LA PACIENTE DEL CEO.
img img LA PACIENTE DEL CEO. img Capítulo 4 En el hospital.
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Capítulo 6 De vuelta a casa. img
Capítulo 7 Una cita. img
Capítulo 8 Hamburguesa y papas fritas. img
Capítulo 9 Manuel me drogó. img
Capítulo 10 En el salón de belleza. img
Capítulo 11 La casa de campo. img
Capítulo 12 En la alfombra. img
Capítulo 13 Urdaneta img
Capítulo 14 La Casa. img
Capítulo 15 Ropa de mujer img
Capítulo 16 Lista para la cena img
Capítulo 17 La Cena parte uno. img
Capítulo 18 Cena parte dos. img
Capítulo 19 El encuentro con Dora. img
Capítulo 20 El salón de la cena. img
Capítulo 21 La historia de Dora y Alejandro img
Capítulo 22 Mi historia con Manuel. img
Capítulo 23 Lunes en la universidad img
Capítulo 24 La amenaza y la foto img
Capítulo 25 En el apartamento. img
Capítulo 26 Llamadas en la noche img
Capítulo 27 ¿A quien hice enfurecer y porqué img
Capítulo 28 En casa de Alejandro img
Capítulo 29 Salir de casa img
Capítulo 30 Camino a casa. img
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Capítulo 4 En el hospital.

Me levanté de la mesa, tomé mi bolso y corrí, cuando corría, sin saber porqué me sentía de esa manera, como adormecida, aturdida, sinceramente no entendía que le sucedía a mi cuerpo, corrí lo más rápido que pude hacia la calle, con la idea de tomar un taxi y salir corriendo de ese lugar, siempre con la esperanza de que lo que Manuel me hizo fuera una broma d mal gusto, sin embargo, lo único que sucedió, fue que vi unas luces y sentí un fuerte golpe en mi cuerpo.

Las personas a mi alrededor hacían comentarios como –"esta chica está muerta, está borracha, es la chica del restaurante, si está respirando, llamen una ambulancia". Lo último que sentí, fue que alguien me levantó del suelo en sus brazos.

No sé cuánto tiempo después, me desperté en una cama que no era la mía, una habitación que jamás había visto, pero parecía lujosa, en tono café y con persianas de muy buen gusto, una pantalla de televisión, que realmente jamás iba a tener en mi apartamento.

Miré al lado y habían unos ramos de flores, un ramo en particular llamó mi atención, un hermoso ramos de flores amarillas con una sola rosa roja y un globo hermoso que decía "hey chica hermosa, espero te recuperes", me sentí feliz por un momento, sin embargo, ni idea de donde estaba.

Se abre la puerta de la habitación y ahí estaba aquel hombre impresionante del otro día en el restaurante, vestido con ropa de doctor, diciéndome "hola Luciana, como estas, veo que gracias a Dios ya mejor, soy el doctor Web y has sido mi paciente durante algunos días".

-Como estas, te sientes un poco mareada, a ver dime!

Sinceramente apenas y pude hablar, de la impresión que tenia, fue como un balde de agua fría al ver aquel hombre en esa habitación y preguntándome como me sentía, además, sentía mucha pena, porque él había estado en el restaurante y había escuchado todas las faltas de respeto y todas las mentiras que Manuel había dicho de mí en voz alta.

-Hola doctor Web! Dije sintiendo como me ruborizaba.

- Creo que estoy bien, dije tontamente, que hago aquí, lo último que recuerdo fue ver unas luces que se acercaban, pero no pude reaccionar, no me pude mover, me paralicé y después de eso, todo está confuso, alguien me levantó de donde me encontraba tirada, sentía caliente mi cabeza, ahora despierto aquí y sinceramente no tengo idea de donde estoy, por lo visto en una clínica. Me ayuda a recordar doctor, por favor?

A ver Luciana, tranquilízate, estas en buenas manos, no te preocupes, siéntate acá en este sofá, te explicaré lo que sucedió, tranquilízate, me preocupa únicamente que estés bien, que me digas que me digas como te sientes.

-Sentándome al lado de él en el sofá, le respondí. – Me siento bien doctor, ahora solo explíqueme que me sucedió, nunca me había perdido de esta manera, siempre he tenido el control de todo ¿cuantos días han pasado?, me siento realmente perdida.

El doctor Web me sonrió, (era la sonrisa más perfecta que había visto en mi vida) me dijo que el día del restaurante, había tenido un accidente y que un carro me había atropellado, que él tuvo que traerme a la clínica donde trabaja, todo de emergencia en su propio vehículo, ya que la ambulancia no llegaba rápido, que me había hecho una cirugía y que tenía veintidós día de estar sedada, para que se desinflamara mi cerebro, lo que te sucedió fue bastante grave, estuviste al borde de la muerte Luciana.

Mi cara fue de asombro ¡doctor, veintidós días de mi vida perdidos! No puede ser, que tan grave fue lo que me sucedió, porqué cirugía, por Dios, pero estoy bien, no hay ningún efecto secundario, mi universidad, que voy a hacer ahora y me puse a llorar, no sé si del impacto, por el hecho de que casi pierdo la vida, o de pensar que iba a hacer ahora para pagar mi cuenta de hospital.

El doctor Web al verme así, se acercó y me abrazó, con una sonrisa y un "Luciana, tranquila, todo está bien, es mas imagínate si está todo bien, que ya pronto te daré de alta, no te preocupes"

Sentí los brazos de ese hombre abrazándome y sinceramente, me perdí, ha sido hasta ahora la sensación más dulce y excitante que he tenido.

