- Sasha, princesa - trato de despertarla con un tono suave comienzo a levantarla, pero no me responde sigue gritando y llorando.
- Princesa tenemos que ir al Club un rato - susurro en su oído, pero ella gruñe entre dientes y sonrío como un bobo porque siento que se me parece a mí cuando no me quiero levantar sacudo mi cabeza. Sasha abre sus ojos lentamente.
- ¿Qué pasó? - pregunta.
- Princesa, vamos despierta tenemos que ir al Club - respondo frustrado y con poca paciencia, ella llora comienza a negar varias veces con miedo.
- Ahí no, Por favor - comenta sollozando.
- Hablé con Hanbal y vendrás al Club ahora mismo, agarra tus cosas ahora. Vivirás conmigo en el Club - susurro en su oído, ella trata de hablar, pero la cargo al estilo princesa hasta su habitación.
Minutos después...
Sasha esta despierta, pero el único problema: no se quiere ir de su casa.
- Eso no se podrá Nkosi, yo me quedo en mi casa donde nací y me crie - dice con los brazos cruzados, sentándose en forma de indio y haciendo un puchero adorable que hacen que quiera comer esos labios, sacudo mi cabeza.
- Vamos anda, no te diré otra vez - digo cansado.
- Ni yo tampoco, no me iré de aquí. No conozco el Club y a los miembros de ahí. Prefiero quedarme aquí - dice frustrada.
- Si te quedas aquí, te harán daño - le recuerdo y sus lágrimas comienzan a salir comienza a negar varias veces.
- No quiero ir allí, no voy a ir Nkosi - expresa con molestia y echo mi cabeza para atrás.
Tengo dos opciones: Ir a la fuerza, atarle en el sillón de mi moto y que me odie por siempre o quedarme con ella donde hay peligro.
Horas después...
Opté por la primera opción, no me puedo arriesgar e inclusive ella, decidí que mañana vendríamos por sus cosas. Miro por mi retrovisor, dos motos están siguiéndonos, maldigo por dentro comienzo a ir en diferentes rutas.
- ¿Nkosi? ¿Puede soltarme? ¿Dónde vamos? - interroga con desesperación.
- No te alteres, pero nos están persiguien... - interrumpe con un grito.
- ¿¡Vamos a morir!? Soy muy joven, debí hacerle caso a mi mamá y no salir de casa - murmura para ella misma, pero logro escuchar.
- No debí salir de mi casa, no debí salir en un lugar peligroso por mí, no debí mirar esa pelea, es una estupidez lo que hice. No debiste traer esta cosa y obligarme a montar - sigue susurrando desesperada un chorizo de cosas que no entiendo.
¿¡Puedes calmarte!? No vamos a morir sólo estoy buscando rutas para llegar al Club - digo el silencio se hizo presente hasta que escucho sollozos y ruedo los ojos, volteo rápido sobre mi hombro, miro a Sasha sollozando por lo asustada.
- Sasha - digo y obtengo su atención mientras solloza.
- Confía en mí, no te sucederá nada porque ya logramos llegar - aclaro mientras me bajo y me olvido de que le tenía atada vuelvo junto a ella y la comienzo a desatar, recibo una bofetada en la mejilla.
- Es por obligarme a montar la moto - menciona enojada.
Lo siento, pero es para tu seguridad princesa - hablo con un tono suave y ella me ignora comienzo a caminar hacia la entrada del Club, pero no siento los pasos de Sasha a mi lado sino atrás.
- Nkosi, tengo miedo - confiesa sollozando de nuevo antes de entrar al Club y me doy la vuelta.
- Confía en mí, no te pasará nada, ven, vamos a entrar juntos - hablo mientras tomo su mano para entrar juntos.
Todos los hermanos del Club miran a Sasha y ella tímida se esconde entre mis brazos para que nadie la mire.
- Nkosi creo que era mala idea venir. Vamos a mi casa ¿Sí? - susurra.
- Tranquila, no te pasará nada, estás conmigo. Confía en mi - repito las palabras y el silencio entre nosotros se hace nuevamente presente. Miro que Hanbal comienza a acercarse a nosotros.
- Vamos a la oficina. Es hora de hablar - ordena serio.
- Nkosi tengo miedo de ese hombre - admite la mujer que esta atrás de mí todavía.
- Créeme igual yo - confieso.
