Capítulo 4 Capitulo 04

Sentí como mi cabeza fuertemente mi estómago comenzó a rugir respiré profundo y pude percibir además de un delicioso olor a comida el perfume de Alejandro.

No estaba muerta!!

Por qué no me dejó ir?!

Abrí los ojos y confirmé lo que estaba pensando aún seguía viva Alejandro estaba a mi lado medio dormido no pude evitar mirarlo solo un poco, no puedo evitar sentir cosas nuevamente por este hombre a pesar de todo lo que estaba sucediendo me sentí una estúpida el desgraciado me había comprado para su hijo y aún así aquí estaba yo sintiendo como mi corazón latía fuertemente por este hombre y feliz de verlo dormido como jamás lo había visto antes qué clase de estúpida soy.

Quizás este sea el mejor momento para huir.

- ya despertaste- su voz me hizo sobresaltar ya que no esperaba que estuviese despierto- no vuelvas a ser más nunca lo que hiciste me asustaste demasiado alba

- me dejaste vivir?- pregunté- yo quería morir estaría mejor muerta que aquí con tu hijo

- solo tienes que quererlo él es una buena persona solo está dolido por las veces que lo rechazaste y lo humillaste

Humillarlo?!

Solo que le dije que no un par de veces era porque estaba perdidamente enamorada de su padre

Decirle que estaba enamorada de un hombre 20 años mayor que yo y que además de todo eso era su papá, que no podía darle pero ni una gota de esperanza en ese momento.

- no puedo quererlo- Susurré.

Él me miró con lástima para luego abrazarme dejé que lo hiciera, mi corazón latía de una forma extraña y me sentía salvo entre sus brazos, sentía que a su lado nada podría pasarme

- ya no sé qué hacer contigo

Que te parece quererme y dejarme ir...

Levanté el rostro solo un poco para mirarlo y pedirle nuevamente que me dejara ir pero él me estaba mirando fijamente, no puedo evitar seguir mirando aquellos hermosos ojos azules que me habían enloquecido desde la primera vez que los vi ¿Cómo terminé enamorado un hombre 20 años mayor que yo?

Él colocó su mano derecha en mi mejilla y la acarició suavemente

- Alejandro...- Susurré antes de que él uniera nuestros labios, principio me quedé en shock no sabía qué hacer, no sabía cómo reaccionar, el sueño que tenía a los 17 años estaba sucediendo, Alejandro Me estaba besando.

Cuando reaccioné correspondía aquel beso pero cuando estaba por acomodarme un poco él se alejó rápidamente de mí y me miró con el ceño fruncido

- quieres la novia de mi hijo- Dijo

¿La novia de su hijo?

¿De que habla?!

- Claro que no! Yo no soy y nunca será el novia de su hijo porque su hijo a mí no me gusta, Marcelo me causa repugnancia y más después de lo que hizo- me levanté de la cama sintiéndome bastante cohibida después tal beso- Tu me trajiste hasta aquí

- Te traje para que mi hijo

- abusara de mi?!- le pregunté

- No! - exclamó rápidamente- Yo solo quiero hacerlo feliz y sé que tú puedes hacerlo feliz

- Y qué hay de mi?!- Le pregunté - él va a intentar abusar de mí nuevamente yo voy a intentar acabar con mi vida las veces que sea necesario para que eso no ocurra porque prefiero morir antes de estar con él

Pude ver cómo estaba experimentando muchas emociones al mismo tiempo, bufo.

Sin decir nada simplemente salió de la habitación, no me había dado cuenta pero tenía unos pequeños pijama puesta, decía que mientras estaba inconsciente él me hubiese vestido.

Me senté en la cama y no pude evitar acariciar mis labios, cerré los ojos y nuevamente sentí sus labios sobre los míos.

Dios mío alba, te están pasando tantas cosas y tú estás pensando en el beso que te acabo de dar el señor que te compro?

Qué clase de loca eres?!

Quizás en un día tengo el síndrome de estocolmo!

Eso no cuenta porque ya me gustaba antes de todo esto!

Una vez más la puerta se abrió, me asusté pensando que podría ser Marcelo nuevamente pero era Alejandro esta vez vestía un traje.

- Ven- sentí esperanza de que iba a liberarme, y tomé su mano bajamos la escalera y salimos de la mansión no pude evitar sonreír sintiendo aquella emoción, nos montamos en la camioneta

- Vas a liberarme?- Pregunté emocionada

- No, no puedo hacer eso - mis esperanzas se fueron tan rápido cómo llegaron- pero puedo ponerte a salvo

No la dirigí la palabra en todo el camino cuando la camioneta se detuvo en una casa un poco más pequeña ambos nos bajamos, él intentó tomar mi mano pero yo la alejé sintiéndome furiosa.

¿Que estamos haciendo aquí?

- Que es este lugar?- le pregunté cuándo abrió la puerta y me adentré aquella casa.

No era tan grande como la otra pero estaba muy bonita

- aquí vas a estar segura de Marcelo, él no sabe de este lugar vas a estar lejos de él

Y de ti...

No sé por qué pensar en que podría estar lejos de él hizo que mi corazón se apachurrara ¿Quería estar cerca de él?

- estaré sola en este lugar?

- en unos días traeré a alguien para que se encargue de ti, de la limpieza y demás- Me dijo, se acercó a mí y nuevamente acarició mi rostro suavemente cerré los ojos disfrutando de aquella caricia, falta un suspiro- No sé qué está pasando conmigo- lo oí decir- eres solo una niña - una niña que compraste- tienes la edad de mi hijo, me gustas a mi único hijo, obsesionado contigo y ya puedo ver por qué- abrí mis ojos, ojos estaban mirando mis labios, por favor bésame Alejandro, por favor. Claramente no era capaz de decirlo en voz alta pero podía repetirlo mil veces en mi mente esperando que él pudiera leerla- eres tan hermosa ¿Como no vi antes esa belleza?

Me acerqué un poco sintiendo el corazón latir fuertemente, esperando que él cortara la distancia entre nosotros