Divorciada del alfa paralítico
img img Divorciada del alfa paralítico img Capítulo 5 5
5
Capítulo 6 6 img
Capítulo 7 7 img
Capítulo 8 8 img
Capítulo 9 9 img
Capítulo 10 10 img
Capítulo 11 11 img
Capítulo 12 12 img
Capítulo 13 13 img
Capítulo 14 14 img
Capítulo 15 15 img
Capítulo 16 16 img
Capítulo 17 17 img
Capítulo 18 18 img
Capítulo 19 19 img
Capítulo 20 20 img
Capítulo 21 21 img
Capítulo 22 22 img
Capítulo 23 23 img
Capítulo 24 24 img
Capítulo 25 25 img
Capítulo 26 26 img
Capítulo 27 27 img
Capítulo 28 28 img
Capítulo 29 29 img
Capítulo 30 30 img
Capítulo 31 31 img
Capítulo 32 32 img
Capítulo 33 33 img
img
  /  1
img

Capítulo 5 5

La noche extendía su manto oscuro sobre la ciudad, ocultando los ruidos diurnos bajo un silencio envolvente. En el límite entre la urbe y la naturaleza, bajo el resplandor de la luna llena, me encontraba en medio de mi ritual, preparándome para mi transformación.Justo cuando mi metamorfosis comenzaba, una voz conocida resonó en el aire nocturno.-¡Esteban, espera!La sorpresa reverberó en cada fibra de mi ser al escuchar el llamado de Brianna.

