Capítulo 6 Demasiado cobarde

En ese momento, Giselle continuó: "¿Por qué no puedes simplemente dejarnos en paz? ¿No te sientes mal por no permitir que seamos felices?".

En vista del atrevimiento y comportamiento desvergonzado de Giselle, cualquier otra mujer habría tenido un arrebato de ira y la habría golpeado allí mismo; considerando que era una amante descarada que intentaba provocar a la esposa.

A pesar de eso, la principal preocupación de Selena en ese momento era el bienestar del Grupo Owen. Por tanto, las provocaciones de esa mujer no hicieron mella en ella.

Con mucho aplomo, Selena se acomodó un mechón de cabello detrás de su oreja, miró fijamente a Giselle y respondió con una sonrisa burlona: "Sinceramente, encuentro muy divertido tu papel de la amante. Si estás tan descontenta, pídele a él que se divorcie de mí pronto. ¿Cinco años desesperada detrás de mi marido y aún sigues siendo 'la otra'? Para un extraño, podrías parecer... una mujer de poco valor".

Sus contundentes palabras hicieron que Giselle temblara y su rostro pasó de rojo a sombrío debido a la ira en su interior.

En un ataque de furia, ella intentó abofetear a Selena. Pero esta última jamás bajaba la guardia, y menos con esa mujer. Actuando rápidamente, le dio una bofetada a Giselle primero, haciendo que tropezara hacia atrás.

En ese preciso momento, un fuerte brazo rodeó rápidamente la cintura de Giselle, evitando su caída.

"¡Ken!".

La sorpresa de ella era evidente, pero la ocultó enseguida con una mirada de dolor.

"Lo siento. Solo tenía la intención de felicitar a la señorita Owen por lograr ese gran proyecto. No sabía que se enfadaría de esta manera", dijo, mirándolo suplicante.

Su expresión era de absoluto abatimiento.

Al ver su mejilla hinchada y roja, a Kenneth le dolió mucho el corazón.

"¿Te duele?", preguntó con genuina preocupación.

Al presenciar eso, un repentino escalofrío recorrió la espalda de Selena, borrando su sonrisa. Ese lado afectuoso y preocupado de él, ella lo ignoraba por completo. El esposo indiferente y frío que conocía parecía casi un gemelo malvado frente al hombre que tenía en frente.

Se dio cuenta de que Kenneth sí era capaz de mostrar afecto y ternura, pero no a ella.

Al encontrarse con su mirada feroz, Selena respondió casualmente: "Lo siento. Fue un movimiento involuntario".

Giselle, a pesar de parecer incómoda, dijo: "Estoy bien, Ken. No culpes a la señorita Owen, por favor. Te lo prometo, no me duele".

Su actitud amable y considerada solo demostraba que las acciones de Selena fueron duras y mezquinas.

La expresión de Kenneth se volvió más gélida cuando miró a su esposa, con la ira relampagueando en sus ojos.

Sintiendo una oleada de impotencia, Selena le entregó rápidamente un documento y dijo: "Firma esto, por favor. No puedo darme el lujo de disfrutar de su espectáculo".

Para su mayor asombro, Kenneth respondió arrojándole los papeles directamente a la cara.

"Es solo un nuevo proyecto, Selena. No te adelantes demasiado a las cosas. Tus continuos escándalos le han costado mucho más a la empresa", declaró con voz fría y una mirada desdeñosa.

Los papeles rozaron su cara como una cascada, crujiendo ruidosamente en el silencioso pasillo.

Desde el otro extremo, algunos empleados curiosos se asomaban para saber qué estaba pasando. Al presenciar esa escena, su respeto por Selena disminuyó todavía más.

¿Quién hubiera creído que esa lamentable mujer era en realidad la esposa del CEO?