Capítulo 6 UN COLLAR

Emma.-

La clínica estaba en un caos por la repentina partida de Brad, hasta yo estaba sorprendida intente llamarlo, pero cayó el buzón, debe ser muy grave ese asunto para que Brad se haya ido así, dejando proyectos sin terminar y pruebas médicas a punto de realizarse.

La llegada de Noah ha despertado también mucho interés entre el género femenino, puedo escuchar susurros sobre lo guapo que es y nos las culpo, si supieran lo que hay debajo de ese traje ¡Madre mía! Morirían siento como mi cuerpo comienza a subir su temperatura recordando lo de esa noche.

- Doctora Anderson –Alce mi mirada y estaba él parado frente a mí con dos cafés. – ¿Puedo? –Dice señalando la silla puesta frente a mí.

- ¡Sí! Seguro –Toqué mis mejillas podía sentir lo rojas que estaban.

- No sé cómo te gusta el café, así que te pedí uno con crema y dos de azúcar –Extiende el vaso dejándolo cerca.

- Gracias, así me gusta –Noté un atisbo de picardía en su mirada. –Todos nos están observando –Dije apenada, porque todos tenían sus ojos puestos en nosotros, mis colegas y algunas enfermeras me miraban con desdén, estaba de más decir que no era muy popular entre ellas.

- ¿Te molesta que te vean conmigo?

- Sí... quiero decir no, es solo que mi llegada aquí ha sido un poco complicada

- ¿Por qué? –Preguntó poniendo sus manos sobre la mesa mirándome con atención.

- Mi puesto en el departamento es temporal, pero por alguna razón Brad no está buscando reemplazos y muchos piensan que lo merezco y tienen razón, tengo los estudios pero no la experiencia para liderar un equipo y ha generado algunas molestias

- Entiendo, pero si mi hermano te puso en ese puesto es porque pensaba que harías un buen trabajo

- ¿Pensaba? –Pregunté confundida, sus ojos mostraron sorpresa.

- Piensa, perdón tengo mil cosas en la mente y suelo divagar

- Comprendo, lo de esa noche... yo –Alzó la mano para interrumpirme.

- Somos adultos, entiendo, pero si quieres que volvamos a repetirlo –Se encogió de hombros.

- ¿Crees que soy una cualquiera? ¿Cierto? -Pregunté sorprendida ante su propuesta. –Pues te diré algo, tal vez lo de esa noche fue un error, pero no significa que puedes acostarte conmigo cuando desees, te equivocas –Tome mi Tablet y mi café dejándolo sin habla, ¿Quién se cree? Piensa que porque me quitó la virginidad, voy a ser su juguete, está muy equivocado, de aquí en adelante haré lo humanamente posible por no topármelo.

Noah.-

Observo la oficina de mi hermano mi vista se nubla por las lágrimas que amenazan con escapar, todo muy sobrio, con lo necesario para trabajar, Brad siempre fue el más sencillo de los dos, él no requería mucho, su sencillez era lo que más admiraba de él.

- ¿A quién pudiste hacerle tanto daño? ¿Quién podría quererte muerto?

Lamentablemente la lista es muy larga, Brad era un mujeriego, pudo involucrarse desde una loca celosa hasta una que tuviera algún novio o marido mafioso, el tono de mi celular me saca de mis pensamientos.

- ¿Encontraste algo? –Le pregunto a David, ayer llegó a Seattle se encargará de investigar por fuera de la clínica, sin hacerse notar él es un camaleón y en unos días ingresará a trabajar en la clínica como enfermero, David también estuvo en la agencia, tiene conocimientos de para medicina, así que es para él es pan comido, nadie sabrá que es un investigador y mucho menos mi amigo.

- No mucho, tu hermano era la sensación entre las mujeres de alta sociedad en esta ciudad, no tuvo relaciones serias con ninguna, pero... hace unas semanas mando a diseñar en Tiffanys un collar muy específico, se comunicaron con él hace dos días indicando que su pedido estaba listo.

- ¿Fue retirado por él?

- No, según solicitó que lo enviaran a su oficina debe estar ahí

- Comenzaré a buscar –De inmediato colgué la llamada, comencé a buscar en todas las gavetas el mentado collar, en ese momento entró la asistente de Brad.

- ¿Señor? ¿Busca algo? –Preguntó confundida.

- No, estoy jugando con las gavetas a abrir y cerrar –Dije con ironía. ¿Usted qué cree? Mi hermano llamó preguntando por un pedido de Tiffanys que debieron enviarle hace dos días ¿Sabe si llegó? –La mujer de inmediato negó.

- No señor aquí no ha llegado nada para el doctor James, él tampoco me indicó que recibiría algún paquete

- Era una joya muy valiosa ¿Segura? –La miré entrecerrando los ojos.

- No, aquí no ha venido nadie y como le comenté el doctor James no me aviso, si era algo muy importante incluso me habría enviado a buscarlo

- ¿Qué quieres decir? –Pregunté confundido.

- Cuando se trataban de asuntos o paquetes importantes él me enviaba junto a su chofer para buscarlo, y llevarlo a su casa

- Entiendo, puede retirarse –la mujer asiente, pero se detiene en la puerta.

- ¿El doctor Brad se encuentra bien? –Mi corazón dio un vuelco, todo mi cuerpo se tensó porque tenía que mentir.

- Sí, solo está resolviendo algo muy importante para ambos y solo él puede hacerlo –Como deseaba que esas palabras fueran verdad.

- De acuerdo –Bajó la mirada con tristeza se nota que la mujer está a gusto trabajando con Brad, me quedé sopesando sus palabras, pero David dijo que Brad pidió que lo trajeran aquí, entonces una mujer es la culpable por la muerte de mi hermano, ella debe tener el collar, tengo que ver a Emma, seguramente ella sabe con quién salía Brad.

(...)

Salí de la oficina de Brad, caminé cuando me detuve, giré para ver a su asistente.

- ¿Dónde queda el departamento de psiquiatría?

- En el último piso señor

- Llama y pregunta por la doctora Anderson –Le ordené. –Di que Noah James la cita en su oficina –Con las manos temblando la mujer marcó la extensión, escuché su conversación ansioso.

- La doctora James se encuentra en el área común del personal

- ¿Y eso donde es?

- Se encuentra en el área externa de la clínica, por detrás –Asentí y di vuelta sin decir nada más.

La clínica estaba muy cambiada desde la última vez, Brad le hizo remodelaciones, desde que le cedí el mando, él podía hacer lo que quisiera con ella a mí no me interesaba en lo absoluto este negocio.

Podía ver todas las miradas sobre mí, todo el mundo murmuraba que Brad había desaparecido y yo había llegado, eso buscaba causar revuelo y seguramente el asesino se pondría al descubierto con mi farsa.

Al entrar al área común todos hicieron silencio, caminé hasta la barra y compré dos cafés, mis ojos buscan a la persona que quiero encontrar y no demoré mucho allí estaba ella con la mirada fija en su Tablet, me gustaba esa faceta de ella, y con esos lente se veía tan sexy, saqué esos pensamientos de inmediato.

No estás aquí para eso Noah, cabeza fría, ambas cabezas frías dije mirando mi entrepierna, pensé, caminé hasta llegar a su mesa.

- Doctora Anderson.