Capítulo 2 Pagina 1... La visita del detective

Narra Beyond:

Las campanas de la iglesia más cercana estaban sonando fuertemente, anunciando que la misa iba a empezar. Alex estaba a la puerta de nuestra habitación algo agitado, le preocupaba llegar tarde... Otra vez.

- Beyond apresúrate!- dijo A desde el umbral de la puerta, mientras miraba su sencillo reloj de pulsera, y luego a mi con cara de desesperación.

- Adelantate- le respondí sin intenciones de levantarme - ni siquiera se si voy a ir-

Alex solo bufo antes de que se escuchara la puerta cerrarse, y sus pasos presurosos alejándose a lo largo del pasillo.

Yo no tenía interés alguno en ir a la misa... No después de lo que descubrí.

Hace dos semanas, específicamente la tarde de un viernes, fui a la oficina de Roger a quejarme por la falta de atención que él le tenía a la cocina del orfanato, no hay excusa que justifique la ausencia de mermelada.

Sin embargo, no lo llegue a hacer, ya que al estar frente a la puerta de su oficina, me percaté de que Roger hablaba con alguien y empecé a prestar atención a lo que decían.

No es que a mi me guste el chisme, pero tampoco quería interrumpir.... Me pegué mas a la puerta y logré reconocer una voz distorsionada, Roger estaba hablando con L, seguro sería algo importante, L no llamaba por cualquier cosa, y muy pocas veces los niños del orfanato tenían la oportunidad de comunicarse con él a través del computador destinado únicamente a eso.

- Estaré allí dentro de dos semanas, el domingo cuando los niños estén en la misa-

- Entendido Sr. L yo personalmente prepararé su habitación, no tiene de que preocuparse, le aseguro que nadie lo molestará en su estadía en Wammys House, le doy mi palabra.

- Roger, ¿estas seguro que nadie más conoce los pasillos secretos?-

¿pasillos secretos? Yo siempre me paseaba por todo el orfanato y no había un solo lugar que fuera secreto para nadie... Sin embargo L preguntaba por ellos, por lo tanto debían de existir, además Roger luego dijo que ni sus mejores candidatos a sucederlo habían dado con aquellos parajes.

Me pase esas dos semanas espiando a Roger, y finalmente, di con los pasillos secretos, y cada noche los exploraba con la intención de aprenderlos.

Allí dentro había un almacén de diversos dulces, también un planetario que desde afuera parecía ser una simple torre, había una biblioteca que en comparación a la que usaban los alumnos del Wammys House ésta era mas pequeña, sus libros estaban tan apretados que no había espacio de sobra en los estantes, y por eso mismo costaba mucho sacarlos, todos estaban escritos a mano por la misma letra, eran informes de análisis completos a nivel político, económico, social, y un sin fin de asuntos más.

No podía estar mucho tiempo allí dentro, por eso iba todas las noches cuando todos estaban dormidos. Hasta que encontré la habitación de L.

Estaba cerrada por un par de puertas de un estilo francés, blancas con un marco de negra caoba, al cerrarse en su centro se formaba la letra L en gótica caligrafía y su cerradura era de un estilo antiguo como de palacio de película.

Al entrar, frente a la puerta había un escritorio, y sobre el reposaban dos resmas de hojas blancas tipo oficio, en su centro estaba una laptop y junto a ésta, un porta-lápices plateado, y frente al escritorio una silla negra acolchada.

La cama estaba a la derecha de las puertas, y solo su cabecera tocaba una pared, estaba cubierta por un edredón súper esponjoso blanco, y contra la cabecera de la cama había un par de almohadas negras, también muy esponjosas.

Esa cama era de tamaño matrimonial, y parecía ser que nadie la había usado jamás.

A la izquierda había un armario blanco, que solo tenía muchos suéteres blancos y pantalones de mezclilla, además de bóxer blancos ( no mal interpreten esa última parte )

Al otro lado de la cama había una puerta que daba a un baño privado, con tina y todas esas comodidades de estrella de cine, pero sin espejos.

Durante estas dos semanas había estado esperando la visita de L, quería ser el primero de los niños del orfanato en verlo, ya que a él nunca lo habíamos visto.

Solo había una forma de entrar a los pasillos secretos, y eso era desde afuera del orfanato por una entrada subterránea.

Por eso no quería ir a la misa, quería sorprender a L, al ser él único de sus sucesores en percatarse de este hecho y sorprenderlo en su propia habitación se daría cuenta de que yo era mejor que los demás... Entendería que yo valgo la pena, y me sacaría de este lugar.

Salí de mi habitación y fui recorriendo los pasillos que se encontraban vacíos, ya a éstas horas todos los niños estarían camino a la misa.

