Si Hoy Tenemos Ganas...
img img Si Hoy Tenemos Ganas... img Capítulo 3 Nadie se atreve a desafiarme
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Capítulo 16 Quédate conmigo img
Capítulo 17 Una deuda que debe pagarse img
Capítulo 18 Cómo lidiar con un tirano img
Capítulo 19 Nehemiah era una leyenda img
Capítulo 20 Se cobraron intereses img
Capítulo 21 Un lobo feroz y astuto img
Capítulo 22 Sálvame, Nehemiah img
Capítulo 23 El hombre que confió en ti img
Capítulo 24 Nehemiah, el omnipotente img
Capítulo 25 Me mentiste img
Capítulo 26 El señor Mo es muy guapo img
Capítulo 27 La pequeña gatita salvaje img
Capítulo 28 Tirano Nehemiah img
Capítulo 29 Ella era una gran glotona img
Capítulo 30 Hagamos una apuesta img
Capítulo 31 Un banquete de lujo img
Capítulo 32 Debes disculparte después de chocar con alguien img
Capítulo 33 ¡Una chica sexy! img
Capítulo 34 El interés de Ryan img
Capítulo 35 Te he entregado mi corazón img
Capítulo 36 Ven a mí img
Capítulo 37 De ninguna manera img
Capítulo 38 El nuevo vestido de Cara img
Capítulo 39 Estoy aquí para buscar a alguien img
Capítulo 40 Una jugada brillante img
Capítulo 41 El sentido de la existencia img
Capítulo 42 Tendrás que esforzarte más img
Capítulo 43 Una mujer que no tiene sentido de la propiedad img
Capítulo 44 En presencia de una belleza img
Capítulo 45 La frustración de Howard img
Capítulo 46 Nehemiah enojado img
Capítulo 47 Quédate conmigo img
Capítulo 48 ¡Señor director! img
Capítulo 49 Una onda cerebral img
Capítulo 50 Solo soy una asistente img
Capítulo 51 Conmoción img
Capítulo 52 ¿Quién es ella img
Capítulo 53 El tercer hombre img
Capítulo 54 Te conquistaré img
Capítulo 55 Auto recomendación img
Capítulo 56 Esperando la feroz competencia entre dos familias img
Capítulo 57 Deja la villa por el momento img
Capítulo 58 Pequeños trucos img
Capítulo 59 Eres demasiado genial img
Capítulo 60 Un auto en mal estado img
Capítulo 61 La trampa img
Capítulo 62 La emergencia img
Capítulo 63 Una oportunidad para que el héroe salve a la princesa img
Capítulo 64 Eres mujeriego, pero bueno img
Capítulo 65 El temor de Marvin img
Capítulo 66 Un demonio elegante img
Capítulo 67 Él era el ganador img
Capítulo 68 Como viejos amigos img
Capítulo 69 Plan de escape img
Capítulo 70 Fingiendo ser una avestruz img
Capítulo 71 Un regalo de Nehemiah img
Capítulo 72 Hermandad img
Capítulo 73 Puedo dártelo img
Capítulo 74 Puedes tener todo lo que desees img
Capítulo 75 Él vino a vengarse img
Capítulo 76 No te acerques tanto a mí img
Capítulo 77 Te mimas demasiado últimamente img
Capítulo 78 Es un sinvergüenza img
Capítulo 79 No tengas miedo img
Capítulo 80 El extraño comportamiento de Howard img
Capítulo 81 Coqueteo img
Capítulo 82 Un simple abrazo es suficiente img
Capítulo 83 Me cuida img
Capítulo 84 La ira de Nehemiah img
Capítulo 85 El dulce momento de Howard img
Capítulo 86 ¿Acaso quieres morir img
Capítulo 87 Una pequeña victoria img
Capítulo 88 Su siguiente movimiento img
Capítulo 89 Déjame experimentar una nueva vida img
Capítulo 90 Hoy te ves hermosa img
Capítulo 91 Me agrada esta forma de vivir img
Capítulo 92 Tú eres mi tesoro img
Capítulo 93 Su gratitud img
Capítulo 94 El diablo está a su lado img
Capítulo 95 Primo, no te tengo miedo img
Capítulo 96 No iré contigo img
Capítulo 97 Borracha una vez más img
Capítulo 98 Su temperatura va en aumento img
Capítulo 99 No pasó nada entre nosotros img
Capítulo 100 Todos tus sueños se cumplirán img
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Capítulo 3 Nadie se atreve a desafiarme

"¿Oh?". Nehemiah le sonrió a Cara. "¿Entonces eso era lo que planeabas?".

Él agarró a Cara con una sonrisa siniestra y unió sus cuerpos con violencia. Ella sintió que un dolor insoportable la atravesaba. Al primer contacto sus ojos se humedecieron. Al instante, él se inclinó sobre su oreja y le susurró fríamente: "Quieres denunciarme, ¿no? ¿Demandarme? Te reto a que lo intentes. Me pregunto quién se pondría de tu lado en un juicio". Sus lágrimas continuaron brotando mientras Nehemiah seguía con sus movimientos violentos: "De hecho, también quisiera ver qué sitios web publicarían tu historia".

En este momento, él era peor que el diablo. Cara se negaba a creer que un hombre como él no fuera un demonio.

Nehemia era poderoso, y tenía mucha influencia. Sin importar lo malvado que fuera, podía salir impune moviendo dinero en la dirección correcta. Mientras pensaba en esto, Cara perdió sus fuerzas. Sus piernas se debilitaron y su cuerpo se entumeció cuando Nehemiah se abalanzó sobre ella.

