico, mi loba estaba inquieta lo sentía
pero no decía nada, recobré la compostura y abrí las puerta, eran tres empresas
diferentes, la que nos acompañaban hoy, mire a todos los presentes con cautela,
la mayoría eran hombres, pero no sabía quién desprendía el olor.
Me senté en
la punta de la mesa, tenía que salir de aquí rápido mi loba me estaba poniendo
inquieta y odio sentirme así, pero ese olor me inquietaba en magnitudes
industriales.
-Señorita
Blaskov, ¿se encuentra bien? -me pregunto uno de mis ingenieros a mi oído- la
noto un poco pálida- yo solo negué.
-No leo, no
me encuentro bien, creo que me ha subido la presión un poco pero ya se me
pasara, dile a Anne que me traiga un poco de agua con azúcar- la reunión
comenzó y el olor se hizo presente en la sala de una manera muy intensa, ya no
estaba tan inquieta pero me sentía irritada al no saber de quién era ese aroma.
-Bueno
señorita, nuestra empresa de verdad quiere aportar un granito de arena, para
las comunidades de áfrica, es realmente hermoso lo que intenta hacer y queremos
ayudarla a lograrlo -dijo este, salí de mi trance.
-Me alegra
que no solo a mí me encante este proyecto, eh señor Sanabria, ¿no?- este
asintió- me encantaría asociarme con usted para este proyecto- le dije con una
de mis más sinceras sonrisas, me encantaba que se interesaran en mis proyectos
y él era un hombre al cual debía tener como socio, era unos de los italianos
más poderosos en lo que negocios se trataban, y yo quería que este proyecto
fuera un éxito total, este me devolvió la sonrisa y miro a su derecha y por
inercia yo igual.
Siento que
todo el tiempo se detuvo, ese hombre no estaba allí cuando llegue a la sala ¿en
qué momento entró? ¡Era bellísimo!, cabello negro alborotado pero a la vez muy
arreglado, mentón cuadrado, a pesar de estar sentado se podía apreciar que era
verdaderamente alto, unos ojos miel que te hacían derretirte, de tez morena, ¡Demasiada
belleza!, él no me miraba estaba viendo al sujeto de hace un momento, tenía una
mirada seria, tan seria que de verdad daba miedo, me recompuse y comenzar a
hablar de nuevo.
-Bueno
señores, tengo como idea hacer a finales de mes un viaje a el primer pueblo de
África donde esta idea se implementará, sé que es arriesgado y todos no
disponen de tiempo, pero de verdad me encantaría que hiciéramos este viaje.
La junta ya había
terminado y todos salimos de la sala de conferencia, me despedí de cada uno de
ellos, estos prometiendo que asistirían al viaje, ese exquisito olor se me hizo
más fuerte y presente, vi que el señor Sanabria se me acercaba con aquel
hombre... o por la diosa es él.
-O nena
claro que es él, ese dios griego es nuestro- sonreí a su dirección del hombre que ya conocía, y
este me la devolvió, intente ignorar el comentario de mi loba pero mi cara ya
estaba roja de la vergüenza, me sobresalte al tener a ese hombre cerca.
-Déjeme
decirle, señorita Blaskov, que los rumores son ciertos - dijo el señor Sanabria
-es una mujer sumamente hermosa e inteligente, mire todo lo que ha construido
teniendo sólo 20 años- dijo este de forma casual- creo que no me he presentado
correctamente, mi nombre Eliot Sanabria, y el gruñón es mi hermano Eros
Sanabria, quisiéramos saber si le apetecía tomarse un café con nosotros- lo
mire por unos segundos, y mi vista luego viajó al hombre más alto que el, este
me miraba serio, sin una chispa de nada en sus ojos, vaya me huele a que esto
va a ser difícil.
-Es un
placer - dije dándole la mano al más bajo, intente darle la mano a eros, pero
éste sólo miro mi mano, un golpe bajo al orgullo pero ¿qué más da?, el
desprecio es algo con lo que he vivido siempre, pero por alguna razón
duele, este simple gesto me duele más que cuando Mark me rechazo, alejé mi mano
de él y puse ante mí a la mujer que soy, deje de sonreír y los miré a los dos -Lo
lamento señores, pero para mañana tengo un viaje y tengo que prepararlo todo-
el más bajo me miro con decepción y yo solo pensaba en como calmar este dolor
que sentía en mi pecho, no me rechazó y tampoco quiero saber cómo se sentiría-
ahora si me disculpan tengo cosas que hacer- dije esto más brusca de lo que
quería pero ser así es lo único que se para protegerme de quien sea, me di la
vuelta e intente alejarme pero fue toda una misión fallida, uno de ellos me
tomo del codo, sentí un escalofrió pasarse por mi cuerpo, seguí la mano para
saber quién era el dueño de esta, y vaya que sorpresa- ¿si dígame?- dije dura,
odiaba que me tocaran, sólo quería irme de su presencia.
