era por su aspecto de delincuente, aunque en realidad no era así, quien no permite que estén cerca de él, es el propio Kamill.
La eufórica hinchada empieza con sus cánticos, Lilith, Lucca, Susan y Loren optan por salir de allí, no querían ser aplastados así que lo mejor que podrían hacer es alejarse de la multitud.
- Van a organizar una fiesta ¿Quieres ir, Lilith? - Susan era el alma de las fiestas además mañana era sábado no había clases y si incluso fuera lunes nadie iba a asistir - No olvides que hicimos una apuesta.
- No recuerdo nada, vamos Olvídalo, solo fue la adrenalina del momento - dice Lilith con nerviosismo.
- Ningún Paraguayo es cobarde ¿No vas a cumplir con tus palabras? - Susan realiza una mueca.
- A ver, todos calmados - Loren interviene.
- Usted lo aceptó, así que Lilith, solo ve agarra al chico rudo y estampa tus labios con lo de él - Susan vuelve a hablar.
- Después corre, corre por tu maldita vida - Lucca también opina - Es una broma déjenla, ella no tiene por qué hacer aquello.
- Olvídalo - Susan le palmea el hombro a Lilith - ¿Quieres ir a la Residencia?
- Sí, prefiero ir allí, yo prefiero estar sola por esta noche - Responde ella en un susurro y sus amigos saben que ella aún no ha llorado por lo ocurrido con Amir, ni siquiera lo hablo con ellos, entonces es lógico que ella prefiera su soledad para aclarar su mente.
- Te llevaré - susurra Lucca.
- Gracias por traerme, la he pasado bien además por suerte ganamos de lo contrario iba a ser peor.
- Nos veremos el lunes porque planeamos embriagarnos los dos días - Susan sonreía.
Lucca la había llevado hasta la Residencia que se encontraba en total oscuridad y silencio era obvio, todos estaban en la cancha festejando la gran victoria.
- Gracias Lucca, te veré el lunes - Lilith saludo con los puños a su amigo en modo de despedida, pero Lucca la sostuvo de la muñeca.
- No hagas nada estúpido, se te permite llorar todo lo que quieras está noche, pero te diré esto, Lilith, Amir no te merece, definitivamente no lo hace, así que el lunes te quiero ver como lo que eres, la mejor chica del Intercambio, no olvides que tú eres un lujo en la vida de cualquiera.
- De acuerdo - Lilith había suspirado, segundos después subió por las escaleras de las 20 habitaciones de esta Residencia ninguna no se encontraba habitada en ese preciso momento.
Lilith cerró la puerta de su habitación y se dejó caer en el suelo, todos los sucesos golpean su mente con la fuerza de un huracán.
- Amir - Susurró ella, pero sabe que el chico estaba lejos, entonces los mensajes que leyó en el móvil de Amir días anteriores la dejan paralizada posteriormente toda la ira se apoderó de su cuerpo, había leído mensajes en dónde Amir estaba dispuesto a todo por la chica que quería en su cama, mensajes íntimos, fotografías desnudas de varias chicas y por supuesto él también se las había enviado, además de las veces que mantuvo intimidad con otra y por último la acción de negar que ellos aún andaban - Definitivamente esto no vale la pena, duele, pero no vale la pena así que será la última vez que lloro por ti Amir, a partir de mañana no hay vuelta atrás, tú escogiste esto y yo no soy el juguete de nadie así que - Lilith se había puesto de pie se acercó a la ventana y sacó su teléfono, de hecho tenía 3 mensajes de Amir.
Los ignoro por 2 horas, tenía 13 smirnoff en su pequeña nevera clato eran bebidad que Amir trajo en el transcurso de la semana y sin dudar se coloca en el sofá, coloca algo de música, mientras se llevaba la botella a los labios escuchaba que sonaba (quiero beber hasta perder el control) "Y mientras ella está con otro tipo, mis lágrimas se mezclan con alcohol"
- Bueno, no voy a emborracharme con esto - Murmura Lilith observando la botella que tenía en su mano, había algo raro las botellas se abren de manera rápida como si ya fueron abiertas, pero no les presto atención; sin embargo cuando se había puesto de pie tal parece que el suelo se movió. - ¡Uy! ¿Hay temblores? - Lilith arrugó la frente, pero segundos después había sonreído, entonces decide leer los mensajes de Amir.
(Amir) - ¿Qué éstas haciendo en la cancha?
(Amir) - ¿Por qué no me contestas?
(Amir) - ¿Qué estás haciendo en la cancha? Contesta de una maldita vez Lilith.
- Eres un maldito infeliz - después de expresar aquellas palabras Lilith suspira con fuerza y marca el número de Amir Sousa, ella quizás no se daba cuenta, pero estaba fuera de la línea de la sobriedad.
- Hasta que te dignas a aparecer - Expresó el rubio en un tono muy molesto al contestar la llamada.
