Mi nueva vida como hombre lobo
img img Mi nueva vida como hombre lobo img Capítulo 3 Una muy mala broma.
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Capítulo 6 Cosas que deberíamos saber. img
Capítulo 7 Realidad. img
Capítulo 8 Hipnotizado img
Capítulo 9 Talento img
Capítulo 10 Lo siento. img
Capítulo 11 Horrores img
Capítulo 12 Más allá del entendimiento. img
Capítulo 13 Roles img
Capítulo 14 Fuerza. img
Capítulo 15 Triste. img
Capítulo 16 Lluvia. img
Capítulo 17 Entrenamiento: Parte 1 img
Capítulo 18 Entrenamiento parte 2. img
Capítulo 19 Nervios img
Capítulo 20 Calor y deseo img
Capítulo 21 Todo se encuentra a primera vista img
Capítulo 22 Paz img
Capítulo 23 Viaje de amigos. img
Capítulo 24 De regreso a casa img
Capítulo 25 Más allá del bosque. img
Capítulo 26 Toda clase de sentimiento. img
Capítulo 27 Una última noche img
Capítulo 28 Competencia. img
Capítulo 29 Manada. img
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Capítulo 3 Una muy mala broma.

Corrí lo más rápido que pude, creo que no había corrido tanto en mi puta vida como en ese momento. Sentir los labios de ese extraño, más la euforia de las personas y las miradas puestas en nosotros, provocaron que le pisara el pie para luego salir huyendo.

Entre al baño más cercano que encontré, abrí el grifo del lavamanos y comencé a echarme agua en la cara, traté de lavarme la boca con el jabón líquido que había allí. Respiré profundamente, traté de relajarme y me pregunté: ¿Qué acababa de pasar? Porque no lo sabía, todavía no había caído en cuenta de lo sucedido porque todo fue tan rápido, que no me dio tiempo de analizar lo sucedido.

Me vi en el espejo y me sonrió, me iba a proponer olvidar todo y hacer como si nada hubiera pasado "Nadie dañara mi año universitario" trataré de evitar a toda costa cualquier contacto con ese pendejo. Acomodé mi bolso para salir del baño, cuando el tal Joshua se apareció, me tensé un poco y más cuando le paso el seguro a la puerta.

-¿Qué haces aquí? -Mantuve un poco mi distancia.

-Me gustas. Lo digo de verdad-me miró con ojos de corderito.

-Tú estás loco-traté de salir, pero él me tomó del brazo y me hizo retroceder.

-No te vayas, hablemos-inhale y luego exhale para no tratar de cometer una idiotez.

-Tu sufres de problemas mentales, ¿verdad? O ¿fumas hierba y por eso estás delirando? -Él no me respondió nada-si te vas a quedar callado como un gran pendejo, ¿me puedes dejar salir? -Él se me fue acercando y comencé a retroceder.

Su presencia me da bastante inseguridad, la forma en la que me mira como si fuera una presa la cual él va a cazar, me pone los pelos de puntas. Iba retrocediendo cada vez más, observé los puntos por donde quizás pudiera escapar, pero no había ninguno "Carajos, lo que me faltaba" choqué contra la pared. Al estar arrinconado, cerré los ojos y desvié la cara para no verlo, sentí de la nada su respiración chocar contra mi mejilla, mis piernas comenzaron a temblar de la nada y solo me hacía esta simple pregunta: "¿Acaso me va a violar? O solo está jugando conmigo" no sabía la respuesta y tampoco quiero averiguarlo.

-Te ves atractivo acorralado-comenzó a susurrar en mi oído-. No tengas miedo-la piel se me puso de gallina-. No te haré nada lobito-abrí los ojos de golpe y volteé a verlo, sin importarme lo cerca que están nuestros rostros.

-¿Qué dijiste? -Lo alejé un poco de mí.

Él me sonrió de oreja a oreja, para luego reírse y remover mi cabello. Quería controlarme, pero Joshua parece que le gusta verme molesto, apreté el puño y luego relajé mi mano porque no iba a comenzar una pelea en el baño de la universidad.

-Respóndeme, ¿por qué dijiste eso? -Me puse algo a la defensiva.

-Porque eres un lobo y uno muy lindo.

-¿Cómo lo sabes? -entré en pánico. "¿Acaso alguien más sabrá? ¿Por qué él sabe que soy un lobo?" Sentía que el aire se me iba.

-¿Estás bien? -Asentí, tratando de respirar-. No te preocupes-me sonrió como un idiota-. Yo también soy un hombre lobo y uno de raza pura-me mostró sus colmillos tan filosos como una aguja.

-Tengo que irme-le dije, no me siento nada bien (claramente) y necesito pensar mejor las cosas.

-Ok, te dejaré ir. Pero recuerda que tú ahora eres mío-lo miré con el entrecejo fruncido.

-Eso no pasará-caminé a la salida, pero él me detuvo.

-No creo que tengas mucha opción, tú eres mi omega y yo soy tu alfa...

+

Mi mente iba a explotar, no entiendo como ese idiota me descubrió ¿fui tan obvio? Yo no lo creo o ¿huelo a perro? Por qué no me explico cómo fue que me descubrió ese pendejo, aparte que me está reclamando como si fuera un objeto. Y bueno, ahora que mi cabeza está hecha mierda, creo que cometeré una locura.

+

-Siento que esto es una mala idea-le dije a Harry.

-Qué va. Tu solo confía en mí y listo-si les soy sincero, realmente no confió mucho en las ideas que salgan de su cabeza-. Además, con esto le quedara claro que no se tiene que meter contigo-él me sonrió y no me gustaba para nada lo que iba a hacer, ya que deseo ser un fantasma para que nadie me vea ni me diga nada.

-Alex, dile algo.

-No me metan en sus asuntos. Yo estoy aquí por el drama que se viene-ella dijo bastante seria al respecto.

-¡Cállense! Están cacareando demasiado-nos dijo Henry, mientras con cuidado nos escabullimos por los vestuarios del equipo de fútbol americano de la universidad.

Vigilamos que nadie estuviera adentro y con cuidado pasamos. Harry buscó el casillero número 49 y al encontrarlo los tres nos colocamos delante de él.

-¿Estás seguro de que este es su casillero? -Le pregunté dudoso.

-Las gemelas me dieron la información y tu sabes que ellas son las mejores detectives en todo el campus-me comentó mientras que sacaba un papelito con la contraseña del casillero.

Él introdujo la contraseña hasta que pudo abrir el casillero. Los tres quedamos asombrados al ver lo narcisista que es este hombre, en su casillero tenía varias fotos de él sin camisa, a parte que tenía una colección de lociones, cremas para el cabello y shampoo.

-Sin comentarios...-dijo Alex.

-Bueno, a lo que vinimos. Dame el bolso-le entregué el bolso y Harry sacó unas cajas con algunos tintes para el cabello-. Espero que con esto no se vuelva a meter más contigo.

Harry comenzó a verter varios tintes en el shampoo de Joshua. Al terminar de verter cada uno de los tintes, le puso la tapa al shampoo y lo colocó de nuevo en su casillero, cerramos todos y sin dejar rastro salimos de ese lugar fijándonos que nadie nos viera.

Se que es una mala idea, pero ya el mal se hizo y espero que con esto se le quiten las ganas de acercarse a mí, porque realmente no lo quiero cerca y lo voy a espantar quiera o no.

Continuará...

            
            

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