El precio del deseo
img img El precio del deseo img Capítulo 5 III
5
Capítulo 6 IV img
Capítulo 7 V img
Capítulo 8 VI img
Capítulo 9 VII img
Capítulo 10 VIII img
Capítulo 11 IX img
Capítulo 12 X img
Capítulo 13 Once img
Capítulo 14 Doce img
Capítulo 15 Trece img
Capítulo 16 Catorce img
Capítulo 17 XV img
Capítulo 18 XVI img
Capítulo 19 XVII img
Capítulo 20 XVIII img
Capítulo 21 XIX img
Capítulo 22 XX img
Capítulo 23 XXI img
Capítulo 24 XXII img
Capítulo 25 XXIII img
Capítulo 26 XXIV img
Capítulo 27 XXV img
Capítulo 28 XXVI img
Capítulo 29 XXVII img
Capítulo 30 XXVIII img
Capítulo 31 XXIX img
Capítulo 32 XXX img
Capítulo 33 Treinta y uno img
Capítulo 34 Treintay dos img
Capítulo 35 Treinta y tres img
Capítulo 36 Treintay cuatro img
Capítulo 37 xxxv img
Capítulo 38 Treinta y seis img
Capítulo 39 Treinta y siete img
Capítulo 40 Trienta y ocho img
Capítulo 41 Treinta y nueve img
Capítulo 42 CUARENTA img
Capítulo 43 Cuarenta y uno img
Capítulo 44 Cuarenta y dos img
Capítulo 45 Cuarenta y tres img
Capítulo 46 Cuarenta y cuatro img
Capítulo 47 Cuarenta y cinco img
Capítulo 48 Cuarenta y seis img
Capítulo 49 Cuarenta y siete img
img
  /  1
img

Capítulo 5 III

MARCK

Observo la escena en silencio, sintiendo la tensión en el aire. Me acerco a Rebecca con cautela, tratando de encontrar las palabras adecuadas para calmar la situación.

-Rebecca, hablaré con Hanna. La convenceré de que se quede -digo, intentando proyectar una tranquilidad que apenas siento.

Rebecca asiente, agradecida, reconociendo el esfuerzo en mi voz. Pero antes de poder seguir, veo a Hanna dirigiéndose hacia la puerta, claramente decidida a irse. El recuerdo de nuestro último encuentro me atraviesa como un rayo, y un escalofrío recorre mi espalda. No puedo dejar que se vaya así.

La alcanzo antes de que salga de la casa y, con cuidado, la tomo del brazo. Siento cómo su cuerpo se tensa bajo mi toque, y mi corazón late con fuerza, casi con desesperación. Por un instante, noto que su determinación vacila, pero ella se recompone rápidamente, con la misma obstinación que siempre ha tenido.

-No te vayas -le ruego, con mi voz cargada de una urgencia que no puedo ocultar.

-No puedo hacerlo -responde, intentando mantener la calma, pero la veo luchar por contener lo que realmente siente.

-Lo dices por lo que pasó entre nosotros -insisto, buscando en sus ojos alguna señal de que también lo recuerda.

-¡Por favor! Eso fue hace mucho y ni siquiera lo recuerdo -me desafía, con su mirada fija en la mía. Puedo ver cómo reprime el temblor en su cuerpo, pero hay algo en ella que me atrae, algo que va más allá de la simple química física que compartimos-. La relación con mi madre no ha sido del todo buena. Es todo.

-Pensé que te ponía nerviosa volver a verme -murmuro, esperando que la verdad de lo que siento la alcance.

-Estás bueno, pero no tanto como para derretirme. Esa noche de copas fue superada y enterrada -responde con una mezcla de sarcasmo y algo que podría ser admiración.

No puedo evitar sonreír, agradecido por el destello de humor en medio de tanta tensión.

-Me alegra que sea así para ambos. No quisiera que empezáramos esta nueva etapa de nuestras vidas con mentiras.

-¿Nuestras vidas? No te equivoques, tú nunca serás parte de mi vida -me dice, con una frialdad que me corta profundamente.

-Por favor, necesito que te quedes -insisto, ahora casi suplicando.

-Estás buscando un pasaje al infierno, Mark. Enfócate en hacer feliz a mi madre, nada más -me advierte, intentando mantener la firmeza en su voz.

-Una vez te dije que no pasaría nada entre nosotros si tú no lo deseabas -le recuerdo, con la voz cargada de una mezcla de vulnerabilidad y determinación. Necesito que entienda lo que aún siento, lo que siempre he sentido.

-Y terminamos cogiendo en la playa.

Su respuesta, tan directa, me golpea como una bofetada de realidad. Pero no puedo dejar que eso me desvíe.

-Ambos lo deseamos. ¿Sabes? Desde aquella noche, la relación con Rebecca se desquebrajó. Me distancié un tiempo porque empecé a buscarte con desesperación. No había nada que pudiese llenar ese vacío que habías dejado en mi alma, en mi piel, en mis labios... -Las palabras salen con una intensidad que ni siquiera sabía que estaba reteniendo. Mi voz tiembla ligeramente al final, pero me esfuerzo en mantenerme firme.

Puedo ver el destello de emoción en sus ojos, ese brillo que me indica que, al menos por un segundo, siente lo mismo. Pero también veo la lucha interna que libra, la manera en que se niega a ceder.

-Baja el tono poético, Mark. El pasado quedó atrás -dice, apretando los labios. Sé que está intentando ser fuerte, mantenerse distante, pero sus palabras no son tan firmes como quisiera. También está luchando contra esos recuerdos-. No hablemos de eso ahora, no tiene cabida en este momento -responde finalmente, con una resolución que duele más de lo que quiero admitir.

El nudo en mi pecho se aprieta, pero no quiero que se vaya, no así.

-Quédate hasta el final de la fiesta. A Emma le gustará mucho verte. Ha hecho muchos planes para tu regreso -le pido, aferrándome a cualquier razón para que se quede, aunque sea por Emma.

Cuando acepta quedarse, aunque solo sea por Emma, una extraña mezcla de alivio y felicidad me invade. Es una pequeña chispa de esperanza, una que apenas logro contener dentro de mí mientras la veo alejarse. No se vuelve para mirarme, y aunque sé que aún hay mucho por resolver entre nosotros, ese pequeño gesto me da la certeza de que tal vez, solo tal vez, aún haya una oportunidad para conocernos mejor. Pero también sé que el camino será largo y doloroso. Sin embargo, por primera vez en mucho tiempo, siento que esa lucha vale la pena.

                         

COPYRIGHT(©) 2022