Ya estando fuera del orfanato corrí hacia el extremo sureste del patio y me adentré en los árboles hasta que di con el pasaje subterráneo.

Me quité los zapatos antes de entrar, no quería dejar huellas en el suelo que me delataran antes de conseguir mi objetivo, y sin perder mas tiempo, me escabullí bajo la cama de L.

Ahora solo debía esperar dos horas y media hasta que L llegara... Sip, fue un buen plan.

Narra L:

Watari estaba preparando las maletas para ir a la Wammys House, yo solo miraba las noticias mientras comía unos dulces que él me trajo de antemano...

Realmente no quería ir al orfanato, pero tampoco quería tener que buscar otro hotel, esto de andar de hotel en hotel empezó a ser tedioso.

Hace dos semanas le informé a Roger sobre mi visita a la casa Wammys, y en verdad espero que cumpla con su palabra acerca de que nadie me molestará, ya que en otro tiempo no lo cumplió al pie de la letra.

Cuando llegué por primera vez a ese orfanato, Watari tuvo que dejarme solo el primer mes, y me dejo al cargo de Roger, él me aseguró en aquella oportunidad que nadie me molestaría... Pero no fue cierto, los niños siempre me golpeaban e insultaban, me rompían los libros, los juguetes, aveces las playeras, incluso hubo quienes se metieron con mis dulces... A esos los hice tragar sangre con la mega patada que les senté en la boca, y Roger me castigo, fue realmente injusto...

Incluso una chica extraña al enterarse de que Watari iba a heredarme parte de su fortuna, me drogó e intentó auto-penetrarse con mi pene en un intento por quedar embarazada y poder chantajearme con ello, no contaba con el hecho de que yo soy estéril, además, watari la descubrió en pleno acto... Lo hizo precisamente el día en que él volvió...

Realmente me alegró volver a verlo, de no ser por él, habría perdido algo mas que mi virginidad, estoy seguro de ello!

- Ya todo esta listo Sr. L - dijo Watari detrás de mí

- Ya voy Watari - respondí mientras me levantaba del sillón en que estaba sentado.

- Ryuzaki, vas a tener que esperar a llegar a la Wammys House para comer galletas o pasteles- yo mire confuso a Watari ¿porque me había llamado así? - acabo de limpiar el caramelo con migajas que derramó el día de ayer en el asiento de atrás y me gustaría que el auto permanezca limpio más de 20 minutos.

- Watari... ¿porque me llamaste Ryuzaki?-

- Ya que va a estar en la Wammys House creí que sería mas convencional llamarlo de otra manera, se armaría un lío si se sabe que el Sr. L está en el orfanato, muchos admiradores pelearían por un minuto de su tiempo, y es un mal rato que le quiero evitar- respondió Watari tranquilamente mientras limpiaba sus lentes.

- Me parece bien, ¿ porque escogiste Ryuzaki?-

- Estuve leyendo en Internet y encontré una pagina llamada "nombres geniales para chicos" había una lista muy larga, y ese me gustó - sonrió colocándose el sombrero que solía llevar siempre - Ryuzaki quiere decir "guerrero" ... O quizás era "vencedor" ... Ya no lo recuerdo, leí demasiados nombres, y era ese o Akise-aru -

- ... Ryuzaki esta bien- respondí y ambos salimos de la habitación del hotel encaminándonos hacia el ascensor, aun no me terminaba de convencer el nombre que Watari me escogió, pero me alegraba que no fuera Akise-aru, ese nombre no me cuadraba, Akise-aru me suena a chico albino, no a azabache.

.

.

.

Por todo el camino estuve mirando por la ventana polarizada del auto de Watari, hasta llegar a la Wammys House.

Al ver aquel edificio de majestuosa arquitectura, no pude evitar tener un sentimiento agridulce por estar de vuelta... Podía ver a los niños corriendo de un lado a otro, especialmente a los imbéciles que se aproximaban con el único objetivo de golpearme e insultarme, pude ver como Charles se jactaba con sus amigos mientras estos se me acercaban con toda la mala intención del mundo, y pude sentir el asqueroso pegoste que el mencionado escupió en mi rostro, provocando las carcajadas de todos los presentes...

- Joven Ryuzaki, ¿porque no baja del auto? - preguntó Watari con un tono que expresaba verdadera preocupación, mientras mantenía la puerta del mismo abierta esperando a que descendiese del vehículo.

Sacudí mi cabeza levemente y observé nuevamente el edificio y su inmenso jardín...

Estaba vacío...

Completamente vacío...

- ¿los niños?..- se me escapo el pensamiento de los labios.

