El regreso de la heredera adorada
img img El regreso de la heredera adorada img Capítulo 5 Padres generosos
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Capítulo 7 Expulsadas del centro comercial img
Capítulo 8 Cancelar la cooperación img
Capítulo 9 El hermano atento img
Capítulo 10 Asociación de Danza img
Capítulo 11 Un hombre indiferente img
Capítulo 12 Solo me casaré con la persona que amo img
Capítulo 13 Invitándola a ser jueza img
Capítulo 14 La bailarina misteriosa img
Capítulo 15 Ella es inocente img
Capítulo 16 Restaurar las imágenes img
Capítulo 17 El exprometido de Madisyn img
Capítulo 18 Una satisfacción vengativa img
Capítulo 19 Expulsados del Restaurante img
Capítulo 20 Más tiempo con Andrew img
Capítulo 21 Preguntas extrañas img
Capítulo 22 ¡Fuiste tú! img
Capítulo 23 Ella era una jueza img
Capítulo 24 La verdad img
Capítulo 25 Convertirse en la burla img
Capítulo 26 Andrew vino a recogerla img
Capítulo 27 Su atención img
Capítulo 28 ¿Qué le pasaba últimamente a Kristine img
Capítulo 29 La regañina de la tía img
Capítulo 30 El banquete de bienvenida img
Capítulo 31 Andrew era el comprador img
Capítulo 32 La primera aparición pública de Madisyn img
Capítulo 33 Dane volvió img
Capítulo 34 Acusar a Susan de robo img
Capítulo 35 La ladrona img
Capítulo 36 La angustia de Kristine img
Capítulo 37 Tú no estarías involucrada img
Capítulo 38 ¿Intentaba algo con su hermana img
Capítulo 39 El regalo img
Capítulo 40 Un collar de edición limitada img
Capítulo 41 Definitivamente siente algo por ti img
Capítulo 42 Estaba celosa img
Capítulo 43 Obsequiarle una empresa img
Capítulo 44 La arrogante vicepresidenta img
Capítulo 45 El obsequio de Andrew img
Capítulo 46 Cenar con un chico apuesto img
Capítulo 47 Un auto con un encanto único img
Capítulo 48 Su fanfarronería fracasó img
Capítulo 49 ¿Por qué no img
Capítulo 50 Despedirla img
Capítulo 51 Elegimos Belleza Natural img
Capítulo 52 Una chica audaz img
Capítulo 53 El plan de Mina fracasó img
Capítulo 54 Advertencia img
Capítulo 55 Sentir celos img
Capítulo 56 Sin punto de comparación img
Capítulo 57 Andrew actuó como asistente img
Capítulo 58 Hombre peligroso img
Capítulo 59 La gente comenzó a escoger Belleza Natural img
Capítulo 60 Un regreso milagroso img
Capítulo 61 Tenía cuatro suegros img
Capítulo 62 Reacción alérgica img
Capítulo 63 El engaño de Denali img
Capítulo 64 El escándalo en Internet img
Capítulo 65 Colaborando img
Capítulo 66 Presumiendo img
Capítulo 67 Denali estaba condenada img
Capítulo 68 El arrepentimiento de Josie img
Capítulo 69 Haciendo historia img
Capítulo 70 Arrepentida img
Capítulo 71 Golpeada img
Capítulo 72 Pelea img
Capítulo 73 Arrepentimiento img
Capítulo 74 Conocer la identidad de Madisyn img
Capítulo 75 Lukas se negó img
Capítulo 76 ¿Te gusta mi hermana por mí img
Capítulo 77 Fue la señora Johns img
Capítulo 78 Cómo logró Madisyn ser jueza img
Capítulo 79 Obligada a reconocer sus talentos img
Capítulo 80 Amargura img
Capítulo 81 Humillada img
Capítulo 82 Eres mi mejor colega img
Capítulo 83 La consideración de Andrew img
Capítulo 84 Sin un ápice de ternura img
Capítulo 85 Cómo pudo Madisyn quitarle eso img
Capítulo 86 Un plan img
Capítulo 87 ¿También necesito romperme un hueso img
Capítulo 88 La verdadera Kristine img
Capítulo 89 La verdad ha sido revelada img
Capítulo 90 Discusión por una habitación img
Capítulo 91 Unas concursantes arrogantes img
Capítulo 92 Por la mujer con la que pretendía casarse img
Capítulo 93 No estaba preocupada img
Capítulo 94 Subestimamos a Madisyn img
Capítulo 95 Ella estaba interesada en Andrew img
Capítulo 96 Coqueteo img
Capítulo 97 Emboscada img
Capítulo 98 Algo malo le pasó a Madisyn img
Capítulo 99 Deslumbrando a todos img
Capítulo 100 Los conspiradores jueces de Mafelen img
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Capítulo 5 Padres generosos

