La princesa perdida
img img La princesa perdida img Capítulo 4 3
4
Capítulo 6 5 img
Capítulo 7 6 img
Capítulo 8 7 img
Capítulo 9 8 img
Capítulo 10 9 img
Capítulo 11 10 img
Capítulo 12 11 img
Capítulo 13 12 img
Capítulo 14 13 img
Capítulo 15 14 img
Capítulo 16 15 img
Capítulo 17 16 img
Capítulo 18 17 img
Capítulo 19 18 img
Capítulo 20 19 img
Capítulo 21 20 img
Capítulo 22 21 img
Capítulo 23 22 img
Capítulo 24 23 img
Capítulo 25 24 img
Capítulo 26 25 img
Capítulo 27 26 img
Capítulo 28 27 img
Capítulo 29 28 img
Capítulo 30 29 img
Capítulo 31 30 img
Capítulo 32 31 img
Capítulo 33 32 img
Capítulo 34 33 img
Capítulo 35 34 img
Capítulo 36 35 img
Capítulo 37 36 img
Capítulo 38 37 img
Capítulo 39 38 img
Capítulo 40 39 img
Capítulo 41 40 img
Capítulo 42 41 img
Capítulo 43 42 img
Capítulo 44 43 img
Capítulo 45 44 img
Capítulo 46 45 img
Capítulo 47 46 img
Capítulo 48 47 img
Capítulo 49 48 img
Capítulo 50 49 img
Capítulo 51 50 img
Capítulo 52 51 img
Capítulo 53 52 img
Capítulo 54 53 img
Capítulo 55 54 img
Capítulo 56 55 img
Capítulo 57 56 img
Capítulo 58 57 img
Capítulo 59 58 img
Capítulo 60 59 img
Capítulo 61 60 img
img
  /  1
img

Capítulo 4 3

Mis ojos vagan por la ciudad y, inexplicablemente, siento como si la conociera, algo así como un déjà vu se hace presente causándome cierto escalofrío y ansiedad.

Salí del taxi parando frente a una casa pequeña, pero muy bonita, era algo simple y que no había sido tan cara, lo cual es genial ya que quiero economizar lo máximo posible mientras no encuentro un trabajo.

Me dirijo a la entrada y después de enredarme un poco con las llaves, lo cual es normal para alguien torpe como yo, entro literalmente con el pie derecho, algo que realmente es un cliché, pero si de alguna manera me traerá suerte, ¿entonces quién se queja? La suerte nunca está de más.

Observo a mi alrededor notando lo acogedora que es mi casita, todo ordenadito y en su lugar, claro que aún faltaba añadirle el toque personal de Scarlet, dándole personalidad al lugar, pero por ahora está muy bien.

Abro las ventanas dejando que se ventile la casa y agradezco mentalmente a la antigua propietaria, que por cierto es una señora muy amable y simpática, por haber dejado todo limpio e higienizado.

Paso por las habitaciones que en total son la sala, cocina, una pequeña lavandería, baño, y dos dormitorios. Al entrar en uno de esos dormitorios doy algunos saltitos de felicidad haciendo una vergonzosa danza de la victoria, al fin y al cabo, era una suite, claro que nada muy grande, pero tendría la privacidad de tener mi propio baño.

Dejo mis maletas al lado de la puerta y me lanzo sobre la cama esponjosa, cómoda y suave. Era tan buena que casi me dejo llevar por el cansancio que el viaje me ha causado, sin embargo, aún tengo algunas cosas que organizar, como por ejemplo, mi ropa.

Me levanto entristecida por dejar el acogedor lugar en el que estaba. Me acerco a mis maletas y rápidamente saco la ropa de allí para comenzar a organizarla, me alegra no tener una cantidad exagerada sino solo lo esencial.

[...]

Después de cambiar todas las sábanas y fundas tanto de la cama como del sofá, ya que aunque la señora había dejado todo bien limpio, aún así me sentía más segura cambiándolas.

