Amnesia un amor desconocido
img img Amnesia un amor desconocido img Capítulo 4 Una voz salida del techo parte 2
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Capítulo 6 Intento de escape fracasado parte 2 img
Capítulo 7 El inicio del infierno img
Capítulo 8 El inicio del infierno parte 2 img
Capítulo 9 Visiones del tormento img
Capítulo 10 Visiones del tormento parte 2 img
Capítulo 11 Visiones del tormento parte 3 img
Capítulo 12 Espíritus en el bunker img
Capítulo 13 Espíritus en el bunker parte 2 img
Capítulo 14 Espíritus en el bunker parte 3 img
Capítulo 15 A alguien se le ocurre un plan macabro img
Capítulo 16 A alguien se le ocurre un plan macabro parte 2 img
Capítulo 17 Ahora sin el img
Capítulo 18 Se me ocurre una idea img
Capítulo 19 Conversaciones de amor detrás de la puerta img
Capítulo 20 Una espía img
Capítulo 21 Recupero la memoria. Ahora se lo que paso img
Capítulo 22 El golpe final img
Capítulo 23 Salvación inesperada img
Capítulo 24 Nuestra vida en el hospital img
Capítulo 25 Conversaciones con quien ideo todo esto img
Capítulo 26 Los registros de mis compañeros img
Capítulo 27 Tratando de empezar de cero img
Capítulo 28 Reviviendo el pasado img
Capítulo 29 Retorno. CAPITULO FINAL img
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Capítulo 4 Una voz salida del techo parte 2

_ Oigan, saben que pienso, creo que lo mejor es ir a esa sala que dicen- interrumpí- por algo nos trajeron aquí

_ Pues escúchame una cosa Fernanda- Dice Jony haciéndome frente otra vez- a mí no me interesa saber porque carajos, ni ocho cuartos, yo solo quiero irme... punto

_ Pero debe haber un motivo. No creo que alguien nos allá secuestrado a todos nosotros no más que porque si, para que estemos acá todos juntos mirándonos las caras. A ti te atraparon mientras cruzabas la frontera, a el estado en la penitenciaria, yo estaba en el supermercado y no recuerdo como, ni quien me ataco, pero al abrir los ojos aparecí en este lugar, alguien me puso este piyama

_ Yo vivía tranquilo con mi esposa y mi hija- dijo el hombre de alrededor de sesenta años de camisa blanca- un día unos maleantes irrumpieron en mi hogar, me llevaron a la fuerza, me metieron en una habitación diminuta de paredes blancas, con una cama y un vidrio desde donde me miraban unos sujetos detestables de batas blancas, no me dejaban hablar con mi familia, e ignoraban mis lamentos pidiendo auxilio. Ellos me durmieron y aparecí aquí.

_ Señor quienes lo secuestraron deben ser las personas que están detrás de todo esto ¿Recuerda que decían esas personas de bata que menciona?

_ Eran muchos como 100 hombres y mujeres los que me llevaron, estaban armados, anotaban cosas en unos cuadernos. Me tenían encerrado en ese cubo y no podía captar lo que hablaban entre ellos detrás del vidrio, golpeaba el vidrio y las paredes, rogándoles que me liberen, pero ellos me ignoraban y no querían responder

Frunzo el ceño mirándolo confundida. La historia de este señor es demasiado incongruente, con bastantes cavos sueltos. Él dice que fue secuestrado ¿y los vecinos? Vieron cómo se lo ¿no llamaron a la policía? ¿y su familia? Ellos tuvieron que haber denunciado el hecho. Por lo que cuenta esas personas eran investigadores o doctores y si recuerda los momentos previos antes de aparecer aquí.

La voz suena por cuarta vez creo que no va a dejar de sonar hasta que vayamos

_ Ela tiene razón- interviene Omar- debemos ir a esa sala que dicen, yo creo también que lo que nos digan va a ser importante. Hagamos votación, yo voto por que vayamos y después podemos seguir empujando la puerta. Total, nadie nos corre, tenemos tiempo.

_ Estoy de acuerdo- siguió Jenny- perdemos más si no vamos, la puerta podemos seguir empujándola luego

_ Yo voy, capaz me digan cómo puedo regresar con mi familia

_ Yo hago lo que haga la mayoría- dijo Wuilli

_ Yo no voy- dice Johnny con el ceño fruncido y los brazos cruzados muy seguro

_ Has lo que quieras- le digo- pero yo no voy a quedarme perdiendo el tiempo mientras que en esa sala pueden explicarnos algo, no se quizás, la razón por la cual nos secuestraron y trajeron aquí.