Una vez que terminaron de comer, los Johns se dirigieron a su enorme mansión, que eclipsaba la sencilla villa de la familia Chapman, tanto en escala como en esplendor. La finca exudaba una elegancia majestuosa, que replicaba la de un castillo.

Elaine acompañó ansiosamente a Madisyn a través de los vastos pasillos, hasta que llegó a una habitación que había preparado especialmente para ella.

El lugar era la viva imagen de elegancia femenina, pintado con delicados tonos pastel y adornado concienzudamente con detalles exquisitos. La chica se quedó sin palabras ante el aire de feminidad que inundaba la estancia.

"Hija, ¿te gusta?", le preguntó suavemente la mayor, con ojos expectantes.

"Sí, me encanta", respondió ella, con un ligero toque de impotencia.

Su madre le dedicó una brillante sonrisa, le apretó la mano suavemente y comentó con alegría: "¡Me alegra oír eso! Si necesitas algo, solo dímelo". Tras un segundo, añadió: "Ahora, déjame mostrarte las prendas que tu padre y yo escogimos para ti!".

Acto seguido, Elaine abrió las puertas del clóset con un gesto grandilocuente. Los ojos de Madisyn se agrandaron al ver la variedad de ropa en su interior: había filas de vestidos exquisitos y opulentos que brillaban bajo la tenue iluminación.

"Y esto es solo el comienzo. Mañana llegarán más", anunció la madre.

"Gracias, mamá, pero... ¿no crees que es demasiado?", sondeó la joven.

Su progenitora se rio ligeramente, desestimando su preocupación. "¡Nunca! Una chica nunca tiene suficientes vestidos. Más tarde iremos de compras, para que puedas añadir cualquier cosa que te guste", declaró con una generosa sonrisa.

La muchacha, aunque abrumada, se sintió profundamente agradecida por todos sus gestos y atenciones.

Elaine había planeado esperar unos días antes de cambiarle el nombre a su recién encontrada hija. Sin embargo, Madisyn, al sentir el amor genuino de sus padres biológicos, no vio razón para retrasarlo. Esa misma tarde visitaron el Registro Civil, donde ella adoptó oficialmente el apellido Johns, convirtiéndose en Madisyn Johns.

Una vez que completaron los trámites legales, Elaine apretó su mano y le dijo con la voz llena de emoción: "Cariño, llegó el momento de que vayamos de compras; seguro que encuentras algo que te guste".

Glenn les dedicó una mirada tierna y luego expresó con un tono de arrepentimiento: "Disfruten mucho de la experiencia. Yo tengo trabajo esta tarde y no puedo acompañarlas. Aquí tienen diez millones. Cómprense lo que les guste".

Madisyn, quien ya se estaba acostumbrando al opulento estilo de vida de su familia, tomó la generosa suma, mientras le daba las gracias a su padre.

Él le acarició la cabeza con cariño; en sus ojos brillaba el afecto paternal.

El Centro Comercial Moonshine era el más exclusivo de Gemond. La madre llevó a su hija hasta la elegante boutique de Chanel. Sus ojos se llenaron de emoción al imaginársela vestida con cada una de las prendas. Rápidamente le escogió una variedad de atuendos y le dijo: "Cariño, pruébate estos. Si te quedan bien, nos llevamos todo".

Madisyn, se sintió algo abrumada, pero quería complacer a su madre, así que agarró la ropa. Estaba a punto de dirigirse al probador cuando notó que Phyllis y Jenna se acercaban.

