Me sorprendí verlo hablarme como si tuviera algún poder sobrenatural, estaba desconcertada no sabía que decirle.
Él era un poco más alto que yo, hasta se veía de más edad.
A pesar que yo era mayor que él.
Ante mi silencio me dijo.
-Vámonos a un hospital fuéramos a un hospital.
-Lo lamento no iré allá.
Estaba totalmente empapada, y mi maletín también, sentí frío y mi cuerpo empezó a temblar.
Entonces me respondió.
-Que tal si vamos a mí casa, mi tía es enfermera.
-Lo siento, prefiero ir a mí casa, no te conozco, y nunca me iría con un extraño-le conteste yo.
Pero me sentía débil y empecé a dudar que hacer.
Aquel chico me dijo.
-Yo vivo con una tía que es enfermera, ella tal vez te podría ayudar-me dijo con un tono muy condescendiente. Este evento era extraño, el podía verme y ya no tenía a nadie a quien recurrir. Las circunstancias estaban en mi contra.
Eran casi las 8 de la noche y tuve que aceptar, a pesar de no estar segura.
Cuando llegamos a su casa una mujer de unos 26 años nos abrió, tenía el cabello negro, corto y ojos negros.
Se sorprendió al verme.
-¿Que sucedió?-pregunto ella.
El chico respondió.
-Fue un incidente con un ladrón- tratando de agilizar la entrada a su casa.
Ella me llevo a un cuarto, un poco extraño, no sé si por mi actual estado lo veía así.
Cuando me quité la camisa vi en mi brazo las heridas causadas por aquel incidente y un pinchazo, me acorde de aquel hombre.
Pensé, como era posible que esto hubiera pasado, si yo evité eso a toda costa esto.
En medio de mis pensamientos me cuestionaba a cada instante en que momento había ocurrido esto, me empecé a sentir más débil.
Comencé a ver borroso.
La tía de aquel chico entro al cuarto y me empezó a preguntar cosas, pero no entendía, todo se puso oscuro al pasar los segundos.
Hasta que perdí la conciencia.
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Cuando me desperté tenía el brazo vendado y me dolía todo el cuerpo, yo no sabía que me había pasado, solo que ese chico al que quería evitar por su aura, me había salvado.
Estuve varios minutos pensado, y de pronto alguien abrió la puerta, era ese chico, él se acercó hacia mí.
Un poco nervioso, trato de ser formal conmigo, y me dijo.
-Bueno yo sé que, solo somos conocidos jamás hemos hablado, mi nombre es Lucas, bueno tu sabes el resto, yo soy tu compañero de escuela y de equipo.
Había ese sentimiento de incomodidad, como cuando hablas con alguien por primera vez y no sabes de que decir.
Él se sentó a mi lado, y empezó a decirme
-Tu eres diferente a las demás personas, tú tienes manejas algo como doble cara, le has mostrado a todos que eres feliz, pero no es así.
No sabía que responderle pues lo que me decía era cierto, quise preguntarle, como sabía eso, pero siguió hablando.
-Tú te pareces mucho a mi hermano, él siempre nos hacía creer que todo estaba bien, pero era al contrario. Parecía llevar una carga que no podía soportar, no era feliz como vivía. Había momentos en que se alejaba de todos y mostraba esa tristeza, nada estaba bien.
Lo dijo de una forma, donde parecía casi llorar.
Yo trate de responderle, pero su tus entro de una forma apresurada y nos interrumpió.
-Lucas, tengo que hablar con ella, y por favor, no nos interrumpas.
Ella cerró la puerta, a penas el se fue y comenzó hablar.
-Bueno Emily, tengo que hacer un informe de lo que pasó. Al igual que tú soy cazadora. Por favor responde todas las preguntas sinceramente.