_ A mí esas estupideces no me importan

_ De acuerdo

Nos dimos vuelta, dirigiéndonos de camino contrario. Dylan nos seguía, pero Johnny atrapa el brazo de su hermano, me doy vuelta para ver lo que sucede

_ Quédate, no vayas

Dylan se sacude con brusquedad

_ Quisiste cruzar la frontera en plan luz del día, en vez de esperar a que s e hiciera de noche, dijiste que entre los pinos íbamos a escondernos mejor de la policía y te equivocaste. Me golpearon en la espalda por tu culpa y encima ahora estoy acá en este claustro contigo y estos extraños, todo por seguir tus planes. Asique ya no pienso seguir haciéndote caso

Johnny suspira de hastío y se reincorpora de mala gana.

Cruzamos el pasillo, el biombo, la habitación que pasando por segunda vez se ve aún más inmensa que lo que recordaba. El otro biombo, el otro pasillo dándome cuenta las extrañas dimensiones que tiene esta casa si es que puede llamársele así.

Estamos todos caminando hasta la sala de audio y video, menos esa misteriosa chica, me doy vuelta y la veo a lo lejos, sigue en el mismo lugar que siempre con la misma postura. Sentí pena de ella y me preocupe, creo que cuando pueda voy a tratar de ayudarla.

Esa puerta del número 27 daba a una sala de cine, pero de dimensiones pequeñas, delante de nosotros unas butacas y al frente una pantalla del tamaño de una habitación promedio, la sala esta oscura.

Nos fuimos acomodando como pudimos en la segunda hilera de las 4 hileras de sillas que eran en total, yo, Omar, Jenny, y los otros dos señores, Johnny y Dylan se quedaron parados apoyándose en la pared con los brazos cruzados. Cuando todos estuvimos sentados y bien acomodados en las sillas, menos ellos dos, la pantalla se encendió.

Aparece la imagen de Donald John Trump presidente de los Estados Unidos, en su sala y sillón presidencial, mirando a la pantalla.

Ciudadanos de los Estados Unidos, si están viendo esta cinta es porque entramos en un conflicto nuclear con China y ustedes fueron los únicos sobrevivientes.

Este bunker fue diseñado para proteger a nuestros ciudadanos de la radiación de los misiles enemigos. Mientras el presidente habla aparecen en la pantalla fotos del lugar en donde estamos, veo la bóveda en donde desperté vista de arriba, el pasillo con puertas todas numeras, el salón por el que corrí con una cuchilla en la mano, habitaciones con muchas camas cuchetas una encima de la otra.

Están actualmente en la sala de cine y video, se pasará un film aleatorio cada 168 horas, para ayudarlos a sobrellevar el encierro. Se ve la sala vista de arriba.

Podrán encontrar en bunker podrán encontrar en la bodega, alimentos, productos de limpieza, ropa. Podrán cocinar sus alimentos en las cocinas. –Mientras habla las imágenes de cada rincón no dejan de aparecer – en este bunker hay recursos suficientes como para que puedan sobrevivir los próximos 100 años

El video se corta repentinamente, la pantalla se apaga y las luces se prenden.

¿Es una broma? Es lo primero que pensé. Mi cara empezó a mostrar una gran preocupación y las caras de los demás también. La única que parecía serena era Jenny, otra vez la cara de Jony se empezó a transformar y no paso mucho tiempo antes de que volviera a gritar señalando la pantalla con el dedo

_ ¡Es mentira, creen que somos una bola de estúpidos ¡

_ Era la voz y la imagen del presidente- le respondo

_ Es un video editado - continuo Johnny- el no dijo eso es imposible. Donal Trum jamás se rebajaría a dar un discurso para un puñado de piojosos, soy el hijo de un diputado y se lo ocupados que están las personas que se dedican a gobernar el país, mucho más el presidente. Además, Estados Unidos está en paz con China, si hubiera alguna posibilidad de guerra, lo sabríamos, saldría en las noticias, eso nunca va a pasar de un día para el otro

El, el hijo de un diputado, no me la creo, como una persona con una vida como la de él podría venir de una familia así. ¿Sera cierto o simples patrañas?

_ ¡Esos malditos hijos de perra, piensan que vamos a tragarnos una mentira tan estúpida, para que no intentemos escapar ¡- en ese momento Jony se notaba demasiado alterado y empezaba a darme miedo- con ese video falso y estúpido de cinco segundos, usando la imagen del presidente ¡encima de secuestrarnos también piensan que somos imbéciles ¡

_ Johnny tiene razón, no sé ustedes, pero yo no pienso gastar mis próximos 100 años de vida en este lugar – continua Jenny

_ ¡Vayamos a empujar la puerta de hierro ¡- continúa Dylan

_ Si, vamos- prosigue Omar, levantándose de su asiento

Acto seguido, se levantan los otros dos hombres y todos juntos nos fuimos de ese mini cine, cruzamos el pasillo, el biombo, la sala, el otro biombo, un pasillo más largo.