Los sucesos de esa noche serían la fuente de sus pesadillas por muchos años.

Finalmente, ya satisfecho, Nehemiah se durmió. Mientras él dormía después de abusar de ella, Cara apretó los dientes por el dolor que sentía y luchó por salir de la cama.

Puede que él lo haya pasado genial. Pero para Cara, era el recuerdo más horrible que podía imaginar.

Deseaba intensamente que fuera solo una pesadilla. ¡Se suponía que sólo debía entrevistar a una estrella! Nadie podría predecir que esto iba a suceder. Cara se estremeció con sólo recordar lo sucedido.

"No importa lo que quieras o lo que sientas. Me encanta tu cuerpo. De ahora en adelante me perteneces".

La diabólica voz resonó en sus oídos, y se estremeció hasta la médula.

"¡No! ¡Para, por favor! ¡No quiero! ¡Para!".

"¡Nadie puede decirme que no!", respondió Nehemiah enfáticamente. Los recuerdos de lo que sucedió momentos antes se reproducían en su mente una y otra vez.

Cara recogió su ropa esparcida por el suelo y se vistió. Caminó de puntillas hacia la puerta y salió sigilosamente de la habitación. Cuando cerró la puerta de la habitación, corrió rápidamente hacia el ascensor y presionó el botón varias veces. Las puertas del ascensor hicieron un sonido al abrirse. Ella entró rápidamente. Al presionar el botón de la planta baja, recordó lo que Nehemiah le había dicho más temprano

y no lo podía creer.

Alguien debía ponerse de su lado. Se haría justicia sobre él. Si publicaba el caso, encontraría a alguien que creyera su historia.

Pero era su palabra contra la de Nehemiah. Oyó en su mente las palabras que le había dicho. Nadie se atrevería a enfrentarlo, pues influía demasiado sobre otras personas. Pero ella no se iba a rendir tan fácilmente. Con tranquilidad, tomó una decisión: debería intentarlo, al menos.

Llegó el día siguiente, el sol se filtró por la ventana e iluminó el cuerpo dormido de Nehemiah.

Él abrió los ojos con dificultad ante el rayo de luz que lo había despertado.

Miró alrededor y vio que la mujer de la que se había aprovechado la noche anterior se había ido sin que él se diera cuenta. "¡Se fue!", exclamó.

Apretó los dientes y agarró con fuerza las sábanas donde ella había estado la noche anterior, hasta que sus nudillos se volvieron blancos. 'No le permitiré escapar así. Nunca dejaré escapar a mi presa', pensó.

Se levantó lentamente de la cama, se visitó y salió con un aire de confianza y buen humor. Lo opuesto a su presentación de la noche anterior.

"¡Ah, señor Nehemiah! Lamento mucho lo que sucedió anoche. Ayer le di una copia de la llave de su habitación a una mujer llamada Cara Mu. Lo siento, ¡fue mi error! No volverá a pasar". La recepcionista se disculpó con reverencia.

Nehemiah ignoró lo que dijo después.

'Después de todo, resulta que ella no quería acostarse conmigo para ascender. Tampoco la envió otra persona para incriminarme'. Al parecer, sólo fue una coincidencia que ella estuviera allí en ese preciso momento.

Tras conocer la verdad, Nehemiah caminó con ánimo y en su rostro apareció una leve sonrisa. Ella lo hipnotizó con su belleza y su carácter. Aunque hicieron el amor una sola vez, él estaba fascinado por su suave piel y el placer que le produjo su cuerpo. Debió ser el destino. Quizás vino del cielo. Dios le había entregado su alma gemela en sus brazos.

Sacó su teléfono y marcó un número. "George, espérame en la finca".

"Sí, señor. Inmediatamente".

Dos horas después, en una alejada casa con jardín ubicada en Moonlight Bay, había un hombre sentado en el centro de una habitación resplandeciente, fumando elegantemente un habano que sostenía con sus dedos refinados. Parecía envuelto en un aura de fría nobleza. Se escuchó un golpe en la puerta al otro lado de la habitación. Poco después, entró un hombre de mediana edad vestido con un traje negro.

"Señor".

El hombre de mediana edad se acercó e hizo una reverencia.

"Consigue los videos de vigilancia de la entrada de la suite presidencial y encuentra a la mujer que ingresó ayer. Necesito saber quién es. Envía a alguien a vigilarla".

Nehemiah acercó el puro a sus labios y su mirada se tornó oscura. Lucía siniestro cuando habló. Casi se le podría confundir con el diablo.

"Sí, señor", Respondió el hombre de mediana edad mientras se retiraba de esa lujosa habitación. Una sonrisa diabólica y atractiva se dibujó en el rostro de Nehemiah. "Esa mujer fue el platillo más exquisito que he probado hasta hoy. Debe ser mía de nuevo".

En su mirada perdida brillaban la curiosidad y el interés. La suavidad de sus labios... La dulzura de su aroma... Su mirada llena de lágrimas. Se enderezó un poco mientras su cuerpo reaccionaba a sus pensamientos.

En la Agencia de Prensa Fortune...

Una mujer con camisa negra y lentes oscuros entró a la oficina del gerente general. Lucía agotada. Parecía que no tuviera el tiempo ni la energía para lucir lo mejor.

En sus manos, sostenía el informe que había escrito durante la noche. Entró a la oficina y dijo: "Jefe, por favor, lea esta noticia".

            
            

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