Divorciada del alfa paralítico
img img Divorciada del alfa paralítico img Capítulo 2 2
2
Capítulo 6 6 img
Capítulo 7 7 img
Capítulo 8 8 img
Capítulo 9 9 img
Capítulo 10 10 img
Capítulo 11 11 img
Capítulo 12 12 img
Capítulo 13 13 img
Capítulo 14 14 img
Capítulo 15 15 img
Capítulo 16 16 img
Capítulo 17 17 img
Capítulo 18 18 img
Capítulo 19 19 img
Capítulo 20 20 img
Capítulo 21 21 img
Capítulo 22 22 img
Capítulo 23 23 img
Capítulo 24 24 img
Capítulo 25 25 img
Capítulo 26 26 img
Capítulo 27 27 img
Capítulo 28 28 img
Capítulo 29 29 img
Capítulo 30 30 img
Capítulo 31 31 img
Capítulo 32 32 img
Capítulo 33 33 img
img
  /  1
img

Capítulo 2 2

La ciudad se convirtió en mi refugio y prisión. La empresa que dirigía, un oasis de logros y reconocimientos, parecía tan frágil como mis propias barreras. Mis instintos se agitaban en las noches, luchando por liberarse de las cadenas que los mantenían encerrados.

Brianna, ajena a mi verdadera naturaleza, anhelaba mi cercanía en cada luna llena. Mi inquietud, mi necesidad de mantenerla a salvo de mi secreto, se convertía en una carga emocional cada vez más insoportable.

Las noches de luna llena se volvieron mi purgatorio personal. Mis esfuerzos por ocultar mi transformación a la luz de la luna se volvían más desesperados, más fútiles. Los aullidos de la bestia interior se mezclaban con mis suspiros de agonía, una batalla que libraba en la soledad de la noche.

Brianna, con su amor incondicional, notaba mi distanciamiento durante esos ciclos lunares. Sus ojos, llenos de preocupación y confusión, buscaban respuestas en los míos. Pero el miedo a lastimarla, a enfrentar su posible rechazo, me impedía abrir mi alma a ella.

La dualidad se convirtió en un precipicio entre nosotros, separando el amor genuino que sentía por Brianna y la verdad que ocultaba celosamente. El miedo a perderla, a ver cómo se alejaba al descubrir mi secreto, se volvía una carga emocional insoportable.

En una noche inquietante, cuando la luna llena iluminaba nuestros rostros en un silencio cargado de emociones, estuve a punto de revelar mi verdad. Pero el temor, la incertidumbre, paralizó mis palabras. Un silencio sepulcral se cernió sobre nosotros, un abismo que crecía con cada segundo de mi silencio.

La distancia emocional entre Brianna y yo se hizo evidente. Mis esfuerzos por mantenerla a salvo de mi realidad solo generaban una brecha más profunda entre nosotros. La lucha interna se intensificaba, mi amor por ella chocaba contra la pared de mi propio secreto.

Y así, en esa noche llena de tensiones no dichas, la verdad seguía siendo una sombra entre nosotros, acechando en la oscuridad, sin revelarse a pesar de mi deseo desesperado de compartirlo. La dualidad de mi ser continuaba siendo mi cárcel, y la esperanza de que algún día pueda liberarme de ella se volvía más tenue con cada ciclo lunar.

El peso de mi secreto se había vuelto insoportable. Las noches de luna llena se tornaban en una lucha interna, una batalla entre mi humanidad y la bestia que anhelaba liberarse. Brianna, mi ancla en medio de la tormenta, notaba mi agitación, mi constante distanciamiento durante esos días.

-Estás inquieto, Esteban. ¿Qué sucede? -preguntó Brianna con un tono preocupado, su mirada buscando respuestas en las profundidades de mis ojos.

Tragué saliva, luchando con las palabras que se atoraban en mi garganta. Mis labios temblaban ligeramente, incapaces de articular la verdad que había ocultado por tanto tiempo.

-Es solo el trabajo, Brianna. Cosas de la empresa que me tienen preocupado -respondí, desviando la mirada hacia el paisaje urbano que se extendía frente a nosotros.

Ella se acercó, buscando mi mirada con determinación.

-No me ocultes nada, Esteban. Sé que algo más está pasando. Puedes confiar en mí.

El amor y la preocupación pintaban sus palabras, su tono lleno de sinceridad. Una parte de mí ansiaba liberar el peso que llevaba, contarle la verdad que tanto había temido revelar. Pero el miedo, esa sombra oscura que me había mantenido en silencio, se aferraba a mí como una cadena.

-No es algo que pueda explicar fácilmente, Brianna. Es complicado -dije con un suspiro, luchando contra la voz interior que clamaba por liberarse.

Ella tomó mi mano con suavidad, su tacto reconfortante como un bálsamo para mi tormento interior.

-Estoy aquí para ti, Esteban. Sea lo que sea, podemos superarlo juntos.

Las lágrimas amenazaban con emerger de mis ojos, pero me contuve, atrapado entre la necesidad de protegerla y el deseo de compartir mi verdad.

-Lo sé, Bri. Solo necesito tiempo para resolverlo -respondí, sintiendo el peso de mis propias palabras.

Esa noche, bajo el resplandor de la luna llena, enfrenté una encrucijada. El amor que sentía por Brianna y mi deseo de protegerla chocaban contra la necesidad de ser honesto, de revelar mi verdadera esencia.

Las horas pasaron en un susurro de pensamientos y dudas. Brianna, dormida a mi lado, parecía tan serena, ajena al torbellino de emociones que me envolvía. Y mientras el brillo plateado de la luna iluminaba la habitación, una decisión se gestaba en lo más profundo de mi ser.

El amanecer se asomaba tímidamente por el horizonte cuando finalmente, con el corazón latiendo desbocado, me preparé para compartir mi carga. Desperté a Brianna, suavemente, con una determinación que no conocía antes.

-Bri, hay algo que necesito decirte. Es difícil, pero es la verdad -comencé, mi voz temblorosa pero firme.

Ella parpadeó, luchando contra el sueño, pero su mirada se llenó de alerta al notar mi tono serio.

-¿Qué sucede, Esteban?

Mis palabras se entrelazaron en una confesión que había guardado durante tanto tiempo, dejando escapar mi secreto más profundo. La sorpresa pintaba su rostro mientras escuchaba, atónita, cada palabra que salía de mis labios.

-Lo sé, Bri. Es difícil de comprender, pero es parte de quién soy.

            
            

COPYRIGHT(©) 2022