-Lo lamento
creo que fui un poco descortés con usted señorita...- intento terminar la frase
con mi nombre, pero así como él, yo igual era una mal educada, me costó un poco
decirle mi nombre de pila, pero estaba cautivada por esa voz tan varonil y
adictiva.
-Emma, mi
nombre el Emma Blaskov, ahora dígame en que puedo ayudarle, como ya dije tengo
cosas que hacer -me estaba molestando, vi un indicio de risa en sus labios, y
me tense de inmediato, éste se acercó un poco más a mí, y ahí me di cuenta que
seguía tomándome del codo, mire justo ahí y el pareció entender que no quería
que me tocara, pero no se alejó y la verdad me sentía intimidada.
-Lo siento, ¿la
puedo tutear?- yo sólo asentí a su pregunta - bueno Emma- había dicho mi nombre
tan lento que sentí que lo besaba en cada letra, uff ¿por qué no pude tener un
nombre más largo?- lamento si fui grosero al no estrechar su mano pero en serio,
nos encantaría ese café con usted- lo mire detenidamente.
-Hmm de
verdad que tengo cosas que hacer y...- mi teléfono comenzó a sonar, hice una
señal de disculpa, y contesté.
-Buenas
diga,-dije alejándome de ese hombre tan enigmático
-Emma,
necesito que salgas hoy mismo para acá, a nuestro padre le dio un infarto y los
médicos de la manada no creen que pase de 2 días, -me frene de golpe al
escuchar toda la información, mire por encima de mi hombro y ellos seguían allí,
volví mi mirada al frente poniéndome un poco más recta.
-Déjame hago
el trámite y salgo esta misma noche Emir -note que él se estaba acercando, su
olor se hacía más prominente- tengo que dejarte emir, te amo.
-Yo más
hermanita - dicho esto colgué y giré sobre mis talones, encontrándome con un
fornido pecho y una mirada que asesinaría a cualquiera si estas matara.
-Lo siento
tengo que irme, creo que ese café puede ser para otro día - dije mirando a
Eliot y no a Eros, vi a Lena a lo lejos y le hice señas para que se acercara,
me aleje un poco de Eros y este seguía mirándome de esa manera- Lena necesito
que busques boletos de avión a Rusia para esta noche, y no más los tengas
llamas a Emir informarle de la hora de nuestra llegada- esta asintió y se fue-
lo lamento de verdad- dije dirigiéndome a ellos.
-¿Por qué se
disculpa?, su novio debe de estar esperándola -dijo Eros con brusquedad pasando
por mi lado, esto hizo que me doliera otra vez el pecho, sentí que su olor se
desvanecía.
-Lo siento
anda muy extraño desde esta mañana, bueno Emma ha sido un placer, nos vemos
cuando regrese - se acercó me beso la mejilla y se retiró.
-Ese hombre
es raro - dijo mi
loba después de que ellos se fueron - pero sabemos que estaba celoso, te
escuchó decirle te amo a Emir.
-¿Es un
lobo? -eso fue lo primero que pude preguntarle.
-No Emma no
es un lobo, no olía a lobo, creo que es un simple humano, uno que yo me comería
todos los días - al
escuchar eso casi me golpeo el dedo con la puerta de mi oficina
-Oh cállate,
por cierto ¿cuál es tu nombre, y cómo es que sabes tanto de las ninfas si nunca
has salido de mí?
-Mi nombre es Cristal, y sé de las ninfas
porque mientras duermes tomo yo el control de tu cuerpo - me quede pasmada
al escuchar eso - lo siento sólo lo hice
un par de semanas seguidas después de allí vi que amanecías muy cansada y dejé
de hacerlo, para yo salir tienes que estar consiente, si lo hago estando tu
inconsciente te desgastas- lo dijo tan rápido que me costó entenderla un
poco.
-Ok Cristal
déjalo ya, y escucha; ese hombre no es un humano cualquiera, tiene algo que no
ser descifrar -dije pensativa.
-Claro
Emma, es tu igual, por la diosa - eso todavía no me cabía en la
cabeza, dos iguales, la diosa me ha dado otra oportunidad, la verdad es que no
quiero pensar en eso ahorita.
-No, no es
eso, es otra cosa y cuando llegue de ese viaje lo averiguare.