Moonlight ✔
img img Moonlight ✔ img Capítulo 1 Noche de Dolor
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Capítulo 6 Curiosa, hermosa y mía img
Capítulo 7 La coronación img
Capítulo 8 Daniel, su beta img
Capítulo 9 Mi destino img
Capítulo 10 Un acercamiento lleno de emociones img
Capítulo 11 La orden del rey img
Capítulo 12 Mi pequeña humana img
Capítulo 13 Olvida el amor, olvídalo img
Capítulo 14 Es un placer volver a verte img
Capítulo 15 Pasado parte I - Reino Thusrek img
Capítulo 16 La solitaria cena img
Capítulo 17 Un amor del pasado img
Capítulo 18 ¿Lo recuerdas img
Capítulo 19 Este sentimiento no es correcto img
Capítulo 20 Pasado parte II - Reino Priswer img
Capítulo 21 Un dolor agobiante img
Capítulo 22 Ante mis ojos img
Capítulo 23 Un corazón adolorido img
Capítulo 24 La ira img
Capítulo 25 Pero estas solo img
Capítulo 26 Entre la espada y la pared img
Capítulo 27 Un dolor en el corazón img
Capítulo 28 Pasado parte III - Reino Witther img
Capítulo 29 La cruda verdad img
Capítulo 30 La calidez del bosque img
Capítulo 31 No lo dejaré vivir más img
Capítulo 32 Amor, tristeza y libertad img
Capítulo 33 Una princesa pérdida img
Capítulo 34 Un vacío y dos almas tristes img
Capítulo 35 El secreto de Dorian img
Capítulo 36 El misterio en su mirada img
Capítulo 37 El ataque comenzó img
Capítulo 38 ¿Ahora si tienes miedo img
Capítulo 39 En aquella oscura habitación img
Capítulo 40 Lágrimas bajo la lluvia img
Capítulo 41 Tres meses después img
Capítulo 42 Un nuevo poder img
Capítulo 43 Parte de su alma img
Capítulo 44 Por mi victoria img
Capítulo 45 Una pelea entre gritos de muerte img
Capítulo 46 Manténganme en su memoria img
Capítulo 47 Lo que el infierno consumió img
Capítulo 48 Un beso triste y doloroso img
Capítulo 49 La fría alcoba img
Capítulo 50 Riéndose del dolor img
Capítulo 51 El comienzo de un final img
Capítulo 52 Destrucción y sacrificio img
Capítulo 53 Epílogo img
Capítulo 54 Agradecimientos img
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Moonlight ✔

Eva Correa
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Capítulo 1 Noche de Dolor

Reino Witther (16 años antes)

La mujer aferró con fuerza a su bebé, corría con rapidez sintiendo el aire golpear su rostro.

El miedo recorrió su cuerpo en unos segundos, miles de lágrimas brotaban de sus hermosos ojos café.

Se escuchaban los aullidos, gritos y rugidos. Ella sintió aún mucho más miedo.

Paro en seco al verse atrapada, había llegado a un callejón. Grandes bolsas negras estaban amontonadas a un lado.

Se acercó a ellas y olfateó, de ellas brotaba un olor fuerte que nadie podría captar a la distancia.

Soltó las tiras que sujetaban su capa, con está envolvió el pequeño cuerpo que yacía en sus brazos. Lo arrulló por unos momentos para calmar su llanto y cuando al fin dejó de llorar cerró sus ojos por unos segundos.

Era arriesgada la decisión que tomo, pero debía hacerla.

Colocó al bebé encima de las bolsas, cubriendo el cuerpo con las bolsas no tan exagerado para que pudiera respirar.

Los aullidos aumentaban, escuchó que las pisadas aumentaban.

Estaban cerca.

Sus sentidos felinos le avisaban que debía huir para poner a salvo a su bebé.

-Aranya. -susurro la mujer observando a su bebé- Te llamarás Aranya, pronto vendré por ti.

Y en unos instantes la figura humana había desaparecido y en ella había la figura de un felino inmenso, de pelaje negro como la noche y una marca en blanco, la luna yacía plasmada en su pelaje.

Soltó un gemido de dolor y corrió fuera del callejón.

Aquellas bestias olieron a la felina, soltaron un rugido y corrieron siguiéndola.

Su aroma cada vez más aumentaba.

La felina siguió corriendo, su corazón dolía.

Llego hasta un barranco que era el límite entre el reino Witther y el Priswer. Debajo de aquel límite un río seguía su destino, debía saltar y llegar a su reino.

Tomo impulso, la distancia de aquel barranco y el que yacía frente a ella no era tan lejano, saltó.

Cayó en sus dos patas delanteras, las traseras colgaban del barranco. La felina soltó un gemido, le llegó el olor a sangre, quería buscar la herida, pero aún no podía hacerlo, debía subir.

Aún no estaba a salvo.

Las 3 bestias frenaron, vieron como la felina subía hasta estar de pie frente a ellos. Caminaban de un lado al otro rugiéndole a la felina, ella se mantenía de pie, gimiendo de dolor.

Una de sus patas delanteras sangraba.

Le dolía.

Pero debía aguantar.

Observó cómo las bestias se acercaron al límite del barranco con las intenciones de saltar, pero no podían.

No podían saltar pues el gran muro invisible que cubría aquel reino los quemaría. Eran bestias repugnantes, creaciones de aquel hombre que buscaba venganza.

Y ahí fue que las bestias se rindieron y volvieron de regreso en busca de su amo.

Observó a la lejanía, el humo se extendía por los cielos.

Gritos y sollozos eran captados por la felina.

Nuevamente quería saltar y volver por su bebé.

Pero ya era tarde, ella cayó desmayada.

La luna observaba como el reino de Whitter era atacado por aquellas bestias.

Luego un gran rugido resonó y las bestias dejaron de atacar. Como si fueran máquinas soltaron un aullido y todas salieron corrieron.

Aquella fue la llamada Noche de dolor, una venganza tomo la vida de muchos. Pero a pesar de los años que pasaran no pararía.

No lo haría.

Para él no había fin.

            
            

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