Siento mi estómago rugir y me sorprendo al mirar el reloj y constatar que había pasado más tiempo del que imaginaba, incluso ya había perdido la hora del almuerzo.

Decido dar una vuelta para ver si encuentro algún restaurante que todavía esté sirviendo almuerzo, pero si no encuentro, aceptaría de buen grado uno de esos hot dogs de carrito.

Mi boca saliva solo de imaginarlo.

Tomo una ducha rápida y me pongo un vestido ligero que va un poco por encima de las rodillas y unas sandalias. Hoy el día estaba bastante caluroso, lo cual particularmente no me gusta mucho ya que amo el invierno, además de que para los lobos este calor no es muy agradable ya que somos naturalmente calientes.

Antes de salir me pongo mis lentes de contacto de color marrón oscuro y mis gafas de sol igualmente oscuras, quiero evitar que las personas de alguna manera vean mis ojos, los cuales son de un azul tan claro que rozan lo anormal.

En el colegio las maestras intentaban impedir que las otras niñas hablaran sobre ellos, sin embargo, llegué a escuchar palabras como aberración y monstruo salir de sus bocas. Entonces comencé a usar siempre las lentes, aunque en algunos momentos me molestaran los ojos, era mejor que ser vista como una monstruosidad.

Salgo de casa cerrando todo y casi tropiezo en el pequeño escalón de la escalera de lo distraída que estaba con el bolso. Creo que nací con dos pies izquierdos, solo eso podría justificar mi increíble falta de coordinación motora.

Camino por las calles conociendo un poco más del lugar donde voy a vivir, observo una plaza donde hay una gran cantidad de niños y sus respectivos padres, además, claro, de las parejas enamoradas que también están presentes.

Suspiro volviendo mi mirada al suelo, después de todo, eso estaba muy lejos de ser mi realidad.

Soy sacada de mis pensamientos cuando escucho un llanto muy bajito, aparentemente de un niño. Miro alrededor intentando identificar de dónde viene y me sorprendo al encontrarme con un niñito de unos tres o cuatro años sentado en uno de los banquitos de la plaza.

Estoy aprensiva sobre ir hacia él, pues soy una desconocida y podría asustarlo, pero sigo mis instintos acercándome y sentándome a su lado. En cuanto nota mi presencia, su cuerpecito se encoge y automáticamente se aleja, pero incluso con aparente miedo me mira con sus ojitos fruncidos de manera desafiante.

Esos ojos... Son tan parecidos a los de él.

Sacudo la cabeza intentando alejar al hombre inexistente de mis pensamientos.

- Hey, ¿qué pasó pequeño? - pregunto cariñosamente tratando de no asustarlo más.

Sus ojitos todavía desconfiados me analizan como si necesitara confirmación de que no soy una mala persona. Veo claramente que todavía está aprensivo.

¿Y quién no lo estaría?

- Me peudí de mi mamá - me sorprendo al escuchar su voz entristecida - no quería que pasara esto, solo quería jugar con los otros niños y ella no me dejó, así que me fui escondido - se enreda con algunas palabras, además de tener los ojitos llenos de lágrimas. Parte mi corazón ver eso.

- Dime cómo es ella y dónde estaban, tal vez pueda ayudar a este noble guerrero a encontrar a su mamá - digo sugestivamente y noto que la mención del guerrero hizo que inflara el pecho y sorbiera los mocos tratando de contener las lágrimas.

Mentalmente me río de su valentía.

- Ella es la luna del reino de los Jackson y estábamos cerca de un banquito que estaba frente a una cosa que sale agua - bueno, no tengo idea de lo que estaba hablando sobre luna y reino, y constato que tal vez sea su imaginación de niño hablando más fuerte.

Sin embargo, la descripción del lugar que mencionó me recordó mucho a una fuente que había pasado anteriormente.

- Tuviste suerte de encontrarme palillito, creo que sé exactamente dónde está tu mamá - sí, apodo un poco extraño, pero es tan flaquillo y pequeño que me recuerda a un palillito.