"CAPITULO 5"
Nkosi
- Quédate aquí, vendré enseguida - digo con una voz tierna, ella se aferra más a mi comienza a temblar.
- No me dejes aquí, Nkosi. Tengo miedo - suplica mientras observa a su alrededor.
- Quédate aquí, la vieja dama del presidente vendrá enseguida - comento acariciando su mejilla, me mira con un puchero en los labios queriendo llorar.
- Vendré enseguida, lo prometo. ¿Está bien?, siéntate aquí y vendrá Darla para estar contigo - digo con dulzura y ella asiente comienzo a caminar hacia la oficina, me encuentro con un prospecto.
- Cuídala por tu vida - ordeno mientras le señalo a Sasha y el prospecto asiente varias veces con la cabeza. Estoy en la oficina de Hanbal con un silencio agradable y el suspira pasando su mano por todo su cabello.
¿Qué es lo que pasa?
- La situación no es fácil - dice Hanbal mirándome con seriedad.
- ¿Cómo? - pregunto sin comprender.
- La situación con Latins Kings porque ellos ya no serán nuestros soc... - interrumpen cuando tocan la puerta y entran.
- Señor - dice uno de los prospectos.
- ¿Qué pasa? - pregunta Hanbal.
- La chica se fue - dice nervioso mientras me observa con temor y me levanto de la silla.
- ¿¡Como que se fue!? Tenías que cuidarla idiota - grito enojado.
- Tranquilo Nkosi ¿te dijo a dónde iba? - cuestiona con tranquilidad como si nada al prospecto.
¿Cómo puede estar tranquilo? Sasha acaba de irse.
- Dijo que iba a su casa - contesta con miedo mirándome y rasco mi nuca.
- Vamos a buscar a tu chica - dice Hanbal mirándome, salimos de la oficina y miro el lugar donde estaba Sasha sigue en el mismo lugar donde la dejé, pero con Darla y otras chicas, sin entender me encamino hacia ella.
- Hola - dice con una sonrisa dulce y tierna.
¿No se había ido?
- Hola ¿qué pasa aquí? - pregunto sin entender nada.
- Estábamos hablando cosas de chicas nada más - aclara la situación Erika tranquila y compruebo con Sasha que asiente sonriendo, miro furioso al prospecto por mentir y el me mira con miedo.
- Me confundí de chica - dice con miedo y Hanbal se interpone para que no iniciemos alguna pelea.
- Suele pasar, tranquilo. Vamos a la oficina de nuevo - habla mirándome y le fulmino con la mirada comienzo a caminar hacia ahí, miro a ella encima de mi hombro y entro en la oficina.
- Como te decía, la situación con Latins Kings es difícil, quieren a tu chica porque es testigo de un asesinato - expresa mirándome con seriedad.
- Pero ella solo vio el chaleco y sus letras nada más - explico.
- Capaz algo más que no nos quiere contarnos - dice levantando una ceja. Me quedo pensando en ello.
¿Ella me ocultó algo? Si es así tengo que averiguar que es.
- Tenemos que averiguarlo - afirmo con seriedad.
- Tienes razón y tu harás que salga esa confesión - ordena.
- ¿Como lo haré? - pregunto.
- Gánate su confianza hasta ahora lo estás haciendo bien, y se nota bastante quiero que se venga a vivir con nosotros no podemos arriesgar a la chica, Nkosi. Es parte del club ahora que está trabajando con Darla en la jefatura. Sabes que mi esposa me corta la cabeza si algo le pasa - explica.
- Hare lo posible, ella ama esa casa. Trataré de que ella se quede aquí, no quiero obligarla ni tampoco que me odie - afirmo.
- Vivió toda su infancia, adolescencia en esa casa, es normal que no quiera dejar su hogar, Nkosi - dice Hanbal.
- ¿Tú sabes algo de ella? - pregunto interesado.
- Si, pero no es de tu incumbencia. Solo limítate a protegerla - proclama con un tono frio, solo asiento con la cabeza, no pregunto más nada, el silencio se hizo presente e incómodo.
- Te puedes retirar - dice mientras mira unos documentos que tiene en sus manos, me levanto de la silla y me voy hacia la salida, me encamino de nuevo hacia donde está Sasha y suspiro frustrado, entro en el club y observo a Sasha reír con las otras viejas damas.
Espero que no sea difícil sacarle esa información a Sasha. Quiero que ella confíe en mí y se abra conmigo.