A ver, por ser una mujer valiente y hermosa, te tengo una sorpresa, mañana temprano, permitiré que tus amigas vengan a verte, me han tenido acosado literalmente todo este tiempo, pero ya mañana mi calvario acabará, dijo él riéndose y guiñándome un ojo, - bueno, ahora te dejo, descansa, "no puedes utilizar el teléfono móvil, hasta que te haga unos exámenes mañana", dijo él.

-"Doc" dije yo de manera inesperada, una pregunta, las flores y los globos, quien los ha traído (yo tan inocente, pensé que podrían ser de Manuel). – Tus amigas los han traído, ahí en la cajita que está sobre la mesita de noche, están algunas cartas que han traído para ti, también está tu móvil, solo prométeme que no lo vas a utilizar hasta mañana, ahora descansa por favor, mañana debo de hacerte algunos exámenes y de eso dependerá que te de de alta, ya hablaremos un poco más sobre tu caso, te quiero ayudar.

Al salir el doctor, se paró en la puerta y me dijo con aquella voz tan sexy, " ah Luciana, el ramo de rosas amarillas, te lo traje yo, me giñó un ojo y salió de la habitación.

Yo me quedé ahí con una emoción increíble, ese hombre regalándome rosas, por supuesto que era demasiado pedir que fuera Manuel, total, nunca lo había hecho y un ramo de rosas amarillas con una roja, ese ramo significaba mucho para mi.

Tomé mis cartitas, leí todos los mensajitos de mis amigas, un "recupérate pronto", "te extrañamos", "te queremos Luciana", "tonta, ya no queremos que estés así" y "un mujer hermosa, ya quiero verte sonreír otra vez", este mensaje específicamente, llamó poderosamente mi atención, no eran mis amigas obviamente, debía se Manuel.

Me levanté, caminé hacia la ventana, estaba en un decimo piso posiblemente, por cómo se veían los autos en la carretera y los jardines cerca del hospital, esa noche estuve muy inquieta, sinceramente no pude dormir nada, tomé mi teléfono y recordé lo que el doctor Web me indicó, así que por el miedo a que me tuvieran que dejar mas en ese lugar, dejé mi móvil al lado y traté de dormir, ya eran las once y treinta minutos de la noche.

A la mañana siguiente, me despertó un escándalo en la sala frente a mi habitación, las voces eran conocidas, eran mis amigas que peleaban con la recepcionista para que las dejaran pasar a verme, en un momento, todo fue silencio, entró el doctor Web, seguido por mis amigas y su escándalo, se abalanzaron sobre mí una tras otra, lloraban y reían casi que al mismo tiempo, me llenaban de besos, estas mujeres están locas.

El doctor Web solamente sonreía al ver aquella imagen, - hola doc, como amaneció, disculpe el alboroto, pero nosotras generalmente somos así dije, él solamente me miró y dulcemente me dijo- Ay Luciana, ya las conozco, han sido mi cruz durante veintidós días, ya te contarán.

El doctor se fue y mis amigas y yo quedamos en la habitación haciendo un terrible escándalo, poniéndonos al día con los chismes de la universidad, con todo lo que me había perdido.

Saben, les dije un poco preocupada, - he estado aquí muchos días, no sé que voy a hacer para pagar la cuenta del hospital, debe de ser extremadamente alta, mañana iré a buscar el departamento de pago para ver a que arreglo puedo llegar, la verdad, creo que trabajaré por muchos años para cancelar esto.

-Luciana, tranquilízate, papi dice que él se va a hacer cargo de todo lo relacionado con el hospital, sabes que te adora, que eres una hija mas para él, solamente, que tu nunca nos aceptas que te ayudemos, esta vez aunque digas que no, no te vas a poder negar, entiendes y si no estás de acuerdo, entonces hablas directamente con mi papá y listo, ya no te preocupes.

- Sabes que no lo voy a aceptar, a no ser que sea un préstamo que tu papá me haga, de otra manera veré como hago, no es que sea orgullosa, es simplemente, que no me gusta abusar de las personas, ya hablaré con don Alexander a ver cómo hacemos con eso. – Es tu problema, habla tu con él, dijo Jessica poniendo los ojos en blanco por ser yo tan odiosa, como decía ella.

-Hay tantas cosas que contar, pero Alejandro solamente nos dejó entrar una hora, dijo que más que eso no, porque te íbamos a volver loca, dijo Karo, como si no nos conocieras, además, él te quiere acaparar en todo momento, anoche estábamos ahí afuera, cuando vimos que él entró a tu habitación, estuvimos un buen rato y cuando salió, nos dijo que ya habías despertado, pero que te habías quedado dormida, que hasta hoy podríamos entrar.

-Si, si si, dijo Jessica y hoy cuando llegamos la bruja de Silvia, no nos iba a dejar ingresar a tu habitación, pero peleamos, hasta que llegó el doc y entró con nosotras, "ja, ja, nadie puede con nosotras, si te quedaste dormida anoche verdad?, o es que el doc nos mintió para no molestarte".

- si Karo, me quedé profundamente dormida, les dije riendo.

Bueno, señoritas, creo que ya deben de retirarse, Luciana debe de hacerse unos exámenes, así que nos vemos en la tarde, ya saben, un trato es un trato, les dijo el doctor Web cuando entró a la habitación.

Milagrosamente, mis amigas se despidieron y se fueron para la Universidad, teníamos clase temprano ese día.

            
            

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