Capítulo 7 Un encuentro inesperado

Luego de haber comprado el traje, Lindsey y Domenic caminaron sin rumbo alguno por el pasillo del centro comercial y terminaron en la sección de ropa de mujer.

"Tengo que ir al baño. Puedes esperarme aquí mientras tanto", dijo Domenic, deteniéndose en la puerta de una de las tiendas.

Lindsey asintió.

Cuando entró en la tienda, un vestido expuesto en el escaparate capturó inmediatamente su atención. Era un vestido de noche blanco puro adornado con numerosos diamantes plateados en la cintura y el dobladillo. Brillaba como una galaxia estrellada bajo la cálida iluminación de la tienda. Pese a que Lindsey lo amó a primera vista, pensó que le costaría una fortuna, así que decidió no comprarlo por el bien de su billetera.

Justo cuando estaba por marcharse, una voz áspera se escuchó detrás de ella.

"¡Hey, Lindsey!".

Lindsey se volteó, solo para ver a una mujer con un vestido ajustado y sin tirantes que se acercaba a ella, moviendo las caderas de un lado a otro.

Ya sabemos lo que dicen: los enemigos están destinados a encontrarse. ¡En efecto, esta mujer no era otra que la rival de Lindsey en la escuela secundaria, Mary Bentley!

En la escuela secundaria, Lindsey era considerada la chica más hermosa de la clase, lo que hacía que Mary sintiera bastante envidia. En ese momento, Mary tenía un flechazo por el chico popular de la escuela, quien luego se enamoró de Lindsey. Por eso, Mary odiaba aún más a Lindsey y a partir de entonces, se propuso hacerle la vida difícil. Después, Lindsey fue aceptada en una universidad a la que Mary no logró ingresar, por lo que las dos no se habían cruzado desde su graduación de la escuela secundaria.

"Hace mucho tiempo que no nos vemos, Lindsey". Con maquillaje pesado y labios rojos brillantes, Mary se acercó y se detuvo justo frente a ella. Observando el vestido en el que Lindsey había estado mirando antes, se burló: "Te gusta ese vestido, ¿eh? ¿Por qué no te lo compras?".

Al decir eso, se cubrió la boca como si acabara de darse cuenta de algo. Luego, en un tono aparentemente lamentable, dijo: "Oh, lo siento. Olvidé que la ropa en esta tienda es bastante costosa. Quizás no puedas permitirte ninguna de ellas".

Al escuchar esto, Lindsey simplemente sonrió. "Pasaron años desde la última vez que nos vimos, Mary, y sigues siendo igual de mala que antes".

"Tú eres..." Sintiéndose insultada, Mary se enfureció. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de perder la compostura, vio a un hombre alto y guapo acercándose a ella.

Mary quedó realmente cautivada por su rostro hermoso y su aura distante. Instantáneamente tragó su ira y alisó su cabello, esperando que él la notara.

No obstante, para su sorpresa, este hombre divino ni siquiera la miró. Se acercaba directamente a Lindsey.

"¿Quién es este, Lindsey?", preguntó educadamente, fingiendo ser una chica dócil y gentil.

Lindsey se apoyó en Domenic y entrelazó su brazo con el suyo, diciendo cariñosamente: "Es mi novio. ¿Qué dices? Es muy apuesto, ¿verdad?".

Domenic le echó un vistazo y no dijo nada en absoluto.

Mary estaba completamente sorprendida. Ella no esperaba que Lindsey consiguiera un novio tan guapo. Solo de pensar en su propio novio gordo y calvo, Mary estaba muerta de celos.

Miró a Domenic de por completo. Solo entonces se percató de la vieja chaqueta de cuero que llevaba puesta, y de repente, un pensamiento le vino a la mente.

"¿De qué sirve tener un rostro bonito si ni siquiera puede permitirse cosas bonitas? Los hombres solo son buenos en función del dinero que ganan. De lo contrario, su mujer solo sufrirá. ¿Ves? Ni siquiera puedes permitirte comprar la ropa que te gusta. ¡Qué patético!", Mary dijo, mientras una sonrisa burlona aparecía en su rostro.

Después de eso sacó una tarjeta bancaria de su bolso y la agitó frente a la cara de Lindsey.

"Mi novio es diferente. Le dije que tenía suficiente ropa, pero él insistió en que fuera de compras. ¡Mira! Me dio una tarjeta de crédito y me dijo que comprara lo que yo quisiera. ¡Ni siquiera sé cómo gastar todo este dinero!".

Cuando la dependienta escuchó esto, se acercó rápidamente a Mary con una gran sonrisa y comenzó a hablarle sobre la última colección que tenía la tienda.

La vanidad de Mary quedó satisfecha, pero aún miraba de reojo a Domenic. Lo que la molestaba era que este hombre ni siquiera le diera un vistazo, ni siquiera cuando ella presumía. Por el contrario, sus ojos nunca se apartaban de Lindsey. ¿Qué diablos tenía de especial esta mujer?

"Puedo mantenerme por mí misma. ¿Por qué tendría que depender de un hombre?", respondió Lindsey, y su voz sonaba calmada y firme. Después, agarrando el brazo de Domenic, dijo: "Vámonos de aquí".

"¿Te vas tan pronto? ¿Por qué entraste a la tienda si no tienes dinero?". La risa estridente de Mary llenaba toda la tienda, e incluso la dependienta no pudo evitar lanzar una mirada despectiva a Lindsey en secreto.

Ella apretó los dientes, pero no quería discutir con alguien tan irrazonable como Mary. Se volteó para irse, sin embargo, Domenic inesperadamente la detuvo y la hizo volver a la tienda.

"Señor Walsh?". Lindsey lo miró llena de confusión con sus grandes ojos de cierva.

"Es verdad que no tengo mucho dinero conmigo, pero alguien me regaló una tarjeta exclusiva para este centro comercial. Tal vez se pueda usar aquí".

Mientras hablaba, sacó una tarjeta dorada y brillante de su bolsillo.

¡¿Pero qué diablos?! ¿Cómo era posible eso?

Los ojos de Mary se abrieron completamente. Esa era la Tarjeta VIP Suprema del centro comercial. Se rumoreaba que el titular de esta tarjeta debía gastar un mínimo de cinco millones de dólares aquí anualmente. Este hombre, vestido con ropa tan desgastada, no parecía millonario. ¡¿Cómo podía tener una tarjeta así?!