Giré hacia ella, sorprendido por su presencia en un momento tan íntimo y personal.-Brianna, ¿qué estás haciendo aquí? -pregunté, mi corazón latiendo con fuerza por la inesperada aparición.Ella se acercó con determinación, sus ojos reflejaban una mezcla de curiosidad y preocupación.-He seguido tus pasos, Esteban. He notado que desapareces en noches como esta, y decidí seguirte.La incertidumbre se apoderó de mí, mi mente dividida entre el impulso de explicar y el miedo a su reacción ante mi verdadera naturaleza.-Bri, esto no es... no es lo que parece -intenté justificar, luchando por encontrar las palabras adecuadas.Sus ojos se abrieron de par en par al ver mi transformación completa. La incomodidad se mezcló con la urgencia de explicar, de enfrentar la verdad que había ocultado por tanto tiempo.-Esteban, ¿eres... eres tú? ¿Eres tú el lobo de las historias que me contabas? -susurró, su voz llena de asombro y confusión.Un silencio incómodo se apoderó de nosotros, la revelación había sido inesperada y mi mente luchaba por encontrar una explicación que no implicara el riesgo de perderla.-Lo siento, Bri. No quería que supieras de esta manera -dije, tratando de mantener la calma a pesar de mi corazón latiendo a mil por hora.Ella dio unos pasos más cerca, su mirada aún llena de asombro pero también de una extraña curiosidad.-Es hermoso, Esteban. Es... increíble -murmuró, sus ojos siguiendo los contornos de mi forma lobuna.La sorpresa ante su reacción era abrumadora. Había temido su rechazo, su miedo, pero su respuesta era todo menos lo que anticipaba.-Bri, esto no es algo con lo que puedas... -intenté advertir, pero ella me interrumpió con un gesto de su mano.-No me importa, Esteban. No me importa qué eres o qué puedas hacer. Eres tú, eso es lo que importa -dijo con firmeza, su tono decidido y sus ojos fijos en los míos.La aceptación en sus palabras fue como un bálsamo para mi alma atormentada. La dualidad que me había consumido durante tanto tiempo, de repente, parecía menos abrumadora ante su aceptación incondicional.-No quiero perderte, Bri -susurré, mi voz llena de emoción, de alivio.Ella se acercó, su mano extendida hacia mí. Mis patas, temblorosas por la emoción, dudaron un instante antes de aceptar su contacto. Su tacto era suave, cálido, una conexión que trascendía las barreras entre nuestras formas.-Nunca te perderé, Esteban. Eres parte de mí, como yo soy parte de ti -dijo con convicción, su mirada transmitiendo una complicidad que iba más allá de las palabras.La noche se tornó más tranquila, la aceptación de Brianna se convirtió en un faro en medio de mi confusión. La dualidad se desvanecía, dejando espacio para una nueva comprensión, una nueva conexión entre nosotros.Nos sentamos juntos en el claro, bajo el resplandor lunar, compartiendo historias y secretos en una conversación que trascendía las formas humanas o animales. La noche se convirtió en un renacer, en una reconciliación entre mi naturaleza y el mundo que habitaba.En ese instante, bajo la luz plateada de la luna, encontré una nueva forma de ser, una aceptación inquebrantable de quien era en realidad. Y con Brianna a mi lado, la noche se volvió un refugio, un espacio donde mi verdadera esencia podía florecer sin temor a ser juzgada.Pero conforme la luz de la luna se desvanecía, la claridad de la realidad comenzó a filtrarse. Desperté en mi habitación, solo, con el eco de esa ilusión todavía resonando en mi mente.La ilusión de su aceptación, la calidez de su contacto, se desvaneció como el humo al contacto con la luz de la realidad. La dualidad seguía siendo mi carga, mi secreto guardado con celo.La noche había sido un sueño, una fantasía que se desmoronaba ante la dura realidad. Con el corazón pesado por la ilusión efímera, me sumergí en la oscuridad de la noche, enfrentando una vez más la soledad y el peso de mi secreto en la ciudad que no conocía mi verdadera naturaleza.La ciudad se adormecía bajo el manto nocturno cuando me encaminé hacia las afueras, buscando el refugio de la naturaleza. La luna, en su plenitud, iluminaba el claro entre los árboles donde la transformación aguardaba.Justo cuando el cambio comenzaba a tomar forma, una voz conocida resonó en la oscuridad.-¡Esteban, espera!La sorpresa se apoderó de mí al reconocer la voz de Brianna. Giré hacia ella, perplejo por su presencia en ese lugar apartado.-Brianna, ¿qué haces aquí? -pregunté, sorprendido.Ella se acercó con determinación, sus ojos reflejaban una mezcla de curiosidad y preocupación.-He notado tus salidas nocturnas, Esteban. He seguido tus pasos y terminé aquí.Mi mente luchaba por encontrar palabras adecuadas para explicar, para protegerla de la verdad.-Bri, esto no es... -comencé a decir, pero me interrumpió con un gesto de su mano.-No necesitas explicaciones, Esteban. No importa qué estés haciendo, estoy aquí para ti -dijo con firmeza, su tono decidido.La sorpresa ante su reacción me dejó sin palabras. Temía su rechazo, pero su aceptación era una luz inesperada en medio de mi oscuridad.-Bri, esto es peligroso para ti -advertí, preocupado por su seguridad.Ella sonrió, extendiendo su mano hacia mí.-Estoy bien, Esteban. Tu secreto está a salvo conmigo, confía en mí -aseguró, su mirada transmitiendo complicidad y lealtad.-Tienes... que irte.-Esteban...-¡No te quiero ver!Brianna con los ojos llorosos, se alejó.---Dos años habían pasado desde aquella noche entre luces y sombras, cuando Brianna y yo nos encontramos en el claro entre los árboles. Desde entonces, nuestras vidas tomaron rumbos separados. La ciudad seguía siendo testigo de mis días cargados de responsabilidades y mi dualidad seguía siendo mi secreto mejor guardado.Aquel encuentro marcó un cambio silencioso en nuestra relación. Decidí alejarme, no por falta de sentimientos, sino por el peso de mi propia naturaleza. No quería arrastrarla a un mundo de complicaciones y oscuros secretos que podrían poner en peligro su felicidad y seguridad.Los días pasaron entre el vaivén de la urbe, mi vida corporativa y las noches en soledad. Los recuerdos de Brianna se convirtieron en pequeños destellos en medio de mi cotidianidad. Sus palabras de aceptación resonaban en mi mente, pero el peso de mi secreto seguía siendo abrumador.Intenté enterrar aquellos recuerdos profundos bajo capas de trabajo y responsabilidades. Trataba de convencerme de que alejarme era lo correcto, que era el mejor camino para ambos. Pero su recuerdo persistía, como un eco constante que se negaba a desvanecerse.En medio de una noche lluviosa, un golpe inesperado en la puerta rompió el silencio monótono de mi apartamento. Intrigado, abrí la puerta para encontrarme con una figura empapada por la lluvia, un rostro conocido y añorado.-Esteban, sé que has intentado alejarte, pero necesitamos hablar -dijo Brianna, su voz sonaba apresurada y ansiosa.

                         

COPYRIGHT(©) 2022