- En la misa joven Ryuzaki...- respondió sencillamente Watari.

- ¿en la misa?...- susurré más para mi que para él.

- ¿ Se encuentra bien joven Ryuzaki?- pregunto Watari al ver que aun no bajaba del auto.

Fue una ilusión?..

Fue tan real...

Solté un fuerte y pesado suspiro con la intención de tranquilizarme, y baje del auto en el momento exacto en que Roger salía del edificio a nuestro encuentro.

Saludo a Watari con mucha educación, antes de que este último se despidiera de mí alborotando mi cabello con su mano, si es que se podía alborotar más de lo que ya estaba.

Roger me saludo con una gran sonrisa, que más que sincera, parecía incómoda, mientras Watari se alejaba en el lujoso vehículo...

Caminé detrás de Roger lentamente, a fin de cuentas no había prisa alguna... Él llevaba mis maletas casi a rastras, no creí que fuesen tan pesadas Watari las había llevado con una notable ligereza.

Roger no paró de hablar por todo el camino, pero a decir verdad no le presté la mas mínima atención... Me sentía agobiado, y no estaba seguro si ese estrés repentino se debía al hecho de estar en ese horrible orfanato nuevamente, si era por los muchos días que seguía sin dormir o si fuese la mezcla de ambos.

Pero por alguna razón no podía dejar de sentir que algo estaba por pasar que me afectaría brutalmente... Lo que no sabía es si sería paranoia causada por los traumas de mi infancia.

Nuevamente me tomé un fuerte respiro, y reflexioné sobre lo que me estaba pasando...

Ya no soy un niño indefenso... Soy un adolescente de 17 años... Ya casi soy un adulto, no tengo porque alterarme por cosas que pasaron hace unos diez años... Unas que otras fueron hace cinco... Pero el caso es que no tengo motivos para estar comportándome como el personaje principesco de alguna novela juvenil...

Soy fuerte, soy valiente, soy determinado, soy inteligente, soy audaz, soy decidido, soy un pervertido, soy impresionante, soy lo que todos quieren ser, ¡si! ¡¡YO SOY L!!

Me dije a mi mismo, recobrando los ánimos y justamente en ese momento habíamos llegado a la puerta de mi habitación.

Narradora omnisciente

Beyond estaba a punto de caer en un profundo sueño cuando escuchó la puerta abrirse suavemente mientras entraban unas personas a la habitación.

-¿ donde prefiere que le deje sus maletas Sr. L ?- preguntó Roger.

- allí están bien - respondió L suavemente señalando un lugar que Beyond no pudo ver por estar oculto bajo la cama cuyas sábanas llegaban al piso.

Roger dejó las maletas sin mucho cuidado en el lugar señalado por L y se dispuso a marcharse, sin embargo se detuvo al escuchar la voz del joven prodigio.

- Puede llamarme Ryuzaki, no, ¡¡Tiene que llamarme Ryuzaki!! Es muy imprudente que se refiera a mí como L durante mi estadía en Wammys House-

- como diga joven Ryuzaki- al decir esto Roger salió de la habitación de L para dirigirse a la iglesia donde estaban los otros niños.

Beyond no cabía en sí de contento, su corazón latía velozmente y sus manos temblaban de la emoción, el simple hecho de escuchar la voz de L sin el filtro de distorsión, era algo maravilloso y muy significativo para él.

Pudo escuchar como L desempacaba sus maletas y sigilosamente salió de su escondite para finalmente presentarse correctamente.

Sus movimientos no tenían sonido alguno y al mirar por encima de la cama, logro ver al otro lado a un chico en cuclillas sacando varios paquetes de caramelos y galletas de una de las maletas.

Se acercó a él mientras arreglaba lentamente su ropa para no dar tan mala impresión, y cuando estuvo parado justamente detrás de él.

L se giró bruscamente descubriéndolo, ya que mientras el joven detective sacaba sus preciados dulces de la maleta, logró ver su reflejo en un paquete de aluminio... Bueno casi, casi, porque que en realidad, le pareció ver a un sujeto distorsionado que en vez de ojos tenía dos luceros rojos como la sangre, espantándose por la imagen, voltio rápidamente para cerciorarse de la veracidad de lo que había visto.

Ambos se observaron intensamente, Beyond estaba nervioso, el en serio quería dar una buena impresión a su mentor, y estaba empezando a creer en la posibilidad de que lo había arruinado.

Y mas nervioso se puso cuando L empezó a escanearlo con la mirada sin decir palabra alguna ni cambiar su posición... Parecía molesto.

