Capítulo 4 Mes de abril 2022, la mujer en la biblia

En nuestra novela "Dana", Dana es la protagonista. Somos tres, los autores del libro, solo hombres, por lo que es necesario saber cuál es el motivo para hacer una historia basada en la vida de una mujer.

Pues verán, en la promoción de la novela, hemos tenido conversaciones con algunas mujeres, quienes han acogido la historia con agrado.

En la biblia que es el libro sagrado, escribieron hombres llenos de la inspiración del Espíritu Santo, escriben acerca de Dios.

Conocedores del amor de Dios, dan testimonio de la voluntad de Dios.

Acerca de las mujeres que se leen en la Biblia, podemos darnos cuenta que Eva fue la primera mujer, proviene de Dios y fue hecha de la costilla del primer hombre Adán.

Entonces, antes de conocer a la primera mujer, conozcamos un poco al primer hombre, Adán.

Génesis 2, 18 – 20

Después dijo el Señor Dios: "No conviene que el hombre esté solo. Voy a hacerle una ayuda adecuada". Entonces el Señor Dios modeló con arcilla del suelo a todos los animales del campo y a todos los pájaros del cielo, y los presentó al hombre para ver qué nombre les pondría. Porque cada ser viviente debía tener el nombre que le pusiera el hombre. El hombre puso un nombre a todos los animales domésticos, a todas las aves del cielo y a todos los animales del campo; pero entre ellos no encontró la ayuda adecuada.

Dios crea al hombre siendo semejante a Él, da la potestad de poner nombre a los animales. Pero ante ello, no halló en la ayuda adecuada.

Génesis 2, 21 – 23

Entonces el Señor Dios hizo caer sobre el hombre un profundo sueño, y cuando este se durmió, tomó una de sus costillas y cerró con carne el lugar vacío. Luego, con la costilla que había sacado del hombre, el Señor Dios formó una mujer y se la presentó al hombre. El hombre exclamó: "¡Esta sí que es hueso de mis huesos y carne de mi carne! Se llamará Mujer, porque ha sido sacada del hombre".

Eva fue la primera mujer, la esposa de Adán. Dios tenía un plan para el hombre. Ambos tenían la dicha en el Edén, o paraíso, de cumplir su voluntad, siendo hechos a imagen y semejanza de Dios, de seguir sus designios. Y, como vemos en toda la Biblia, los designios de Dios son buenos.

Luego de pecar, Adán y Eva fueron echados del paraíso. Ambos recibieron un castigo duro, ciertamente, por su pecado.

Génesis 3, 16 – 19

Y el Señor Dios dijo a la mujer: "Multiplicaré los sufrimientos de tus embarazos; darás a luz a tus hijos con dolor. Sentirás atracción por tu marido, y él te dominará". Y dijo al hombre: "Porque hiciste caso a tu mujer y comiste del árbol que yo te prohibí, maldito sea el suelo por tu culpa. Con fatiga sacarás de él tu alimento todos los días de tu vida. Él te producirá cardos y espinas y comerás la hierba del campo. Ganarás el pan con el sudor de tu frente, hasta que vuelvas a la tierra, de donde fuiste sacado. ¡Porque eres polvo y al polvo volverás!"

Entonces no nos engañemos, Dios, aunque puso cargas pesadas a nuestros hombros entre estos dos textos nos da a conocer la salida.

Génesis 3, 15

Pondré enemistad entre ti y la mujer, entre tu linaje y el suyo. Él te aplastará la cabeza y tú le acecharás el talón."

Pedro 5, 7 – 11

Echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros. Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar; al cual resistid firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo. Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca. A él sea la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén.

Entonces mencionar que el demonio, como dijo en el Protoevangelio de Génesis 3, 15, sabe que está condenado y busca destruir a Dios y a sus hijos con engaño, mentira y acechanza.

Parece que nos hemos apartado del tema central, que es la participación de la mujer en el evangelio y en la Biblia.

Pero era necesario saber que Eva se ha restablecido en María, la madre de Jesús, la nueva Eva.

Somos descendientes de Adán y Eva. Muchas mujeres y hombres poblaron el planeta. Es de resaltar que, antes de María, hubo una mujer importante, Rut, de cuya descendencia viene el rey David. Rut no provenía del pueblo de Dios, era una extranjera que se convirtió al pueblo de Dios al no separarse de su suegra, Noemí. Luego de tener fe que en dicho pueblo encontraría la redención que Dios da, Rut le dice a su suegra lo siguiente cuando partía rumbo a tierras de donde provenía, Belén

Rut 1, 16

Respondió Rut: No me ruegues que te deje, y me aparte de ti; porque a dondequiera que tú fueres, iré yo, y dondequiera que vivieres, viviré. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios.