- Baja tu intensidad ¿Por qué saliste conmigo Amir? - Vaya aquella pregunta quizás el chico no se lo había esperado, pero Lilith ya lo había preguntado así que espera que Amir tenga los cojones para darle una respuesta - Sin mentiras - agrega la castaña.
- ¿Estás tomando los Smirnoff Lilith? - Amir al momento de escuchar su voz ya se había dado cuenta de eso y sonríe con malicia.
- No tiene nada que ver contigo eso - Responde la castaña - Dame la respuesta de la pregunta que te realice.
- ¿Estás segura de que quieres saberlo, Lilith? - Ella se percató de que Amir había sonreído.
- Dilo de una puta vez - Espeto Lilith, normalmente ella no reacciona de esa manera, pero el recuerdo de los hechos con Amir la enfadan tanto que quisiera romperle la cara, porque definitivamente en esa relación las apariencias dejaban el estándar de relación por las nubes, cuando la realidad era otra y ahora estando un poco borracha se vuelve más valiente.
- Te quiero, pero nunca fue amor, fue deseo, te quería follar hasta el cansancio, pero te hiciste de la mojigata y no fuiste capaz de abrirme las piernas, y lo que tú no querías darme lo busqué y lo encontré en otra parte, en otro cuerpo ¿sabes, Lilith? El sexo es muy importante en una relación.
- La comprensión también lo es - Responde Lilith de inmediato volviendo a darle un sorbo a la botella de Smirnoff - Cuantas veces me obligaste a hacerte sexo oral, cuándo te decía que no quería, te hacías el enojado y me manipulabas, y yo era tan estúpida que aceptaba hacerlo pensando que era la única manera de hacerte feliz, cuando no necesitas eso para ser feliz, tienes razón el sexo es fundamental, pero los límites también son fundamentales y la palabra no, es no, y eso no lo entendiste.
- Arreglemos esto - Amir había sonreído nuevamente- me iré junto a ti, estás tomando hablemos de las cosas como son, espérame allí estoy allí en 20 minutos, olvida todo lo que te dije, quiero arreglar esto - después de expresar aquellas palabras Amir termina con la llamada esbozando una sonrisa más perversa, segundos después se aleja del sitio de donde estaba y se monta en su vehículo.
Lilith se quedó observando su teléfono celular parpadeando varias veces - Amir, no soy tan estúpida, al saber que estoy tomando supones que estoy fuera de sí y vas a tratar de acorralar y manipularme para tener relaciones contigo - Susurra Lilith con una pequeña sonrisa, posteriormente ella busca un tapado y toma la decisión de salir de la residencia.
Cuando ella dobla en la esquina de una cafetería el vehículo de Amir se detiene por delante de la Residencia, pero Lilith ya había pedido un taxi alejándose de allí.
- Me quedo aquí - Expuso ella un tanto brusco.
- ¿Qué? - Pregunta el taxista observando el sitio en donde Lilith quería que la baje - Señorita, no puedo dejarla aquí este no es un lugar para usted.
- No importa, aquí estaré bien y aquí me bajo - Lilith abrió la puerta dejo el dinero en la caja y salió del vehículo.
Cuando entro en la taberna por así llamarlo, unos cuantos hombres se dieron la vuelta a observarla.
- Caballeros, no se preocupen por mí - Lilith definitivamente estaba muy borracha, pero también parecía que su cerebro estaba más liberado.
- ¿Qué hace una mujer aquí? - Un chico apuesto, pero muy afeminado se acercó a ella y la tomó de la barbilla analizando fijamente sus ojos.
- Eh, bueno mi novio me engaño y.
- Oigan, tenemos una con los cuernos más grandes que el toro aquí - El chico que la tenía sostenida de la barbilla había sonreído.
- Respétame y suéltame también - Lilith - Oye, eres tan hermoso - El chico la soltó - lástima que eres Gay ¿este es un bar de Gay verdad? Por mí no se preocupen ¿donde queda la barra?
- Cotorra, por tu bien cállate - el chico había sonreído.
- No soy una cotorra - De un momento a otro el Bar cae en un completo silencio, cuando una alta figura masculina se observó en la puerta, Lilith también le prestó atención - ¿Por qué todos los que tienen atracción hacia su mismo sexo son tan guapos? - Lilith había suspirado - Jamás los juzgaría, pero - Antes de que ella terminará de hablar alguien la interrumpió.
- Ambrosetti - Murmuró el recién llegado, el chico que la llamó cotorra ya se había alejado.
- ¡Oh! - Lilith se llevó las manos a la boca - Kamill, no espere que tú también.
- ¿Estás drogada Ambrosetti?
- ¿Sabes como se dice 99 en chino? - Lilith no se había percatado de que la expresión y las facciones del hombre se habían oscurecido.- Cachi chien - Lilith se había puesto a reír.
- Sí, chien dólares que me debes por salvarte la nariz.
- 1000 dólares y te guardo tu secreto Capitán, aunque sigo diciendo que es un desperdicio.