Capítulo 4 Atrapado

Alexia estaba abatida no creía que pudieran ser tan crueles, Alexia luchó fuertemente en la corte, recaudo todas las pruebas que pudo, hasta el examen de paternidad post-mortem se realizó para que se acabaran las intrigas en su contra, pero las cosas se complicaron cada vez inventando más y más enredos, amantes aparecieron de la nada, alegando relación amorosa con la Reina viuda, hasta que la gota que derramó el vaso apareció, empezaron a acusarla de adulterio con el príncipe Albert, el hermano menor del Rey Gregor por eso la prueba de paternidad daba que la princesa era de la familia real, co

sas que no tenían sentido porque por más familia que sean no son la misma persona el examen no daría 99,99% de similitud si Gregor no fuera el padre, ella sabía que solo era para destruir aún más su reputación, se sintió humillada y desolada.

Alexia no lo podía creer, le querían quitar todo y enviarla a prisión.

Albert había desaparecido así que no podía ir a atestiguar, su desaparición solo hizo que aquellas bestias reafirmaran sus habladurías, Alexia estuvo a punto de colapsar, ya no podía más, cuando pensó que todo estaba perdido, el joven Rey le tendió la mano, aunque no se conocían del todo, él sintió pena por ella y dijo que la iba a ayudar a solucionar todo el malentendido. El joven Rey con gran temple y orgullo puso a todos en su lugar, acudieron testigos, y otros nobles a atestiguar a su favor, luego de una larga batalla, se comprobó su inocencia pero su reputación ya estaba dañada, ya no podía ser la Reina viuda tenía que dejar el puesto para evitar más revueltas en el país. Rosalind podría seguir siendo princesa pero ya no sería considerada para ser la heredera. Sería la segunda princesa, primero serían los hijos que tendría Conrad en la línea de sucesión al trono junto con su futura esposa.

Era injusto, pero ya no tenía fuerzas para pelear más, al menos estaba libre de aquellas intrigas, por fin podría descansar, Conrad me devolvió el Ducado Caro que le pertenecía a mis padres, con la muerte de ellos y sin herederos volvió todo a la familia real. Pero Conrad fue considerado y me lo devolvió para que así yo tuviera un lugar al cual regresar.

«Me hizo sentir que no estaba realmente sola, Lo aprecié sinceramente, Así me sentí en ese momento, le debo mucho a Conrad. Verlo sentado frente a mí, hablándome amablemente, mostrándome una dulce sonrisa, un sentimiento de seguridad eclipsaba su nerviosismo y temor, ya han pasado seis meses de aquellos horribles días, es poco tiempo pero se sintió una eternidad»

«Bueno ahora todo irá bien por fin»

El ducado pertenece a la familia de Alexia nuevamente y ahora ella es la nueva Duquesa, pero sigue retenida en el palacio, Aún no puede irse, la razón es simple, su dinero de la familia y pensión alimentaria no habían sido asignados y Alexia actualmente era la noble más pobre del país, sus padres no habían tenido buena administración en las tierras y con la guerra el territorio fue severamente afectado, necesitaba una suma muy generosa para poder levantar el Ducado y por supuesto no tenía ese dinero.

El Rey Conrad ordena a los sirvientes que salgan una vez que llevan toda la comida a la mesa.

Conrad deja de comer y sonríe -Alexia querida estamos en confianza, relájate un poco, no disfrutas de la comida, acaso no es de tu gusto-- dice mirándola fijamente con tono algo preocupado

-No se a que se refiere su majestad, estoy disfrutando del desayuno en su compañía, es solo que desde la mañana he estado un poco perdida en mis pensamientos. -- dice Alexia mientras baja el tenedor de su mano y le devuelve la mirada con una cálida sonrisa.

El rey sube la comisura de sus labios y luego dice -Ya que estamos en confianza sabrás que pronto me casaré con la hija del Marqués Berrycloth y la haré mi Reina-- dice calmadamente mirando a Alexia.