Ella recibió por fe la pertenencia al pueblo de Dios, y cuando se unió a Booz, como su esposo, dio la redención a Noemí y a ella, pues se sentían lejos de los designios de Dios.

También es de resaltar a Susana, esposa de Joaquín, mujer creyente del Antiguo Testamento, una mujer muy bella que casi muere injustamente. Tras el juicio que hicieron dos ancianos jueces que la deseaban, ante el veredicto de muerte exclamó.

Daniel 13, 42b – 43

"¡Dios eterno, conocedor de todo lo oculto, que ves las cosas todas antes que sucedan! Tú sabes que han declarado falsamente contra mí. Tú sabes que muero sin haber hecho nada de cuanto éstos han inventado inicuamente contra mí."

Después de estas palabras Dios actúa en Daniel para declarar la verdad tras el dictamen injusto a la que iba a ser llevada.

De María la madre de Jesús nos da este testimonio del poder de Dios sobre los hombres.

Lucas 1, 46 – 56

Entonces María dijo: Engrandece mi alma al Señor; y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador. Porque ha mirado la humildad de su sierva; Pues he aquí, desde ahora me dirán bienaventurada todas las generaciones. Porque me ha hecho grandes cosas el Poderoso; Santo es su nombre, y su misericordia es de generación en generación a los que le temen. Hizo proezas con su brazo; esparció a los soberbios en el pensamiento de sus corazones. Quitó de los tronos a los poderosos, y exaltó a los humildes. A los hambrientos colmó de bienes, y a los ricos envió vacíos. Socorrió a Israel su siervo, acordándose de la misericordia de la cual habló a nuestros padres, para con Abraham y su descendencia para siempre.

Esto dijo cuando fue a visitar a Isabel esposa de Zacarías, que estaba embarazada también, de ella nacería Juan el bautista.

En una ocasión Jesús caminando por una aldea con sus discípulos, una mujer Marta lo recibió en su casa.

Lucas 10, 40 – 42

Pero Marta se preocupaba con muchos quehaceres, y acercándose, dijo: Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje servir sola? Dile, pues, que me ayude. Respondiendo Jesús, le dijo: Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas. Pero sólo una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada.

Ella es quien va a su sepultura tras ser muerto luego de su crucifixión.

Juan 20, 11 – 18

Pero María estaba fuera llorando junto al sepulcro; y mientras lloraba, se inclinó para mirar dentro del sepulcro; y vio a dos ángeles con vestiduras blancas, que estaban sentados el uno a la cabecera, y el otro a los pies, donde el cuerpo de Jesús había sido puesto. Y le dijeron: Mujer, ¿por qué lloras? Les dijo: Porque se han llevado a mi Señor, y no sé dónde lo han puesto. Cuando había dicho esto, se volvió, y vio a Jesús que estaba allí; mas no sabía que era Jesús. Jesús le dijo: Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas? Ella, pensando que era el jardinero, le dijo: Señor, si tú lo has llevado, dime dónde lo has puesto, y yo lo devolveré. Jesús le dijo: ¡María! Volviéndose ella, le dijo: ¡Raboni! (que quiere decir, Maestro). Jesús le dijo: No me toques, porque aún no he subido a mi Padre; más ve a mis hermanos, y diles: Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios. Fue entonces María Magdalena para dar a los discípulos las nuevas de que había visto al Señor, y que él le había dicho estas cosas.

Finalmente, en el final de los tiempos hay un texto que da claras luces de la venida de nuestra salvación.

Apocalipsis 12, 1

Apareció en el cielo una gran señal: una mujer vestida del sol, con la luna debajo de sus pies, y sobre su cabeza una corona de doce estrellas.

Esta es la señal para los que creen que Dios, nuestro Señor Jesús proviene de esa mujer, y es Dios quien nos va a salvar. Sin embargo, el demonio intentará devorar al niño cuando nazca. Dios la protegerá porque le ha reservado un lugar en el desierto.

No duden hermanos que Dios pondrá fin a la maldad del diablo a través de nuestro Señor Jesús, si creemos y tenemos fe en Él.

            
            

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