Phyllis había llevado a su hija, que claramente estaba de mal humor, de compras, con la esperanza de levantarle el ánimo. Cuando vio a la joven a la que le había hecho la vida imposible, Jenna exclamó con incredulidad: "¿Madisyn?".

Elaine se giró al escuchar que alguien llamaba a su niña y reconoció al instante a ese par. Su expresión se suavizó, pues reconocía el papel que la familia Chapman había tenido en la crianza de su vástago.

De hecho, Glenn ya había acordado trabajar con la empresa de la familia Chapman por haber criado a su hija durante todos esos años. Esa era la razón por la que había regresado ese día más temprano a la empresa: para discutir con Jeffry su futura cooperación.

Elaine se estaba preparando para saludar cálidamente a Phyllis y Jenna, e incluso pensó en cubrir sus compras en la tienda como un gesto de buena voluntad, cuando el tono de la más joven cambió bruscamente. "Madisyn, ¿qué haces aquí? Esta es una boutique Chanel. ¿Acaso te alcanza para comprarte lo más barato?".

Phyllis escrutó a la atacada. Estaba confundida por verla ahí y pronto su rostro se ensombreció, pues recordó la escena que había presenciado en el Hotel Alpenglow más temprano. "¿Por qué no estás con tus padres pobres? ¿De dónde sacaste el dinero para comprar artículos de lujo? ¿Te conseguiste un sugar daddy?", la cuestionó.

¡No tenía dudas de que esa perra estaba tratando de avergonzar a su familia!

Esas duras palabras resonaron por el aire del elegante establecimiento y dejaron a Elaine conmocionada y momentáneamente sin palabras.

"Lo que yo haga ya no es de su incumbencia", respondió la ofendida, sin atisbo de calidez y con una expresión de helada indiferencia.

En ese momento, la visión que Madisyn tenía sobre la familia Chapman se rompió y le quedó claro que muchos años les había dado su lealtad, sin reciprocidad alguna. De hecho, había elevado su modesto negocio a una empresa cotizada en bolsa, creyendo que con eso pagaba la deuda de gratitud por haberla criado.

Sin embargo, los Chapman no eran conscientes de su ayuda.

Phyllis miró a la que alguna vez había sido su hija con desdén y la atacó con una voz cargada de veneno: "¿Quién dice que tus asuntos ya no nos conciernen? Si la gente escucha que te estás acostando con viejos por dinero, ¡la reputación de nuestra familia se verá manchada! Te sugiero que reconsideres tus elecciones. ¡Vete inmediatamente de este lugar y regresa a tus humildes orígenes!".

La expresión de Elaine se volvió severa al escuchar las duras palabras de Phyllis. Siempre había creído que esa familia había tratado a su pequeña con amor, pero la realidad que tenía frente a ella era completamente diferente: no se preocupaban por ella, sino que la trataban con franca hostilidad. "Disculpe, entiendo que esta joven fue una vez una hija para usted, ¿por qué la está tratando así ahora?", intervino, incapaz de contener su consternación.

Como había conseguido captar una audiencia, Phyllis exhaló profundamente, y, con una expresión de dolorosa resignación, dijo: "De hecho, hubo una época en la que ella fue como una hija para mí. Señora, déjeme advertirle algo: no se deje engañar por su apariencia. Es una mentirosa compulsiva que se atrevió a robarle dinero a su propia familia. ¡Es una desgracia!".

Tras tomar un respiro, siguió con un tono de fingida angustia: "Al descubrir sus terribles acciones, me decepcioné profundamente de ella y no me quedó otra opción que expulsarla de mi familia, a pesar de todos los años que pasamos criándola como una de los nuestros".

Phyllis estaba decidida a dejar mal parada a Madisyn de todas las formas posibles, para que ninguna dama adinerada la tuviera en alta estima. No podía permitirse que se corrieran los rumores de que era demasiado dura con la chica a la que alguna vez había tratado como su hija. Para hacer sus palabras más convincentes, incluso se secó los ojos, fingiendo que se enjugaba las lágrimas, para subrayar su supuesta desesperación.

La expresión de Madisyn se endureció, y un destello de ira comenzó a arder en sus pupilas, al darse cuenta de que Phyllis la estaba desacreditando activamente frente a su madre.

            
            

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