- Mi mamá dijo que no hablara con extraños, pero como ahora somos una dupla el guerrero y la doncella, entonces no hay problema, ¿no? - su mirada suplica para que esté de acuerdo - ah y me llamo Henlique - hasta la forma en que entrecierra los ojitos y cruza los brazos enojado parece tan familiar.

¡Me estoy volviendo loca!

- Y ella está totalmente en lo correcto sobre eso, solo que como tú mismo dijiste ahora somos una dupla querido, el guerrero y la guerrera, nada de doncella aquí - le guiño un ojo - tu nombre es precioso pequeño, pero todavía prefiero palillito - su ceño da paso a una tímida sonrisa que llena sus labios.

- Me gustas... - veo su curiosidad respecto a mi nombre.

- Scarlet, me llamo Scarlet - sonrío - ahora vamos a buscar a tu mamá - ofrezco mi mano que prontamente es tomada por él.

Caminamos hacia la fuente y en el camino él me dio algunos detalles sobre la apariencia de su mamá, aunque estaba algo sorprendido de que no la conociera.

¿Será que ella es una celebridad por aquí?

No pasó mucho tiempo cuando vimos a una mujer, que incluso es mucho más joven de lo que imaginaba, viniendo desesperadamente en nuestra dirección.

Tan pronto como estuvo lo suficientemente cerca, tiró del palillito hacia sus brazos envolviéndolo protectoramente con ellos. Sus ojos cerrados en alivio me hacen sentir pena por la mujer que debía estar completamente desesperada buscando a su hijo.

- Mamá deja de aplastarme - oigo su queja - mira a Scarlet que me ayudó a encontrarte, ella es mi guerrera y es muy genial - abre los bracitos para mostrar el "muy".

Su madre, que parece finalmente notar mi presencia, me mira con la misma cara desconfiada que había hecho el hijo. La sensación de familiaridad no me deja razonar bien.

- Él estaba llorando en un banquito, así que me acerqué para intentar ayudar - soy sincera con mis palabras.

Me mira como si intentara descifrarme y finalmente suspira, tirándome para un abrazo, obviamente después de haber puesto al palillito en el suelo. Me quedo sin reacción por haber sido tomada por sorpresa, pero correspondo gentilmente poco después.

- Veo sinceridad en tus palabras, querida - se aparta lanzándome una hermosa sonrisa - nunca te había visto antes, ¿eres nueva por aquí? - pregunta curiosa.

- Sí, lo soy, llegué hace unas horas y estaba buscando algún lugar para comer - digo tras sentir mi estómago nuevamente dar señales de vida.

- Bueno, vamos a comer algo entonces, quiero conocer un poco más a la hembra que ayudó a mi cachorro - frunzo el ceño por la forma peculiar en que habla - además de aclararte algunas dudas sobre la ciudad - finaliza viendo mi curiosidad.

Asiento, queriendo saber un poco más sobre este lugar, ¿será que es como una especie de manada? Después de todo, puedo identificar algunos olores que me recuerdan a mi propia especie.

No muy lejos de donde estábamos, encontramos un puestito que vendía una variedad de bocadillos diferentes. Se me hace agua la boca solo de mirar el gran hot dog, que está compuesto por pan, dos salchichas, mayonesa, kétchup, mostaza y mucha patata paja.

Exactamente lo que necesito ahora.

Nos sentamos y pedimos nuestros respectivos bocadillos, el palillito incluso eligió el mismo que yo, alegando que una dupla de guerreros debe comer lo mismo.

- Bueno, voy a explicar básicamente cómo funciona nuestra ciudad para que entiendas un poco mejor - centro mi atención en ella - estamos separados en cinco reinos, siendo ellos: el de los Müller, que tienen un nivel de mando bastante parecido con los Willer, están en un nivel medio en cuanto a fuerza. El de los Jackson, del cual soy la luna, tenemos un nivel de fuerza y poder elevado, al igual que los Collins. Por último, el reino de los Martin, que es el reino del supremo alfa, que tiene una fuerza, poder y dominancia extremadamente inestimable - noto un tono de orgullo al darme la última información.

