Capítulo 5 Intento de escape fracasado

Lo primero que hice al abrir los ojos fue vomitar a un costado, el estómago se me revolvía, pero al menos ya estaba mejor. Estaba acostada en una de las habitaciones, Jenny sentada a mi lado y el señor mayor del que aún no se su nombre durmiendo en una de las camas cuchetas.

Trato de levantarme, pero me doy cuenta que aun mis extremidades están entumecidas, de a poco voy recuperando el control de mi cuerpo, primero logro mover mis dedos, los dedos de los pies, la mano, las rodillas, con paciencia me voy movilizando.

Jenny esta junto a mí en la cama, no deja de mirarme desde que desperté, con sus ojos grandes color café.

Algo en ella me pareció chocante y hasta desubicado y es que estaba maquillada. Con un rímel, se había pintado los ojos, las mejillas con rubor, los labios de un rojo que le sentaba bien para su color de piel marrón, se cambió de vincha por una blanca con brillos. No lo entiendo, como pudo tomarse la molestia de maquillarse, en lugar de ayudar a los que nos desmayamos, como si no le imputara lo que paso.

_ ¿Qué paso? - pregunto desde la cama todavía aturdida

_ Nada, solo que no vamos a poder salir. Probablemente pasaremos todas nuestras vidas en este lugar, que mala suerte la tuya tener que soportarme por un poco de tiempo más- dijo con una sonrisa

Fruncí el ceño, su comportamiento comenzaba a resultarme demasiado molesto. Quizás tengamos que quedarnos en este sitio varios años, siglos, o no podamos salir nunca y ella se toma esto como si nada. ¿Cómo puede estar así, después de que no pudimos escapar?

Uno más de nosotros aun no despertó de los efectos del humo, el hombre de mayor edad, el cual Jenny me conto que se llama Luis

_ Esta vez te ganaron, bella durmiente – dijo por Luis que aun dormia

¿Qué? Todavía más demostraciones de desinterés, encima de eso ¿también quiere alardear de que no le importa quedar atrapada aquí, con un montón de desconocidos? ni siquiera Wuilliam quien, estando ya preso, no se muestra tan abiertamente desinteresado por la situación. Es muy raro

Omar entra a la habitación en calzoncillos y con una toalla, nos da la espalda sacudiéndose el pelo mojado. Su falta de pudor me pareció graciosa y sonríe, pero después me dio vergüenza ajena. Cuanta confianza la de este sujeto, entrar así luego de bañarse, sin la menor pisca de pudor.

Él se da vuelta asombrándose de que estuviéramos allí, pero el gesto en si resultaba tan falso que solo demostraba que lo hizo a propósito

_ Perdonen chicas, no sabía que estaban acá

_ Mentiroso, viniste a propósito para que te veamos desnudo, asqueroso, degenerado- le dijo Jenny un poco molesta tirándole una almohada en la cabeza él se agacha para tomar la almohada que callo en el suelo, mientras ella sigue diciendo:

_ ¡Eres un asqueroso y un mal educado, no te conocemos, fuera de acá¡, yo no quiero ver tu cuerpo

El ambiente se caldeo, si fuera por mi lo hubiera ignorado sintiendo pena por él, pero Jennifer se había enfurecido mucho, tirándole almohadones mientras Omar decía que está bien y que ya se iba caminaba hacia la puerta. Pero antes de que pueda salir aparece Wuilli deteniendo su paso

_ ¿Ya se despertaron? – pregunta Wuilli

_ Ella sola – responde Jenny

_ ¡Eeeeey... denle, se despertó la chica ¡- grita agitando la mano llamando a alguien que está en el pasillo

Wuilli se acerca hasta la cama donde esta Luis y empieza a zamarrearlo girándole: ¡Dale, despierta, despierta¡, mientras van entrando Dylan y Johnny, que se ríe cuando lo ve a Omar con el peo mojado y la toalla envuelta en su cintura

_ ¿Qué hace este mono peludo y gordo en pelotas? – dice Johnny riéndose de el

_ ¡Ya déjenlo que salga, es un ridículo, que se ponga ropa ¡- intervino Jenny

Johnny agarra un rollo de la panza de Omar, ya que Omar es bastante gordito, y este le pega en la mano dándose vuelta para irse, pero Johnny no lo deja, se divierte con la situación, lo abraza diciéndole gorda y otros apodos humillantes y Dylan también se le une para burlarse de él.

_ ¿No vamos a poder salir? – digo con una profunda desesperanza

_ Estábamos esperando a que despierten para decirles- dice Omar, quien a pesar de que estaba siendo la burla de los dos chicos hermanos, no mostraba muchas ganas de ponerse ropa, menos después de que yo hiciera esa pregunta - ese humo, no sabemos de dónde viene, son productos químicos y tóxicos y sangre en descomposición, por lo que si tratáramos de irnos por esa puerta moriríamos asfixiados. Y esa era nuestra única salida. Asiqué pensamos que lo único que se puede hacer ahora, es tirar mensajes por las canaletas y las rejillas, y quizás algún día alguien encuentre nuestros mensajes, otra opción no se me ocurre. Veremos si pensamos en otra cosa mejor luego.