-Sí lo escuché, su Majestad, déjeme felicitarlo por su próximo matrimonio, Que Dios bendiga su unión.

Alexia dice sonriendo débilmente, ya tenía un par de meses que se anunció el matrimonio de Conrad, así que no fue una sorpresa pero le agradaba que el nuevo Rey tuviese una compañera adecuada para el puesto, cosa que Alexia no fue en su momento.

-Que bueno que te alegres, también me es conveniente, ella es de una buena familia... pero aún no tiene la suficiente preparación, la Señorita Berrycloth ha sido muy mimada por su familia y no está del todo preparada para el cargo, así que pensaba que tal vez tú podrías ayudarla.

«¿Que? de nuevo esta sensación de déjà vu»

«Coincidencias...coincidencias, Alexia»

Alexia levanta la mirada desconcertada, y suelta el tenedor inconscientemente, el corazón le latía fuertemente por las palabras de Conrad.

-¿Ayudarla? No entiendo la pregunta de su Alteza.

-Desearía que como ex-Reina aconsejaras a mi futura Reina y le enseñes la labor correspondiente.

«haa, solo quiere que ayude a la señorita Berrycloth»

-¿Quiere que me convierta en dama de la corte de la reina?.

Dice Alexia sorprendida por la proposición de Conrad, pero le parecía razonable.

-Bueno algo así, pero pensaba en algo más cercano... Te seré sincero Alexia, yo me siento profundamente unido a ti, no quisiera que dejaras a la familia real, yo tengo sentimientos por ti, de manera íntima-- ante esas palabras Alexia se congeló, soltando los cubiertos de sus manos y sus ojos temblaron al ver la sonrisa de Conrad.

-¿A que se refiere con "íntima" su gracia? No logro entender su propuesta. Usted tiene afecciones hacia mí ¿Más allá de nuestra relación familiar? No lo sabía..., su majestad.

Estaba atónita con la confesión de Conrad, es diferente a su sueño pero aun así era una confesión demasiado atrevida e impropia, Aún más por qué estaba comprometido, no tenía ningún sentido la confesión de Conrad.

-Alexia... Yo tomo el atrevimiento de pedirte algo un poco descabellado, Sé que me tengo que casar con una joven de una noble casta, Pero mi corazón está con usted y sé que usted es tan noble como cualquier otra jovencita importante del país...

Antes sus últimas palabras Alexia entendió lo que quiso decir y su corazón tembló.

-Me refiero a que seas mi concubina Real, Alexia, solo tú estás capacitada para tal honor, serias igualmente una esposa mía, te cuidare y respetare y lo más importante no les faltará nada ni a ti ni a Rosalind, Por mi, te pediría que fueras mi Reina pero a estas alturas es imposible, Al menos desearía que te quedarás a mí lado- dice colocando una copa de vino en sus labios nervioso mientras observaba a Alexia.

Alexia tembló, ella jamás esperó que le propusiera algo tan desconcertante y extraño "concubina" esa palabra vino a su mente de forma inmediata dejando un horrible y amargo sabor.

-Su majestad, sinceramente no entiendo, El que haya pensado en mí para una posición a su lado, es algo que no consigo comprender, Definitivamente no estoy apta para ello, yo no puedo aceptar-dice Alexia tratando de ser lo más fría y calmada posible.

No quería lastimar a Conrad pero ella no estaba dispuesta a convertirse en esposa de nadie y mucho menos una concubina.

-¿Me estás rechazando Alexia?--dice el rey con su sonrisa apagada, la mira fríamente y habla con tono cortante.

