Capítulo 5 Futura nuera

Al día siguiente, tenía que comer al mediodía en la mansión de la familia Holland. Leanna eligió cuidadosamente su atuendo.

Al escuchar la bocina del auto, bajó las escaleras a toda prisa.

El conductor, Braydon Carter, estaba junto al auto. "Señorita Powell, el señor Holland me envió para que la lleve a la mansión".

Leanna tuvo que ocultar su decepción. "¿Él no irá?".

"Irá directamente desde su oficina".

La joven lanzó una risa amarga. Él estaba de paso por aquí desde su oficina hasta la mansión, pero no se detendría para recogerla.

Pero lo que la hizo sentirse más ridícula fue que el vehículo de Nate apareció poco después. Habían llegado a la mansión casi al mismo tiempo.

¿Acaso ya no quería estar en un auto con ella?

Leanna se volvió hacia Ricky, el padre de Nate. "Abuelo", saludó.

Aunque retirado, este mantenía su presencia imponente y le dedicó una breve mirada. "Mmm".

Leanna vio a Kristy sentada a su lado. Era la segunda esposa de Ricky, quien la había insultado seis años atrás con cien dólares.

Kristy y Ricky tenían gemelos de veintiséis años, quienes a menudo se peleaban con Nate.

Leanna decidió no interactuar con Kristy, ya que seguía molesta por el insulto pasado y sabía que a Nate tampoco le gustaba.

Kristy había llegado a sus vidas justo después de la muerte de la madre de Nate y pronto quedó embarazada. Nate estaba convencido de que Ricky había sido infiel, por lo que nunca se encariñó con ella, tensando así su relación con su padre.

De no ser por la mediación de su abuelo y porque Ricky le había entregado el negocio debido a su talento, Nate habría roto sus lazos familiares hacía mucho tiempo.

Justo cuando Leanna se estaba sentando, Kristy preguntó bruscamente: "¿Dónde están tus modales? ¿Siempre eres tan arrogante?".

Leanna estaba a punto de responder cuando, de repente, Nate se acercó con una mueca de desprecio. "¿Estás preguntando por qué no puede notarte? ¿No lo entiendes?".

Luego, se sentó en un sofá cercano y empezó a jugar con una manzana.

Su actitud relajada acentuaba sus llamativos rasgos. Estaba actuando como si nadie de ahí mereciera su atención. "¿O es a mí a quien reprendes?", dijo dándole una mirada desdeñosa a su madrastra. "¿Estás molesta porque despedí al espía que pusiste en mi empresa?".

La mujer se mantuvo imperturbable, limitándose a mirar resignada a Ricky, y luego dijo suavemente: "¿Qué quieres decir, Nate? Tiene que haber un malentendido".

Desde que él trajo a Leanna a casa, Kristy se había sentido humillada al no ser respetada. Siempre le había tenido resentimiento a Nate, ya que era el hijo de la primera esposa de Ricky, y su desprecio se extendía hacia Leanna, llevándola a frecuentes insultos y palabras irrespetuosas.

Afortunadamente, esta última no pasaba mucho tiempo en la mansión Holland.

Como de costumbre, Ricky ignoraba ese tipo de peleas familiares. "Nate, escuché que ahora estás saliendo con alguien del mundo del espectáculo. ¿Estás considerando casarte con una actriz? Con todas las jóvenes bien educadas que hay en la ciudad, ¿ninguna te llama la atención?".

"Si ya lo has investigado, ¿por qué me preguntas?", resopló Nate. "Esas chicas de la alta sociedad no me interesan. No me casaré con alguien que no me interese".

"¿Por qué eres tan desafiante?".

La conversación no tardó en escalar, insinuando una inminente discusión entre padre e hijo.

Nate solía mostrar deferencia hacia su abuelo, por lo que normalmente no intensificaría esas situaciones. Sus conversaciones solían terminar sin más conflictos. Pero hoy era diferente. Nate parecía decidido en armar una pelea. Se burló de su padre. "Ella ya está aquí, saluda a tu futura nuera".

Leanna sintió su corazón acelerarse.

¿Futura nuera?

Antes de que pudiera entenderlo, escuchó unos tacones altos acercándose. Cuando se dio la vuelta, vio a Jillian con un vestido elegante, caminando hacia ellos.

¿De verdad Nate la había traído para que conociera a la familia Holland?