- Entonces, ¿ese último reino es el más poderoso? - intento entender mejor.

- Sí, mi hijo fue el primer supremo alfa ya existente, estaba a punto de asumir el reino de los Jackson cuando fue elegido para liderar no solo un reino, sino todos los demás - me sorprendo con todo eso, el tipo debería ser realmente muy poderoso para tal.

- ¿Cómo fue elegido? - pregunto y me reprendo por estar tan interesada en la historia de vida de su hijo.

Pero ¿qué tiene de malo? Es importante mantenerme informada.

- La marca, nuestras escrituras dejaban claro que el supremo elegido tendría la marca de la soberanía y él la adquirió cuando cumplió su mayoría de edad - increíble, si yo fuera humana y no supiera de la existencia de los lobos, seguro ya estaría alucinando con todo esto, lo que me lleva a pensar...

- ¿Cómo sabes que soy una loba? Después de todo, no me contarías esto si no lo supieras - sé que la respuesta es bastante obvia, pero quiero la confirmación.

- Tu olor, Scarlet, puedo sentir que eres una loba aunque sea extrañamente muy débil - dice pensativa.

Somos interrumpidas por los bocadillos que acaban de llegar y hacemos una pausa para disfrutar de esas delicias, cielos, eso estaba extremadamente bueno. El palillito, que antes estaba algo aburrido, ahora ya está con las dos manitas alrededor del enorme hot dog, y puedo decir que no estoy diferente a él.

- Esto está muy bueno, Scarlet - dice dando otro gran mordisco y esparciendo las salsas por todo su carita. Katherine, descubrí que su nombre es Katherine, y yo nos reímos mucho de ese pequeño hambriento.

Pasamos un momento muy agradable conversando sobre diversos temas aleatorios que nos arrancaban carcajadas, ellos eran simplemente increíbles y adorables.

Después de mucho tiempo, finalmente había hecho amigos.

Cerca de las seis de la tarde nos despedimos, ya era tarde y el palillito estaba bostezando de sueño desde hace un buen rato, ese pequeño estaba completamente agotado.

- Quiero agradecerte por todo, Scarlet, fuiste un verdadero ángel que apareció en la vida de mi cachorro - me abraza una vez más y ahora correspondo de buen grado.

- Imagina Katherine, hice aquello que me gustaría que hicieran por mí si estuviera en la misma situación - sonrío en su dirección.

- Estoy agradecida por eso y como quiero que mantengamos contacto, voy a hacerte una invitación. Mañana será el cumpleaños de la hija de una amiga, ¿te gustaría asistir? - me siento aprensiva sobre ir ya que no conocería a nadie más que a ella, pero finalmente acepto tras ver su mirada esperanzada.

- No será una molestia, ¿verdad? ¿No sería mejor avisar a la cumpleañera sobre mi presencia? - pregunto.

- La cumpleañera no estará presente, Scarlet, y antes de que me preguntes por qué, voy a resumir la historia. Elisa fue secuestrada al nacer, pero lamentablemente, por más que busquemos, no la encontramos de ninguna manera. Por lo tanto, para no dejar en blanco una fecha tan importante, los Collins optaron por celebrar su cumpleaños de todos modos - dice todo de un tirón y extrañamente mi corazón se siente pesado con esa información.

- Iré - inesperadamente me encuentro asintiendo - pásame tu número y luego intercambiamos mensajes sobre la dirección y la hora.

Después de anotar su número en mi celular, supe que sería una fiesta de disfraces, así que el uso de una máscara era indispensable. Agradecí mentalmente poder ocultar mejor mis ojos. Nos despedimos nuevamente mientras un palito murmura que los guerreros nunca se separan.

Quisiera poner a este niño en una cajita y guardarlo.

            
            

COPYRIGHT(©) 2022