Amor a fuerza de resentimiento
img img Amor a fuerza de resentimiento img Capítulo 5 Discordancia entre Mercy, Elsa y Rolo
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Capítulo 6 Elsa discrepa con Juan y Mercy img
Capítulo 7 Algunas evidencias img
Capítulo 8 Encuentro temeroso img
Capítulo 9 Entrevista a una víctima sexual img
Capítulo 10 Entrevista a una maleante img
Capítulo 11 Pablo razona img
Capítulo 12 Reverso de un caballero img
Capítulo 13 Frente a un psicópata img
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Capítulo 5 Discordancia entre Mercy, Elsa y Rolo

-Juan de Dios tiene que cuidarse de Rolo, él es capaz de matarlo.

Mercy Hernández miró a Elsa Núñez con una expresión de contrariedad.

-No hables así, Elsa. Todo va a terminar en sana tranquilidad. A pesar de ser Juan de Dios un hombre violento.

-Eso crees tú. Rolo también es violento. En cualquier momento uno de los dos acude a la violencia. Y se matan -hizo una breve pausa-. Si tú supieras, anoche tuve un sueño espantoso. Soñé que Juan de Dios y Rolo se habían tirados del puente.

-No sé cómo puedes hablar con tanta firmeza. El solo hecho de pensar que pueden matarse es horrible.

-Rolo me violó. Y no fue una sola vez. Le voy a estar deseando la muerte mientras eso no suceda.

Mercy Hernández se quedó mirando a Elsa Núñez con el asombro reflejado en su rostro.

-No es posible que hables así. Estás totalmente cambiada.

-Tengo razón para desearle lo peor. Lo que yo pasé esa noche en el puente fue aterrador.

-Tú no tienes como probar que Rolo te violó. En esa oscuridad que hay en el puente es difícil reconocer a una persona.

-Sé que no estoy equivocada, su estatura, sus brazos musculosos, la presión de sus manos... Que va, él fue quien me violó. No tengo la menor duda.

-Ve y díselo a la policía. Así se te quita esa inseguridad que tú tienes.

-Voy a decirte algo que no pensé contárselo a nadie. Después del problema en el puente. Rolo trató de estrangularme.

-No, no, dime otra cosa, menos eso, Elsa. Mercy Hernández no esperó que Elsa le dijera con claridad lo que en realidad estaba sucediendo entre ella y Rolo Arzola, y salió en la búsqueda de éste.

-Espero que no me hayas hecho venir a tu casa, para hablarme de Elsa.

-Hay problemas -perturbada-. Y es preciso tratarlo en este momento.

-Vamos a sentarnos en el sofá para hablar con más comodidad.

Mercy Hernández obedeció. Rolo Arzola la tomó por el brazo, se sentaron uno al lado del otro. Él miró a Mercy intrigado.

-Por la cara que tienes Elsa debe haberte dicho algo terrible de mí.

-¿Qué pasó entre tú y Elsa? Háblame claro.

-Dime que te dijo Elsa de mí.

-¿Me quieres decir con eso que hasta que no te diga lo que Elsa habló de ti, no vas a responder mi pregunta?

-No quiero hablar de las sonseras de Elsa.

-¿Sonseras? -le refuta- No creo que violar a una mujer sea ninguna sonsera.

-Te voy a pedir de favor. No le sigas el jueguito a Elsa para que no se convierta en un derrame de sangre.

-Andan diciendo por ahí que tú violaste a Elsa. Y no una vez... Por eso, creo que eres tú quien debes aclarar esa situación.

-Lo que yo puedo decirte es que hay cosas que pertenecen al pasado. Y no me corresponde a mí decírtela.

-No entiendo nada -estaba confundida.

-Sí, sí... Hay cosas que pertenecen al pasado.

-Lo que puedo deducir de tu reiteración es que entre tú y Elsa hubo relaciones amorosas.

-Ya te dije que no me corresponde decírtela. Dile a Elsa que te cuente.

-No te voy a insistir. No creo que Elsa me vaya a decir una cosa por otra.

-Si me llego a imaginar que era para hablar basura, no vengo.

-Te voy advertir que tengas mucho cuidado. Ese asunto de la violación te puede traer dolores de cabeza. Ya puedes irte.

Rolo Arzola se levantó del sofá. Observó a Mercy.

-Sí, es mejor que me vaya. Elsa no se va a salir con la suya.

-Cuidado con cometer una locura. Recuerda

siempre que estuviste preso. Eso es una contra que tienes.

-Soy mayor de edad. No te preocupes. Sé perfectamente lo que me corresponde.

-¡Ah! -recordando-. Tengo el presentimiento de que algo fatal me va suceder. Por las noches despierto sobresaltada, como si alguien me estuviera apretando el cuello.

-¡Ah, dejas la bobera! ¿Qué te puede suceder a ti?

-Me pueden suceder muchas cosas. Mi preocupación es latente.

-No te calientes la cabeza por eso -le señala-. Si debo decirte algo. Cuando Elsa se propone algo es una constante, y tú te estás confabulando con ella.

-No creía que tú fueras tan expresivo. De verdad, me has sorprendido.

-Lo que sucede que cada vez que me dices que venga a tu casa es para hablarme de Elsa, de sus rollos, que la violé. Mira si es así, que hicimos el sexo de mutuo acuerdo, y cuando Juan de Dios salió de la cárcel le dijo que yo la había violado. ¿Te das cuenta por qué hay tanto resentimiento entre nosotros?

-¿Y qué pasó después?

-Nada. Todo ha sido habladurías de Elsa.

-En esa oportunidad hicieron el sexo de mutuo acuerdo. Y en este caso, ¿hasta dónde eres culpable?

Rolo Arzola sintió que su rostro se prendió de un fuego sin control. Mira a Mercy con pesadez. Ella se contrae y se desliza hasta el extremo del sofá.

-Es absurdo que sigas pensando violé a Elsa. Yo tengo mente, Mercy.

-No tienes que ofenderte. Esto es sólo una conversación.

-Tengo que portarme así. Tú me estás acusando de violador.

                         

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