Eso entristeció mucho a Beyond, la idea de que L se molestara con él era devastadora, quizás no debió esperarlo en su habitación, quizás solo debió llamar a la puerta haciéndose pasar por Roger.

"Maldito Roger" fue lo único que pensó L, al darse cuenta de la incompetencia del director del orfanato, quien una vez mas lo había defraudado.

Tampoco entendía muy bien que era lo que quería ese chico en realidad, parecía vestido para un evento importante; eso era porque Beyond escogió su mejor atuendo para ir al encuentro con su detective favorito, él mismo lo había lavado y planchado el día anterior.

- Buenos días- dijo Beyond con nerviosismo, L solo levanto una ceja ante el error del saludo, ya que eran al menos las 4 pm - T- TARDES!! - se corrigió rápidamente Beyond sobresaltando un poco a L por el grito inesperado.

- Yo... Pues, emm... Yo soy B-Beyond ees un.. Mmm es un placer para mí.. Eh- Beyond sacudió rápidamente la cabeza en negación, eso no era lo que había planeado decirle a L

- No! No no no no no no!- L solo le miraba, ahora claramente confundido, aquel chico de ojos rojos parecía estar peleando consigo mismo mientras se tomaba la cabeza y respiraba agitadamente.

- Si, si si, eh... Buenas tardes Sr. L es un honor para mí poder cogerlo... CONOCERLO!!! eh yo mmm, déjeme empezar de nuevo-

L sonrió de lado, aquello empezaba a hacer le gracia, y porque no decirlo, le daba curiosidad saber a donde quería llegar el niño frente él, por ello solo se limitó a asentir ligeramente con la cabeza.

Beyond se sonrojó mucho al ver la tierna sonrisa de L, y acomodando nuevamente sus ropas mientras daba profundos suspiros para calmarse miró nuevamente a su único ídolo.

Estaba avergonzado, nunca creyó que sufriría un ataque de pánico y para peor, frente a L.

- Buenas tardes señor L, es un honor para mi finalmente poder conocerlo, yo soy B, segundo en sucesión, bienvenido a Wammys House, espero podamos ser grandes amantes... AMIGOS!!! Ser grandes amigos... Yo lo admiro mucho y quisiera poder conocerlo de una manera mas cercana si usted me lo permite.-

Aquello fue demasiado tierno como para echarlo de la habitación, y si bien el reflejo en el paquete de galletas de los ojos de Beyond le resultó escalofriante, verlo ahora directamente y sin la distorsión del aluminio, estos se veían como los de un peluche, por lo grandes que eran y el hermoso brillo que poseían... Podría acostumbrarse a verlos seguidamente.

- un gusto en conocerte B- se decidió a contestar L parándose del suelo, mirándolo hacia abajo, por la diferencia de estatura, pudo notar que el sonrojo de Beyond se hizo más fuerte y como sus manos y piernas temblaban ligeramente.

- Pregunta!- dijo L a forma de juego poniéndose erguido a la vez que fingía tener un micrófono, mirando a B de forma divertida. - por 5 paquetes de galletas ¿ que hacías en mi habitación y como llegaste a aquí?

Beyond sonrió pícaro y tomando su característica actitud arrogante, miró a L con una leve superioridad para luego decir con descarada propiedad.

- Tú eres el detective L ¿no? ¿porque no lo averiguas? -

L quedo impresionado por la respuesta del muchacho, realmente no esperaba que el niño de ojos carmesí tomara la osadía de mirarle de semejante manera y mucho menos hablarle con tal descaro y confianza...

Pero eso le gustó.

Realmente le gustó... Aquel niño no era ningún hipócrita, y era evidente que no pretendía tener filtro alguno para con él, mostrándole todo su respeto y admiración sin dejar a un lado su propia forma de ser.

Probablemente la timidez que demostró hace un momento seria por una mala jugada de los nervios y la emoción...

Emoción...

Respeto...

Admiración...

Cosa que nunca antes sucedió cuando vivía en el Wammys House, era interesante ver la diferencia en los integrantes de esta generación y la que había sido la suya.

Ambos se miraron en silencio por un breve momento, para después estallar en carcajadas.

Carcajadas...

Risas...

Como mucho L solo sonreía levemente cuando le traían muchas fresas con chocolate, pero reír, carcajearse... Eso nunca lo había hecho, y debía admitir que el haberse quedado sin aire por la risa, le pareció totalmente agradable.

Quizás su visita a Wammys House no sería tan molesta después de todo.

XK NOTE: Espero les haya gustado el primer capitulo, si alcanzo a si sea solo un voto y algún comentario, considerare que vale la pena continuarla. Sucesivamente, el siguiente capitulo seria dedicado a dicho comentario.

Gracias por leer.

            
            

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