_ Quienes nos encerraron, no nos van a dejar salir tan fácilmente – le respondí

_ Hasta que no se nos ocurra otra manera de salir o hasta que no nos saquen, tendremos que convivir entre nosotros- respondió Omar

Nos miramos uno al otro con gestos de profundo pesar

_ Bueno, mi vida ya estaba arruinada antes de llegar aquí- dijo Omar- asique es lo mismo

_ Mi vida también estaba arruinada, más que todos ustedes porque yo, ya era prisionero, pero como me ilusioné pensando en escapar a Canadá con Johnny, y lo que me costó mover la puerta- continuo Wuilli mordiéndose el labio- empujamos la puerta para cerrarla con Omar casi desmayándonos, en un momento no pude resistir más y caí. Fumigamos todo con desodorantes de ambiente, insecticidas y otros productos que había entre los cachivaches, después el humo se fue yendo por las rejillas y las canaletas. Tanto esfuerzo e ilusionarme para nada.

Bajo la cabeza apenada, mirándome las manos, mis manos inútiles, que desesperación no poder hacer nada. Qué tristeza, no saber cuánto tiempo permaneceremos encerrados, pudiendo ser para siempre. Quizás mi vida tampoco valiera la pena, pero se me eriza la piel de solo pensar que podría permanecer acá el resto de mi vida.

_ ¿Que? Mensajes en las canaletas y las rejillas, nada más- dice Luis que ya estaba despierto y había escuchado parte de la conversación- noooo, de ninguna manera yo no voy a aceptar eso, voy a seguir buscando una salida, mis hijas y mi esposa me necesitan

_ No hay otra salida Luis, incluso si lo hubiera ese humo te mataría- le responde Omar- si salió con tanta fuerza debe ser porque está rodeando todo esta estructura

_ No me importa lo que crean, yo voy a seguir buscando, otra salida tiene que haber. No pienso abandonar a mi familia

_ Si insistes, las rejillas de ventilación son tan grades que podría pasar una persona, quizás si te animas a entrar

_ ¡Tu familia te abandono ¡- interrumpió Jonatán provocándolo- tu esposa se fue con otro y a tu hija no le importas

Luis se enfadó mucho con el ceño fruncido y gritando le dijo:

_ ¡Eso no es cierto, Kelly nunca me haría eso, yo voy a salir, voy a encontrar la manera de regresar con mi familia ¡

Johnny lo mira fijo, su cara seria refleja cierta bronca, traga saliva acercándose a él con disimulo. Luis lo observa temeroso abriendo los ojos e inclinándose para atrás.

Sin decirle nada Johnny comienza a golpearlo en la panza. Salgo de la cama sintiéndome mejor y lo detenemos entre todos. Wuilli y Dylan separan a Johnny de Luis, tomándolo por los hombros, mientras que yo, Jenny y Omar sujetamos a Luis

_ Ese chico está loco – dice Luis adolorido agarrándose la panza

_ ¡Tú estás loco viejo de mierda ¡- grita tratando de venírsele encima otra vez, para seguir maltratándolo- tengo que soportar la idea de que capaz tenga que pasar toda mi vida en este lugar de mierda. No pienso aguantar los delirios de un viejo senil, antes te mato hijo de puta.

_ ¡Está loco, auxilio, no me dejen con el ¡

_ ¡Tú estás loco, hijo de puta ¡

_ Wuilli, Dylan saquen a Johnny de la habitación – les suplico con Omar y Jenny

Ellos lo empujan para afuera, Jenny cierra la puerta. Quedamos las dos mujeres en la pieza acompañando a Luis. Le frotamos la espalda mientras él se queja por el dolor y el miedo que sintió. Me da tanta pena, pobre hombre no merecía eso.

_ Luis...- susurra Jenny frotándole la espalda con amabilidad- usted puede buscar otra salida si quiere, las rejillas de ventilación son grandes como dijo Omar, si se anima y quiere puede tratar de buscar otra salida por ahí. Pero trate de no meterse con Johnny, no lo conocemos, pero parece alguien peligroso con graves problemas de ira. Si vamos a tener que vivir aquí todos juntos, lo mejor es que cada uno se cuide.

_ Voy a decirles una cosa. Tengo 64 años, yo podría ser el padre de varios de ustedes, no soy ningún tonto, ese temperamento que tiene es por la cocaína, y no quiero ni imaginar cómo se va a poner cuando le empiece a faltar. No creo que ese chico y su hermano estén escapando de la justicia por un crimen que no sea muy grave. Ese Johnny va a ser una amenaza estando acá, como un león hambriento y encerrado, y lo peor es que tiene aliados fieles, el no llego aquí sin conocer a nadie como nosotros, tiene a su ex amigo de la preparatoria y su hermano. Cuídense de Jonatán, cuídense mucho de ese muchacho, vigílenlo y nunca confíen en él