Capítulo 4 Estudiando al jugador

̶ Gracias por el cumplido. Y bueno, también había tráfico , se encoge de hombros Sara , poniéndose a la defensiva y echándose su larga melena rubia por encima del hombro.

Suspiro. ̶ Vale, está bien. Y estás estupenda, pero seguro que te lo dicen todo el tiempo. De todos modos, si estás aquí, ¿significa eso lo que creo que significa? .

̶ Sólo pensé que sería más agradable decepcionarte en persona en vez de dejarte plantada . Lo dice inexpresiva y estoy a punto de perder los nervios cuando sonríe y suelta una risita.

̶ Vale, lo haré, pero con una condición . Me mira con una sonrisa, pero sus ojos están muy serios.

Estoy a punto de que se me salgan los ojos de las órbitas con su rápido cambio de humor, pero resoplo y digo: ̶ Por un momento me has engañado. Bien, ¿cuál es tu problema? .

̶ Dijiste que la boda de tu hermana es en unas semanas, ¿verdad? .

Asiento con la cabeza, tratando de entender a dónde demonios quiere llegar.

̶ Bueno, mi condición es que nos veamos unas cuantas veces antes para conocernos y hacer esto creíble. No voy a presentarme como tu falsa prometida sin estar preparada .

Frunzo el ceño. Parece mucho más trabajo del que pensaba.

Golpea la mesa con los dedos y noto sus ojos clavados en los míos.

Mi mente empieza a pensar en mis opciones, pero no tengo muchas. Les conté a mi familia y a mi abuela que había empezado a salir con alguien hace unos tres años. Fue entonces cuando la abuela me dijo que me excluiría del testamento si no empezaba a tomarme la vida en serio.

Como vive en California y no viaja mucho, he podido evitarla. Pero cuando mi hermana se comprometió hace un año, mi abuela subió la apuesta sobre mí y mis planes.

Así que casualmente me comprometí hace tres meses con mi supuesta novia desde hace tres años. Y aunque la abuela rara vez viaja, para lo único que lo hace es para las bodas de sus nietos.

Así que ahora no tengo más remedio que hacer que esto funcione con Sara .

̶ ¿Tierra a Parker ?

La miro y suspiro, aceptando sus condiciones. ̶ Bien. ¿De verdad quieres ganarte ese dinero? Entonces lo haremos a tu manera. De todas formas, tú eres el experto en interpretación, ¿no? .

Ella sonríe juguetonamente. ̶ Lo soy .

Se echa hacia atrás, más relajada. Continúa: ̶ Dime qué puedo esperar, cariño .

Resoplo. Supongo que lleva tres días dándole vueltas a la cabeza.

̶ ¿No quieres pedir algo, primero? pregunto.

̶ ¡Oh, buena idea!

Le hago una señal a Anna para que se acerque. Parece menos entusiasmada por acercarse a la mesa ahora que tengo compañía, pero aun así esboza una sonrisa mientras se acerca con su papel y su bolígrafo.

Ana pide un moca helado con toneladas de nata montada. Mientras tanto, me llevo las manos a la barbilla y la miro fijamente, intentando mentalmente prepararme para actuar como si estuviera prometido a esta mujer delante de toda mi familia.

Quiero decir, ella es definitivamente mi tipo. Rubia, bronceada, ojos marrón chocolate, delgada, ingeniosa... Debería ser fácil, ¿verdad?

̶ Entonces, ¿no sabes nada de hockey? Le pregunto.

̶ Sé que se juega sobre hielo , se encoge de hombros.

Doy un respingo. ̶ En realidad, hay diferentes tipos de hockey, y no todos se juegan sobre hielo. De hecho, de pequeña me aficioné al hockey callejero y me encantó. Esa fue mi introducción al hockey y me llevó al hockey sobre hielo al unirme a una liga juvenil de hockey.

Dejo de hablar y frunzo el ceño. No suelo hablar tanto de mí mismo , y menos en uno falso.

Me aclaro la garganta y continúo: ̶ Pero eso no importa. Vamos a....

Me detiene. ̶ Sí que importa. Necesito saber cosas sobre ti, Parker . ¿Cómo pasaste de una liga juvenil de hockey a estar en la NHL?

Se inclina y empieza a rebuscar en su bolso, luego saca un bloc de notas y un bolígrafo.

La miro incrédulo. ̶ Mira, no sabía que me iban a entrevistar....

̶ ¿Qué esperabas? Me interrumpe de nuevo y aprieto los dientes. ̶ ¿Creías que me presentaría a tu lado como tu prometida y que sería así de fácil? No puedo creer que sea la única que se toma esto en serio. Quiero decir, ¡es tu familia! No te conozco y para que esto sea creíble....

Esta vez la interrumpo con las manos levantadas en señal de rendición.

̶ Vale, vale .

Empiezo a hablarle de mi viaje a la NHL. Y cuando empiezo, ya no puedo parar.

Le cuento cómo los ojeadores se fijaron en mí en los partidos del instituto y cómo me ficharon para una liga juvenil. Luego llamé la atención de los ojeadores de la NHL tras llevar a mi equipo a la victoria en varios torneos y campeonatos.

̶ Mi vida ha girado en torno al hockey desde que tengo uso de razón. Era como el dominó. Una vez que me inicié en él de niño, ése fue el toque y luego todo se vino abajo y me llevó a donde estoy ahora.

La miro con una sonrisa estúpida en la cara. Ella toma notas y asiente, mirándome con interés.

Me aclaro la garganta. ̶ En fin, como he dicho. En realidad, no importa. Nos conocimos después de un partido, ¿vale? .

̶ ¡Oh! Ahora parece sorprendida. Entonces, ¿se supone que soy una fan?

̶ Se podría decir que sí . Asiento con la cabeza.

Sara parece inquieta y ansiosa. Frunce el ceño y se frota las sienes con los ojos cerrados.

Me preocupa que se acobarde y abandone, pero espero que el dinero la mantenga aquí.

̶ ¿Toda tu familia es fanática del hockey? . Me mira con los ojos muy abiertos y me río de su expresión. Está muy mona.

̶ No sé si son frikis, pero sí, les gusta el hockey. Pero es sobre todo por mí. ¿Por qué?

̶ Si son fans, no puedo haberte conocido en un partido. Verán a través de mí .

Continúa, agitando su índice delante de mí. ̶ Nos conocimos en una cafetería como ésta .

̶ No , digo y sacudo la cabeza con firmeza. ̶ Esa es la historia que ya conocen y con la que nos quedamos .

̶ ¡Pero si yo no tengo ni idea de hockey! . Ella gime y se lleva las manos a la cabeza. ̶ De todas formas, ¿por qué has tenido que inventar un compromiso falso?

̶ Según mi familia, todo se soluciona sentando la cabeza , digo, no disfrutando que me recuerden su influencia en todo esto. ̶ He tenido que hacerlo, para que no se me echaran encima, pero es sobre todo por mi abuela .

̶ Sí, sí, me acuerdo. Tu precioso coche de época .

Se pone una mano bajo la barbilla mientras considera mis palabras. ̶ Entonces, ¿valoras demasiado tu libertad como para comprometerte? ¿Prefieres mentir y decir que eres un hombre hecho para apaciguar a tu familia, pero en realidad eres un jugador? .