-...Su alteza, entienda yo ya tengo una hija del anterior Rey, los conflictos políticos por ello no son los mejores y como ex-Reina no sería bien visto que me convierta en la concubina del actual Rey, es más yo ni siquiera debería estar aquí en este mismo momento en el palacio, usted sabe todos los problemas por los que he pasado estos meses, simplemente no puedo, eso no tiene precedentes, Debe pensar en el Parlamento y los nobles, ¡el pueblo! oh dios la Reina madre, por más que esté retirada ella no estaría contenta y aún tiene suficiente poder para hacerme la vida trizas, no puedo Majestad y no se pone a pensar en su futura Reina.

Alexia dijo todo eso esperando que la razón llegara a la cabeza del Rey y la dejara en paz pero lo que vio fue una mirada llena de ira y una sonrisa forzada.

-¡¡¡No te debes preocupar de lo que opine la imbécil de Lysa!!! después de todo la elegí por estúpida, un lindo adorno, y los demás nobles comen de mi mano, los políticos y leyes pueden ser cambiadas y esa vieja bruja no se atreverá a tocarte si te tengo en mi protección, mi matrimonio es por pura conveniencia en cambio tú eres por amor y ¿por qué un Rey no puede aspirar al amor?--dice mirándola intensamente, en un instante se levanta de su asiento y se acerca a Alexia rápidamente, el cambio abrupto de humor de Conrad consternó a Alexia, tan rápido que Alexia no pudo reaccionar de inmediato. la toma de la mano con fuerza y la acerca a su cuerpo.

«No...no puede ser»-Aunque su realidad y su sueño tenían poca similitud, en las cosas donde se semejaban la aterrorizaban tenía miedo de lo que pasaría adelante.

-Alexia, no sabes las ganas que tengo de amarte ahora mismo en esta mesa, tal vez así me puedas ver diferente- Dice Conrad besando los dedos de Alexia ya dejando cualquier tipo de decoro, Alexia tiembla, está aterrada no sabe que hacer frente a lo que está sucediendo.

-Su...su Majestad por favor piense bien lo que hace, Esto no es correcto, por favor piense en mí, en mi posición...yo no puedo con más escándalos--dice nerviosa intentando apartarse desesperadamente, pero Conrad solo sonríe y la acerca más hacia él.

El Rey se acerca más al punto de que no hay ningún espacio entre ellos y la atrapa en sus brazos quedando tan cerca de él que Alexia se sorprende, Alexia al subir su mirada ve a aquellos ojos que son azules como zafiros tan brillantes como gemas, «los ojos de la familia real» piensa Alexia, era un detalle distintivo en la familia real, la mayoría tenían aquellos ojos azules, era raro pero los miembros más directos actuales de la familia real poseía aquellos azules ojos, no sabía si ya familiares lejanos aún heredan esos rasgos ya que nunca conoció a alguno. El difunto esposo de Alexia también los tenía de ese color al igual que su pequeña hija.

El Rey Conrad era alto y musculoso, de cabello espeso y oscuro perfectamente peinado... Conrad era un hombre atractivo pero simplemente no podía verlo con otros ojos, El corazón de Alexia estaba seco. No había nada más que su hija en él, El rostro perfectamente tallado de Conrad estaba a unos centímetros del de ella y su barbilla firme que haría suspirar a cualquier mujer estaba suavemente tocando la suya, no sabía la razón exacta pero el corazón de Alexia no se aceleró por la belleza que tenía al frente, no tenía sentimientos profundos por ese hombre, La distancia entre ellos era casi nula.

-Alexia, querida sabes bien que no puedes rechazarme es mejor que me aceptes alegremente, de verdad quiero que me aceptes -Palabras parecidas pero tan diferentes y contradictorias, exigentes pero suplicantes, él decía aquellas palabras mientras luchaba contra la ira y el cariño, Sin previo aviso su distancia desapareció y sus labios se posaron sobre los de ella, fue un toque suave pero inmediatamente el beso tomó ferocidad como si la angustia y la ansiedad se mezclaran con la desesperación y la necesidad.

Alexia casi no podía reaccionar y alejarse, su fuerza le fue arrebatada, no podía respirar por la intensa intromisión.