Capítulo 8 ¿Quieres ser la señora Mo

"¿Cómo quieres que me relaje? ¿Qué tal si me pongo encima tuyo?", Cara le regañó.

Lo único que quería hacer en ese momento era maldecir. '¿Por qué este maldito hombre es tan mandón?', pensó. ¿Quién le había dado el derecho de obligarla a tener sexo con él?

"Está bien", Nehemiah aceptó con voz agresiva. "¡Intenta montarme si quieres!".

¡Mierda! Cara estaba sorprendida. Nehemiah la miró intensamente y fue como si sus hermosos ojos profundos se transformaran de repente en una mirada malvada y traviesa mientras la levantaba y la ponía sobre su cuerpo.

Horas más tarde, a pesar de que Nehemiah seguía teniendo energía, sus cuerpos se rindieron por los innumerables orgasmos y el placer que habían experimentado. Luego, los dos se durmieron. Nehemiah se sumió en un sueño profundo, mientras que Cara se despertó pronto.

Despeinada, ella se levantó primero y cubrió su cuerpo con una manta mientras examinaba cuidadosamente al hombre que aún estaba dormido.

Si bien Nehemiah era un director, era incluso mucho más guapo que una estrella de primer nivel. 'Es un hombre adinerado, pero...', pensó Cara. Esta era la razón exacta por la que estaba decidida a mantenerse alejada de hombres como él, ya que ella solamente quería vivir su vida normal con felicidad y tranquilidad.

Cara ya había tomado una decisión. Sin embargo, en el fondo de su corazón, sabía que no podía relacionarse demasiado con él.

Ya era mediodía cuando Nehemiah se despertó.

"Despertaste".

Cara buscó un banquillo y se sentó al borde de la cama. Ya se había puesto su ropa y sus ojos redondos y brillantes irradiaban encanto.

"Sí", respondió Nehemiah en voz baja y

la miró como si nada hubiera pasado. Normalmente, él no permitía que nadie se quedara en su habitación. Cara había sido la primera mujer que pasaba la noche con él en su dormitorio. Además, a Nehemiah descubrió que no le disgustaba la idea de ver a Cara a primera hora en la mañana.

"Señor Nehemiah, ya que mencionaste que yo seré tu amante; como amante, ¿puedo poner algunas condiciones?".

Cara se apoyó las mejillas en ambas manos y su cabello negro cayó suavemente sobre su hombro, demostrando su encanto.

Él entrecerró los ojos confundido, ya que lo que la mujer decía le resultaba tan estúpido como si un conejo le preguntara a un lobo: "¿Me podrías prometer algo antes de comerme?".

"Habla", dijo Nehemiah fríamente mientras

resoplaba y se sentaba en su cama con pereza. Al apoyarse en la cabecera, la manta que lo cubría se desenvolvió de su cuerpo, dejando su pecho musculoso al descubierto.

Cara tragó ante semejante vista, y pensó: 'Maldición. Es muy guapo'.

Luego, se armó de valor y le dijo con confianza: "No quiero ni tu dinero ni carros lujosos ni esta villa extravagante. Solo quiero que me prometas una cosa, solo una. No te pediré que hagas nada más. ¿Quieres saber qué es lo que quiero?".

"¿Oh? ¿Qué es lo que quieres?", Nehemiah le preguntó con asombro mientras se sentaba en el borde derecho de la cama. Él encontraba a Cara cada vez más interesante, pues era la primera vez que conocía a una mujer que no estaba interesada en estas cosas después de tener una aventura con él. '¿Querrá algo de más valor?', pensó para sí mismo.

"¿Quieres ser la Señora Mo?", le preguntó directamente mientras

tomaba el encendedor de la mesa de noche y encendía un cigarrillo. Sus ojos profundos se posaron en la mujer, con muchas preguntas en la cabeza.

"No", insistió Cara.

'¡Casarme contigo sería lo último que haría, idiota! Maldito demonio', pensó.

"¿Oh?".

Al ver una pizca de disgusto en su mirada, Nehemiah entrecerró los ojos maliciosamente. De hecho, él no tenía ninguna intención de hacerla su esposa, pero el desprecio que vio en sus ojos lo hizo sentirse particularmente molesto.

La situación hizo que Cara se sintiera incómoda, por lo que rápidamente parpadeó y puso una mirada inocente. Luego, negó con la cabeza y dijo: "Señor, yo... yo... no quise faltarte el respeto, pero me conozco a mí misma y sé lo que merezco. Un hombre rico y guapo como tú definitivamente no se casaría con una chica como yo, con un rango social más bajo".