Tengo un mal presentimiento con todo esto, no sé, pero siento que lo que vamos a hacer no va a salir bien, si se tomaron la molestia de traernos hasta acá, no creo que nos dejen escapar con tanta facilidad.

Este presentimiento me angustia, porque la verdad la idea de tener que vivir encerrada con un puñado de desconocidos me aterra.

Al final del segundo pasillo hay una puerta, esta da a una habitación blanca y chica rectangular, llena de polvo con una cocinita, más cajas supongo que con alimentos o algo así y un bañito separado por otro biombo más pequeño y medio desecho. Al final de la pared, en la esquina con la otra pared, otra puerta blanca y sin número, la abrimos y entramos a otra habitación más polvorienta y sucia, apenas se podía caminar debido a la cantidad de cachivaches de cosas viejas y rotas que había en el camino, una lámpara pelada colgaba del techo de madera, y había mucho olor ha guardado, viejo y sucio.

Tratamos de movernos como podíamos hasta llegar al final de la habitación aún más pequeña. Abrimos otra puerta, un espacio vacío como dijo Omar, ya no había polvo, ni socio, ni cachivaches, las paredes y el piso estaban hechos de acero, hormigón o algún metal parecido y frente a nosotros una puerta grande, pesada y negra, su picaporte parecían el manubrio de un auto, pero de metal.

Omar tomo un palo largo y plano de hierro que estaba al lado de la puerta, lo coloco sobre el picaporte circular y me miro

_ Encontré esto tirado entre los cachivaches, con este palo vamos a abrir la puerta. Si hacemos mucha fuerza, tarde que temprano la abrimos, además ya somos un buen numero

_ Y sí, eso es mejor a quedar aquí encerrados durante cien años– le respondo con sarcasmo

_Mucha charla y poco trabajo– dijo Johnny interviniendo entre yo y Omar, es el primero en jalar esa vara. Enseguida los demás los acompañamos

Tratamos de abrir con el fierro que tiene una longitud de como un metro y medio, por lo que alcanza para que todos empujemos hasta que la puerta se comience a abrir.

Los chicos tenían tanta perseverancia, convicción de que de esa manera íbamos a poder salir.

Habíamos traído algunas sabanas de las habitaciones para que podamos dormir cuando lo necesitáramos y nos despertábamos por turnos para seguir jalando la vara. También habíamos traído alimentos de la bodega. Como no teníamos conciencia del tiempo, dormíamos y comíamos en cualquier momento. Nos esforzábamos al máximo y duchábamos cuando ya habíamos hecho demasiado esfuerzo en el bañito que esta entre la sala de cachivaches y el segundo pasillo.

El resto del tiempo empujábamos el picaporte, a veces todos juntos, a veces algunos, pero siempre había alguien. Tardamos mucho tiempo, días o semanas, en ver un resultado. Estábamos empujando todos juntos con mucha fuerza, cuando de repente vimos que se movió apenas unos milímetros

Eso fue suficiente para que empiece a entrar un líquido espeso y mal oliente, rojo ennegrecido, le seguía un humo espeso y grisáceo que nublaba la vista y hacia arder los ojos, su olor era más que insoportable y entraba a la habitación con una fuerza tremenda.

Era lo más repulsivo que olí en toda mi vida, se sentía como basura de varios días mezclada con carne putrefacta y excremento. Ese humo espeso, casi como que me quemaba los ojos, apreté los ojos lagrimeando, mientras el tufo me llega a la nariz como si tuviera un pedazo de carne podrida en la cara, sin que yo pueda detenerlo.

Mi mente se nubla, me mareo y cuerpo ya no responde, caigo al piso de rodillas, vomito lo que comí ese día, mientras escucho los gritos de mis compañeros. De repente el piso se tiño de sangre, viene corriendo como chorro. Ya está, vamos a morir.

Todavía puedo vislumbrar unas siluetas, deben ser Wuilli y Omar, por lo grande de sus cuerpos, creo que tienen un trapo en las cabezas, tratan de empujar la puerta para atrás.

Al final lo logran, el humo y la sangre dejan de salir a chorros, están las puertas abiertas y ellos se van trastabillando, como pueden a buscar algo de aire, mientras que el humo se va disipando, aunque el daño ya está hecho.

Todo se vuelve negro

            
            

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